Partida Rol por web

BUSCANDO JUSTICIA

1 de Noviembre: Domingo por la noche; baile de gala electoral

Cargando editor
09/10/2016, 15:20
Melissa Whedon

Continué con mi labor tras rechazar el ofrecimiento del agente Talbot, tratando de mostrarme más profesional si era posible. Cierto era que ese no se trataba de mi cometido habitual, pero tampoco estaría haciéndolo tan mal, ¿No? Al menos eso esperaba…

En ese momento noté como mi compañero se erguía aún más, percatándome en seguida de a qué se debía aquello.

Chaster Klane, el Hombre de Hojalata…

Así lo conocían algunos en la comisaría, y es que desde que años atrás sucediera algo con él que desconocía, se decía que como el personaje del cuento no tenía corazón y carecía de sensibilidad. Por no hablar de aquello de caminar tan tieso como si no fuera ni siquiera humano…

En seguida llamó la atención a Brett, pidiéndole que no me dirigiera la palabra, y este se dedicó a mirar al frente de inmediato. Ilusa de mí, pensaba que aquello sería todo lo que Klane había ido a hacer allí, pero no tardó en rodearnos, situándose a mi lado para dirigirme unas palabras.

No comenzó con mal pie, aunque no entendía a qué se debía esa necesidad de expresarme su indignación, cuando él mismo reconocía que no era responsabilidad mía. Sin embargo, no tardó en comenzar a apuntar mis fallos, que no me hubiera tomado mal si hubieran venido de otra manera. A fin de cuentas el hombre tenía razón, y no había caído en lo de la dichosa emisora, ni nadie me había dado instrucciones al respecto…

- Tiene toda la razón, y por suerte está usted aquí. – respondí, mirándole tan solo un segundo, para volver a mirar en seguida al frente. - ¿Cree que podría conseguirme una? Ahora me es imposible separarme de mi protegido. Seguro que a usted no le cuesta nada mover algunos hilos y conseguirme una, no por nada es todo un referente… - le alabé, aun sin saber si ese tipo de cosas tendrían algún efecto en alguien como él. – Puede que no sea la más capacitada para esta labor, pero quisiera hacerlo bien. – le dije con total sinceridad. – Creo que podré ser una mejor profesional si me ayuda. – terminé por decirle, viendo como tras la vehemencia mostrada por Collins otro tipo se unía al grupo.

- Tiradas (1)
Cargando editor
20/10/2016, 10:00
Allan Jefferson

La respuesta de Jason Collins me sienta como un jarro de agua fría. No por la mala intención con la que le oigo decirlo, sino por la veracidad de sus palabras. Es cierto, por mucho que me quiera vender como alguien dispuesto a ayudar desde la Concejalía de Seguridad Ciudadana, lo cierto es que cada día estoy más convencido de que eso será imposible. El margen de maniobra es mínimo, si mis sospechas terminan siendo ciertas. Los corruptos no permitirán que haga nada contra los intereses de sus benefactores. Manda quien pone el dinero, y si los mafiosos y las bandas controlan la política, no se puede hacer política contra ellos.

Por eso debe existir Armour.

Me tutea, me habla de Johnson como si me contase algo nuevo, pero debo fingir que no estoy de acuerdo con ello. O que es algo con lo que soy capaz de lidiar. ¿Lo soy? ¿Lo soy, como Allan Jefferson-Kennedy? No, soy realista, se que no es posible, pero no es algo que pueda confesar. A ojos de todos, debo ser el idealista que cree en el cambio desde dentro del sistema.

Como lo era Austin.

Me quedo boquiabierto cuando le nombra. Dice que él lo sabía, ¿qué quiere decir? ¿Qué cojones sabe este hombre acerca de mi hermano? Mi primera intención es preguntarle, tirar de ese hilo por las buenas o por las malas, pero alguien nos interrumpe. Un tipo grande, cuyo aspecto de tipo duro contrasta con sus maneras. Se acerca a Collins, ofreciéndole su apoyo, tanto moral como financiero. No puedo evitar sentir cierta suspicacia, hay algo en él que no me gusta. Y menos aún cuando me ofrece su mano. Es firme, fuerte, más de lo educadamente correcto. Casi como si apretase marcando su territorio. Habla de representados, de hombres de negocios que desean entrar en el sector financiero de Metro City, pero eliminando a Johnson del panorama. La simple idea debería hacerme sentir cierta camaradería hacia ellos, pero no es así. Incluso cuando me hace la rosca de esa manera tan descarada, sugiriendo que Collins podría tenerme en cuenta si llegase a la Alcaldía.

Es un placer conocerle, señor Walnuts. -La educación ante todo, incluso a pesar de las suspicacias. Además, también podría estar equivocándome con él. Desde que regresé a la ciudad, veo fantasmas por todas partes- Metro City sigue siendo una gran ciudad, me alegra que haya hombres de negocios que sigan siendo conscientes de ello. Dígame, ¿qué inversores son esos, a los que tan bien representa?

Cargando editor
20/10/2016, 10:27
Adam Walnuts

Walnuts se mantiene imperturbable. Tras apretar la mano de Allan, dedica unos instantes a colocarse correcta y meticulosamente los puños de su camisa, dejando ver unos preciosos y caros gemelos, nada ostentosos por contra. Ante la pregunta de Allan, sus labios esbozan una tenue sonrisa. De soslayo mira a Collins, quien parece atender a la posible respuesta con inquietud, pero también expectación.

Lo lamento, señor Jefferson-Kennedy, pero me temo que no me es posible saciar su curiosidad. -Dice con aire grandilocuente- Mis representados han recurrido a mis servicios precisamente para asegurar un cierto nivel de... discreción.

Lo cierto es que tal respuesta lleva a más y más preguntas acerca de esa gente y sus intenciones. Sin embargo, el tono en que concluye Walnuts es lo bastante tajante, sin perder la corrección, como para disuadir de continuar indagando. Más aún cuando él mismo decide derivar la conversación y regresar su atención a Collins.

Señor Collins, si me lo permite... hay ciertas personas que creo debería conocer. Gente interesada en saber más acerca de sus planes para esta gran ciudad...

Cargando editor
20/10/2016, 10:36
* Chester Klane

Sin retirar las manos de las caderas, Chester deja hablar a Melissa Whedom como si la cosa no fuera con él. Sus ojos recorren el lugar una y otra vez, como si se tratase de un escáner que realiza continuamente el mismo recorrido de la sala, tomando nota mental de todos los detalles. De hecho, casi daría la sensación de que ni tan siquiera la está escuchando, si no fuera porque, una vez ella termina de hablar, y tras dejar pasar un breve instante, se digna a responder.

No me gustan los pelotas. -Dice en tono cortante- Ni los listillos. -Añade- Y usted empieza a hacer méritos para que la tilde de ambas cosas, de modo que corrija eso. -Se puede percibir la incomodidad en el agente Talbot, que se ve obligado por la proximidad a escuchar toda la conversación. Klane aparta un lateral de su americana, descolgando de su cinturón una pequeña petaca negra que tenía sujeta con una pinza, dando un paso atrás para situarse a la espalda de la mujer- Sin cinturón, cómo no... -Reniega en voz baja, antes de sujetar la parte más alta del atuendo de la agente y enganchar ahí la petaca- Será incómodo, pero es lo que hay. -Dice, antes de sacar algo del bolsillo y conectarlo a la petaca. Un cable, al parecer, que va desenrollando poco a poco por uno de sus extremos hasta alcanzar el oído de Melissa, donde deja colgando un pinganillo- Ajústeselo al oído.

El cable sobrante vuelve a enrollarlo y lo deja enganchado con un trozo de alambre forrado con plástico, de modo que no cuelga más de lo necesario para dar holgura y permitir el movimiento de la cabeza sin tirar, y que el pequeño micrófino adherido al cable quede lo bastante cerca de la boca. Chester Klane regresa entonces al lateral de melissa, esperando unos instantes antes de probarlo. Acerca su mano al oído y su voz suena en el auricular de Melissa.

< Prueba de sonido, agente diecisiete, ¿todo correcto? > -Dice, girándose para mirar a la agente y esperar confirmación- Haremos comprobaciones de situación de todos los agentes cada media hora. Si ve cualquier cosa que no le guste, informe. Mi código es delta cero, usted es agente diecisiete, su protegido es su vip, no se dan nombres por emisora salvo que yo se lo indique. ¿Lo ha entendido todo?

Cargando editor
24/10/2016, 23:52
Melissa Whedon

Había comenzado a dudar de que Klane estuviera siquiera escuchándome, pero me escuchaba, claro que lo hacía; era un capullo eficiente. Y es que tras las primeras palabras que me dedicó no podía calificarle de otra manera, me había dejado blanca.

¿Pelota y listilla? ¿Pero este tío de que va? No voy a negar que a veces me pase un poco de listilla, pero… Y ahora si intentaba hacerle la pelota, pero… ¡Argh! ¿Por qué tiene que ser tan desagradable?

Me ponía de los nervios esa actitud, y lo peor de todo es que no podía hacer nada más que asentir y sonreír, pero tampoco demasiado; o sería otra cosa que me diría que tendría que corregir. Por fortuna al menos accedió a ayudarme, aunque lo hizo farfullando mientras encontraba como colocarme aquella emisora. Me mordí la lengua, pues a pesar de todo no le podía quitar la razón en el tema del atuendo, aunque mi falla hubiera sido por desconocimiento.

Me ajusté el pinganillo tal como me pidió y al volverse a situar a mi lado y hacer aquella prueba de sonido, ladeé mi rostro lo justo, asintiendo también lo justo para que percibiera que todo estaba correcto. Me explicó entonces los pormenores del sistema de comunicación, y volví a asentir, esta vez de forma más contundente.

- Entendido. – añadí aun así, queriendo dejarlo del todo claro. – Y gracias, agente Klane. – dije con sinceridad, a pesar de que el tipo se pasaba de sieso.

Volví de inmediato a mirar al frente, depositando toda mi atención en Allan, o mi vip, ahora que parecía que iba a quedarse nuevamente solo y puede que tuviéramos que movernos.

Cargando editor
02/11/2016, 02:59

Jamás pensó que vería un reverencia ejecutada por alguien que no fuera de Japón. Curioso e interesante a partes iguales, lo anotó mentalmente para estudiarlo mas adelante, quizá le ayudara a averiguar algo mas de ese tal Sherrisev. También anotó los tatuajes que se le insinuaban bajo la manga de la camisa. Si no fuera descabellado pensarlo, y estaba empezando a creer que no por ese aura de peligrosidad que emanaba, lo identificaría como el típico mafioso ruso. No descartó la idea, era bien sabido que en Metro City el crimen y la política dormían en la misma cama.

Le devolvió un apretón jovial y enérgico, contrario al más firme y formal del ruso, sonriendo.

- La forma más rápida de llegar al futuro, Anatoli - Alzó las cejas - ¿Le puedo llamar Anatoli? Odio las formalidades, son barreras que interrumpen la correcta fluidez de las conversaciones.

El concejal aprovecha ese momento para desaparecer, dejándolos a él y a Joy con Collins y Sherrisev. Podría haber sido peor, por lo menos había separado al político del empresario, algo era algo.

- Como le decía - Retomó - La forma más rápida de llegar al futuro es proyectarlo desde el presente. Y el momento para hacerlo es el aquí y el ahora. Así que, si no invertimos aquí y ahora en el futuro, nunca podremos hacerlo. ¿Entiende? Siempre es tarde para invertir en el futuro, pero nunca lo es para recoger los frutos de esa inversión.

- Las soluciones a corto plazo que ofrecen las tecnologías actuales apenas pueden cubrir las necesidades a las que nos enfrentaremos en el mañana. Ponga por ejemplo... - Hizo un gesto vago con la mano - La energía. El señor Collins, con sus centrales eléctricas convencionales, puede producir una cantidad nada desdeñable de energía a bajo coste con un alto rendimiento, lo reconozco. ¡Es su electricidad la que está iluminando esta fiesta! Pero, y es un pero muy importante, esa energía procede de una fuente limitada que, tarde o temprano, se agotará; y produce unos deshechos que, tarde o temprano, no podremos gestionar por falta de espacio y recursos. 

- La alternativa a convertir todo el combustible del planeta en basura inservible y contaminante pasa por las energías renovables, por las energías limpias. El sol, el viento, las mareas... Son fuentes infinitas de combustible. El sol nunca se va a apagar y las mareas y el viento nunca se van a detener. ¡Y no producen residuos! No generan sobrantes que haya que gestionar.

- Piense ahora en el futuro, es usted un hombre joven, haga el ejercicio de proyectarse diez años en el tiempo. Piense, ¿Cómo le gustaría viajar? ¿En un lujoso, espacioso y silencioso vehículo autónomo cuya carrocería polarizada le permitiera ver todo el exterior mientras circula a doscientos kilómetros por hora atendiendo una conferencia en su pantalla holográfica o en un, digamos, convencional coche con motor de combustión, todo metal, pesado y poco manejable, que empieza a ser extremadamente peligroso a los cien kilómetros hora?

- Yo tengo clara mi elección. Y ¿Cuanta energía cree que podría necesitar la construcción, montaje, mantenimiento y uso de ese vehículo, todo fibra, polímeros plásticos, carbono y tecnología punta? ¿Cuánto una flota de ellos? ¿Cuánto todo el parque móvil de una ciudad como Metro City? ¡Por no hablar de aviones, barcos, trenes, transbordadores espaciales! La moneda del futuro, Anatoli, será la energía, sin duda alguna. 

- Así que, ¿Que dice, Anatoli? ¿Prefiere llenar ahora una cartera pequeña que poco a poco se vaya vaciando o llenar poco a poco una cartera que no tenga límite?

Y con eso tenía el discurso hecho. Era el que había preparado para el concejal con algunos retoques improvisados sobre la marcha. No era gran cosa, no era un hombre de grandes palabras, pero creía que era lo suficientemente correcto como para impresionar a unos cuantos inversores. 

Cargando editor
02/11/2016, 09:18
Allan Jefferson

Walnuts evita mi pregunta con corrección, pero ese misterio que oculta con tal fachada de profesionalidad sigue extendiéndose dentro de mí como un picor incesante, de esos que no desaparecen hasta que logras rascarte. Y yo no me puedo rascar. Es sólo una corazonada, en realidad. Inversores de fuera no tendrían por qué suponer un problema, en realidad, salvo por convertirse en la competencia de los inversores locales. Y si mis sospechas son ciertas, muchos de los inversores locales son en realidad "algo más".

Por supuesto, señor Walnuts, lo comprendo perfectamente. -Acepto de forma protocolaria- Veo que están ocupados, de modo que no les robaré más tiempo. Señor Walnuts, señor Collins, señor Connelly... -Me despido uno a uno, estrechando sus manos.

Y mientras lo hago, me doy cuenta de que los problemas y los asuntos sin resolver se me están acumulando. Se suponía que esto iba a ser más sencillo. No sencillo en sí, pero más sencillo que esto que se desarrolla a mi alrededor. Infiltrarme entre los políticos locales para destapar la corrupción, y machacar a los mafiosos y las bandas locales. Descubrir quién mató a Austin, y continuar hasta lograr su sueño de una Metro City limpia. Ahora no sólo tengo que descubrir lo que tienen los políticos en activo bajo sus mantas, sino también qué ocultan sus rivales. No sólo tengo como objetivo a los mafiosos locales, sino que también tengo que descubrir si hay otros tratando de conseguir su parte del pastel desde las sombras.

No, esto no va a resultar sencillo...

Cargando editor
02/11/2016, 09:40
Marcus Patton

En el momento en que los tres hombres se despiden y comienzan a alejarse, el espacio vacío alrededor de Allan se ve ocupado por dos nuevas personas que se acercan a él. En este caso, dos rostros conocidos, aunque uno de ellos no demasiado deseado. Alto, estirado, con un peinado convencional y unas gafas de pasta que ocultan una mirada arrogante, el ayudante del alcalde Johnson se acerca con una copa de champán en la mano.

Señor Jefferson... Veo que ya ha empezado a hacer vida social... -Dice Marcus Patton con evidente malicia, aún sin perder su habitual rostro inexpresivo- Aunque quizás debería dedicar más tiempo a los aliados, y menos a los enemigos... -Comenta dando un sorbo a su copa.

Cargando editor
02/11/2016, 09:55
~M~ Martha Snyder

La mujer que le acompaña permanece un paso por detrás de Marcus al caminar. No da la impresión de que ese hecho se deba a una cuestión de importancia protocolaria, sino más bien a su evidente malestar por tal compañía. La comisaria del cuerpo de policía de Metro City no disimula su desagrado hacia Marcus Patton, caminando por detrás de él mientras su vista recorre el inmenso hall del hotel. Lleva también una copa en la mano, pero no parece tener intención de beber de ella.

Rivales. -Corrige sin dudarlo al ayudante de Johnson, sin siquiera mirarle- Es una palabra mucho más adecuada, ¿no cree, señor Jefferson? Buenas noches... -Se acerca a Allan con una educada sonrisa, ofreciéndole su mano- ¿Está disfrutando de la fiesta? Espero que no se sienta fuera de lugar, sin periodistas ni fotógrafos...

¿Es eso una indirecta, todo un mazazo en la imagen pública del candidato? ¿Realmente le está diciendo que es todo fachada?

La comisaria regresa a su lugar, al lado de Patton, manteniendo las distancias respecto a ambos hombres. Desvía la mirada en dirección a los miembros del equipo de seguridad presentes, haciendo un gesto con la mirada a Chester Klane antes de mirar a la agente Melissa Whedon de arriba a abajo. La mujer esboza una disimulada sonrisa y guiña un ojo, antes de devolver su atención a la conversación.

Cargando editor
02/11/2016, 10:06
* Chester Klane

Klane no responde al agradecimiento de la agente Whedon, aunque carraspea con incomodidad al recibirlo, adoptando rápidamente una postura regia y firme con la vista al frente. Se diría que haya sido militar, lo cual no sería descabellado.

Al acercarse Patton y Snyder, su mirada se centra en la comisaria, quien no tarda en hacerle un gesto con la mirada que Klane responde asintiendo.

Agentes... Manténgase atentos. -Dice, antes de girarse y desaparecer.

Cargando editor
02/11/2016, 10:17
* Brett Talbot

Al desaparecer Klane, la postura de Brett Talbot se relaja, tan sólo ligeramente, de un moco apenas perceptible. El agente mira a ambos lados, realizando un barrido de la sala, y se ajusta la americana.

Es duro, y no le cae bien a nadie. -Afirma, dirigiéndose a Melissa- Pero es el mejor en lo suyo, y eso nos mantiene con vida. -Añade, mostrando un cierto grado de respeto hacia ese hombre- Buenas noches, agente Whedon.

Talbot se aleja por un lateral, encaminándose en dirección a la zona por donde se ha alejado su protegido. Mantiene las distancias respecto a él, pero no lo pierde de vista en ningún momento. Ni a él, ni los movimientos de todos los que se le acercan o pasan relativamente cerca.

Cargando editor
02/11/2016, 10:40
Anatoli Serishev

Anatoli atiende a toda la explicación, el magnífico discurso que suelta Ulyses casi de carrerilla, como si lo tuviera ensayado de antemano. Parece sumamente interesado, a tenor de su mirada atenta y su sonrisa.

Muy al contrario, Marc Collins se muestra completamente incómodo ante la sucesión de acontecimientos. Se ajusta la corbata con un mal gesto, que no pasa desapercibido para Serishev. Sin embargo, lo curioso es ver cómo Anatoli le hace un simple gesto con la mirada, y éste asiente y se marcha sin despedirse, como obedeciendo una orden muda de su amo. Anatoli da varias palmadas, una vez que Ulyses termina su exposición, sonriendo con unos dientes ligeramente desordenados y sucios por el exceso de tabaco.

Exselente, exselente, señorr Mathews... -Dice sin el menor atisbo de ironía, aunque no sería descartable que la ocultase bajo un manto de corrección. Todo funciona así, en Metro City, las verdades se mantienen en la sombra- Tal vez deberría desviarr parrte de los muchos recurrsos que dedico a mis negocios en enerrgías del pasado, que terrminen siendo un mal negocio, a esa... ¿moneda del futurro? -Comenta, dejando claro dónde tiene sus inversiones actuales. Ulyses le ha estado vendiendo las energías renovables a un inversor del petróleo, por lo visto- ¿Tal vez en su emprresa, señorr Mathews?

¿Qué es eso? ¿Una sonda, una oferta, la posibilidad de una OPA hostil?

¿Una amenaza?

Cargando editor
02/11/2016, 16:16
Director

La apariencia del camarero que trae la bandeja donde Big Vin deposita su copa, de la que toma otra, es ciertamente curiosa. Camina con poca elegancia, con andares algo chulescos, y del cuello de su uniforme asoma el pico de lo que parece algún tipo de tatuaje. Ni siquiera va correctamente afeitado. Es, sin duda, un tipo pintoresco, para ser camarero en un evento de esta categoría.

Cargando editor
04/11/2016, 01:01

- Tal vez en mi empresa ¿Por qué no? - Respondió con una sonrisa algo más tensa de lo que le hubiera gustado - Aunque debo advertirle que en Odissey somos muy exigentes con nuestros inversores, aunque... - Se aclaró la garganta con un ligero carraspeo - Aunque estoy seguro de un hombre de negocios como usted seguro que cumplirá de sobra nuestros estándares de ética, responsabilidad y transparencia - Suficiente de jugar al chico bueno con ese hombre al que cada vez colocaba más y más etiquetas relacionada con actividades criminales.

- Ahora, Anatoli, si nos disculpas, vamos a dar una vuelta por la fiesta para saludar a unos cuantos amigos, buscar mini salchichita de cocktail, que son mi perdición - Comentó en tono de ligera confidencia - y quizá bailar una o dos canciones antes de que mi torpeza obligue a Joy a buscarse otra pareja de baile.

- Ha sido un verdadero placer - Dijo sacando una tarjeta de un pequeño tarjetero de rodio y tendiéndosela junto a la mano para darle un apretón de despedida - Estaremos en contacto, Anatoli.

Cargando editor
06/11/2016, 18:02
Melissa Whedon

Finalmente no tuvimos que movernos del sitio, pues Allan en seguida se vio nuevamente acompañado, lo que no me esperaba era tal compañía, y menos que aparecieran ambos juntos.

Lo que tienes que aguantar, mamá.

Mi madre caminaba por detrás de Patton, siendo este el primero en dirigirse a mi protegido, aunque ella no tardó en unirse; y de una manera que por poco hizo que me riera. Seguro que a la mano derecha del alcalde aquella corrección le había sentado como una patada en el estómago. Pero mantuve la compostura, tratando de ser lo más profesional posible, incluso cuando mi madre le soltó aquello a Allan.

No me lo había preguntado antes, ¿Qué pensará mi madre de la candidatura de Allan? Eso ha podido ser un dardo, o un simple comentario por lo seguido que es por la prensa…

Entonces, al terminar de saludar a mi vip, mi madre se situó junto a Patton y miró hacia los que nos encargábamos de la seguridad. Se detuvo un instante en mí, mirándome de arriba abajo, dedicándose después una sonrisa y un gesto cómplice.

Chester Klane decidió retirarse en ese momento, aunque no sin recordarnos lo que de sobra sabíamos ya. Ese tipo era un poco inaguantable, pero no le faltaba razón. De la misma opinión parecía Talbot, que con otras palabras más adecuadas me expresó algo parecido, para despedirse antes de continuar con su labor.

- Buenas noches, agente Talbot. – me despedí yo también, volviendo a fijar mi mirada de inmediato en Allan, sus acompañantes y cuanto a estos rodeaba.

Cargando editor
14/11/2016, 11:02
Allan Jefferson

Por eso odio estos acontecimientos sociales. Ya los odiaba de pequeño, cuando mis padres organizaban celebraciones en casa y Austin y yo teníamos que estar ahí plantados ejerciendo de perfecta familia feliz delante de los invitados. Al menos hasta que nos escabullíamos y terminábamos bajo una de las mesas con una bandeja de canapés y otra de dulces.

Pero, al igual que pasaba entonces, no te dan tiempo a recuperarte de un pellizco en la mejilla, cuando ya tienes un par de manos más esperando su turno. En este caso, los pellizcos parecen de todo menos amistosos, y la llegada de Patton no es precisamente un soplo de aire fresco. Le recibo con una amplia sonrisa, que se vuelve más sincera al ver a su acompañante, la comisaria.

Otro espejismo...

Patton no tarda en lanzar el primer dardo, dejando patente la tensión entre nosotros. Más tiempo a los aliados, como si tuviera alguno entre los invitados a esta fiesta. Me agrada, en cierto modo, ser consciente de lo poco que este tipo sabe de mí. Sí, dedicaré tiempo a mis aliados, pero no a aliados políticos. Mis aliados, los de verdad, deberían estar en las calles. Ahí es donde pienso librar la verdadera guerra. La puntualización de Martha Snyder me agrada, alguien con sentido común y un mínimo de etiqueta de verdad.

Totalmente de acuerdo, comisaria Snyder. -Respondo estrechando su mano- Buenas noches.

Sin embargo, las buenas formas parecen terminarse pronto, o esa impresión me da cuando hace mención a que pueda sentirme fuera de lugar alejado de los focos. Si es así, si es una puya por la imagen que tiene de mí, no puedo culparla. Es exactamente eso lo que parezco, y lo que tengo que seguir pareciendo para mantener a Johnson bajo mi engaño, para conservar mi tapadera. Ojalá hubiera otra manera, pero lamentablemente este era el pacto que hice conmigo mismo y con el recuerdo de Austin. Allan Jefferson no es importante. Mi imagen, mis necesidades, mis deseos... nada de eso importa. No puedo tener una vida, una vida real. Soy un soldado, y sólo importa una cosa. Importa la misión.

No crea, apartar los focos es bueno de vez en cuando. También hay que descansar, ¿verdad? -Bromeo, como el tipo completamente superficial que parece que soy- Además, eso permite charlar con los "rivales" de un modo algo más cercano, aprender sobre ellos... -Comento lanzando una mirada de soslayo a Patton, antes de girarme hacia él, fingiendo permanecer pensativo- Por ejemplo, Patton, ¿sabemos algo acerca de esos misteriosos apoyos con que cuenta la candidatura de Collins? Parece que está recibiendo cuantiosas donaciones de empresarios de fuera de la ciudad...

Cargando editor
15/11/2016, 11:17
Anatoli Serishev

Anatoli apenas reacciona ante los juegos de palabras de Ulyses. Al contrario, mantiene esa sonrisa esculpida en roca, que no deja traslucir los sentimientos que la conversación le producen. Ética, responsabilidad, transparencia, aptitudes que cuesta creer que pueda tener un hombre con la mirada tan fría como Anatoli Serishev. ¿se lo habrá tomado como un desafío, como un insulto?

Porr supuesto... -Acepta la despedida, dirigiéndose a Joy con una sugerente mirada que, por curioso que parezca, logra hacer sonreír de forma coqueta a la acompañante de Ulyses- Tienen ustedes que disfrrutar de la fiesta... Y los asistentes disfrrutar de la belleza de su acompañante... -Tras este halago, toma de nuevo la mano de Joy, ignorando momentáneamente la tarjeta que Ulyses le ofrece, y besa ligeramente su dorso, apenas un roce. Al separarse de ella es cuando acepta la tarjeta, pero en vez de guardársela la muestra a un costado, y quien parece ser un asistente se apresura acercarse y cogerla, guardándola en el interior de lo que bien podría ser una chequera. El asistente se acerca a susurrar al hombre de negocios unas palabras, ante las que éste asiente- Me temo que también yo tengo asuntos que atender. Que disfruten la velada...

El hombre de negocios se apresura a alejarse entre la multitud, a paso más ligero de lo que cabría esperar, dejando que la pareja se quede sola en medio de la multitud. Joy permanece con una mano sobre su pecho, observando cómo Anatoli se aleja con una tonta sonrisa.

Cargando editor
15/11/2016, 11:28
Director

Tras despedirse el agente Talbot, Melissa queda sola ocupándose de sus tareas. Aunque puede permanecer más o menos atenta a la conversación que mantiene su protegido con su madre y ese arrogante de Patton, debe centrarse en observar los alrededores, los movimientos de la gente, quienes pueden estar fijando su mirada en Allan, quienes se mueven en su dirección, todo ese tipo de cosas. Al cabo de un rato, uno termina haciéndose una composición del lugar, analizando los movimientos en el lugar como una especie de patrón. Aunque eso le resultaría más sencillo en la pantalla de un ordenador.

Sin embargo, en un momento dado, algo llama la atención de la escolta. Una figura que pasa fugaz entre la gente, una figura pequeñita y pelirroja, que desaparece al momento. No, no es posible. ¿Liss? La escolta busca alargando su cuello, pero no es a Liss a quien ve, sino a otro niño, moreno y repeinado, vestido con ropa demasiado formal para su edad, que camina entre la gente y también desaparece entre la multitud.

Cargando editor
15/11/2016, 12:29
Marcus Patton

La comisaria se limita a asentir ante la superficial respuesta de Allan, mostrando una sonrisa protocolaria y desviando en seguida la mirada a un lado cuando la conversación deriva en las fuentes de financiación del otro candidato a la alcaldía. Patton, en cambio, muestra un renovado interés en el tema, alzando las cejas y dando un paso al frente.

¿Cuantiosas? ¿De veras? -Preguntó, al parecer sorprendido- Bueno, hasta ahora los preparativos de su campaña han sido bastante cortos de fondos, una compaña bastante convencional con apoyo de la chusma de la ciudad. Asociaciones y poco más. Si ha encontrado una fuente de financiación más generosa, eso es algo serio, sin duda. ¿Por qué dice que son "misteriosas"?

Cargando editor
23/11/2016, 01:34
Melissa Whedon

Me mantenía atenta a la conversación que continuaba dándose entre Allan, Patton y mi madre, pero sin dejar de observar todo cuanto a estos rodeaba. Obviar las ideas y venidas propias de la gente que se movía en un acontencimiento como tal, y fijarse sólo en lo relevante, no era tan sencillo como parecía; aunque no era nada que no pudiera hacer. Puede que no estuviera acostumbrada a hacerlo sobre el terreno, pero buscar alteraciones entre cientos de líneas de código que parecían no presentar ninguna anomalía era algo que dominaba. Y esto, en cierta manera, no era tan distinto.

Durante uno de los barridos que hacía entre la gente conseguí ver algo particular, demasiado particular.

¿Liss?

Me había parecido ver a mi pequeña desaparecer entre la multitud, y es que su cabecita pelirroja no pasaba nada desapercibida. Traté de confirmar que fuera ella, pero no di con Liss; sino que vi a otro niño, muy repeinado y elegantemente vestido, que también desaparecía entre la gente.

¿Estarán jugando y se han separado del grupo?

No podía abandonar mi puesto de trabajo para averiguarlo, pero tenía que hacer algo. Saqué mi teléfono móvil y tecleé de la forma más discreta posible, mandando un mensaje a mi hermano Gary.

¿Está Liss contigo? Me ha parecido verla. Ve a buscarla y no la pierdas de vista, por favor.

Esperaba que Gary no tardara en informarme, y es que este sabía de sobra lo en serio que me tomaba la seguridad de mi hija. Metí el móvil en mi bolsillo, esperando noticias, mientras trataba de continuar con mi labor.

- Tiradas (1)