Partida Rol por web

BUSCANDO JUSTICIA

1 de Noviembre: Domingo

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05/11/2015, 01:08
Allan Jefferson

De repente, Melissa se pone sería, más de lo que la he visto hasta ahora, recriminándome que la hable como si hubiera olvidado que ella es policía.

Y yo no.

Levanto las manos, mostrándole las palmas en señal de rendición mientras bajo la mirada.

No era mi intención... -Menospreciarte, o lo que sea que hayas entendido, nada más lejos. Será mejor que aprenda a quedarme en mi sitio mientras sólo sea un politicucho- Lo lamento. -Digo sinceramente, volviendo a poner las manos en la mesa mientras acepta, tal vez a regañadientes, la ayuda que le he ofrecido- Cuenta con ello, no lo he dicho por decir. -Mantengo la mirada baja, aunque de cuando en cuando echo un vistazo sobre su hombro, para comprobar los movimientos del bar. Todo esto me trae malos recuerdos- Sí que hay trapos sucios, Melissa... -Puntualizo, mirándola fijamente con los ojos entrecerrados- Si no son suyos, son de otro. Y a ese otro no le gustará que se airee lo suyo, ¿no crees? -Recuerdo aquel incidente en el cuartel. Apenas me enteré, no me afectaba directamente, pero luego todo quedó bastante claro. Un chivo expiatorio al que cargarle el mochuelo, pero el tío revolvió demasiado para salvar su culo, y eso levantó ampollas. No pasó de ser un caso sin resolver, pero él terminó en una cama de hospital medio muerto, y para cuando salió le esperaba una licencia con deshonor. Sí, el ejército tiene la misma mierda que Metro City, salvo que no tan concentrada.

Aparto la mirada, echando un vistazo por el cristal. El horario de esta noche obliga a Melissa a pedir favores. Le arrebato a la pequeña Lis a su madre, algo que pensándolo fríamente se que no es culpa mía, pero que me hace sentir culpable igualmente. Entonces hace referencia a mi comentario del desayuno, con una sonrisa que me cuesta mirar ahora mismo, aunque lo hago, porque no hacerlo sería descortés. Me habla de cómo es desayunar con su hija, esa pequeñita de cara risueña, con cuya descripción puedo imaginarme jugando con la comida de un modo entrañable.

Tiene que ser bonito. -Digo de repente, sin pensar, dejándome llevar por el anhelo de lo que no tengo ni puedo permitirme. Con la mirada perdida en la superficie de la mesa, imagino lo que debe ser tener un hijo, pero ¿qué clase de padre sería? Ni siquiera logro imaginarlo. Uno bueno no, supongo- Muy bonito... -Repito, antes de levantar los ojos y luchar por salir de mi ensimismamiento frotándome la cara con las manos- Trataré de que salgamos lo antes posible, ¿de acuerdo? -Prometo con una triste sonrisa- A fin de cuentas, quedarme hasta tarde me daría una imagen de juerguista que no me conviene, ¿verdad? -Trato de bromear, para dejar atrás la melancolía por aquello que es imposible.

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07/11/2015, 03:26
Melissa Whedon

Me supo mal la forma en que Allan se disculpó, tampoco era necesario, pero supuse que había sido demasiado tajante. Rick era mi amigo, y me resultaba inconcebible que hiciera algo así, pero Jefferson no le conocía, tampoco podía culparle por ponerle en duda.

- Yo también lo lamento, siento si he sido muy vehemente, pero… Es mi amigo, ¿Entiendes? Que haya hecho algo ilegal no es una posibilidad, no para mí… - suspiré, algo superada, bajando la mirada un momento antes de volver a mirar a Allan a los ojos. – Pero tienes toda la razón, a quien quiera que haya sido no le gustará que se esté aireando el tema; entendí que te referías a asuntos internos...

Eché una mirada general al local, pasando por cada una de las personas que allí se encontraban. Al entrar y observarles, no me pareció ver peligro para Allan; pero Metro City era una ciudad podrida, en más de un sentido. No se trataba únicamente de la delincuencia y la corrupción, sino de todo lo que esto provocaba; más delincuencia, más pobreza, más gente dispuesta a hacer cualquier cosa… Como ser los ojos y los oídos de a saber quién a cambio de unos pavos.

A pesar de mi disculpa, Allan parecía aún bastante decaído. Me llamó la atención la forma en la que se refirió a mi comentario sobre el desayuno, ¿Frustración? ¿Anhelo? ¿Nostalgia? Prometió que trataría de que termináramos pronto, excusándose en su imagen, pero no estaba dispuesta a permitir algo parecido.

- No tienes que adaptarte a mí, esto va de todo lo contrario. – le sonreí, esperando transmitirle algo de alegría. – Además… ¿Una imagen de juerguista que no te conviene? ¿Cuántos años tienes? ¿32? ¿33? Más de 35 seguro que no… Desconfiaría antes de un treintañero que se va prontito a la cama aun acudiendo a una fiesta, que de uno que trasnocha por ello. - Reí. – Y si te sientes mal por tenerme hasta tarde… Quizás podríamos volver para el desayuno, y desayunar con mi pequeña fiera. – bromeé, terminando por mostrarle una gran sonrisa.

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08/11/2015, 01:47
Allan Jefferson

Melissa se disculpa por su vehemencia, cosa que considero totalmente innecesario. Niego con la cabeza, agitando la mano suavemente con la palma en su dirección.

Eh, no pasa nada, lo entiendo. Es bueno ser amigo de tus amigos. -Casi me da un poco de envidia, ese Rick. A la mayoría de mis amigos los he dejado en el ejército, salvo unos pocos que se pasaron al sector privado. Aunque realmente con pocos mantengo contacto. Yo diría que Morgan y poco más, el resto están demasiado lejos, perdidos en la otra punta del mundo. Pero no es por ellos por quienes me pregunto. Pensar en esto hace que me plantee... ¿Donde estaban los amigos de Austin? Estaba en problemas, ¿realmente no contaba con nadie en quien confiar? ¿No hizo amigos en esta puta ciudad, durante todos estos años?

Melissa me saca de esos pensamientos recordándome los términos de nuestra relación laboral, ante lo que sólo puedo reír.

Sí, bueno, esto va de lo que a Johnson le apetezca que vaya... -Suelto con ironía- Pero por desgracia para él, a mí me gusta ir un poco por libre, soy un... -¿Rebelde? ¿Tocapelotas?- ...visionario. -Sonrío, sorprendiéndome cuando comienza a congeturar acerca de mi edad- Oh, ¿en serio? No voy a entrar en ese juego, hablar de edades con mujeres nunca ha traído nada bueno, jaja. -Bromeo, aunque finalmente claudico- Treinta y tres. -Acto seguido, ne dice que desconfiaría de alguien de mi edad que se retira pronto de una fiesta, riendo ambos por su apreciación, para inmediatamente ofrecerme un fin de fiesta... diferente- ¿Desayunar con "morritos de chocolate"? -Bromeo, poniéndome algo serio al instante- No se me ocurre un plan mejor.

Aunque supongo que no lo dice en serio. Acabamos de conocernos, no puede estar proponiéndome ir a conocer a su pequeña.

Y hablando de planes. -Me limpio las manos con una servilleta de papel- Si tienes intención de que deje a un lado mi moto por un coche blindado, podríamos ir a verlo. -Señalo la comisaría, en la acera de en frente- ¿Quieres que te de unos minutos para despedirte? -Señalo a Rick, aún en la barra tomando un café que, en su estado, no le es muy recomendable- No olvides conseguir ese nombre, por si puedo ayudar... -Susurro con complicidad.

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08/11/2015, 19:58
Melissa Whedon

Allan pareció disculpar mi comportamiento, aludiendo a que no era nada malo estar del lado de tus amigos. Le sonreí agradecida, y contenta por su comprensión. A veces me dejaba llevar y este no era el momento más adecuado para ello. De hecho, hacerlo durante el trabajo era algo impensable para mí. Siempre me mantenía seria, profesional y protocolaria, seguramente temiendo cualquier tipo de reproche por venir de donde venía. Pero con Allan, con él eso estaba siendo diferente. Me había dado pie a que me relajara y había terminado aceptándolo, pero no podía dejarme llevar tanto; al fin de al cabo, seguía tratándose de trabajo.

Aunque Claire tuviera razón, ni siquiera debería…

Reí ante la aclaración de Allan sobre cómo Johnson veía las cosas y como lo hacía él, volviendo a reír con tu comentario sobre las mujeres y la edad.

Menuda frase de ligón resabiado.

- ¿En serio, Señor Jefferson? Me decepciona… ¿Me está diciendo que yo soy igual que esas otras mujeres? – le dije coqueta, bromeando. – Treinta y tres, ¿Eh? Yo treinta, así estamos en paz… No me acompleja mi edad, al menos de momento. – reí, continuando haciéndolo cuando hizo alusión a mi pequeña. – Morritos de chocolate, de helado, de algodón de azúcar… Mi princesa es muy polifacética. – asentí con una sonrisa, quedándome algo cortada cuando dijo serio que no se le ocurría plan mejor.

Su idea sobre ir a buscar un coche me pareció bien, así como la despedirme de mi amigo y de paso tratar de obtener ese nombre.

- Gracias… En seguida vuelvo. - le dije con una media sonrisa, levantándome del asiento.

Aproveché que me dirigía ala barra para recoger las cosas de la mesa y ahorrarle así trabajo a mi amiga.

- Claire, aquí tienes… - le dije con una sonrisa, posando todo en la barra. – Tenemos que irnos ya. Por cierto… Tengo que ir a esa gala o lo que sea de esta noche, de etiqueta… ¿Te importaría pasar por casa y peinarme? – pregunté a mi amiga, juntando las manos y haciéndole un gesto de súplica.

Tras ello me dirigí a Rick, que seguía con gesto nervioso.

- Rick, estate tranquilo, nos enteraremos de lo que pasa, ¿Vale? - dije posando una de mis manos sobre la suya, tratando de tranquilizarle. - Sabes… ¿Sabes quién más tenía acceso al depósito? Eso sería de ayuda… - le pregunté con cierta preocupación en mi rostro.

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08/11/2015, 23:45
Allan Jefferson

Pongo los ojos en blanco, riendo, con el deseo de que se me trague la tierra, al ver cómo Melissa me devuelve el comentario con fingida coquetería. Me echo hacia atrás en mi asiento y decido seguirle el juego, aún a sabiendas de que tengo todas las de perder.

Agente Whedon... No se parece usted a ninguna mujer que yo haya conocido en mi vida. -Le digo con galantería, aunque lo cierto es que no miento ni exagero un ápice. Nunca he conocido a nadie como ella.

Acto seguido, confiesa su edad sin tapujos, bromeando después con su hija de forma entrañable. No me cuesta dejar volar mi mente y tratar de imaginar lo que debe sentirse al tener a alguien así en tu vida, una pequeña personita, con quien disfrutar viendo sus juegos y travesuras, verla crecer... Pero no, no logro imaginarlo. Ni siquiera imagino un simple desayuno como el que describe Melissa. Apenas puedo recordar ya lo que es desayunar en calma, en compañía de alguien querido. Sólo fríos desayunos en soledad, en reuniones, en comedores militares...

No hace falta. Cuando estés lista hazme un gesto y me acerco yo. -Sugiero, ya que la salida está más cerca de la barra que de esta mesa. Y la observo alejarse hacia la barra, a despedirse de su amigo.

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09/11/2015, 00:00
~M~ Claire Ferguson

Cuando Claire ve que te acercas a la barra con la bandeja en las manos, te mira con gesto indignado negando con la cabeza.

No hacía falta, tonta. -Te dice, recogiendo lo que has llevado. Pero vuelve a sonreír inmediatamente, pícara como es ella, cuando le pides ayuda con el peinado de esta noche. Te mira con picardía, lanzando una mirada de soslayo a la mesa que acabas de dejar, y sonríe- Claro que sí, guapa, ¿algo... provocativo? Bueno, luego me cuentas, sigo trabajando, ¿vale? -Concluye, siguiendo con sus labores, aunque algo te dice que quiere que le cuentes de más. Y cuando se pone así...

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09/11/2015, 00:07
~M~ Rick Turner

Rick atiende a tu conversación con Claire con gesto nervioso, aún más, hasta el punto que da un pequeño respingo cuando te giras hacia él poniendo tu mano sobre la suya. Asiente cuando tratas de tranquilizarle y de ofrecerle tu apoyo, aunque sin mucha convicción, y sólo cuando le lanzas tu pregunta te mira directamente a los ojos.

¿Eh? Pues... -Medita un momento su respuesta, quitándose las gafas y dejándolas sobre la barra, con los cristales ligeramente empañados- P-pues Morrison y Jenkins, claro, mis compañeros del depósito. N-no se si alguien más podría...

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09/11/2015, 01:11
Melissa Whedon

Allan contraatacó a mi coqueta broma, con una frase que no me esperaba para nada, y que si hubiera venido de otra persona, seguramente habría hecho que me ruborizara. Menos mal que no llegó a oídos de Claire, porque al pedirle que me peinara continuó haciendo insinuaciones sobre Jefferson, y algo me decía que eso no iba a terminar ahí.

Rick continuaba cabizbajo mientras trataba de consolarle, mirándome solo cuando le pregunté directamente. Se quitó las gafas, algo empañadas por los nervios, y me ofreció los nombres de sus dos compañeros del depósito.

Traté de hacer memoria, intentando ponerles cara. Sí, los conocía, pero ni siquiera sabía que ellos también tenían acceso al depósito.

- Vale, habrá que tener eso en cuenta… Si se te ocurre de alguien más que pueda tener acceso, o algún interés en todo esto, llámame, ¿Vale? – le dije apretando ligeramente su mano, para soltarla poco después.

Miré entonces hacia la mesa, haciéndole un gesto con la cabeza a Allan para que se acercara, y me dirigí a Claire una vez más.

- ¿Podrías hacerme un favor? Cuando pases por casa, ¿Podrías llevarme unas cuantas de esas galletas caseras que soléis tener? Con un poco de suerte, podré desayunar con mi hija mañana... – sonreí ilusionada con la posibilidad.

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09/11/2015, 06:10

Rebbeca parece quedarse tranquila al ver que has avisado en casa, y sobre todo, aliviada. Se nota que no le hacía demasiada ilusión tener que comer sola, ya que la ilusión se refleja en su sonrisa al ver que te pones en pie preguntando donde ir.

Te he sacado de casa un domingo... -Dice cogiendo su bolso, con gesto divertido- Así que no sueñes que voy a elegir yo donde comer... ni que te voy a permitir pagar. -Te amenaza con el dedo, juguetona.

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09/11/2015, 07:22
Director

Rick agradece tu apoyo asintiendo mientras te mira a los ojos directamente, para lo que vuelve a ponerse las gafas tras limpiar los cristales con un paño que saca de su bolsillo.

V-vale, Melissa... Gracias.

Le haces un gesto a Allan, quien lo estaba esperando mirándote desde su mesa. Inmediatamente se pone en pie, ajustándose la camisa para eliminar las pocas arrugas que se hayan formado tras un rato sentado, y camina hacia ti con soltura. Mientras tanto, Claire apoya sus manos en la barra, sonriéndote.

Claro, Mel, te las llevaré recién hechas. -Se ofrece- Lo mejor para la pequeña Liss. -Al ver que Allan se acerca, levanta una mano- Bueno, Allan, ¿te veo mañana?

Comienza la campaña, Claire, así que no garantizo nada... -Replica Allan sonriendo con gesto de circunstancia- Pero lo intentaré, nadie hace el café como tú. -Le guiña un ojo, levantando la mano como despedida, momento en que se vuelve hacia ti- ¿Nos vamos... agente? -Dice con fingido aire de seriedad.

Sin embargo, cuando salís a la calle, se detiene un instante, observando alrededor, los movimientos de gente por los aledaños de la comisaría, y mirándote de reojo te susurra.

¿Algún... nombre?

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09/11/2015, 21:43
Melissa Whedon

Claire aceptó no sólo traerme las galletas, sino hacerlo cuando estuvieran recién hechas. Allan no tardó en acercarse, preguntándome si nos íbamos tras un nuevo acto de coquetería con Claire.

Como vuelva a decirme alguna tontería, me la cargo.

Me despedí de mis amigos, prestando especial atención a Rick, cuyo hombro apreté unos instantes en señal de consuelo antes de retirarnos.

Una vez fuera, Allan me preguntó si tenía un nombre con gran discreción.

- No… Dos. Morrison y Jenkins. Sus compañeros del depósito. - dije con igual discreción.

Cruzamos la calle, acercándonos a la entrada de la comisaría, cuando me decidí a añadir algo.

- No sé cómo pretendes obtener la información… Pero se discreto, por favor... – mi tono era claramente de preocupación. No sólo se trataba de guardarle la espalda a Rick, sino de la seguridad de Allan.

Entré por delante de él en la comisaría, saludando a Mike, que se encontraba en el mostrador de la entrada; y me dirigí directamente al ascensor.

- Planta -2. Espero que hayan informado ya de mi nuevo puesto. Sólo falta que empiecen a preguntar por qué una Ratona solicita un coche blindado… Sí, Ratones, así nos llaman a los de la parte científica y tecnológica... Esto a veces parece el instituto. – dije mirando hacia arriba, poniendo los ojos en blanco.

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10/11/2015, 05:58
Allan Jefferson

Una vez fuera, ambos nos mostramos discretos al hablar del delicado asunto. Casi sin mirarnos, responde a mi pregunta entre susurros, ofreciendo dos nombres en lugar de uno. Frunzo el ceño, pues eso complica las cosas. No en exceso, pero... Saco mi libreta del bolsillo, pero la abro por la última página, anotando los nombres. Arranco la hoja y la doblo, una, dos veces, para guardarme la nota en el bolsillo pequeño del pantalón. Esta información es privada, muy privada. Mientras devuelvo la libreta a su lugar, Melissa me pide que sea discreto. Sonrío, divertido ante la ironía que sólo yo puedo captar.

La discreción no será un problema. -Comento con la certeza de que ni siquiera será Allan Jefferson quien "ejecute" las averiguaciones. Nada, absolutamente nada, de lo que voy a hacer llevará a nadie a Rick, ni a Melissa. Todo empezará y acabará con Armour. Pero sí ese tío es inocente, no acabará en prisión por los delitos de otros- Será todo extraoficial, externo a la comisaría. Así que, si puedes conseguir datos de esos dos, ayudaría... -Su dirección no debería ser difícil de encontrar para una informática como ella. Puede incluso que pueda buscarlo por mi cuenta.

Entramos en comisaría, donde veo rostros familiares y desconocidos. Y en ambos veo una mezcla de gestos: unos me ignoran, otros saludan cordiales, y unos cuantos apartan sus miradas suspicaces o me clavan ojos llenos de desprecio. He hecho promesas, he soltado algún discurso, he declarado intenciones en reuniones, y eso ha levantado ampollas en algunos.

Lo cual está muy bien, porque desvela a aquellos que ocultan algo y ni siquiera se molestan en disimularlo...

Entramos en el ascensor, y Melissa muestra sus dudas acerca de la solicitud del vehículo, haciendo alusión al mote que ponen a la gente de su departamento.

Johnson no parece del tipo que hace las cosas a medias. -Comento con seguridad- Seguro que Patton ya se ha encargado de todo. -Estoy muy seguro de ello- De modo que ¿ratones? -Pregunto con sorna mirando al techo del ascensor- Hay motes peores... ratona. -Río, guiñándole un ojo- En Siria, a nuestro equipo nos llamaban "las hienas". En fin, los "niños" son muy crueles...

El ascensor se abre y nos da acceso al garaje de la policía. Hay aparcados montones de coches patrulla, de paisano, y confiscados como pruebas, y multitud de agentes, principalmente de uniforme, deambulando por la zona. Hay una garita cerca de la rampa de salida, donde se realizan las gestiones de los vehículos.

Supongo que eres consciente de que voy a volver a casa en mi moto. -Comento desafiante- No la voy a dejar ahí en frente... -Sonrío, expectante por su respuesta.

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11/11/2015, 01:23
Melissa Whedon

Ante la respuesta de Allan cuando le dije que fuera discreto, me di cuenta de que no había comprendido la amplitud de lo que quería decirle. Me giré, mirándole a la cara.

- No me has entendido… Sólo digo que tengas cuidado. – dije seria, apartando la mirada con preocupación.

Por alguna razón me acordé de Aidan. Por mucho que intentaran pintar su muerte como un simple asalto, tenía claro que no era así. Yo estaba allí, y había muchas cosas que no cuadraban. Andaba metido en algo, aunque no sabía en qué, y es que su profesionalidad le impedía incluso compartir detalles de los casos con su mujer. Algo había, tenía que haberlo, y aunque no sabía el qué, sí sabía que eso le había llevado a acabar como acabó; y dejarnos solas…

Y el era policía, muy buen policía, estaba preparado.

Quizás no estaba haciendo bien en dejar que Allan se involucrara en este tema, pero en principio el asunto no parecía demasiado comprometedor; aunque en esta ciudad nunca se sabía.

Al entrar a comisaría y después al ascensor, el ambiente se relajó un poco. Allan tenía razón, seguramente Patton habría dispuesto todo, ese tipo no tenía pinta de dejar nada a la improvisación.

- Prefiero Ratoncita… ¿Señor Hiena? – bromeé, casi echándome a reír, poniéndome seria al ver como las puertas del ascensor se abrían.

Nos dirigimos directamente a la garita junto a la rampa, en cuyo trayecto Allan me soltó aquello sobre su moto.

- Muy mal, Señor Jefferson… Un político no debería suponer, debería tener datos concretos. Y el dato concreto aquí es que no vas a volver a casa en tu moto. O volvemos a casa en tu moto o la grúa municipal se encargará de llevarla. – sonreí con algo de chulería.

Me volví hacia la ventanilla de la garita, dirigiéndome al agente que estaba en el interior.

- Soy la agente Whedon, necesito un vehículo civil con blindaje para la escolta de Allan Jefferson. ¿Necesita que rellene algo? – pregunté, completamente desconocedora del proceso en la práctica, ya que nunca me había tocado pedir ese tipo de vehículo.

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11/11/2015, 09:47
Allan Jefferson

No capta la ironía, no podría hacerlo. Pero tampoco yo había captado la magnitud de su petición. Tan sólo cuando me mira fijamente, seria y preocupada, me queda claro. Más allá de las repercusiones para Rick, o incluso para ella, de cualquier paso que pueda dar, lo que hace es preocuparse por mí.

Y, de algún modo, no tengo la impresión de que esa preocupación sea exclusivamente profesional.

No te preocupes. -Respondo, tratando de mitigar su preocupación. No es que lo que voy a hacer sea algo limpio, pero tampoco parece que ella sepa lo bien que se cuidarme sólo. Este país se ha gastado un buen dinero en enseñarme bien. Pero ella no tiene por qué saberlo, prefiero que crea que me limitaré a hacer un par de llamadas.

Ya en el ascensor, bromeamos acerca de los motes. Me dice que prefiere el suyo, y me llama "señor hiena", lo que me resulta chocante. Tan sólo los soldados rasos me llamaban "señor", y muy pocas veces venían a hablar con nosotros. Nuestra unidad iba muy por libre, no con el grueso de las tropas. Y la gente nos llamaba "hienas", pero no a nosotros directamente, aunque sabíamos que lo hacían y terminamos por llamárnoslo nosotros mismos. Pero señor hiena, todo junto, es algo que no había oído nunca.

Hm... Yo también prefiero Ratoncita... -Sonrío, mirando al frente- Algún día te contaré la historia de las Hienas...

No es muy buena, pero en fin. Tampoco ha sido nunca lo mío contar historias.

Tras salir del ascensor, de camino a la garita, Melissa no tarda en entrar al trapo con mi comentario de la moto, negando que me vaya a ir yo sólo en la moto. Lo curioso es que en ningún momento había dicho nada de ir sólo, lo que hace que sonría con suspicacia.

Bufff... Tendré que claudicar, hay batallas que no se pueden ganar... -Finjo sentirme abatido y derrotado- ¿Puedo al menos poner una condición a mi rendición? Mi mayordomo se encargará de traerte de vuelta, ¿de acuerdo?

Una vez llegamos a la garita, un pequeño despacho con paredes de metal y rejas, me fijo en el policía que está dentro, rellenando informes. Va vestido de paisano, con traje, una camisa arrugada con la corbata torcida, y un sombrero pasado de moda. Pasa de largo los cuarenta, está desaseado, con barba de varios días, el pelo largo y despeinado, y apostaría a que en alguno de esos cajones de la mesa guarda una botella de licor.

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11/11/2015, 10:18
* Stuart Jenkins

Buenos días, agente Whedon... -Responde el agente sin ánimo alguno, como si repitiera una tonadilla obligada con cansancio, sin siquiera levantar la vista de los informes- Yo soy el agente Jenkins, responsable de esta mierda de trabajo de aparcacoches... -Dice con desgana y una total falta de educación y decoro- Ya nos habían avisado de que vendría, aquí tiene el formulario a rellenar, y ahí atrás están los coches disponibles, por si quiere echar un vistazo y elegir uno en concreto. -Levanta la mirada de los papeles y te tiende un formulario en blanco, mirándote con gesto amargo.

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13/11/2015, 22:30
Melissa Whedon

Reí cuando Allan dijo que también prefería Ratoncita, siguiéndome el juego, diciéndome después que algún día me contaría la historia de las Hienas.

- Es una promesa. – le dije al salir del ascensor, girándome hacia él únicamente para decirle aquello.

Durante nuestra conversación rumbo a la garita, terminó accediendo a no ir sólo a casa en la moto, a cambio de una condición.

¿Mayordomo? ¿Va en serio?

- ¿Condiciones, eh? De acuerdo, pero sólo una. El resto las pongo yo… - dije con coquetería, para centrarme después en el asunto que nos ocupaba.

Un agente muy desaliñado, y que parecía haberse confundido de década al elegir su vestuario, me atendió de muy malas maneras. Siempre me había parecido increíble como gente así podía mantener su empleo. Mi hermano y yo teníamos que esforzarnos el triple que el resto, y luego había gente como este Jenkins que no se tomaba su trabajo para nada en serio.

Espera, un momento… ¿Jenkins? ¿Cuántos Jenkins puede haber en esta comisaria?

Me fijé mejor en él. Tenía el pelo algo más largo, barba, e iba con ese sombrero, pero sí… Parecía ser el Jenkins que había visto rondando alguna vez.

¿Qué demonios hace aquí? Es lo último que me esperaba. ¡Despierta, Melissa!

Tomé el formulario, frunciendo el ceño.

- Haga saber que me lleven el coche a la dirección que indicaré en el formulario, por favor. ¿Me deja un bolígrafo? – tras tomarlo lancé a Allan una significativa mirada. – Y… ¿Lleva mucho en este puesto? No me suena verle por aquí...– le pregunté al hombre, tratando de mostrarme tranquila.

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14/11/2015, 08:00
Allan Jefferson

Convertir mi propuesta de contarle la historia del mote de mi unidad en una promesa, hace que sonría. Más aún lo hace que, ante la condición que le impongo sobre su regreso a casa, hable de "el resto" de condiciones, que se guarda para imponerlas ella. La coquetería es uno de sus fuertes, sin duda, aunque seguramente tenga muchos más. La mirada que le dedico deja claro que claudico a sus exigencias, si quiere poner condiciones no seré yo quien se resista.

Sin embargo, mi humor desaparece cuando alcanzamos la garita, y ese policía de tan deplorable aspecto se presenta como Jenkins.

¿En serio?

Mantengo la compostura mientras Melissa habla con él, echándole un buen vistazo antes de girarme y darle la espalda a la garita, observando el resto del parking. Saco mi móvil y envío un mensaje por whatsapp, a mi contacto de protocolo de la Concejalía, aprovechando que este tipo me lo ha puesto en bandeja, mientras Melissa entabla conversación sobre su trabajo aquí.

Chica lista...

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14/11/2015, 08:14
* Stuart Jenkins

Jenkins vuelve a ocultar su rostro en los documentos que tiene que revisar, pero tan sólo brevemente, pues la pregunta le hace levantar la mirada de nuevo.

Bueno, eso será porque los ratoncitos no acostumbráis a pedir vehículos, ¿verdad? -Te sonríe, con sarcasmo, antes de volver a mostrar el mismo gesto agrio y amargado- Llevo ya unos cuantos meses. Los jerifantes deben creer que les sobran buenos agentes para patear las calles y lidiar con la chusma, así que me tienen castigado aquí abajo, aparcando coches, y ordenando pruebas como una puta bibliotecaria. -Vuelve a bajar la mirada- Y ahora revisar formularios, hay que joderse...

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14/11/2015, 13:45
Melissa Whedon

Me encogí de hombros, cerrando los ojos y ladeando mi cabeza al mismo tiempo, en un gesto desenfadado ante la apreciación de Jenkins de que los Ratones no bajábamos por allí; pero en realidad luchaba porque no se me notara el cabreo en la cara.

- Supongo, pero alguna vez me toca bajar, no se crea. – no sabía qué cara poner ante el resto de su explicación, ese tipo era muy desagradable. – Bibliotecaria… Bonita profesión. – comenté picajosa. – Pero, ¿Ha dicho ordenando pruebas? ¿Eso no se hace arriba?

Miré a Allan un momento, viendo que se encontraba con el teléfono.

- Señor Jefferson. ¿Podría ir echando un vistazo a esos vehículos? Sus características serán similares, así que puede escoger el que mal le guste… - le guiñé un ojo, y me volví de nuevo a Jenkins.

Comencé a rellenar el formulario como si nada.

- La verdad es que eso de ordenar pruebas tiene que ser bastante engorroso… Tanto cuidado y protocolo… Para mi es más sencilla la organización, basta con copiar y pegar. – bromeé riendo, sin estar segura siquiera de que comprendiera de lo que le hablaba.

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15/11/2015, 08:07
* Stuart Jenkins

Jenkins aparta finalmente la vista de los formularios que anda revisando, mirándote con más atención. Parece sopesar algo, aunque no estás siquiera segura de querer saber el qué, exactamente. Se pone en pie, con pesadez, y apoya las manos en el mostrador, a ambos lados del formulario que estás rellenando.

Arriba, abajo... Me muevo por todas partes, y en todas las posturas, jeje. -Dice en un muy fracasado intento de sonar seductor, guiñándote un ojo. Se fija en Allan de reojo, sobre todo al ver que te diriges a él, y sonríe al comprobar que le invitas a desaparecer de escena, seguramente haciéndose unas ilusiones muy desencaminadas- Sí, hombre, hay algunas preciosidades ahí atrás, tómese su tiempo... -Invita a Allan a marchar sin disimulo- No te creas que es tan complicado todo esto, guapa... -Se centra nuevamente en ti, echándote un buen vistazo sin disimulo desde su nueva posición en pie- Aunque, si quieres, podemos comparar notas. Salgo a las cinco, pelirroja...