Partida Rol por web

Elendur/turno 605

El montaraz vió como caía a sus pies aquel dulendino, su cuerpo sin vida le advirtió que ya no escaparía. Un leve sentimiento de culpabilidad recorrió su mente....¿tendría mujer e hijos este hombre, el cual ha dedicado su vida al pillaje y las fechorías?...Sin darle más vueltas echó un vistazo rápido a las rocas de su izquierda dónde estaba incosciente el arquero y vió que seguía allí en el mismo sitio donde lo había dejado, y luego trató de ver dónde se encontraba el jinete que sin duda era un rohirrin. Le dió que pensar sobre qué haría un rohirrin aqui....pero más extraño aún era que como un hobbit había llegado hasta aquí él solo, desde la Comarca, ellos son incapaces de avandonar su hogar, no necesitan nada del mundo en sus tierras lo tienen todo, pero sin duda algo había traido a este hobbit hasta tan lejos....así que fue corriendo a ver si el pequeño hobbit necesitaba ayuda.

Bolgo/turno 605

 - ¡Por poco! - me dije mientras cogía otra piedra - ¡te has librado de esta malnacido, pagareis por intentar saquearme malditos! - no tenía intención de quitarle la vida pero si de dejarlo aturdido para poder pedirle una explicación y llevarlo a la guardia más cercana para que se hiciesen cargo de sus actos. Aunque seguramente las celdas estaban llenas de ladrones como este - ¡Si no deseas morir detente o me verás obligado a hacerlo, tus compañeros han muerto y si hablas vivirás hasta que decidas volver a enfrentarte con quien no has debido! - le gritaba mientras cargaba otra piedra.

Estaba malherido, pero todavía podía andar. Ninguna de mis piedras habían alcanzado sus piernas pero creo que tenía un brazo dolorido e incluso roto debido al crujir que se escuchó cuando mi último proyectil impactó en su brazo. Me seguía acercándome lentamente para poder ganar distancia y mejorar el tiro, siempre guardando unos metros para que no se acercara a atacarme. De todas formas, si intentase hacerlo, le atacaría, mientras lo amenazaría con la honda.

- ¡Por favor,que venga alguien, aquí todavía hay un ladrón que puede explicarnos todo esto! - grité para que algunos de los hombres que me habían salvado la vida se acercara y me echará una mano en caso de que se abalanzace sobre mí. No sabía como estaba la situación ahí atrás, aunque lo último que recordaba es que los dunledinos estaban en peor situación.

- Ya lo estás viendo, no te muevas y conservarás la vida, ladrón, sino tendré que herirte de nuevo con mi honda...

Turno 605

El dunledino consiguió levantarse al fin, parecía malherido de uno de sus brazos. Estaba algo desorientado y buscaba con la mirada el lugar al que se dirigía y a su atacante. Se giro hacia Bolgo.

Era incapaz de correr, ni siquiera de caminar, por lo que se limito a alzar su espada frente a él para intentar que otra piedra le golpeara.

- Maldito… canijo, lo pagaras con la vida- decía no demasiado alto mientras hacía grandes esfuerzos por mantenerse alerta ante el hobbit.

Bolgo le observaba mientras sacaba una nueva piedra de la bolsa que llevaba en su cintura. Con calma la coloco en el cuero de su honda y comenzó a girar esta lentamente, preparándose para lanzar, mientras se acercaba hasta una distancia prudencial. Si el desdichado hombre intentaba atacar, lo lamentaría.

Mientras cargaba la honda, pidió a gritos la ayuda de sus salvadores. Hacia un rato que los había perdido de vista y como había estado concentrado en el dunledino que intentaba escapar, no tenía demasiada idea de cómo se encontraban los dos hombres. Esperaba que su llamada fuese oída y que su enemigo se quedase quieto.

Leolfás se giro su montura y al ver al hombre caído en el suelo le supuso muerto. Entonces dirigió su caballo hacia el lugar donde había dejado malherido al primer dunledino que había atacado. Cuando atravesó entre las rocas, le vio también muerto, tumbado boca abajo, con un terrible tajo en la espalda.

De repente oyó los gritos del hobbit. Miro en la dirección en que sonaban y alcanzo a ver como otro hombre corría hacia ese lugar entre las rocas. Rápidamente golpeo a su corcel en la grupa y se dirigió hacia allí. Su caballo no podría pasar por donde ese hombre encapuchado lo hacía por lo que decidió dar un rodeo a las rocas, continuando su carrera.

Elendur al oír al pequeño hobbit gritar, corre inmediatamente hacia él. Tras una fugaz duda por el remordimiento, sale veloz en dirección a las rocas. Debe atravesarlas para llegar lo antes posible. Pese a que casi pierde el equilibrio al pisar una piedra algo suelta, se recompone rápidamente y logra pasar entre las piedras sin caer.  A lo lejos, ve al hobbit girando una honda mientras otro de los ladrones esta frente a el parado, seguramente herido. El dunedain continúa su carrera hacia el mediano.

Turno 606

Elendur siguiócorriendo para ponerse delante del pequeño hobbit y protegerlo de un posible ataque desesperado de aquel dulendino, al estar solo y rodeado y superado en numero, podría intentar algo a la deseperada, pero eso sin duda seria su condena. Así pues Elendur fue precavido y dió prioridad a la defensa del hobbit interponiendose entre él y el dulendino. A su vez mientras corría dijo
Tú, suelta el arma y arrodillare, así podrás salvar tu vida. De caso contrario no tendrás opción de sobrevivir. Soy un montaraz del Norte así que cumpliré mi promesa
Realmente espero que hago caso de mis palabras, no desearía acabar con otra vida si no hay necesidad.
 

Bolgo/Turno 606

Unos pasos se escuchaban entre las rocas que habían junto al camino.

- "Seguro que es alguno de los humanos" - pensé, pero por un segundo un escalofrío me recorrió la espalda pensando que podría ser otro dunledino que se había escapado y podía venir en ayuda de su aliado. Pero no fue así, era uno de los hombres, uno encapuchado - Deberías rendirte, ¿o no aprecias tu vida lo suficiente como arrodillarte y explicarnos a qué os dedicais? - pero no tenía respuesta, pues aquel malhechor se reincorporaba lentamente murmullando algo que no podía escuchar.

Seguía con la honda en la mano, cargada, esperando que podía suceder. Tener a aquel hombre al lado me dio más seguridad y me tranquilicé un poco. Todavía, le daba vueltas a aquella carrera para pillar a este descorazonado - "¡Maldito hobbit, en qué estabas pensando!"

Iba a darle una sola oportunidad más, pues todavían me dolían los golpes que me habían propiciado en el camino, donde me asaltaron. Si daba un paso hacia delante, le atacaría, no iba a arriesgar mi vida ni la de aquel hombre que me había ayudado y que me ayudaba en ese momento. Quizás eran simples ladrones en busca de unas monedas para comer, estos montañeses no se ganaban la vida honradamente como cualquiera otra raza, si mi tia Letilda estuviera aquí, iba a enseñarles modales... un sonrisa se dibujó en mi cara.

Tiradas para ver si ven escapar al arquero (a caballo)

Turno 607 (DJ)

Bajo rapidamente del caballo, clavo mi lanza en el suelo y desenvaino mi espada. Despues pongo su punta en la garganta del montañes.

- Moriras, vengare a mi padre, vosotros lo matasteis y ahora sufriras por ello.

- Detente, no se de que me hablas, yo no he hecho nada, nunca he matado a nadie - la voz del dunledino era grave, con un tono de temor, pero segura.

turno 607

Alto hombre de Rohan!!! uno de sus compañeros ha muerto y el otro está muy mal herido. Nohay necesidad de matar a otro más. Déjale que nos explíque qué hecían aqui. Ahora es más valioso vivo que muerto.

El dunandan fue dando lentamente pequeños pasos hasta el dulendino, sin dar ningún movimieno brusco para que el rohirrin no se exitara. Se veía claramente que estaba cegado por la furia y estos guerreros son altamente insttintivos. Acabábamos de salir de una ballata y la sangre aún galopaba fuertemente por nuestras venas.

Una vez a la altura del dulendino trato de apartar levemente lalanza de su cuello, mientras sostenia fuertemente mi espada en la mano derecha por precaución..no se sabe de qué era capaz ese dulendino si se veía libre.

Tranquilo jinete, aparta tu arma, no hay necesidad, confía en mi. Mi nombre es Elendur y soy un montaraz del Norte.

Bolgo/Turno 607

Aquel hombre comenzó a levantarse. Tenía golpes y heridas por todos lados debidos a mis impactos. Sentí un poco de miedo cuando lo miré a los ojos, nunca había matado a un humano, solo bestias y demás malicias oscuras, pero nunca personas. Parecía dispuesto a caminar ante mí cuando uno de los hombres se dispuso delante de mí. Ya no tenía nada que hacer, aquel hombre debería de hablar o pagar los hechos con su vida.

Me relajé ante la superioridad y la rendición de nuestro enemigo. Bajé la guardia, pero no guardé la honda, debía estar atento a cualquier peligro. Al instante, el jinete también llegó a nuestra ayuda. Estaba algo nervioso y furioso. Y con un gesto rápido clavó su lanza en el suelo pasándo a mi lado con rapidez, levantando una gran nube de polvo que me hizo toser en varias ocasiones. Parecía que tenía cuentas pendientes con el dunledino. Pero rápidamente, su compañero se interpuso.

Cita:

- Lleva razón... - dije tímidamente desde atras - si alguien puede hablar es él, ninguno de sus compañeros a sobrevivido. Aunque si no habla, ¡deberíamos darle muerte como a los otros dos montañeses, estos perros no tienen perdón ni escrúpulos para asaltar a los viajeros! - dije en todo enfadado, claro, siempre dentro de mi capacidad de intimidación, que, por mi altura, no era mucha .

Cita:

Un montaraz, un hombre del norte. Su apariencia era tranquilizadora, pero al oir esas palabras sabía que estaba en buena compañía. Aquellos hombres eran nobles y fieles al bien. Lo observé unos segundos para hacerme cuenta de su rostro.

- Si el jinete os acusa es por algún motivo, malhechor, no creo que su furia sea en vano con el primero que se cruce. Si no eres culpable de nada, habla por tus acomopañantes o acabarás mal.

Turno 607

Turno 608/Bolgo

El dunledino estaba tranquilo, no tenia miedo, aunque se había humillado hacía pocos segundos. El rohirrim se tranquilizaba poco a poco, aunque se notaba la tensión en sus músculos y la ira en su cara. Mientras tanto, el montaraz intentaba controlar la situación dialogando.

Pero por poco tiempo sirvió, porque aquel ladrón miserable, en un intento desesperado dejó escapar su locura y cogió la espada clavada del rohirrim para intentar herir a alguno de nosotros para poder escapar.

Con un paso atrás levanté la honda y le ataqué.

- ¡Sabía que ya perdíamos el tiempo contigo, no eres otro ladrón igual que tus acompañantes!

Turno 608/Elendur

Elendur sonrió levemente cuando consiguió que aquel rohirrin cegado por la ira no acabase con la vida de ese hombre descarrilado, pero nadie sabía que los acontecimiento que le sucedian iban a cambiar de un giro completo la situación, pues el dulendido cogió su arma y trató de matar al jinete.

El montaraz del norte se dió cuenta de su intención, y a pesar de que desearía matar a ese landronzuelo, por desaprovechar la oportunidad que le había brindado, su razón le decía que no debían matarlo, así que dirigió su arma con tra el arma del ladrón con la finalidad de desarmarlo.

No había realizado muchas veces esta técnica, se la enseñó hace años su maestro de armas, y tan solo la había puesto en marcha en contadas ocasiones, pero no era una técnica dificil si el objetivo no tiene demasida fuerza o si no es especialmente ágil.

Maldito dulendino, suelta el arma ya!!!!

Turno 608 / Leolfas (PNJ)

Al ver como el maldito montañes se revolvia y agarraba su espada, sin duarlo un momento, alzo mi arma para acabar con el asesino de mi padre. No habria piedad para un cobarde como aquel.

Turno 608

Turno 609/Elendur

Elendur tras su intento infructuoso de tratar salvar la vida de aquel desorientado dulendino, observó a este por si aún tenía algo de vida en su cuerpo. El cercionarse de que ya no se levantaría más su cuerpo, envainó su espada y se levantó, seguidamente miró al hobbirt a los ojos y dijo con tono ahogado

Enhorabuena, has matado a ese hombre.

La expresión de su rostro era de desánimo y volvió andando a la zona dónde había dejado al otro hombre atado y sin sentido.
No se esforzó demasiado en su camino de vuelta, pues trataba de recuperar las energías gastadas.