Partida Rol por web

Caminos por decidir [Finalizada]

2. Malas intenciones

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13/04/2010, 19:15
Rainer Clausewitz

Disimuladamente antes de beber y comer Rainer huele los productos que le traen, tratando de identificar algo "extraño" en la comida.

Nunca se sabe...

Tras este pequeño debate y tras rugirle el estomago, come y bebe como el que mas...

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21/04/2010, 22:46
Director

¿Alcachofas? -pregunta extrañada la mujer- ¿Alcachofas de Altdorf? No estoy segura de que tengamos, miraré en la despensa...alcachofas de Altdorf, qué cosas...

La mujer se aleja por una de las puertas de la casa, mientras los aventureros permanecen en la salita, el silencio es roto por el tintineo metálico de una cadena: hay un mueble en una de las paredes en el que dos agujas señalan dos de los doce números de un círculo de bronce: es un reloj. Todos han visto alguna vez uno, en las catedrales de Sigmar o en algunas plazas urbanas importantes, pero nunca uno tan pequeño y en un pueblo. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. El mismo sonido una y otra vez. De repente un ruido seco, uno de los secretarios ha dejado caer un pesado tomo contra el suelo y ha caído polvo del techo de la salita, manchando al superficie de una mesa.

...queso, membrillo y todo lo demás tengo -grita la mujer desde algún lugar de la casa- enseguida se lo llevo a la salita, pónganse cómodos que ya les llevo yo la comida.

¡Ejem! -Uno de los secretarios entra en la salita y susurra un tímido- Buenos días -mientras avanza hacia una librería y se pone a buscar entre los libros- ¿Trigo o cebada? -pregunta- ¡Trigo! -grita el otro hombre, el secretario coge uno de los pesados libros y sale de la habitación.

Los aventureros por su parte beben tranquilamente, excepto rainer, que no se fía ni de su propia sombra, una deliciosa y fresca cerveza. Bueno, puede que nos ea deliciosa, pero en este momento les parece la mejor bebida del mundo.

Notas de juego

Un poco de miscelánea. Siento la tardanza.

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22/04/2010, 21:10
Hugo Montespino de Casanueva

Hugo se sentó de un salto en el cómodo sillón y al no tocar el suelo con los pies debido a su estatura,  dejó que se movieran por inercia en el aire hasta que dejaron de hacerlo, momento en el que él los empezó a mover como un niño pequeño.

-Bueeeeno, no ha ido tan mal. Dijo. Al final hemos conseguido llegar hasta la casa del alcalde a pesar del recibimiento y vamos a comer como unos campeones. Nos vendrá muy bien el desayuno para reponer fuerzas, pero espero que no tarden en traernos el primer almuerzo del día cuando terminemos, o me desmayaré por la inanición.

Al ver las caras de asombro de sus compañeros ante su evidente afición por la comida, les dijo con una inocente cara sonriente:

-Es que los halfling tenemos que comer mucho si queremos crecer más algún día.

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23/04/2010, 05:25
Johannes Zimmerman

Una leve sombra de decepción cruzó la cara del ladrón cuando la posibilidad de alcachofas se tambaleó. No duró mucho, pues su estómago hambriento bien poco iba a diferenciar entre un manjar y otro. Y si les traían todo lo demás ya irían bien servido.

—Aun así, las alcachofas no estarían de más —pensó con frustración. Se dedicó a observar la habitación. La lujosa habitación. Dio con el reloj, un caro aparato de ingeniería que no está al alcance de cualquiera. Los había visto en casas de nobles y algunos comerciantes, los más ricos, allá en Altdorf—. Sí, señor. Todo un lujo. ¿Cómo puede tener tanto dinero el alcalde de un pueblucho?

Reposó las manos sobre la mesa, jugueteando con la jarra de cerveza que sostenía entre ellas. De vez en cuando daba largos sorbos que le sabían a gloria. Saludó a los hombres que entraron de la misma manera, con un escueto "Buenos días" y les dejó a sus quehaceres.

El halfling fue el primero en romper el silencioso reposar del grupo.

—¡Por Sigmar que vas a dejar al alcalde sin comida, mediano! —rió de buen humor— Yo por mi parte me tomaré un descanso después del desayuno, una cama tras tantos días durmiendo al raso es lo que necesito.

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23/04/2010, 05:43
Johannes Zimmerman

Ajeno a los demás, el jugueteo que mantenía con la jarra de cerveza eran en realidad frases que intercambiaba con Wolfgang. Los dedos se movían veloces tejiendo el intrincado lenguaje de los ladrones.

¡Fíjate en la pasta que tiene el alcalde! ¡Un reloj! A éste le puedes sacar una buena tajada.

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23/04/2010, 08:51
Rainer Clausewitz

Rainer se mantiene silencioso mientras come y bebe sin mucha prisa. Algo no encaja en todo esto...

Si, tienes razon compañero. Es hora de descansar. Agradecemos su hospitalidad buen alcalde... pero creo que es el momento de que podamos reposar nuestro espiritu... jajaja.

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23/04/2010, 19:36
Wolfgang Bach

Ojalá tengan alcachofas -comenté al resto del grupo- ya veréis como son un manjar digno del mismísimo Sigmar...

Habláis de descansar después del viaje. Será lo mejor, sin duda alguna. Yo también estoy cansado, más bien diría que estoy agotado, pero, antes de ir a dormir, me gustaría hablar con el alcalde cuándo venga. Quiero saber porque se nos recibió de esa manera cuándo llegamos. No obstante, y, por supuesto, los demás podéis ir a dormir cuándo gustéis. Incluso os diría que, tras el recibimiento que nos han brindado tan amable, casi es mejor que vaya yo solo. No quiero que el alcalde se sienta intimidado si estoy acompañado por mucha gente. -Mientras digo esto, lleno mi copa con algo de vino que nos han traído.

Vaya, este vino no está nada mal. Desde luego, no cabía esperar menos, ya que este sitio parece un lugar con mucho lujo y dinero, así que el vino sabe como el que toma la gente que puede permitirse lujos, como buen vino. Espero que la comida sea igual de sabrosa...

Notas de juego

Cita:

Agradecemos su hospitalidad buen alcalde...

¿El alcalde está con nosotros y no me he enterado?. Porque de ser así cambio el post...

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26/04/2010, 17:28
Johannes Zimmerman

Notas de juego

El alcalde no está, se fue a ver a la herida y dijo que vendría más tarde. Eso es lo que he entendido.

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26/04/2010, 22:37
Director

La mujer trae una bandeja con un surtido de embutidos:queso, jamón, butifarra, salchichón...y uno de los escribas también os trae un cuenco con pan, mebrillo, aceitunas y miel, para que desgustéis.

Sí, señor clérigo...podrá agradecerle la hospitalidad al alcalde. han venido en una buena semana ¿saben? No suele recibir a nadie y mucho menos invitar, pero está semana está de buen humor y no para de mostrar generosidad y cortesía. El pequeño Hugo podrá decirles. ¡Oh! Siento decir que no tengo alcachofas, sí puedo preparar unos garbanzos calientes o unas judías. No les importa, ¿verdad?

En ese momento el reloj produce unas estridentes y metálicos sonidos que retumban por toda la habitación. La mujer pega un gritito y se pone roja.

¡Ese maldito artefacto del Caos! ¡Algún día me matará del susto! ¡Todo el santo día con el tic-tac y de regalo los golpes cada hora! ¡Años llevo pidiendo que quite eso de ahí! ¿Pero me hace caso? ¡No! ¡Qué va! ¡A quién le importa que se me pare el coraón! ¡O que no pueda dormir!

La mujer continúa gritando, despotricando a gusto del ingenio mecánico. Su voz se sube y baja de volumen conforme cruza las falasas puertas de la casa. llevando cosas de un lado para otro. En medio de los gritos aparece el alcalde rascándose la mano, donde una pequeña mancha de sangre seca. Saluda con la cabeza a los aventureros y se dirige a sus funcionarios, con quienes intercambia algunas palabras en lo que casi parece una jerga burocrática: contabilidad, déficit, balanza, impuestos indirectos, derechos de pasto, corveas...

 

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26/04/2010, 22:47
Rijkeston

En pocos minutos deja los asuntos en manos de los escribas y se aproxima a los aventureros, tomando un vaso que rellena de vino y apura en dos largos tragos. Una vez ha saciado su sed se rellena el vaso y se sienta junto a ellos. Todos se percatan de que lleva una espada al cinto, "adorno" que no llevaba la primera vez que le han visto.

Soy el baronet Manfred Rijkeston, alcalde de este pueblo. En primer luhgar deseo pedir disculpas por el recibimiento de mis vecinos. Ha sido todo un malentendido. La gente al verles escoltados por nuestra milicia ha creido que eran los causantes de los secuestros. Es evidente que ustedes no son ratas, je. Así que quedan libres de sospecha.

Coje un poco de pan y queso y se llena la boca, invitando con la mano a sus acompañantes a que le imiten.

Respecto a nuestro jefe de milicia, el señor Johannes, sólo puedo decir que es un hombre de sangre caliente, a quien no le gustan los desconocidos que van armados, y ustedes -comenta alzando los brazos ahacia los pertrechos de los aventureros- pertenecen a esa clase de gente. Así pues, sólo ha sido un desafortunado malentendido. Vayamos fuera, hoy el día es agradable.

Acompañando a los cincoprotagonistas de la historia sale a una pequeña terraza situada en un jardín lateral, amapolas, tulipanes y margaritas adornan el jardín, donde tres bancos de madera constituyen un agradable lugar de tertulia. El alcalde saca un pañuelo y se seca el sudor de la frente.

Verán, no sé nada de ustedes, y no me gustaría importunarles con mi curiosidad, pero no creo que haya anda malo en que les pregunte qué hacen por aquí. No parecen mercaderes, ni gente que se gane la vida con el trabajo del campo.

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27/04/2010, 09:29
Rainer Clausewitz

Rainer asiente ante las palabras del Alcalde, entendiendo perfectamente todo lo que dice y esperando al final para hablar. No evitar sonreir ante la oferta encubierta del señor del pueblo.

Tiene razon mi buen baronet Rijkeston. Lo cierto es que en mi caso busco ser mejor guerrero y dar la talla el dia que mis Hermanos Ulritas me llamen al Rito de Transito a Sacerdote.

Por esto solemos aceptar trabajos poco campesinos... ni burgueses... jajaja. ¿Posees un trabajo bien remunerado de este tipo?

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27/04/2010, 20:32
Hugo Montespino de Casanueva

-Fueno, a mfí ya me fonofe de anofche, feñor Fijkeston. Le dice Hugo articulando mal sus palabras a causa de la comida que infla sus mofletes. Varios perdigones de comida vuelan de su boca al hablar, pero el halfling no da muestras de avergonzarse, tomándolo como algo de lo más natural No hafe falta que le recuerfde que effoy for la fona forque el camino que me llefa a lugar en el que fengo que entregfar mi menfaje, pafa por efte pueflo, ¿Verdad?.

Hugo vuelve a balancear las piernas como un niño pequeño y en cuanto termina con el membrillo, le da un bocado a un trozo de queso para acompañar el dulce.

-Fainef, páfame el jamón por fafor, que tiene una finta eftupenda. Le dice a su compañero mientras señala la carne nombrada.

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27/04/2010, 23:38
Johannes Zimmerman

—Me alegro de que al final haya imperado el sentido común, Herr Rijkeston —dijo Johannes que no tenía ningunas ganas de enfrentarse a una muchedumbre furiosa—. Entiendo los recelos del miliciano, más aun con la amenaza de esas ratas pendiendo de sus cabezas. El incidente ya está olvidado y aquí todos amigos. —Añadió con voz cordial, sabiendo que la diplomacia abre mejores puertas.

Sí, sí. Todo el malentendido que tú quieras, pero como ese estúpido se acerque a mí con más tonterías se va a llevar una patada en los mismísimos. Y un par de dientes menos —pensó el ladrón que todavía seguía indignado, a pesar de no mostrarlo— ¿Y a qué viene lo de la espada? Amiguitos, confianza, bla bla bla. Pero no se fía de lo que podamos hacerle y trae un hierro consigo.

El ladrón acompañó al baronet fuera, tal y como había pedido. No sin antes hacer acopio de provisiones —queso, jamón, salchichón— para la dura travesía hasta la terraza. Ya que no había alcachofas el hombre pensaba rellenar el hueco con el resto de manjares.

—Ha dado en el clavo, baronet. Como ya dijimos estábamos sólo de paso, pero no somos campesinos ni mercaderes. Nos ganamos el sustento viajando de un lugar a otro, aceptando trabajos para los que el ciudadano típico no está preparado o no se atreve a realizar.

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28/04/2010, 01:29
Wolfgang Bach

Rápidamente, mientras salimos, digo a Johannes con gestos- Parece que al final, el sacerdote busca lo mismo que nosotros, el oro. Parece que no tendremos que preocuparnos por eso...

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28/04/2010, 03:14
Wolfgang Bach

Una pena que no haya alcachofas, desde luego... Bueno, otra vez será... -diciendo esto, comisqueo un poco de la comida. Estoy esperando a que el alcalde aparezca, cosa que no tarda mucho en ocurrir. Cuando aparece, rápidamente acabo de comer. Hace que nos dirijamos con él a una terraza exterior. No me importa mucho. Es el momento de hablar con él...

Bien, como mis compañeros le han dicho, no somos unos viajeros cualquiera -contesto al alcalde, intentando ganarme su confianza- puede llamarnos de muchas maneras, señor mío. Aventureros, viajeros, solucionadores de problemas... Viajamos por todo el Viejo Mundo*, e intentamos ganarnos la vida como podemos. Por ejemplo, aquí mi amigo, quiere entrenarse para cuando sea llamado a clérigo, por decir algún que otro ejemplo. Realmente, los motivos por los que viajemos, no importan mucho.

Como ya he dicho, la noche anterior, tuvimos ciertos problemas con las ratas. Al menos, pudimos librarnos de algunas y llegar hasta aquí. Creo que eso es una buena garantía de nuestra efectividad como viajeros/aventureros/solucionadores de problemas. Dígame, señor alcalde, seguro que está pensando en que quizás nosotros podríamos encargarnos de su problemilla, ¿verda?.

Notas de juego

No sé si los habitantes del viejo mundo denominan así a su lugar de procedencia, pero me vendría bien una aclaración para próximas conversaciones.

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28/04/2010, 19:37
Eldarendil

Eldarendil comió y bebió hasta saciarse. Después de varios días mal comiendo, no sabía cuándo podría volver a degustar unos platos como aquellos.

¿Por qué va armado? Habiéndonos ofrecido su casa y comida, no entiendo que ahora porte un arma. ¿Qué le habrá hecho desconfiar?  Quizás no sea desconfianza y solo quiera marcar un poco el terreno… Hasta ahora los únicos que han ido armados, aparte de la milicia, somos nosotros.

Al escuchar como sus compañeros se referían a sus supuestos quehaceres, no pudo evitar recordar su trabajo en Nuln. Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando se acordó del encuentro con los cultistas.

Si hay alguien capaz de negociar una buena recompensa ese es Wolfgang… Aunque viendo como nos han tratado, no sé si deberíamos prestarnos al trabajo. – Mientras reflexionaba seguía atento a la respuesta del alcalde –Bueno, la verdad es que prefiero pasar todo el tiempo posible alejado de las ciudades y si en ese transcurso ganamos algunas coronas, mejor.

El elfo continuaba callado, observando al alcalde Rijkeston. Tenía bastante interés en escuchar la respuesta a la pregunta de Wolfgang.

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28/04/2010, 22:31
Rijkeston

El alcalde se rasca la comisura de los labios y bebe vino mientras escucha las palabras de los aventureros; todos parecen decir lo mismo: quieren dinero. Dinero a cambio de matar a unas ratas. Todos lo sugieren, se lee entre líneas, si bien el clérigo parece -parece- más dispuesto a realizar labores de mercenario para adquirir experiencia. A excepción del halfling que, conforme a su raza, se preocupa más de la comida que los asuntos económicos, y que, por otro lado, es ajeno al grupo.

Sí, señor Montespino, ayer disfrutamos de su compañía, aunque coincidirá conmigo en que ha sido una noche agitada. Tras el ataque enviamos hombres a buscarle, pero a causa de la tormenta fue imposible. Tiene usted sus cosas en casa de la señora Hilda, y su pequeño poni sigue en el establo de la iglesia. Sé que tiene que entregar una carta, pero nos gustaría que disfrutase de la hospitalidad de nuestro pueblo. Mañana por la noche celebramos la Wurtfest -el mediano mira más atentamente al alcalde-, y haremos una gran comilona en la plaza -la palabra "comilona" hace que los ojos del halfling se pongan como platos, pese a llevar la boca llena y tener comida en ambas manos- a la que están todos invitados -el pulso de Hugo se acelera.

En el tema más profesional, he de ser sincero, no me gustan demasiado los mercenarios...creo, y espero no equivocarme, que ustedes son de los que luchan en el bando correcto, lo cual es de agradecer con los tiempos que corren. Pero pese a todo, creo que debo, si no rechazar, posponer ese acuerdo del que me hablan. El problema no es excesivamente grave, además hemos pedido ayuda al Graf Von Strauss, que me ha prometido venir personalmente al pueblo.

Notas de juego

Akrabu. ¿Te dije Kemperbab?

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28/04/2010, 23:55
Rainer Clausewitz

Muy bien asiente Rainer Esperaremos a su proposicion. Como le digo no soy el mejor para negociar, pero puede estar tranquilo que solo la Luz guia nuestros pasos... solo ella permitiria que yo me amparase en Ulric para mis acciones. Tengalo por seguro.

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29/04/2010, 03:22
Johannes Zimmerman

—Ya te dije —responde el ladrón con el lenguaje de símbolos— que es como una urraca. Detrás de esa fachada de clérigo hay un prestamista, oye lo que te digo.

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29/04/2010, 03:24
Johannes Zimmerman

—La decisión es suya, Herr Rijkeston dijo Johannes—. Siento que los hombres como nosotros le causen cierto...resquemor. Si le sirve de algo piense que sólo hacemos nuestro trabajo y cobramos por ello, al igual que cualquier otro trabajador. Sonrió amablemente— En todo caso, agradecemos su sinceridad y hospitalidad. Y, mira al resto del grupo— no creo que nadie esté en contra, aceptamos su invitación a las fiestas. No nos vendrán nada mal unos días de descanso.