Partida Rol por web

Constantinopla Nocturno - El sueño perdido

Enero de 1260 - Lámpsaco

Cargando editor
23/09/2014, 16:01
Naida
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Lo dejamos solo en inteligencia xD

Dificultad: 8

Tirada (3 dados): 2, 1, 4

Éxitos: -1 Pifia

Cargando editor
23/09/2014, 16:12
Tiberius Fabius Lupus

Me abstengo de probar ningún tipo de vitae durante las siguientes horas pues ya me encargué de estar saciado antes de esta reunión. Observo los movimientos y reacciones de los presentes sin moverme de mi sitio. Mis ojos son casi la única parte de mi cuerpo que se mueve estudiando todo con atención y detalle.

Y el tiempo pasa en apenas un suspiro. No ha habido ocasión de entablar ninguna conversación, pero ya he fijado mis objetivos para cuando la pantomima de las presentaciones, saludos y adulaciones acabe. Sé con quién debo hablar, y en qué orden.

Cuando llega el nuevo invitado mis ojos se dirigen a él tanto como los del resto de la sala. No puedo evitarlo. Su figura llama la atención. El famoso Golem de Krujas. No sé por qué pero me lo imaginaba más grande. Debe estar acostumbrado a llamar la atención. Ese cuerpo de soldado no lo ha pulido siendo un vástago. Ya debía ser el centro de todas las miradas cuando era humano, y ahora, siendo un Vástago, parece un hijo de Marte y Diana, la combinación perfecta… una máquina de matar.

Las palabras de Ana acerca de su lealtad consiguen calmar a la Bestia que pugna en mi interior por salir y luchar frente a esa amenaza. Todo en ese ser incita a mi Bestia interior, se podría resumir en una palabra: peligro.

Veamos si es tan fiero el león como lo pintan. Escuchemos lo que tiene que decir a Ana. Seguro que también es parco en palabras.

Cargando editor
24/09/2014, 13:44
Gulam Akropolites

Al llegar a la sala miro alrededor, y no puedo evitar mostrar una sonrisa de satisfacción, mostrando los colmillos, en un gesto que, aunque no lo quisiera, se mostraba fiero y salvaje.

Mi puño cerrado choca contra mi pecho. Un golpe seco, firme, mientras hinco la rodilla en el suelo. Hacía mucho tiempo de la caída, pero conocía la jerarquía. Era una superior. Era mi comandante.

Mi señora. El honor es todo mío. Soy yo quien se presenta ante la Quaesitor de los Antoninos. Mi brazo y mi espada, así como los de mis hombres, están al servicio del sueño de Miguel.

Aquella era la declaración de intenciones. Mi juramento. Mi pacto con la causa. Mi vista se centra en el suelo, pero no puedo quitarme la sonrisa de la boca.

Miguel... tu sueño volverá...

- Tiradas (1)

Motivo: Inteligencia + Posicion

Dificultad: 6

Tirada (5 dados): 4, 7, 1, 4, 6

Éxitos: 1

Cargando editor
24/09/2014, 16:34
Naida

Durante el rato que pasó desde las presentaciones hasta que la puerta volvió a abrirse, Naida no se había separado, en ningún momento, de Nabuk. Era la primera vez que se encontraba en una reunión como aquella y, aunque era casi imposible, intentaba pasar desapercibida. Alguna vez sus ojos azules se cruzaron con los de su anfitriona, que la miraba con una expresión que Naida no llegaba a comprender. Una suave y tímida sonrisa se perfilaba en sus labios y volvía su atención a lo que estuvieran hablando.

Al abrirse de nuevo la puerta, la joven dirigió su mirada hacia la imponente figura que acababa de aparecer. Enseguida sintió curiosidad por saber de quién se trataba, así que, mezclándose como pudo entre los invitados, escuchó las palabras de su anfitriona.

¡Gulam! He oído hablar de él. Se dijo, contenta para sus adentros por no sentirse tan ignorante entre todos aquellos vampiros. Miró al Ventrue con curiosidad. Había fracasado en su intento de conseguir una posición importante en Constantinopla y allí estaba, ofreciendo su ayuda a Ana Comnena.

Cargando editor
28/09/2014, 00:55
Beatrice Lasso de Gamboa

Beatrice se movía detrás de Diego por la sala, saludando de forma cortés a las personas con las que él se relacionaba y manteniendo todo el rato su postura discreta pero firme. Sus ojos barrían el lugar cada cierto tiempo, tomando nota mental de pequeños detalles sobre los que allí se reunían. Había algunas personas con las que podría ser interesante crear lazos, pero aún era pronto. Todo tenía su momento y su lugar, y en ese, Beatrice parecía decidida a permanecer cerca de su sire con una sonrisa educada en los labios. 

Sin embargo, la entrada de Gulam llamó su atención. Había oído hablar de él sobradamente, pero no lo conocía en persona. Siguió su paso con la mirada y escuchó sus palabras en silencio para finalmente asentir levemente. Un guerrero de su talla y valía sería una gran adquisición como aliado para Génova. Se giró hacia Diego para observar en su rostro su impresión sobre Gulam y continuó acompañándolo.

Cargando editor
06/10/2014, 21:56
Ana Comnena

La sonrisa de Ana se ensanchó— Miguel, que era un ejemplo para todos, tiene el gran privilegio de contar con vos para cuidar de su legado. Me satisface sin lugar a dudas teneros de mi parte en esta contienda—volvía a tomar asiento, colocando con delicadeza su vestido de exquisita seda— Decidme cualquier cosa que deseeis. Como vuestra anfitriona, nada deseo más que teneros satisfecho. Cualquier cosa que preciséis, pedídmela, a mí o a mis criados, y os la daré si entra dentro de mis posibilidades. 

 

Cargando editor
08/10/2014, 18:19
Gulam Akropolites

Levanto la rodilla del suelo. Si bien la señora Comnena no me había dado permiso explícitamente, parecía querer tratarme como un invitado, como un igual. No era lo propio. Pero supongo que esa era parte de la pretención de los Patricios.

No tengo mayor deseo, mi señora. No soy opulento en mis costumbres. La batalla es lo único que ansío. - dicho esto, miro al resto de invitados. - Mi señor Nabuk, mi señor Tiberius. - digo, saludando a los otros miembros de las tres familias que al menos conocía. - Es un placer verlos aquí. Espero que mis hombres y un servidor podamos ser de ayuda en la batalla.

Al resto de los invitados no los conocía, al menos no que yo recordara. Esperaba simplemente presentaciones, ya que la señora Comnena me había presentado a todos.

Cargando editor
14/10/2014, 00:00
Tiberius Fabius Lupus

Palabras dignas de un auténtico guerrero. Y por lo que se ve, leal a la causa. Asiento devolviendo el saludo respetuoso de Gulam y espero a que el resto se presenten si lo desean, pero no abro la boca. No es momento para decir unas palabras, ni es mi turno para ello. El protocolo ante todo.

No albergo la menor duda de que con un soldado cómo él para inspirar al resto de las tropas, Constantinopla será nuestra en menos tiempo del que Ana calcula.

Me interesa la reacción de Nabuk y no hago mucho por ocultar el destino de mi mirada. Me intriga saber si al ilustre invitado le interesan los saludos del recién llegado o si por el contrario anda más concentrado en otras atenciones. Y finalmente observo de pasada tanto a Diego como a Beatrice y Naida. ¿Reconocen al Golem? ¿Habrán oído hablar de él?

Ah, cuántas caras nuevas y cuántos vástagos con quién conversar y ponerme al día. En cuanto Ana disipe esta reunión va a ser una noche de lo más interesante.

Cargando editor
17/10/2014, 16:06
Naida

Desde la distancia, Naida había estado atenta a lo que estaba ocurriendo en la tarima donde se encontraba su anfitriona. Su atención estaba sobre todo dirigida hacia el que llamaban el "gran Gólem de Krujas". La verdad es que es digno de ese apodo. Se dijo, mientras su mirada azul recorría aquellos músculos que se podían entrever bajo sus ropajes. 

Arqueó suavemente una ceja y deslizó su mirada hasta encontrarse de nuevo con la de Tiberius. Si todavía la sangre hubiera corrido caliente por su cuerpo, seguro que sus mejillas se hubieran ruborizado. Pero éstas se mantuvieron pálidas, como si estuvieran cinceladas en el más puro de los mármoles. 

Se volvió hacia Nabuk, del que no se había separado, y le dijo algo, bajando la voz para no ser escuchada.

Cargando editor
17/10/2014, 16:18
Naida
Sólo para el director

- El amigo de Ana, ese tal Tiberius, no para de mirarnos. Me está poniendo nerviosa, ¿sabes si ocurre algo? -

Cargando editor
22/10/2014, 16:47
Nabuk el Micaelita

Nabuk escucha a su chiquilla y responde, utilizando el mismo tono que ella ha empleado. Su diálogo parece cortarse abruptamente cuando de pronto vuelven a abrirse las puertas.

Cargando editor
22/10/2014, 16:48
Nabuk el Micaelita

Tu sire escucha tu pregunta, e intentando mantener el mismo semblante neutro que lleva portando toda la reunión, responde, acercándose ligeramente a tu oido.

— No te preocupes, intenta comportarte como si no te incomodase, pues sin duda eso es lo que pretende, y luego hablaremos—dijo, tras lo cual volvió a erguirse, dispuesto a añadir algo más a sus palabras. Sin embargo, antes de que pudiera reanudar la conversación, las puertas volvieron a abrirse, y se hizo el silencio. 

 

Cargando editor
22/10/2014, 16:52
Director

Recorristeis las calles de Lampsaco, aquella localidad próspera, activa y encantadora a pesar de no ser tan magnífica o grande como Constantinopla. En algún punto del camino, el criado que os acompañaba miró hacia adelante y señaló con su brazo izquierdo hacia lo alto de una colina, que resaltaba entre los edificios de la población costera. La construcción era un exquisito palacete, construido en un estilo claramente bizantino, intensamente iluminado por múltiples antorchas que lo circundaban y daban candor a sus colores cálidos y agradables. 

Una vez situados en sus inmediaciones, pudisteis comprobar que se hallaba acordonada por una pequeña muralla bien vigilada, pero no hizo falta proferir palabra alguna para que os franqueasen el paso, pues en cuanto los guardias atisbaron a los recién llegados, se apresuraron a abrir las puertas, dándoos paso a un exótico jardín, de flores de colores vistosos y palmeras y árboles frutales que desprendían una agradable fragancia. 

En medio de la vegetación, un camino de piedra con la anchura adecuada para que un carruaje pudiera transitar por él cómodamente, llevaba a la entrada de la espléndida construcción. Una puerta alta y majestuosa, de madera de buena calidad, con un enrejado dorado en semiarco en su parte superior. 

Ante ella, de nuevo, unos guardias, os franquearon el paso, y en cuanto entrasteis, pudisteis observar que el interior de la villa era aún más impresionante que el exterior. Hermosos mosaicos de teselas adornaban las paredes, y a la vista un patio interior, en cuyo centro se encontraba una fuente soberbia, que se atisbaba desde el vestíbulo abovedado de la entrada.

En él, se congregaba una pequeña multitud de personas que charlaban animosamente, rodeadas por sirvientes y, dada la vestimenta y los brazaletes que adornaban sus brazos, un variopinto grupo de esclavos, de diferentes edades, con un físico admirable y constitución variada, que se mantenían atentos. Alguien, una mujer de porte distinguido y cabellos rizados y castaños, tomó de la mano a una de las muchachas, esbelta y de piel oscura, y con un delicado gesto apartó su cabello de su cuello, acercando sus labios, para seguidamente hincar sus filosos caninos y tomar de ella la vitae. Y nadie pareció encontrar aquello extraño o de mal gusto. 

Sobre una tarima, situada en un ligar privilegiado del patio, se encontraban dos divanes. En uno de ellos, se encontraba tendido un hombre que parecía haber alcanzado la cuarta década de su vida. No era especialmente atractivo, pero sin duda tenía un aspecto fuerte y regio, y sus ojos azules parecían temibles enmarcados en su rostro de facciones duras. 

Sobre el otro diván, divisasteis algo que por un momento os dejó sin respiración, si aquello era posible. Una mujer. Quizá una de las más bellas que habíais visto en vuestra vida. Sus cabellos dorados caían en bucles sobre sus hombros, su cuerpo era un camino de curvas vertiginosas, y sus ojos almendrados y castaños. No os costó deducir que se trataba de Ana Comnena, la anfitriona de aquella reunión y señora de Nicea. 

Cargando editor
22/10/2014, 17:00
Director

Disteis un rápido vistazo alrededor, intentando encontrar caras conocidas entre los presentes, y no tardasteis en atisbar a otros vástagos que habían compartido sus noches contigo en Constantinopla. Nabuk, el chiquillo de Miguel, y Drusus, el lasombra Magnus, se encontraban presentes entre el gentío, acompañados por dos mujeres jóvenes, una de ellas terriblemente hermosa, con el cabello del color del fuego. También había con ellos un hombre de cabellos oscuros y facciones más propias del norte. 

Notas de juego

Ana y el hombre que está con ella en los divanes (Apariencia 5 y 2 respectivamente)

Nabuk, Drusus y sus acompañantes femeninas, además del hombre de cabello oscuro (En orden, apariencias 5,3,5,3,3)

Para concretar detalles de los presentes, tiren Inteligencia+Posición sólo para el director. 

Cargando editor
22/10/2014, 17:04
Ana Comnena

Las puertas volvían a abrirse, y de nuevo, el silencio invadió la sala. Un grupo de cuatro vástagos irrumpía en el patio interior, y los rostros de los presentes no hicieron sino reflejar sorpresa y expectación. 

Ana se levantó de su diván, en aquella posición privilegiada, y dirigió su atención a la mujer que parecía ser el centro de atención de todas las miradas— Natalya— pronunció, manteniéndose erguida, con los labios fruncidos en una fina línea, manteniendo la vista posada sobre la dama que sin lugar a dudas resaltaba por su aspecto recto y la armadura que portaba sobre su vestido. Armadura que sin lugar a dudas parecía ofender a la anfitriona, aunque no pronunciase palabra al respecto. 

 

Cargando editor
22/10/2014, 17:14
Natalya Svyatoslav

— Ana —respondió la susodicha, manteniéndose en la misma postura recta, sin ceder siquiera ante la leve inclinación formal— Espero que hayamos llegado a tiempo para disfrutar de semejante reunión. Sin lugar a dudas, no me esperaba este recibimiento. Es todo un detalle por tu parte. 

Cargando editor
22/10/2014, 17:16
Ana Comnena

— Por supuesto. No podía ofrecer menos que un recibimiento digno a personalidades como los caballeros que se encuentran aquí contigo. Demetrios y Iacobos Prosopophoros, sin duda dos hombres valerosos para nuestra causa. Sin mencionar a nuestro más que bienvenido Malaquita, que en su día fue un pilar recio para Constantinopla y hoy será una roca fundamental en nuestra empresa.—dijo, mirando a cada uno de los mencionados, e inclinando levemente el rostro para saludarlos— Y no obviemos que también estás tú, claro. Mi querida Natalya Svyatoslav. De ti sin duda, no podía olvidarme. 

Cargando editor
22/10/2014, 17:20
Natalya Svyatoslav

Natalya esbozó una media sonrisa jocosa, y emitió un bufido, antes de contestar— Te agradezco que muestres la cortesía que estos hombres sin duda merecen, Ana. 

Cargando editor
22/10/2014, 19:26
Beatrice Lasso de Gamboa
- Tiradas (1)

Motivo: Inteligencia + Posición

Dificultad: 6

Tirada (5 dados): 4, 5, 1, 9, 6

Éxitos: 1

Notas de juego

¿Cotilleos? :D

Cargando editor
22/10/2014, 20:36
Tiberius Fabius Lupus

Nuevas caras, nuevos nombres. La tarea que Ana tiene entre manos comienza a expandirse a un ritmo vertiginoso.

Observo a los nuevos vástagos, Demetrios, Iacobos y Malaquita. Si mi mirada se cruza con la de alguno de ellos asiento a modo de saludo, y sonrío. No dejo nunca de sonreír. Ni siquiera cuando mis ojos se posan en Natalya embutida en esa sucia y absurdamente ridícula armadura.

¡Por Marte! ¡Todavía se creerá capaz de empuñar una espada! Me pregunto si habrá reparado en la talla y calidad de los guerreros que se reúnen con ella esta noche. Confío en que tenga el buen gusto de cerrar la boca y no pronunciarse demasiado alto lo que queda de velada, pero no tendremos esa fortuna.

Sin perder ni un segundo mi rostro cambia y muestra un profundo interés. Falso sin duda, aunque nadie será capaz de apreciar la diferencia, pero interés al fin y al cabo. - Querida Natalya, ¿os encontráis bien? - Mis ojos examinan su figura como si me preocupara que estuviera herida y fuera a caerse al suelo de un momento a otro. - Podéis ir a descansar y recuperaros de las eventualidades del viaje, y ya nos reuniremos con vos luego. Tranquila que no tenemos ninguna prisa. -