Cita:
Que es ese olor? Una debilidad tal vez? O tan solo el aroma de la victoria? XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Magnus estaba contento, desde la creación del primer Noble otros dragones que habían agradado a su dios habían sido recompensados de la misma forma. En unos años sus números habían aumentado rapidamente hasta que se habían estabilizado en uno por cada cierta cantidad de dragones que permitía a Magnus gobernar sobre su raza con mas comodidad. Ya no tenia que soportar la incertidumbre de los dragones a cargo anteponiendo sus intereses a los de se dios, si no que podía confiar Nobles elegidos por el propio Yoonel, que solo respondían a el.
Gracias a este nuevo sistema no solo había mejorado la organización en la Grieta, si no que sus ejércitos, ahora comandados por Nobles y con los gigantescos dragones de la destrucción a la cabeza, eran mas eficientes y temibles con tales generales competentes que los llevaran y sus numeros habían aumentado incesantemente durante estos años.
Pronto. Pensó Magnus. Pronto llegara nuestro momento.
(3) Comandar Avatar (Magnus) Crear 3 ejércitos.
------Oculto-----
(4) Comandar Avatar (Arkhos) Crear 4 ejércitos.
Pues aquí sigo, haciendo ejércitos mientras espero a la 3ª edad. Si al siguiente turno no hemos pasado de edad yo empiezo a atacar aunque solo sea por cambiar un poco, que se me están acabando las formas de decir que sigo haciendo tropas. XD
Y ahora que lo pienso, no se suponía que con el paso de los turno se necesitaban menos votos para pasar de edad?
Si, si hay 10 turnos en una Edad, el 11avo es automaticamente de la proxima con que un Mayor lo pida.
(Lo que quiere decir que la Tercera, y por ende la partida, durará como máximo 10 turnos también ;)
Yoonel estaba inquieto en su Palacio. Durante incontables siglos desde que Yradarkos le creo de su propio ser habían trabajado por una meta común, siempre los dos. Pero ahora, con la desaparición de su creador, ese vinculo había estado roto, y el se había encontrado a único señor de lo que siempre tuvo dos.
Pero no mas, había llegado el momento donde el, Yoonel el Gran Dragón de Hueso, crearía un dios para asistirle y ayudarle durante el resto de su existencia, tal como antaño Yradarkos le creo a el para ayudarle en su tarea.
Esto es solo una introducción para mi futuro dios menor, el resto lo hará el.
Que conste que aun no se si va a jugar, pero ahora mismo estoy muy aburrido y así aprovecho.
Bueno, al parecer me voy a quedar solo. Toda la gloria para mi. XDDD
Al final quedamos que podía resucitar avatares gratis no?
Al final quedamos que si te matan un Avatar, yo te lo resucito al turno siguiente. Casi lo mismo ;)
Esqueletos: 22 ejércitos + Avatar
Dragones: 15 ejércitos + Avatar
Este es por ahora el plan, lo pongo aqui para que no se me olvide.
En la Llanura de las Almas, el Dragón de Hueso se despertó de su sueño. Una nueva edad empezaba, el momento que había estado esperando había llegado. Yoonel río.
Medio mundo lejos, Magnus oyó la llamada de su señor y se preparo. Sus tropas, ya organizadas y listas para partir, llenaban las paredes de la Grieta, y aguardaban su señal impacientes. Los resplandecientes Nobles destacaban en su lugar en medio de cada ejército, rodeados de incontables congéneres. Al frente, filas y filas de los gigantescos dragones de la destrucción rugían esperando ir a la batalla.
-¡Hijos míos, hoy es el día que tanto tiempo hemos esperado! ¡Nuestros ejércitos son incontables, y nuestro poder indiscutible! ¡Hoy el propio Aldur temblara bajo nuestro poder! ¡MARCHAD CON LA BENDICIÓN DE VUESTRO DIOS!
Con estas palabras todos los dragones alzaron el vuelo al mismo tiempo, y el sonido de incontables alas lleno el aire. Subieron alto en el cielo, y tal era su numero que por un momento el sol oscureció y el día se volvió noche. Pareciendo una gran nube negra o una gigantesca bandada de murciélagos los dragones volaron al este, donde Skraag y su destino les aguardaba.
Cuando se alejaron la Grieta se quedo silenciosa, vacía excepto Magnus y los dragones que le rodeaban, insignificantes en numero comparados con la cantidad que acababa de partir pero todavía numerosos. Sin decir nada, Magnus y el resto de los dragones alzo el vuelo en dirección a Vandrerfan, donde su propia batalla le esperaba. Y cuando volaron Magnus pudo sentir el inmenso poder de su dios entrando en el y fortaleciéndolo, así como a todos los dragones que lo acompañaban, haciéndolos crecer y endureciendo sus cuerpos, garras y escamas, llenando a todos de una ira y rabia tan grande que no podía pertenecer a un mero mortal.
Mientras los dragones se dirigían a la batalla, los otros sirvientes de Yoonel también se preparaban para la guerra. Pues en la Llanura los esqueletos habían aumentado incansablemente durante el paso de los siglos, ocultos de los ojos de los otros dioses tras las dunas blancas del desierto y los muros de la gran Necropolis. Como una sola entidad las decenas de miles de esqueletos se dirigieron a la parte de la Necropolis conocida como el Campo de los Portales, donde grandes portales de hueso se alzaban imperturbables formando un circulo gigantesco.
Ocho eran los portales de la muerte que formaban el circulo, cada uno alto e imponente sobre el suelo de la ciudad. Sus marcos estaban formados de puro hueso, y en su interior una niebla azur impedía ver lo que aguardaba en el otro lado. Era en uno de esos portales por donde fila tras fila de esqueletos desaparecía en sus profundidades, la niebla azur cubriendo a esqueleto tras esqueleto hasta ocultarlos completamente, sin que ni un solo hueso llegara al otro lado.
Así fue como las veintidós Legiones Negras surgieron en el bosque primaveral, sus espadas y hachas destrozando los arboles que habían cubierto el portal cuando la diosa creo el bosque, hace cientos de años, y los dragones esqueleticos alzando el vuelo gracias al poder de Yoonel, la piel de sus alas destruida hace tiempo. A la cabeza de tal ejército marchaba Arkhos abriéndose camino con sus muchos brazos y armas a través de la maleza, su mente llena con imágenes de guerra y muerte.
Y en las Llanuras de las Almas, en lo alto de su palacio, Yoonel observaba y seguía riendo.
(3) Comandar Avatar (Magnus) Crear 3 ejércitos.
(2) Comandar Orden (Dragones codiciosos) Crear avatar temporal. La ira de Yoonel.
Atacar con 4 ejércitos de dragón a Megápolis Verraye.
Atacar con 4 ejércitos de dragón a Megápolis Arangdar.
Atacar con 4 ejércitos de dragón a Megápolis Enth'ale.
Atacar con 3 ejércitos de dragón + 2 avatares a Vandrerfan.
Atacar a través del Portal de Yoonel™ localizado en 22,20 con
4 ejércitos de esqueletos a Askam.
4 ejércitos de esqueletos a Taramath.
4 ejércitos de esqueletos a Lamar.
4 ejércitos de esqueletos a Larum.
4 ejércitos de esqueletos a Lamkio.
2 ejércitos de esqueletos + avatar a Ovidia.
Que te parece? XD
Se me ha olvidado poner que creo otros 4 ejércitos de esqueletos (por si no te salen las cuentas), pero por lo demás esta bien. Simplemente un par de cosas para comentar:
Si te das cuenta he atacado a Vandrerfan con los dragones a pesar de que el punto de la ciudad este lejos, lo he hecho porque he pensado que como la ciudad esta dando vueltas solo tendría que ir a la linea, no al punto.
Si por alguna casualidad destrozo demasiadas ciudades (e intentado dividir mis fuerzas, pero nunca sabes que saldrá en los dados XD) me gustaría que pudieran reconstruirlas con un mínimo de esfuerzo. Es decir, que una vez contraataquen desde las ciudades que no conquiste puedan volver a reconstruir la ciudad tal y como estaba antes (mejoras y esas cosas) con el mismo coste de crear una ciudad normal.
Entendiendo el por qué de tu ataque, no hay problema con dar una mano a los demás.
Por otro lado, recuerda la restricción de las 10 casillas. No lo he contado porque estoy en el trabajo, pero llegas a Ovidia?
A Ovidia llego de sobra... si voy en linea recta. XD
No he contado que tendria que pasar por las montañas, pero teniendo en cuenta que lo mio son esqueletos y dragones esqueleticos no creo que sea demasiado problema.
Y si no se puede pues lo hago desde el portal de abajo y punto, no he querido hacerlo porque seguro que me destuyen el que acabo de utilizar (no me acuerdo si eran indestructibles o no) y queria tener otro por si hago algo mas adelante.
Si llegás en linea recta, no pasa nada, como mucho post describiendo a la marea esquelética llegando entre las piedras, sin afectarse por las alturas, etc, etc.
Vas a esperar a fin de turno? Por las defensas, digo...
No, creo que lo hare en un rato. Añado un par de parrafos al post, lo revisas y lo posteo.
En la Llanura de las Almas, el Dragón de Hueso se despertó de su sueño. Una nueva edad empezaba, el momento que había estado esperando había llegado. Yoonel río.
Medio mundo lejos, Magnus oyó la llamada de su señor y se preparo. Sus tropas, ya organizadas y listas para partir, llenaban las paredes de la Grieta, y aguardaban su señal impacientes. Los resplandecientes Nobles destacaban en su lugar en medio de cada ejército, rodeados de incontables congéneres. Al frente, filas y filas de los gigantescos dragones de la destrucción rugían esperando ir a la batalla.
-¡Hijos míos, hoy es el día que tanto tiempo hemos esperado! ¡Nuestros ejércitos son incontables, y nuestro poder indiscutible! ¡Hoy el propio Aldur temblara bajo nuestro poder! ¡MARCHAD CON LA BENDICIÓN DE VUESTRO DIOS!
Con estas palabras todos los dragones alzaron el vuelo al mismo tiempo, y el sonido de incontables alas lleno el aire. Subieron alto en el cielo, y tal era su numero que por un momento el sol oscureció y el día se volvió noche. Pareciendo una gran nube negra o una gigantesca bandada de murciélagos los dragones volaron al este, donde Skraag y su destino les aguardaba.
Cuando se alejaron la Grieta se quedo silenciosa, vacía excepto Magnus y los dragones que le rodeaban, insignificantes en numero comparados con la cantidad que acababa de partir pero todavía numerosos. Sin decir nada, Magnus y el resto de los dragones alzo el vuelo en dirección a Vandrerfan, donde su propia batalla le esperaba. Y cuando volaron Magnus pudo sentir el inmenso poder de su dios entrando en el y fortaleciéndolo, así como a todos los dragones que lo acompañaban, haciéndolos crecer y endureciendo sus cuerpos, garras y escamas, llenando a todos de una ira y rabia tan grande que no podía pertenecer a un mero mortal.
Mientras los dragones se dirigían a la batalla, los otros sirvientes de Yoonel también se preparaban para la guerra. Pues en la Llanura los esqueletos habían aumentado incansablemente durante el paso de los siglos, ocultos de los ojos de los otros dioses tras las dunas blancas del desierto y los muros de la gran Necropolis. Como una sola entidad las decenas de miles de esqueletos se dirigieron a la parte de la Necropolis conocida como el Campo de los Portales, donde grandes portales de hueso se alzaban imperturbables formando un circulo gigantesco.
Ocho eran los portales de la muerte que formaban el circulo, cada uno alto e imponente sobre el suelo de la ciudad. Sus marcos estaban formados de puro hueso, y en su interior una niebla azur impedía ver lo que aguardaba en el otro lado. Era en uno de esos portales por donde fila tras fila de esqueletos desaparecía en sus profundidades, la niebla azur cubriendo a esqueleto tras esqueleto hasta ocultarlos completamente, sin que ni un solo hueso llegara al otro lado.
Así fue como las veintidós Legiones Negras surgieron en el bosque primaveral, sus espadas y hachas destrozando los arboles que habían cubierto el portal cuando la diosa creo el bosque, hace cientos de años, y los dragones esqueleticos alzando el vuelo gracias al poder de Yoonel, la piel de sus alas destruida hace tiempo. A la cabeza de tal ejército marchaba Arkhos abriéndose camino con sus muchos brazos y armas a través de la maleza, su mente llena con imágenes de guerra y muerte.
Por todo el mundo los habitantes de Aldur empezaron a defenderse de los despiadados invasores. En el monte Skraag, la gigantesca nube negra que eran los ejércitos draconianos empezaron a descender sobre las ciudades Tvus, que intentaban defenderse. En la alada ciudad de Vandrerfan los valientes Vandrer montados sobre sus cabalgaduras luchaban sin descanso a Magnus y sus seguidores, que luchaban con una furia divina. En Ovidia, los Har-Ail observaban como los muertos subian por las paredes de piedra sin descanso, sus afilados bordes inutiles para parar su avance, y se preparaban para la inminente batalla.
Y en las Llanuras de las Almas, en lo alto de su palacio, Yoonel observaba y seguía riendo.
Solo fijate que pusiste Aldur y es Albur ;)
Después creo que hay un pequeñísimo error gramatical sin importancia, y un excelente post ;)
Cierto, a veces me confundo con Cronicas de Belgarath y pongo Aldur, que es un dios (que recuerdos me trae esa saga XD)
Pues entonces sin mas demora... EL FIN DEL MUNDO!!!!!!!! (Abur) MUAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!!!
Posteo y luego tiro dados en privado no?
Pueden hacer eso? Pensaba que una vez atacada las ciudades solo se podia cambiar el resultado con Comandar monstruo y con los dioses menores apoyando, no haciendo ejércitos.