- Yo me llamo Jäger.
Seco. Algo tenso quizás.
- No, en realidad ya estamos todos.
Sonríe el anfitrión a la pregunta de Aricia y podéis ver como unos amarillentos colmillos despuntan en sus comisuras.
- Por favor, tomad asiento y bebed lo que os apetezca.
Con una mirada hacía atrás, los esclavos negros vestidos del mismo color aparecen de entre la oscuridad con copas de sangre y se os acercan para quien quiera.
Las auras de los presentes se dibujan como un humo tenue entrecortado en la oscuridad que alumbran las velas.
Todos son muy viejos, lo ves por los tonos pálidos. Las de los duques resultan incluso más pálidas que las auras de tus propios compañeros, pero tanto Mallote como las gemelas también son viejos.
En cuanto a los colores, distingues el lavanda en los duques, un azulado sobre André Mallote, y mientras que una de las gemelas (Frigga) luce un aura verde, la otra (Freya) esta envuelta del color dorado.
Percibes algo, un ruido o un murmullo en otra parte de la casa alejada. Proviene del sótano pero no distingues qué es, no parecen pasos de los criados. Entonces, casi instintivamente hueles en esa dirección y te llega un amargo aroma acre muy fuerte.
Cita:
¿Puedo sacar alguna conclusión a esto? me es familiar?
Nada muy concluyente, es como el olor a cloaca o a basura podrida. No sabes qué es, pero no encaja en una casa ordenada como aparenta ser el salón en el que os encontráis.
Bernini no tenía ni zorra idea respecto a los motivos por los cuales todos habían tenido que ir a esa fiesta de estirados.
No conocía a al tal Mallote y menos aun a sus invitados.
Ya puestos, tampoco a las gemelas pero como estas estaban “mas buenas que comer pollo con las manos”, se convenció a si mismo que debía saber más de ellas.
Se dejo guiar por los pasillos y estancias sin prestar mucha atención al decorado puesto que el arte no era “lo suyo” y cuando finalmente le llego su turno de presentarse hizo lo propio valiéndose para ello de todos sus conocimientos de etiqueta los cuales eran iguales a cero.
No perdió, eso sí, oportunidad de lanzarle miradas a las gemelas e incluso le tiro un beso “volador invisible” a la de cabellos oscuros cuando nadie más le miraba – o eso creía el -.
Acepto gustoso la invitación a sentarse y a beber sin preocuparse en lo mas mínimo del asunto que les había reunido allí puesto que para esto estaban los “cerebros” del grupo y si estos no lograban nada…bueno, eso se vería a su tiempo.
Sav tomo asiento sorprendido al ver que Bernini se sentaba normalmente y no se subia a la mesa. Quizá salgamos vivos pensó para si mientras aceptaba una de las copas del anfitrión. Es un placer atender a vuestra invitación dijó Sav sin saber si había sonado demasiado falso pues sin duda la etiqueta no era lo suyo, tras hacer un gesto con la cabeza en señal de gratitud, tomo un sorbo de la dorada copa sintiendo la vitalidad que solo la sangre puede dar.
Tiene una impresionante mansión, aunque sin duda lo mejor se esconde en el sótano, el comentario del gangrel fue directo intentando de alguna forma coger por sorpresa al anfitrión.
Acepto una de las copas que nos ofrecen saboreando la vitae sin prestarle mucha atención, observando en su lugar a los anfitriones, sobretodo a la gemela Freya con la que me dispongo a entablar conversación cuando Sav interviene señalando algo del sótano.
Suponiendo que no habla por nada concentro mis sentidos para escuchar y oler lo que pueda proceder de ese sótano
uso sentidos agudizados para escuchar y oler lo que venga del sótano
Las dos gemelas no se molestan con las descaradas miradas de Bernini, ni siquiera cuando le lanza el beso a Frigga, ésta no se preocupa lo más mínimo y sigue observando la conversación de los demás con esa mirada un poco ida, como si sus pensamientos estuvieran en otro plano.
Luego Mallote arruga la frente ante el elogio del gangrel.
- Gracias, ¿Por qué lo decís?
La gemela de pelo claro, Freya, ensancha una sonrisa sin motivo aparente.
podéis añadiros +2 de sangre cada uno.
Cuando utilizas tus sentidos agudizados, en seguida percibes un amargo olor acre muy fuerte, proveniente de abajo; entiendes que se debe tratar del sótano.
Cuando estas contemplando los atributos de las niñas gemelas, de repente notas algo raro. Por un momento te parece ver un atisbo de vapor o humo arremolinándose sobre una de ellas. Te frotas los ojos para asegurarte que la visión no te está jugando ninguna mala pasada y cuando vuelves a enfocar todo vuelve a la normalidad.
Motivo: percepción
Dificultad: 6
Tirada (3 dados): 1, 4, 5
Éxitos: -1 Pifia
Vuelvo a oler en la dirección del sotano e intento concentrarme para ver si descubro algo más
Utilizo sentidos agudizados para oler y oir, dejo una tirada de percepción por si hiciera falta
Ese olor a acre se podría confundir con el de algún tipo de animal, pero realmente no sabes si lo que pasa es que se está mezclando el aroma de la sangre que bebéis o si realmente hay algo allí abajo. No terminas de discernirlo con claridad.
Sav cierra los ojos ligeramente concentrandose en el olor del sotano, no acaba de distinguir a que es debido pero sin duda es un olor caracteristico que no le resulta desconocido.
Puedo detectar un fuerte olor que viene del sótano, sin duda no es perfume...
dice Sav mientras mira a las señoritas presentes
¿Que guardáis abajo?
- Debe haber algunas provisiones pasadas en la despensa.
Responde Mallote con despreocupación.
- A veces también recibo invitados humanos
- ¿Es la primera vez que visitáis Londres?
Pregunta en un italiano con marcado acento británico mientras toma asiento junto a su esposo
Mallote y los duques toman asiento en los exquisitos sillones de terciopelo, mientras que las gemelas se apoyan en alguno de los muebles o se pasean distraídas contemplando los cuadros y escuchando todo de reojo.
Sav mostró una media sonrisa ante la respuesta de Mallote la cual no le resulto nada convincente, sin duda algo raro se ocultaba en el sótano y no parecía comida podrida...
Por mi parte es la primera vez que estoy en la ciudad, es más grande y oscura de lo que esperaba la verdad pero sin duda parece un buen lugar para establecerse. ¿Que tal es el principe?
Los ojos de Bernini se abrieron grandes como huevos de avestruz al ver “aquello” y fue debido a la enorme sorpresa que a continuación, sintiendo aquel hormigueo de curiosidad tan característica ahora en el, se levanto del sitio en el cual se había sentado y moviéndose hacia una de las muchachas, se alejo de los demás sin prestarles mucha atención.
Camino un poco, con la vista fija en la niña y sonriéndole ampliamente con una expresión rara en la cara y al llegar a su lado la miro un rato y a continuación, sus ojos se fijaron en la nada misma, donde antes le había parecido ver “esa cosa”.
Quiso ser sutil al preguntar, pero Bernini tenía tanto de sutil como de arquitecto y por lo tanto, la volvió a embarrar como era su costumbre.
Moviendo los dedos de las manos de arriba para abajo y formando alguna invisible figura en el aire cerca del rostro de la muchacha le dijo sin mucha diplomacia:
Oye, chica linda, ¿qué es ese “bruuuuuruuuubruuu”?, indico formando, a su modo, la imagen de aquello que le había parecido ver recién, vamos, dime anda, ¿si? concluyo.