Partida Rol por web

Cruce de Historias

Toma 1.2: Fulano de Tal

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24/09/2007, 12:05
Director

Este es tu guión para la historia de Cine Negro:
1.- El diamante de la marquesa ha sido robado, el detective debe encontrar al ladrón.
2.- El detective que sigue el caso se obsesiona con la muerta.
3.- Un testigo afirma que vio a la victima discutiendo fuertemente con otra persona
4.- Investigan a un traficante
5.- La marquesa confiesa: nunca hubo robo. La presencia del detective era únicamente para distraer a los invitados, aburridos ya de otros pasatiempos. La marquesa le muestra el diamante.
6.- El cuerpo estaba en el maletero del coche

Notas de juego

Pues en tu guión se mezclan los robos y los asesinatos. Apañatelas... ^_^!

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07/10/2007, 12:23
Fulano de Tal

Cita:

1.- El diamante de la marquesa ha sido robado, el detective debe encontrar al ladrón.

Una noche extraña, de lluvia, sin luna y con un sofocante clima a decadencia. Eso siento de camino a la mansión de la marquesa dentro de mi destartalada ranchera. Un momento idóneo para recordar tiempos mejores. Apenas me quedan unos días para jubilarme y todavía me veo haciendo patochadas cada noche, como si no tuviera ya suficientes canas y los huesos tan astillados.

Hoy toca investigar un extraño acontecimiento acontecido durante una de las pomposas veladas de la Señorita Paubliere, a la que todos conocen como “La Marquesa”, título que ostenta como si hoy día eso le importase a alguien. En fin, me han llamado a la oficina con un extraño cuento de robo y desaparición. Al parecer durante la velada notaron la ausencia de una de las piezas más preciadas de la colección la Marquesa, “La gota argéntea”, un carísimo rubí, que con otros diamantes de todo tipo solía exponer alegremente ante sus invitados en se tipo de encuentros. No pasó mucho tiempo después de eso cuando también advirtieron que Griselle, la hija menor de los Paubliere, también había desaparecido. Nadie daba nada por sentado, pero sin embargo todo el mundo sabía insinuar…

Apenas tardé en personarme en la mansión, que ya se encontraba completamente rodeada de coches de policía y curiosos periodistas. Un agente me dio paso y aparqué cerca de la entrada principal, donde rápidamente llegó a mi encuentro el Sargento Wayne, que antes siquiera de dejarme bajar del coche ya estaba contándome los pormenores del robo.

-Hola Jhon. Menos mal que has llegado. Parece ser que esto se complica, no se trata de un simple caso de robo…-

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07/10/2007, 12:32
Fulano de Tal

Cita:

2.- El detective que sigue el caso se obsesiona con la muerta.

Según me contó Wayne, acaban de descartar a la chica como la ladrona por que habían encontrado, nada más llegar a la mansión, restos de sangre salpicados por toda la habitación de Griselle, que además mostraba un desorden típico de un forcejeo, a pesar de que el cuerpo todavía no había aparecido. En ese momento comprendí por que había tantos uniformados con linternas por el jardín.

Entramos a la mansión y ya desde el recibidor pude obtener una primera idea de la situación. Había decenas de invitados en el salón, aguardando para que les tomaran declaración mientras varios agentes ponían todo patas arriba. La Marquesa no parecía muy tranquila…

-Buenas noches, señorita Paubliere.– Nos acercamos a la mujer, que esteba echa un manojo de nervios- Le presento al detective Jhon Donelly, que se encargará del caso.-

La mujer, madura, pero todavía atractiva, se mostraba en uno de sus momentos más bajos, fuera de sí y profundamente desconcertada, mirando hacía todas direcciones y sintiéndose amenazada por cualquier pregunta que se le hiciese. Eso si, su vestido era precioso. Decidí que por el momento no podría sernos de utilidad.

- Detective, quizás quiera ver esto… - Me llamó desde la escaleras el Sargento, que traía en su mano un portarretratos de la presunta victima. Era una bonita foto tomada en blanco y negro tomada en una barca en el centro de un precioso lago. Todo muy ideal, pero lo que me cautivó en ese instante fue la poderosa belleza juvenil de la chiquilla, que apenas sumaría veintipocos; tenía un rubio natural que descendía sobre sus mejillas rosadas en graciosos bucles, enmarcando una mirada de ojos marrones que no habían perdido el brillo de la inocencia y que hacía todavía más dulce si cabe su marmórea sonrisa. Casi no atino a recordar por qué me sobrevino aquel episodio de sensibilidad.

-¿John? ¿Te encuentras bien?-

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07/10/2007, 12:33
Fulano de Tal

Cita:

3.- Un testigo afirma que vio a la victima discutiendo fuertemente con otra persona

Nos dirigimos al dormitorio de la chica, ahora convertido en escenario del crimen, y decorado para la ocasión. Varios surcos de sangre salpicada ornamentaban la pared y un gran charco carmín teñía la moqueta, mientras cristales rotos y agentes de policía se encargaban de hacer aparentar a la estancia un campo de batalla. Todo apuntaba a un forcejeo que acabó con la muerte de la pobre chica, una verdadera lástima.

-Detective, venga aquí. Le interesará conocer a Augustus Johanson, el prometido de la chica.- Ya había oído hablar de aquel joven, apuesto, arrogante y apestosamente rico. Uno de esos niños de papa que desde muy temprano aprenden a no permitir un no por respuesta. Me hace gracia, ahora no parecía más que un crio asustado.

Al tomarle declaración me enteré de que esa misma noche durante la cena había hecho pública su intención de casarse, apenas unos meses después. Todo el mundo estaba muy ilusionado con el feliz matrimonio, ambos eran tan ideales que no podía ser de otra puñetera manera… Ahora el pobre se había derrumbado completamente; lloraba como una mujer y tartamudeaba nerviosamente… Que triste estampa.

-El ama de llaves afirma que vio a la chica discutiendo con uno de los invitados, momentos antes del revuelo, y parece que la cosa era seria.– Bien, el testimonio del chico coincidía con el de la sirvienta. Se trataba de Paolo Sardoni, un adinerado Magnate Italiano ya e su madurez. La sorpresa nos la llevamos cuando pedimos una comprobación de la ficha policial de aquel sujeto. Tenía varios antecedentes por extorsión y trafico de armas, y no a pequeña escala, incluso tenía pendiente un proceso por vinculaciones con el Hampa. Era el sospechoso ideal, y sabía que con relleno el pavo no pasaba de esta noche… Nos dirigimos a interrogarle.

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07/10/2007, 12:38
Fulano de Tal

Cita:

4.- Investigan a un traficante.

Que asco de tipo. Representante mismo de la arrogancia, la soberbia hecha persona, la prepotencia de esmoquin en blanco impoluto: sentado graciosamente en el sofá de la sala de estar respondió correctamente a todas las preguntas que le hicimos, sin hacer nada por aplacar nuestras ansias de degollarle. Argüía que tras la discusión había vuelto sin más contratiempos al envite, donde todos pudieron verle y disfrutar de sus graciosas anécdotas con acento europeo.

Por muchas ganas que tuviésemos de meterle ente rejas el bellaco conocía demasiado bien su papel, y por ahora no teníamos nada contra él, más que una sospecha razonable, pero imposible de demostrar. ¿Para que querría un tipo como aquel un diamante así? ¿Qué pintaba la chica en todo esto?

-Bien, Señor Sardoni, puede retirarse, pero no abandone la mansión todavía.- Le dijo el Sargento Wayne al Italiano, que se levanto elegantemente y se fue dejando un estela de colonia carísima. -¿Qué podemos hacer, John?-

La pregunta me dejó sumido en la incertidumbre, y caí ensimismado en una febril reflexión, quizás espoleado por las ansias de atrapar al vil asesino de la pobre chica, aunque por poco tiempo. Un ruinosa y llorona Marquesa Paubliere irrumpió en la estancia suplicando hablar conmigo.

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07/10/2007, 12:39
Fulano de Tal

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5.- La marquesa confiesa: nunca hubo robo. La presencia del detective era únicamente para distraer a los invitados, aburridos ya de otros pasatiempos. La marquesa le muestra el diamante.

La cosa cada vez se complicaba más y ¡joder! Que me aspen si tenía puñetera idea de que iba todo aquello. Resultaba que la Pomposa Marquesa acaba de confesarme que tal robo nunca existió, y que fue solo un falaz entretenimiento para sus invitados, cansados ya de las corrientes veladas nocturnas. La impresión del primer momento le impidió por miedo confesarlo, ya que temía haber sido la culpable de la muerte de su hija de manera indirecta. Cuando se repuso y pudo razonar fríamente acudió a mí…

Señalando hacia la pared del fondo de la misma sala de estar donde nos encontramos nos indicó donde había escondido La Gota Argéntea. Nos costó un segundo diferenciarlo, solo había una enorme estantería con mohosos tomos y una exótica pecera, pero pronto llamo mi atención un pequeño buzo burbujeante dentro de la misma, y a la vista de todos. Bajo el brazo, colgando de la mano por una cadena de oro, el buzo tenía la dichosa joya, burlándose de todo el cuerpo de policía, que aún bajo sus narices, fue incapaz de encontrarlo.

Pero aquello era lo de menos. Acabábamos de perder el móvil de crimen, lo que significaba además que habíamos olisqueado en la dirección equivocada. Nuestras preguntas no apuntaban hacia donde debían, lo que me llevó a pensar que la chica no era tan inocente como pensé en un momento. Llamé a Wayne y le susurré unas instrucciones al oído, no quería que nadie se enterase. Eran solo simples divagaciones. Él salió corriendo y yo me dirigí al salón, donde todos los invitados esperaban al desenlace.

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07/10/2007, 12:41
Fulano de Tal

Cita:

6.- El cuerpo estaba en el maletero del coche

Todas aquellas personalidades me observan atentos. Algunos indignados, otros afectados, pero ninguno indiferente. Banqueros, actores, modelos, modistos… Una selecta muestra de la nueva “alta sociedad”. Y se encontraban a la espera de mis palabras, en el centro de atención, de todas las miradas. Pero no hablé, me mantuve en silencio en medio de la sala hasta el momento oportuno.

Ese momento fue el regreso del Sargento, que corriendo había atravesado toda la parcela de la mansión y el recibidor, y jadeante entraba en el Salón.

-Tenía razón Detective. La pobre chica esta muerta en un maletero.- Un gran revuelo se formo en la sala ante aquellas palabras, pero yo, seguí impertérrito. –En el coche de su prometido… Augustus Johanson.-

Le faltó tiempo al joven para ponerse en pie y proclamar su inocencia. Una trampa, decía, le habían tendido una trampa, y se afanaba en explicar con enrevesado razonamientos el por qué y el cómo… Todo eso a mi todavía me da igual. Estaba más interesado en lo que venía a continuación…

-Señores, dejen de preguntarme. Creemos saber el por qué. Sospechamos que la Señorita Paubliere tenía una aventura con Paolo Sardoni.- La noticia calló como una bomba en la sala. Todos exclamaron sorprendidos.

Esta vez fue el italiano el que reaccionó de inmediato para demostrar su inocencia. Decía que no podamos demostrarlo, que eso era calumniar su imagen y no sé cuantas paparruchadas más. Pronto prometido y amante de enzarzaron en cruce de acusaciones.

-Silencio los dos. Tenemos pruebas que respaldan nuestra tesis.- Dijo el Sargento, que de reojo esperaba a que le diese el visto bueno para continuar. Lo hize con un leve asentimiento. –Paolo, para estar tan seguro de que no podemos demostrar nada, ha cometido un error muy básico…-Y dicho esto sacó de una bolsa para pruebas unas delicadas braguitas rosas que la Marquesa reconoció inmediatamente desfalleciéndose. No hay duda de que pertenecían a la víctima. –Se encontraban debajo del asiento del conductor de su coche… Y Agustus lo descubrió… ¿Verdad, señor Johanson?-

La reacción no se hizo de esperar. El joven se derrumbo lloroso de nuevo, reconociendo su culpa, su ira al descubrir su idilio con el italiano, que ahora se encontraba estupefacto. No quería matarla, pero eso dicen todos y la cosa es que está muerta… Aquella noche resolvimos el caso gracias a nuestro olfato y todo salió bien. Pero créanme, noches como aquella no la echaré de menos cuando me jubile…

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20/10/2007, 05:53
Director

La historia esta muy bien llevada, y eso es complicado con estos guiones. Solo que tal vez deberías haber proporcionado más pistas a lo largo del relato para evitar que el final fuese, quizás a mi gusto, sorprendente o poco previsible.

Cargando editor
23/10/2007, 22:46
Al

Ha sido una historia de asesinato a la antigua usanza: muerte en la mansión, detective un poco fuera de lugar, sospechosos que siguen en la escena del crimen...Y no adiviné fue quién era el asesino.