Partida Rol por web

Larry apenas había escuchado la historia que se estaba contando allí. Solo tenía interés en recoger aquellos pepinillos que por una u otra razón no hubiesen tocado el suelo. A decir verdad, eran bastantes los que estaban encima de alguna servilleta sucia, algún trozo de plato roto o sobre algún otro pepinillo. Cuando ya tenía una buena cantidad de esos adorables gusanitos verdes se acercó por detrás a Aurora, tomó un taburete y le tocó el hombro.

- Oh Aurora, he recogido todos estos manjares para ti. Sé que no hay nada que te guste más. Y sé que también estás buscando a un lindo héroe que te acompañe en tus proezas. Yo no tengo problema en servirte, puedo llamar a cualquiera de mis elfos para que te ayuden a buscar esa espada perdida. De verdad, si tú quieres yo puedo estar a tu lado. Entonces una extraña mirada se le quedó mirando a Harris y tras escuchar alguna de sus palabras le dijo a la mujer: ¿Por qué tiene ese tono tan horroroso, no hay quien entienda nada de sus palabras, y mira que son muchas? ¿Se sabe algo de quien fue el ladrón de la espada o será el brujo de cara de serpiente como siempre?

Harris se quedo meditando durante un lapso de tiempo que lejos de ser pequeño logro aburrir bastante a su público, quienes hasta llegaron a pensar que el mago de piedra había vuelto a convertirse en un trozo de viejo muro. Sin embargo cuando ya todos estaban analizando la posibilidad de dejar allí sus expectativas de averiguar algo del misterioso revuelo, Dospar se aclaro la garganta para comenzar a hablar nuevamente, lo cual no era nada alentador tampoco.

- Ahh, si… el sombedo, los ladrones. Parecia ser gente mala, quien más podría querer siquiera pensar en hacerle daño al poderoso sombrero, el sombrero del gran Melingdo, el único, el poderoso, el… eel… eeh, Melingo por supuesto.

Al ver las intenciones de Romitelli de dejarlo allí hablando con los restos de pepinillos y de otros tantos magos que se habían acercado hacia el de convertirlo en arenilla sanitaria de felinos empleo todo su poder de conversación en recordar de que estaba hablando.

- Ajá! Ya recordé, Eudeka! Salapin salapon, que salga el tibudón. ¿No eda así, no?... como les decía, un grupete de magos, el mismo grupo de delincuentes que destrozo mi piedna. Miden como la han dejado, ahoda tendré que rogarle al albañil de la universidad que la ponga nuevamente en su lugad, ¿y saben ustededs lo difícil que eds ello? Con tantos trabajos pod haced en este viejo edificio, los tudnos son casi imposibles de conseguid. Lo que me recuedda aquella vez en que intente conseguid un tudno en el dentista… dos años y medio comiendo papilla hasta que al muy condenado se le ocuddió atendedme, saben lo que es eso, dos años… Algo me dice que no es eso de lo que estábamods hablando, veddad… ahh, si mi piedna.. no, noo, el sombredo, si, el sombredo dobado… Saben, eso me recuedda a aquella vez – la ferocidad los gestos de aquellos que no habían decidido echarse una siesta le hizo cambiar de idea – ¡Oye tu, podque no le sidves un café a este viejo mago!

- ehh, Link, Link Link Link Link Link kink kinkk kiiink tenemos un cliente, un clienteeee. Rápido, rápido, rápido, rápido… ¡Coreeee! Apresura tus apestosas patas antes que se vaya, vamos Liiiiink ahora ahora ahora, un pocillo, dos pociillos tres pocillos para los soquetes con varita, juuuuuaa jajaja, soquetes con varita, has escuchado Link, Link, soquetes con varita.

… ¿En que estábamos? Ha, si los delincuentes. Como leds decía, pasadon por el pasillo que da al ala dextro donde estábamos entablando una discusión con Don Nhargo sobred el destilado de jugo de melocotones para la drealización del ritual de ethi’l boracherum. El pobre Nhargo se llevo la peod padte al resaltar el hecho de que llevaban una voluminosa maza de construcción en sus manos.

Luego de aquello no pude ved mucho más, en mi caso quede viendo el techo del oscuro y húmedo pasillo. ¿Se han dado cuenta la cantidad de manchas de humedad que hay en ese sector?, si ustedes supiedan lo bella que eda esa zona cuando yo eda joven, reluciente por doquied, con el tenue brillo octariano saltando de las pintudas… ahhh, que tiempos aquellos…

Como les decía, se fuedon para la bóveda, pedo no puede ved mucho más. ¿Saben lo difícil que es incorpodarse nuevamente cuando uno tiene los tendomusculos endudecidos como silicio cocido? ¿No lo saben?, pues no se los recomiendo.

Pedo logre escuchad que se dirigían hacia la habitación, de Medlindgo, aquella que el adchimago ha odenado que se sellada a toda persona de la universidad y que solo sedía abiedta el crepúsculo del centésimo año del carnedo, pada que sea examinado su contenido…

Todo esto me recuerda al vigésima celebración del carnedo a la que asistí, es una histodia muy intedesante, en la que podrán apended como cocinad un conejo al jerez, como reparar su túnica con tan solo hilo de colod vede y si prestan mucha atención algún que otro conjuro de utilidad domestica. La quieden escuchar, estaría encantado en poded contárselas, ¿saben?... todo empezó…

Cafe!!! aguien pidio un cafe, y si se estaban durmiendo todos con el viejo de piedra hablando....el mismo Link se estaa quedando dormido despues de haber ofrecido el cafe, pero sus cafesasos fueron detenidos por Oz, su carro de cafe, quien empezo a los gritos cuando alguien lo solicito.

-: Ya! callate, que no soy sordo...

se acerco al grupo y comenzo a repartir cafes a los presentes.

-: uno para usted, otro para usted...

Hasta llegar al esqueletico amigo.

-: Usted va a tomar cafe o solo aire fresco....

Termina con el resto y vuelve al huesudo.

-: y bien...

Mientras por ser el ultimo le entrega la cuenta en la cual se detalla la cantidad de cafes y un pocisillo de "aire fresco".

Oyee Link, link klink cling glink, vago desquiciado, menos mal que me tienes a mi Link Link clink innk ink, porque si no nos hubiésemos perdido de estos jugosos clientes, bah, este viejo de piedra no parece tan jugoso. No Liiiiiiiiiink kiinnnk, yo diría que está bastante seco y duro, mejor que tenga dinero para nosoootross, ¿lo tieeenesss viejo, lo tienes?

Liiinnnk linkkk liiinkkk, no me sirves otro café, que no alcanzo los estantes inferiores, vamosss klink kiiiink, otro otro otro. Un café se balanceaba sobre la asa de un pocillo, dos cafés se balanceaban sobre la asa de un pocillo…

Mientras el cafetero se encontraba parado frente al huesudo esperando que este le pagara por los cafes y el "aire fresco", el exaltado carrito de cafe no paraba de realizar adjetivos sobre la clientela, por lo que Link decidio  tomar cartas en el asunto.

- Con su permiso Señor....Huesos, mientras prepara mi paga vere al carro.

Se dio media vuelta y se coloco de lado para no perder de vista a las personas que estaban bebiendo o habían aceptado el cafe.

- Ozzzzzzzzzzzzzz.........!!!!!! estupido carro, puedes callarte un poco, espantaras a la clientela. Ya te dije que en la universidad debías quedarte cayado, que a estas personas no les agradan los carros parlanchines!!!

pero como sabe cual era el temperamento del carro y sabia como solucinnarlo, se coloco detrás, tomando un vaso, lo lleno con cafe y luego tomo un paquete del cual saco dos pastillas y las disolvio en dicho cafe.

Luego de prepararlo se acerco por delatne y le dio el cafe al carro.

- Con eso tienes para un rato -giro y miro de nuevo hacia los magos- bien, ya tiene el dinero?

Pregunta al hombre de la tunica negra.

Aurora ya había conseguido su caballero de barata ropa brillante armadura y yo trataba de no reirme para evitar que ella se empezara a molestar de nuevo. Iba a decirle algo cuando la estatua empezó a hablar de nuevo cuando empecé a quedarm dormidoooo...

(Lo que le sucedió a nuestro amigo, Billy, fue que cayó en un aburrimiento tan grande que se quedó dormido y empezó a soñar con modelos de carne y hueso... algunas de pura carne, otras de puro hueso.  Empezó tambien a imaginarse las mil posibilidades que pueden haber en el universo de que haya vida sobre alguno de esos planetas que vuelan sobre los 4 elefantes que vuelan sobre la tortuga marina; si eramos tantas especies en esta tierra plana... ¿como no podrían haber mas especies en otros sitios?. Por un momento Recordé cuando era un ser vivo y volví a sentir la piel pegada a mis huesos; una sensación increiblemente familiar y a la vez tan diferente que por momentos llegaba a ser desagradable... Sí, creo que eso en el salón de Herbolaria no era Estragon ni debia haberlo fumado...)

Cuando desperté, recostado sobre la hoz y algo mareado, vi a un hombrecillo frente a mí ofreciéndome café. Lo miré a los ojos y seriamente le dije - ¿Tengo cara de querer café? como que mejor guárdalo guapo que ahorita quiero algo mas de ese cardamomo" de hace rato... - me limpié la boca - mmm... aunque tengo hambre - Quedé con la imagen de mi humanidad en la cabeza. A veces soñaba esas cosas pues supongo que a veces añoro poder sentir como antes, pero por lo general se pierde en el vacio de mi cabeza. tal vez en un rato desaparezca.

Y pensar que ya me estoy acostumbrando a esta condición... Con lo divertido que se hace lanzar mi dedo en las jarras de té y luego buscarlos cuando todos huyen despavoridos...

- Uhm... interesante... sí, muy interesante...

El café que le habían colocado entre las manos mientras comenzaba a dormitar y que se tomó sin apenas ser consciente de que lo hacía, le había despejado de tal manera que ahora incluso se le podían ver los ojos abiertos bajo el sombrero.

- Entonces, no hay más que hablar. Es nuestro deber dirigirnos hacia la bóveda, a la habitación de ese tal Galindo, antes de que esos malvados de la tintorería consigan su objetivo de planchar el sombrero, ¿no les parece? -preguntó mientras se levantaba al variopinto grupo que se había reunido alrededor de la estatua- ¡Ah! y de paso, otro cafelito no me sentaría mal... -le sugirió al hombre del carrito, o al propio carrito si fuese necesario.

Sin hacer esperar al cliente, Link sirvio un nuevo cafe y se lo entrego al mago de larga barba, tras lo cual retiro la cuenta de las manos del huesodo, el cual parecia estar en otro mundo en aquel momento, anoto algo en el papel con su lapicera, la cual saco del bolsillo de la camisa y entre este papel al ultimo mago que pidio un cafe.

- Aquí tiene su cuenta señor...

En el papel se detalla los cafe tomados y en particular un item "aire fresco".

-Ehhhh, hola Larry- Aurora no sabía donde meterse. No había podido esquivar a Clotter después de todo y para colmo, el muchacho había estado escuchando su conversación con Billy y quería convertirse en "su" héroe. Desesperada, miró al huesudo para que le tirara un cable, pero este se hallaba muy ensimismado... si no fuera porque los esqueletos no pueden dormir (porque no duermen, verdad?) ella habría jurado que en ese momento, su amigo andaba transitando por el mundo de los sueños. -No, gracias, no más pepinillos por hoy... no quiero perder la figura y... shhh, escuchemos al mago de piedra que está contando una historia super interesante- la chica se hizo la que prestaba atención, más por sacarse de encima a Larry que porque lo que dijera el mago la trajera con cuidado.

Mientras miraba disimuladamente por el rabillo del ojo a ver si Larry continuaba allí, se encontró con un vasito descartable de café en las manos. -Eh? AH!!! QUEMA!!!- todos saben que los vasitos descartables son muy malos aislantes térmicos, así que faltó muy poco para que la chica lo soltara y quemara al cafetero Link.

-Eh, gracias Link, pero no traigo dinero... ¿no sabés donde hay un cajero a mano? Banelco si es posible, o la MagicCard me cobrará la transferencia de dinero.- sin esperar respuesta bebió un sorbo. Estaba muy bueno.

-Creo que el respetable mago... uhmmm... como es que se llama usted?- le dijo a Ramirus -tiene razón... aquí ya se ha dicho todo, vayamos a buscar el sombrero de ese Melindo y sigamos con nuestras cosas, que es viernes y hoy quiero salir a tomar unas cervezas.

Romitelli escuchó atenta pero a la vez aburridamente el relato de la estatua, pero habían cosas que no cerraban. Sin embargo le lanzó un par de pepinillos para que cace en el aire. No habían sido de graaan resultado, pero al menos había obtenido información más precisa.

_Pedo entonces...-comenzó, hasta que se dio cuenta de que se le había pegado la forma de hablar de Harris-. ¿Pero entonces -continuó luego de aclararse la voz- cómo sabes que se robaron el sombrero, si ni siquiera habían llegado a la habitación de Merlingo cuando te los encontraste? Esa bóveda debe estar sellada por poderosos hechizos, no creo que con una simple maza pueda abrirse, sobre todo teniendo en cuenta que aún no hemos llegado al centésimo año del carnero. Harris, lamento tener que hacer esto, pero tu relato es muy sospechoso. ¡Guardias! ¡A él!

Luego de dar la orden para que lo apresaran, el viejo hechicero se dio la vuelta, y luego de comerse un último pepinillo a modo de despedida, se encaminó en dirección al pasillo que da al ala dextro, para hablar con Nhargo.

Dospar quiso agregar algo más… explicar todo aquello que Romitelli preguntaba, pero la voz de alarma hizo surgir de insólitos confines a los agentes de seguridad de la Universidad. Quienes con sus garras peludas y sus colas llenas de dientes de acero inmovilizaron al endurecido mago, sin permitirle decir mucho más que unas pequeñas palabras.

- Pedo, pedo yo no he hecho nada malo… algún día apendedán a escuchad a sus mayodes.

Los cientos de pequeños monos del servicio de vigilancia se llevaron a cuestas a la estatua a través de una pequeña puerta al extremo del comedor, que extrañamente, nunca antes habían visto. Sorprendente, ¿verdad?. Eso explicaba como aquellos diabólicos seres siempre tenían algo para masticar ¿Mahus los estaría sobornando con algún oscuro propósito? O simplemente les estaban robando sus alimentos… Un misterio que quedara sin resolver, al fin de cuenta, ya bastante tenemos con el sombrero desaparecido.

Todos se encontraron aliviados de no tener escuchar más la penetrante vos del viejo Dospar con sus divagantes historias. Se observaron unos a otros, dándose cuenta lo extraño de aquel grupo que se había reunido en el comedor, la mayoría de los allí presentes se había sentido ajeno a involucrarse en la locura producida por la desaparición del sombrero de Merlingo, sin embargo tras los relatos del mago de piedra se encontraban en medio del todo el lío, partiendo hacia los aposentos del poderoso mago.

- Lhhiinnkk -  la vos del cacharro cafetero ya no contaba con aquel sonido chillón y enfermizo que había torturado los oídos de su dueño, sino que sonó mucho más lenta, se detenía en el tiempo, transitaba una y otra vez el mismo callejón y finalmente se detenía a orinar en un rincón antes de continuar. – Lhiiiink, saaaaaaaabbeeess queeeee esteeeee caaaaaaafffffeeee nooooohhh esss muuuyyyy buuuuuuuuuuuuuuuuuueeeeee…nnnnoooooooo.

Ozz dejo que sus ojos fueran absorbidos por el oscuro manto del sueño dejando que su amo lo condujera hacia donde iban, mientras el emprendía un viaje por el mundo de los sueños junto a su amada Clota, la carretilla de la lavandería.

Larry observó con los ojos bien abiertos como Aurora le mandaba callar para poder escuchar al pesado de Jarrís. Nada de lo que había dicho hasta el momento le había sido de gran ayuda, pues Larry ya sabía quien era el verdadero autor de los hechos. Cuando se dio cuenta se encontraba con una taza en las manos y debido al calor Larry pegaba un gritito y la taza le saltaba de las manos como si tuviese vida propia, entonces gritó unas palabras inintelegibles y la taza de café se cayó encima del bestido de Aurora.

Larry no sabía donde meterse y solo se le ocurrió acercar sus grandes manos, sobre el vestido y empezar a limpiarlo. El resultado era cada vez peor y la mancha no hacía más que extenderse.

Larry miró a los ojos a Aurora y al esqueleto que la acompañaba, menos mal que se estaba quedando dormido...

Bueno... dijo rascandose la cabeza... cualquier héroe siempre tiene un fallo no? mi querida señorita. Y poniendo su más gran cara de bueno sacó un pepinillo de su bolsillo, le quitó una mota de polvo y ofreciéndoselo a Aurora, dijo:

¿Otro pepinillo?   :D Terminó con una gran sonrisa, los ojos bien abiertos, la cabeza mirando hacia arriba, hacia la mujer y el brazo extendido ofreciendo el canapé.

Ramirus tomó el papel que Link le había brindado, lo examinó superficialmente y lo guardó entre las páginas de su libro.

- Gracias, joven -le dijo, sin darle mayor importancia al contenido de aquel papel.

Después sopló dentro de la taza de su humeante nuevo café y se descubrió el sombrero y se atusó el bigote de una forma arcaicamente coqueta cuando Aurora se interesó por su nombre.

- Ramirus, señorita, a su servicio siempre. -Después borró la ridícula sonrisa que se le había dibujado en la cara y se terminó el café, mientras contemplaba como se llevaban al bueno de Dospar. Tomó un canapé que quedaba sobre la mesa y se fue, con los demás, en busca del dichoso sombrero.

-Ahhhhhh!- el café estaba realmente caliente y que le volcaran uno encima, a Aurora no le hizo la menor gracia. Para colmo, venía de las manos de Larry, un Larry que además de no saber sostener un vasito de café caliente, tampoco sabía dejar las manos quietas y que ahora mismo estaba pasándolas por encima de su quemado cuerpo para "limpiar".

-Ya, ¡quítate de aquí! No hay nada que hacer ahora... más tarde llevaré la túnica a la tintorería... ahora solo... déjame- con un tono de fastidio la chica despidió al mago y se giró, ignorando el ofrecimiento de otro bocadillo. Ya bastante le había dado Clotter por hoy.

-Yo me voy tras el sombrero, ahí se ven panda- malhumorada encabezó la marcha hacia las habitaciones de Merlingo y sus tesoros.

mmm... - Mientras se me pasaba el efecto del "jengibre", terminaba de escuchar los cuentos de cada uno y empezaba a tener unas ganas de volver a mi madriguera. Tenía la hoz en mis manos mientras me pasaba el rato tratando e no aburrirme con las conversaciones y ahora teniamos que movernos al parecer.¿Ese sombrero valdrá tanto como nos hacen creero? Suponiendo que lo hayan robado no tengo ni idea de como lo van a volver a traer...

No importa. En el momento en que Larry le echó el café encima a Aurora solo me reí pues esta chica parecía estar en el fastidio mas grande de su vida - JAJAJAJAJAJAJAJA - me tapé la boca para que ella no me escuchara reir tan fuerte; es que con lo facil de molestar que es no le importaría morir estornudando con tal de fastidiarme el día.

Cuadno Aurora se alejó monté la hoz en mi hombro y caminé hacia ella - ¿Quieres ir a ver si conseguimos algo en donde robaron el sombrero? tal vez podamos colarnos por alguna ventanilla - Aurora me miraba con algo de odio... yo solo me reia con ella - anda... luego yo te hago algun conjuro para quitarte el café de la túnica y si mancha mucho hasta la túnica quitamos...

-Nada de conjuros sobre mí- respondió Aurora aun con un dejo de fastidio en la voz -¿acaso quieres matarme?- ya su amigo debía saber el efecto que la magia tenía sobre ella, bastante malo era haberse quemado con el café y que Larry le metiera mano como para encima, sumarle una afixia por alergia mágica. -¡¡¡Y no sueñes que me quitaré la túnica delante tuyo!!!- en otro momento, se hubiera tomado la chanza con humor... pero una chica quemada no es una chica muy alegre que digamos.

-Dale, vamos a ver que tanto misterio con el sombrero ese. Seguro que hay algunas chucherías que podemos llevarnos de recuerdo en ese lugar, tener algo del mago Merlindo nos haría muy populares! Vamos, antes de que Larry vuelva a acercarse.

Link no podia creerlo, se estaban marchando, todos aquellos magos y ninguno le había pagado los cafes, parado junto a Oz, tomo a este por detrás y comenzo a caminar detrás de la troupe de magos.

- Oígan!!!!alguno va a  tener que pagar los cafes....no se hagan los zotas conmigo....

Mientras caminaba en un papel, iba anotando los nombres de los magos y las deudas que habían adquirido con él. Niguna de las palabras que decian se les escapaba y pareciaque saquearian al tal Merlingo, un mago famoso, por lo cual, cualquier cosa que obtuviera de ese mago le representaria una gran ganancia.