Partida Rol por web

Sin entender bien que le pasaba al cafetero, primero gritaba desaforado y nos trataba de tacaños, luego tiraba besos al viento. Esta aventurilla del sombrero ha vuelto loco a ese muchacho.

Creo que erez injuzto de tratarme de niño alzado, zeré un niño pero el alzado aquí erez tú. Al menoz no ando cachondeándome con la nada mizma.... Yo zólo ze apreziar una bella mujer.... 

Dirigiéndome a Shandel la miro a los ojos y le tiendo mi mano, mientras me arrodillo en el suelo

Dizculpe zeñorita, ez evidente que mi compañero ezta un poco nerviozo... Creo que zi juntamoz entre todoz podremoz cubrir la tarifa de la zeñorita. Es clariiiiiiizimo que zabe de todo, y de nueztra mizión va a darnoz mucha informazión... cuanto tienen uztedes por allí?  

Aurora iba a preguntar aún más sobre su futuro ya que no le había quedado claro si no iba a peinar canas porque moriría joven, porque quedaría pelada o porque cuando ella fuera anciana se habría inventado una tintura permanente como la permanencia de la depilación laser, cuando el cafetero totalmente desquiciado se puso a vociferar contra ellos.

-Pe.. pero... ¿¿¿qué se ha creído este tipo??? ¡¡¡Si yo le dije que no quería café porque no tenía dinero y me lo enchufó igual!!! Ahora no se lo pago- mientras refunfuñaba contra Link, este comenzó a comportarse de manera extraña. Su mirada se perdió en algún punto lejano y en un piz-paz estaba a los besos con el camionero/adivina. -Puajjj, que necesidad de hacer eso en horario ATP!!! El narrador debería censurarlo, o al menos taparlos con un cartelito que diga +18... En fin, no sé por qué estoy diciendo esto... yo quiero saber sobre mi héroe- Aurora iba a interrumpir el amorío inminente pero no hizo falta. El pequeño Larry, intentando impresionarla, quiso hacer gala de su caballerosidad con "la otra mujer". Pobrecillo... ¿de verdad cree que me voy a poner celosa de un tipo vestido de mujer? Qué mas quisiera yo que se enganchara con Shandel y me dejara tranquila! Divirtiéndose por lo gracioso de la situación decidió dejar los misterios de su futuro inminente y no tanto para más tarde... Ver a Larry coqueteando no tenía precio (aunque para todo lo demás, existe MagicCard)

Tomé la voz de mando Ya que hasta el master andaba en sus últimas fachasy me dispuse a Hablar - Larry, cállate. No te daré dinero de lo que me queda en el bolsillo... mucho menos para pagar por magia de libro para principiantes - la miré y puse mirada de infinito desprecio a los viejos - pídele plata los ancianos pedófilos. Ellos deberian tener mas que nosotros

Hurgué en mis bolsillos y luego me puse a sacar cuentas "20 menos 5... menos 5... mas 3... 12 dolares... espero...". No saqué ningun billete porque esos 20 dolares ya tenian destino al volver a casa.

Cuando Link estalló en exabruptos, gritando a diestro y siniestro y golpeando la mesa con el puño, Ramirus se sintió orgulloso del cafetero.

- Así se habla, muchacho. Ya era hora de que alguien más pusiese los puntos sobre las íes -miró a Shandel- Ya vé que hablamos en serio, no intenten jugar con nosotros.

Después, Link les señaló uno a uno con el dedo, ensalzando sus virtudes y dejando claro a la camionera y a los duendes la clase de héroes que eran cada uno de ellos. Ramirus sacó pecho y puso cara de "vamos, vamos, que no es para tanto". Contento, se hurgó en los bolsillos, tomó una moneda y se acercó a él.

- Muy bien dicho, chico. Toma ésta, -le dio la moneda, con un guiño de complicidad, de abuelo bondadoso que le da un premio a su nieto por portarse bien- para que te tomes un café. 

Claro que, después, el intrépido dueño del carrito pareció perder todo su ímpetu. La mujerona se acercó a él y el contacto con sus morros le dejó sin fuerzas y extasiado. Ramirus la miró con un cierto respeto, casi miedo, y dio un paso atrás no fuese a ocurrirsele acercarse a él. Algo confuso por lo que acababa de ocurrir, se dirigió a ella e insistió:

- Entonces... ¿qué hay de los lavanderos? 

¡Cómo molesta esta gente!

El pensamiento de Romitelli podría haberse interpretado como agresivo o enojado si alguien lo hubiese escuchado o lo hubiese visto escrito, pero nada más lejano, estaba cargado de satisfacción.

Es que mientras el cafetero insultaba a diestra y siniestra, Ramirus alentaba, Billy firmaba su sentencia de muerte, Aurora rezongaba y Larry daba vergüenza ajena, Romitelli se había ido a un rincón y se había quedado susurrando cosas, cuidadoso de que nadie lo escuchara.

Alejado de todos, Romitelli hablaba de tal manera que solo sus zapatos nuevos pudieran escucharlo.

_Pss. Pssss. Sí, a ustedes, escúchenme. Aquí los andan difamando, dicen que en vez de machacar cabezas solo generan picazón en los pies. ¿Cuál es la historia con ustedes? Y cuéntenme, porque ando con ganas de llevarme algún recuerdo de aquí: ¿Cuál es la magia de esa daga en la vaina decorada, en el colgante con dientes de alguna extraña criatura y en la bolsa repleta de monedas brillantes como el oro?

Me parece que entendimos todos distinto. Yo por ejemplo entendí que no vemos que Link tire besos al aire, sino que vemos que le da besos a Shandel, solo que no sabemos que lo hace pensando que se los está dando a una rubia linda. ¿Cómo es en realidad?

Yo entendí lo mismo que vos... o parecido, porque lo que entendí es que Shandel se lo come a Link mientras este cree estar besando a al rubia XD

Eso mismo que ustedes dicen, Link ve el final de ese beso. Como los labios de Shandel se alejan de los suyos. El resto ve el beso entero entre el cafetero y Shandel, ademas de los ademanes previos del cafetero y como Shandel hace girar la moneda frente a sus ojos previo al beso.

Link seguía encerrado en su mundo de fantasía hasta que el contacto del viejo Ramirus lo saco de su ensueño, tomo la moneda y luego anoto en un sucio papel arrugado que saco del bolsillo de su camisa, la deducción en la deuda del viejo, por fin uno de aquellos molestos magos le había pagado.

Miro como era observado por el resto sonrío de vergüenza que le dada saber que había tenido aquel exabrupto y había atacado a alguno de los presentes (los duendes se habían salvado de su  rabieta), sin saber que hacer solo emitió las mismas palabras que recitaba casi como un acto reflejo...

- Cafecitooo.......????

Eso sí lo oyó el viejo Ramirus, así que, mientras esperaba a que la pitonisa se decidiese a informarles de una vez del paradero de los lavanderos, se acercó al carrito y se sirvió un café.

- Gracias, joven. -le agradeció a Link cada vez más contento de aquel muchacho, mientras se llevaba la taza a los labios.

_Pss. Pssss. Sí, a ustedes, escúchenme. Aquí los andan difamando, dicen que en vez de machacar cabezas solo generan picazón en los pies. ¿Cuál es la historia con ustedes? Y cuéntenme, porque ando con ganas de llevarme algún recuerdo de aquí: ¿Cuál es la magia de esa daga en la vaina decorada, en el colgante con dientes de alguna extraña criatura y en la bolsa repleta de monedas brillantes como el oro?

Los zapatos parecieron dudar, al menos esa fue la interpretación que le das al cosquilleo en los pies, a pesar de que la posibilidad de estar siendo atacado por hongos salvajes permanecía latente. Sacudiendo la cabeza de un lado a otro para que aquellas ideas se caigan hacia un lugar menos molesto comienzas a prestar más atención a la vocecilla que llegaba desde sus pies.

- Hoye, podrías enjuagarte un poco las patas de vez en cuando que vas a terminar por asfixiarme… Coff, coff… Pues bien, nuestra historia es larga y más que entretenida, hemos acompañado a personas muy importantes sabe, en su mayoría con mejor higiene en sus pies que usted señor. Pero no se preocupes, si me saca de este loquero yo podría encargarme de ellos sabe, he hecho cursos de pedicura por todo el disco. Grandes maestros me han enseñado el arte de la pedicura. Le puede dejar los pies como mármol pulido, suave, bonito y pulido como las joyas. 

Cof cofff, y por supuesto perfumados… En cuanto a aquellos objetos que pregunta, pues bien, que se puede decir de un montón de monedas, son ambiciosas y engreídas por demás. Mientras que aquel bonito collar proviene de un territorio lejano y exótico, parece hablar en un lenguaje incomprensible. Aunque para Shandel posee un gran poder oculto. La daga… mmm, cooff coff coff, yo no meteria con la daga, no, claro que no.

Son todos unos incompetentes, nunca lograran salvar el disco con esa actitud -  se dijo Shandel observando la falta de liderazgo entre los magos – parece que han llegado tan lejos solo por casualidad o porque el multiverso se está divirtiendo con ellos. No es mi misión juzgar a estos chiquillos. Si no darles… bueno, mejor empezar que ya me están comenzando a perturbarme con sus quejidos.

La adivina/camionero/luchador de pozo, con bonito perfume se planto firme ante el grupo. Indicó a sus duendes donde colocar las bolas. Encendió una docena de velas aromáticas. El incienso comenzó a arder en el hogar inundando la habitación de un denso humo frio  que se arremolinaba en los pies.

- Niños – La madame se movía entre ellos posando sus manos sobre cada uno mientras hablaba – No es su dinero lo que las bolas piden a cambio de su poder de videncia. Yo puedo guiarlos en su camino. Ustedes deberán alimentar… ya comprenderán – al finalizar el recorrido, Shandel se situó tras la pequeña mesa. Los bordados emitían destellos de vida. Las bolas vibraban y se agitaban expectantes. Un cosquilleo recorrió el cuerpo de cada uno de los magos, producto de la canalización de mana, que se proyectaba como conexión de fibra óptica hacia el centro de cada una de las bolas.

- Vengan, tomen asiento. Vamos a comenzar- Seis sillas plegables se materializaron frente a la pequeña mesa redonda. Trasportadas, todas ellas, por Mirallá y Tomacá. – Ahora es su turno de preguntar por lo que en verdad quieren saber. Sus mentes deben coordinarse. Su pensamiento debe ser uno y las bolas responderán. -  Los ojos de la adivina fueron perdiendo color, al igual que las bolas. Tomando la tonalidad del vacío mismo. Negro absoluto que solo permitía ver el reflejo de sus perplejos rostros y algo que más bien parecido a un… a otro rostro que debería estar oculto por una túnica purpura. Todo ello en el lugar en que el rostro de Romittelli debería estar reflejado.

Vuestro turno!

La situación se había desmadrado bastante, pero la madame se encargó de encausarla inmediatamente. Con voz hipnótica los tranquilizó a los seis mientras los duendes terminaban de montar el escenario y sacaban a relucir las famosas bolas. Sin apenas percatarse, Aurora se encontró sentada frente a la mesa mirando el reflejo de su rostro mientras su cuerpo no sabía si desatar un bonito sarpullido verde o comenzar una guerra de ver qué extremidad de la chica picaba más. Por fortuna para la maga, el Dholar le perdonó su alergia por esa vez y el maná se canalizó hasta la bola sin traer consecuencias.

Las palabras de Shandel despertaron la curiosidad de la chica. Así que podemos preguntar lo que queremos saber... seguramente habría que preguntar por el destino del sombrero de Merlingo pero... el número que saldrá en la lotería aún sería mejor... ¿para qué buscar el sombrero una vez que sea millonaria? Nah, seguro que eso no me lo dice... si pudiera adivinarlo no estaría viviendo en este arbol acompañado solo por los duendes... uhmmmm, a ver... a ver...

-¿Encontraré lo que estoy buscando en el transcurso de esta aventura?- satisfecha, apoyó su espalda contra el respaldo de la silla aguardando respuesta.

Al ver que todos tomaban asiento, Ramirus pensó que por fin la adivina había cedido a sus exigencias y les iba a contar  todo lo que sabía. Tomó una de las sillas y se sentó frente a las bolas, esperando ver... Bueno, lo que no esperaba ver el viejo mago era sus propios rostros reflejados y ni rastro de los lavanderos.

Estaba a punto de ponerse a aporrear de nuevo la mesa, indignado, pero el reflejo de sus caras le hizo recordar el misterio de la desaparición de la barba de Romitelli, y sus pensamientos se distrajeron unos instantes cavilando con eso.

Fueron los suficientes para que Aurora hiciese una pregunta, él la malinterpretase, y se decidiese a reafirmarla:

- Eso es -convino- ¿encontraremos o no encontraremos a los malvados lavanderos de esta aventura que estamos buscando? O mejor dicho, señorita, -miró a la joven maga y se atrevió a corregirla- la cuestión importante es: -volvió a mirar a la dueña de las bolas - ¿Dónde podemos encontrarlos? A ellos y al dichoso sombrero-que-no-debe-ser-planchado. Haga el favor de decírnoslo de una vez.

¡Ah! Y respecto a la advertencia de que sus mentes debían coordinarse y su pensamiento ser uno, ni caso. El pobre viejo sordo no se había enterado de eso, y continuaba a la  suya, sin tenerlo para nada en cuenta.

Encantado por las bolas de esa bella dama el sonido de las voces de mis compañeros parecia una nube con voces que hablaban sin sentido. Ya ni me importaba lo que dijera o pensara Aurora, shandel era mas bella y encantadora, menos osca definitvamente. 

 Mi bella zeñora, lo que miz compañeroz quieren dezir ez que zi lograremoz cumplir con la mizion o  no. Eztoy zeguro que ezas bellaz pelotaz que uzted tiene noz dira todo lo que nezezitamoz zaber!!! Encandinanoz con tu bella vozzzzz de angel prinzeza del olimpo!!!!