Elevo mi mano derecha hasta su pómulo y lo acaricio con dulzura.
-Aono... ¿cómo vas a hacer para salir de aquí?
quiero cerrar mi sello, librarme de la maldición de Alucard... y salir con vosotros. eso es lo que pretendo... pero si no puedo... tú saldrás de aquí, tranquilo.
Niego con la cabeza haciendo que esta choque contra él levemente.
-No. Mi vida no tendría sentido sin ti... puede que hasta ahora sí, pero desde luego ya no. Te ayudaré con tu maldición, y saldremos juntos de aquí. No es una opción.
- Aono - comienzo a hablar con dulzura fon njesrros dos cuerpos pegados - ¿Que vamos a hacer con Miranda? Esta demasiadl obsesionada... va a seguir tratando de acabar con James, y con ello terminara matandonos... Y si no lo hace, seguira acusandonos e insultando. Reslmente me planteo hscer que cierre ls boca para siempre.
Iré a por ella con la voz popular.
Le sonrío amablemente.
Acaricio de nuevo su rostro y después bajo la mano para cruzar mis dedos con los suyos, realmente, estoy feliz.
-Aono... no sé si querrás aceptarlo o no, pero puedes venir conmigo y con mi familia si lo quieres. Solo Yasha se oponía, y ahora que se ha dedicado a acusar a l hombre que cuidó de nosotros.... hay un hueco para ti si lo quieres.
Ahora las chicas están organizándose, se preocupan por mí, han dejado de atacaros... Prometí defenderlas. Tú eres mi corazón, pero ellas son mis amigas desde siempre, y no puedo dejarlas... no ahora, quizá más adelante. Lo siento, no sé si lo comprenderás, pero creo que es lo mejor. Necesito cumplir mi palabra, y por ahora sin mí estarían perdidas... y puede que fuesen a por vosotros.
Me acerco de nuevo a Aono ahora que su sangre es pura, me abrazo a el y apoyo mi rostro contra su hombro, dejando mi boca frente a su cuello el cual beso despacio. - No decia que vinieras con nosotros... sino que, si en algun momento no estas como don ellas, sepas que tienes un hueco junto a mi familia. De nuevo beso su cuello durante algunos segundos. - Y dime, ahora que tu sangre esta "limpia", ¿te sientes diferente?
mi mano acaricia su nuca y su espalda mientras le dejo hacer y le escucho.
no te preocupes, sí... me siento bien, mejor que nunca, ahora sólo necesito entrenarme día tras día. para ser lo más fuerte posible. y... no me alejaré de tu lado, y os protegeré, tienes mi palabra.
Me acurruco sobre el haciendo que mi nariz roze la piel de su cuello y mis labios sigan besandoselo con dulzura.
- No hace falta que me protejas... soy fuerte... capaz de defender a quienes quieo y acabar con mis enemigos. Yo te protegere, Aono... no te procupes por estar debil, mi fuerza es tuya, aolo tienes que decirme lo que quieras que hafa, y lo haré.
siento la delicadeza con la que me trata y me giro para besarlo, simple y llanamente.
Aono se gira alejando su cuello de mi. Inicialmente lamento ese movimiento, pero cuando acerca sus propios labios, ese sentimienro cambia drasticamente.
Cierro los ojos para centrarme en el sentido del tacto y del olfato, para sentir su calor, su psrricular aroma y el sabor que tienen sus piel y labios.
Mi mano dercha se desliza por su costado hambrienta de contacto, y se introduce bajo sus vestimentas para hacer todo el reocrrido hasta la espalda con una suave caricia. Una vez allk me limkto a mover los dedos suavemente en movimientos de poca amplitud.
-Aono... menos mal que te tengo aquí - Digo sin apartarme un ápice de él.
Símplemente disfruto de su contacto, sin nada que decir... mejor callar y disfrutar.
Mis manos siguen moviéndose descargando sinuosas y delicadas caricias por toda su piel, siento su calor a través de las yemas de mis dedos, y siento incluso su vello corporal rozándolos.
Inevitablemente, mi cuerpo comienza a reaccionar ante tanto contacto y mi respiración se acelera.
-¿Quieres que te ayude con ese entrenamiento?
cuando podamos tocarnos más allá de nuestras mentes...
-Cuando podamos, no dejaré un centímetro de tu piel sin explorar, pienso probar todo tu cuerpo.
-Maldita Miranda... volviendo mi voz en contra de quienes quiero proteger...
Tranquilo... Todo saldrá bien...
Digo sonrojándome visiblemente. Le acaricio los cabellos y la mejilla y lo rodeo contra mí.
Sh... Sólo debemos de esperar... Por cierto... ¿Cómo va James? Parece afectado. Aunque diga que no.
Su contacto físico hace que la ira que crecía en mi se apacigüe y sea capaz de hablar con serenidad.
-Mentiría si dijese que está bien, pero sobrevivirá, es más fuerte de lo que crees. Por cierto, hoy voy a acabar con la vida de Andrew, no verá amanecer.
Dejo que sus caricias recorran mi piel y recuesto la cabeza sobre su pecho deslizando una de mis manos de nuevo a su espalda para rozarle con delicadeza.
-No voy a permitir que alguien que te hizo... "eso", siga vivo.
Puede verse que mi tono es mucho más sádico, y que mis ojos están sedientos de venganza.