James se acerca a Ericka con una sonrisa triste en el rostro, y mete su mano directamente dentro del pecho de la chica. Esta no siente ningún dolor, solo una sensación rara y puede que algo incomoda. Entonces, James, saca de su pecho una pequeña mariposa purpura, uno de los Tease que alguna vez revolotearon por el lugar
por fin..... por fin te encontré.....
James percibe su desconcierto, y con un suspiro que deja ver el agotamiento que oculta frente a los demás, se acerca a la muchacha.
- No podría permitirme ser más claro, Eri. Lo lamento. Era a ti a quien he buscado todo este tiempo.
Eras muy pequeño... o pequeña cuando te separé de mi para evitar que Neah diese contigo. - suspira - Es una historia muy larga de contar...
Al menos me alegro de haber sido capaz de dar contigo antes de que busquen mi muerte. Ojalá pudiese hacer algo más por protegerte que negar que seas mi hija, pero... cada vez me queda menos que me agarre a este mundo.
Cruel destino este que me ha llevado a encontrarte cubierto de sombras.
¿Por qué sois todos tan depresivos? No me acuerdo de tí, la verdad, pero no pareces malo. Y soy un chico, así que no sería "hija", sería "hijo".
Sonrío a medio gas.
¿Y ahora?
- Y yo tampoco soy tu padre - sonríe - Sería más apropiado decir que soy tu madre.
Sonríe.
Me debes la paga de muchos años, mamá.
Su sonrisa muestra algo de cansancio
- No me crees ¿verdad? ¿qué necesitas para hacerlo?
No recuerdo nada de lo que dices, aunque dije que parecías inteligente... Reconozco que el bicho en mi pecho ha ayudado bastante, pero... tú mismo pudiste colocarla, mira.
Cojo la mariposa y la empujo contra mi pecho... sin demasiado éxito*.
*por que yo lo digo.
la pobre mariposa es aplastada con crueldad
XDDDDDDD
La desaplasto.
Pobrecita, es hermosa. No sé. ¿Cómo crees que podrías demostrármelo?
Él mira con algo de pena a la pobre mariposa, que por no hacer daño a la muchacha, se había dejado aplastar. Con un gesto elegante de la mano, hace aparecer una nueva mariposa en su mano.
- En aquel entonces mi nombre era Shadow... me hacía pasar por exorcista y mi arma la espada. Una mujer inteligente, pero que había sido criada como un hombre. Sus padres deseaban demasiado tener a un chico en la familia... familia que acabó siendo despedazada por akumas. Viví muchos años entre un lado y el otro, como mi forma de tener a la vez blancos y negros en mi vida.
Tu padre... es peligroso. No quiero que nadie sepa quien eres, por si tu padre aún tiene sicarios que puedan atentar contra tu vida.
No quiero que te pase nada.
No recuerdo nada de lo que dices... Si no fuese por Jhon "Volveré" ahora mismo sólo sería sombras. Se lo merecerían.
¿Tienes el apoyo de Jhon? No parece un mal hombre, pero... ¿Qué tipo de relación te une a él? ¿Es alguien en quien se pueda confiar?
Si es lo bastante íntima... o si él fuese tu Noé - sonríe - puedes darle las gracias de mi parte.
Y aún así, necesito saberlo. ¿Qué es esa oscuridad? ¿qué es lo que te sucede? Si pudiese ayudarte en algo... eres la única familia real que me queda, Eri. Estaré a tu lado sea lo que sea. Eres mi hijo y te apoyaré en cualquier cosa.
Es mi Noé, además, mi olor nos ha unido... Mi olor puede unir a quien yo quiera, del mismo modo que ahora estamos nosotros unidos. Me protegerá con su vida. Pero... Dime algo de tí. Algo que me haga confiar antes de contarte más.
Comenta algo suspicaz.
- ¿De mi? - Aquella pregunta parece intrigarle, pero asiente, como si comprendiera que el muchacho necesita tiempo.
Se quita la chaqueta, se recoge el pelo, reparte cartas en una mesa que acaba de aparecer de la nada y empieza a hablar. Es una historia que ya se ha contado, una historia que el alma de la muchacha ya conoce, a pesar de que su consciencia no era aún plenamente consciente de ello
No esconde nada.
Ni su aspecto oscuro, ni su aspecto luminoso. Una vida dual que finalmente se había decantado por la luz.
Habla como quien le cuenta una anécdota a un amigo.
Y mientras, solo observa...
Asume que ha estado jugando a las cartas contigo e una forma más ligera, intentando no presionarte, mientras te hablaba de su vida y te da algunas anécdotas de su infancia.
Una forma más relajada para comenzar a entender tu propia historia. Lo que es evidente es que a James le importas, a pesar de su habitual fachada cordial.
Haré como que te creo...
Concedo en un suspiro.
Jhon es Conciencia. La sombra es Alucard está hablando conmigo. Está sólo, demasiado tiempo de soledad ha engendrado demasiado odio... Creo que es la culpa de que estemos atrapados, y creo que puedo arreglarlo.
Me siento a su lado y tomo una de sus cartas, el 4 de picas.
La batalla se acerca, nuevos bandos, nuevos amigos, dos fuerzas enfrentadas, cada una con dos portadores. Si ellos caen, la batalla estará decidida.
Motivo: Número (el 1 es un AS)
Tirada: 1d10
Resultado: 4
Motivo: ¿Joker? (1 es que sí)
Tirada: 1d20
Resultado: 7
Motivo: 1 picas, 2 tréboles, 3 rombos, 4 corazones
Tirada: 1d4
Resultado: 1
A pesar de que no pierde en ningún momento su expresión cordial, sabes que algo en tu respuesta lo ha decepcionado. A pesar de todo, no retrocede. Es como si esa sonrisa fuese una puerta abierta, dispuesta a permanecer inmutable hasta que decidieras cruzarla y acercarte más a él.
- ¿Y qué es lo que tú deseas?
Acabar con todos los que me han dejado sóla.
Sentencio sin dejar lugar a dudas.
Me he ofrecido por completo, y me han apaleado... Pero dime. Sobre mi madre... ¿Ella está muerta? ¿Tienes algo de ella? Si fuese así... Podría revivirla.
Sonrío.
- Yo soy ella. - Responde con sencillez - O al menos, una parte de ella.
La mujer que era Shadow viajó lejos cuando supo que Neah había encontrado su rastro, los dos lo hicimos. Su locura había hecho que sus dones me superaran en capacidad en un combate singular, y a punto estuvo de devorar hasta consumir mi alma. Fue entonces... cuando nos separamos. Antes de morir.
Fue nuestra última carta. Así escapé de él, y esa fue la última vez que la vi, pero el ansia de Neah no se detendría ahí. Lo siento...