Partida Rol por web

Danza Macabra. Primer Episodio: El Lobo y la Oveja

1.Introducción

Cargando editor
31/05/2011, 22:54
Director

Setiembre de 1362.

En Mayo del año anterior. y gracias
a la intervención del legado pontificio Guido
de Bolonia, Castilla y Aragón firmaron la Paz de
Terrer, poniendo fin a una sangrienta guerra que los
había enfrentado durante cinco largos años. Los dos bandos
se devolvieron los territorios conquistados y se comprometieron
a mantener la paz.

Pedro IV de Aragón licenció
a sus tropas, mientras que Pedro I de Castilla
participaba en la guerra civil de Granada.


Ahora, sin embargo, Pedro I ha vuelto victorioso del sur.
Ha hecho una alianza secreta con Navarros e Ingleses, y
ha roto la tregua, entrando a sangre y fuego en territorio
aragonés y amenazando Zaragoza.

Estas noticias os sorprenden en la localidad de Jaca. Un vizconde de Aragón y sus hombres, un hombre siniestro y extraño que ha hecho fortuna en tierras murcianas, y un judío de pequeño tamaño y gran ingenio al que la vida ha tratado bien, pero no así con los que ha convivido, mientras el grupo decide si huye de la guerra atravesando la frontera del vecino reino de Navarra, se recluta en el ejército que Pedro IV de Aragón intenta reunir a toda prisa para defender Zaragoza, o mira de sacar algún provecho de esta situación de caos os llega por separado el requerimiento de que un tal Carlos Mayoral busca gente con recursos que le acompañen en cierto viaje que llevará a cabo próximamente.

Cargando editor
31/05/2011, 23:02
Director

Don Carlos de Mayoral es un viejo conocido tuyo, incluso podría decirse que es amigo tuyo. Hombre fiel a su majestad al que conoces de la corte y a buena fe sabes que ha derramado su sangre en cientos de ocasiones por su majestad. Es un viejo soldado que se ha ganado la Hidalguía a base de derramar incontables veces la sangre de los enemigos de su rey, con tanta generosidad como la suya propia.  Aunque no eres amigo directo, si le conoces realtivamente bien y cuando te enteras de la noticia, decides acudir a su casa, pues en la corte existe un código de honor férreo de ayuda mutua entre todos los miembros de la Nobleza Aragonesa, y piensas que quizás puedas serle de ayuda. Un hombre tal leal a su majestad y a Aragón se merece todo tu respeto y apoyo, y no concibes no ayudarle.

Así que te diriges junto a tus hombres, Ernesto y Samuel a su casa a ver en qué puedes servirle de ayuda.

Cargando editor
31/05/2011, 23:08
Director

Llevas poco más de una semana en Jaca, instalado en una de las muchas posadas de la ciudad cuando escuchas rumores, primero en una taberna , luego en otra, finalmente percibes que no se habla de otra cosa, Don Carlos de Mayoral necesita hombres y rápido. Piensas que escuchar qué es lo que tiene que decir no podría nunca perjudicar tus intereses, además el mencionar las palabras Hombre con recursos hace que tu mente se centre directamente en ti.

Nadie tiene más recursos que Kalev Ben Tamir, y además , estás convencido que habrá una cuantiosa recompensa y nada llama más tu atención que el vil metal. Por otro lado, el dinero no te durará siempre y crees que no te vendrá mal tener algo en mente, un objetivo, un destino... Estás cansado de tanto deambular de un lado a otro sin un punto de destino. Ah! el destino... un destino... un destino en la vida, es algo primordial, un hombre podría enloquecer sin tener una meta.

Finalmente preguntas  a uno de los muchachos, pícaruelos y carne de horca, dónde vive ese tal Carlos de Mayoral, el chico te indica y te da una breve explicación previo pago de un maravedí que sueltas a disgusto aunque confiando en que la inversión merezca la pena:

Al parecer el tal Carlos de Mayoral es un cristiano viejo, fiel a su majestad de Aragón, ganó la hidalguía en " no se qué guerras" de manos del mismísimo Rey. Furioso e impotente por no haber obtenido más información del zagal, te dirijes directamente a su casa.

Cargando editor
31/05/2011, 23:15
Director

Después de tu servicio a las órdenes de Don Diego de Córdoba en Lorca durante más de seis meses llegaste a la conclusión de que la vida cómoda y tranquila no está hecha para Roderigo, no, él es un hombre de acción, que no puede permanecer en un mismo sitio durante mucho tiempo. El problema fueron las formas:

Un día te levantaste y sentiste en tu interior un gusanillo que te picaba en las entrañas, un ansia viajera que no experimentabas desde ha largo tiempo. Impulsivamente cogiste las cosas que por Derecho te pertenecían ( y alguna que no) y pusiste pies en polvorosa. Por noticias que te han llegado después, sabes que los hombres del corregidor tardaron tiempo en reaccionar, se dice que hasta el propio corregidor exclamó : " Hideputa!" . Sus hombres te siguieron casi hasta la ciudad de Albacete, pero no más. Pusiste rumbo al norte, pasaste por la ciudad de Madrid y Guadalajara, pero rápido te cansaste de sacar poco o nada de provecho. Así que seguiste rumbo más al norte, al Reino de Aragón.

Acabas de llegar a Jaca, en la primera taberna en la que te has refrescado el gaznate, te enteras de la noticia, un tal Carlos de Mayoral busca gentes para un trabajito, la paga es buena y... bueno , no necesitás saber más. Lo bueno es que es un trabajo temporal, amenzas al hombre para que te indique el camino hasta su casa so pena de ser rasgado por tu bonita daga y pones rumbo al lugar.

Cargando editor
31/05/2011, 23:24
Director

Llegáis a casa de Don Carlos prácticamente a la vez, allí están todos los candidatos para ese trabajito: Un hombre vestido como un Rey, sus dos sirvientes, uno de ellos no muy mal vestido y otro con pinta paupérrima , un encapuchado con la mirada torcida, con pinta de cabroncete y un enano con cara de mala persona.

Los hombres se miran unos a otros mientras Juzgan al prójimo y se forman una opinión del que tienen al lado, algo muy muy Hispánico.

Ese Hidalgo vive en una mansión muy confortable, en compañía de sus dos criados ( que son los que os reciben y conducen al Zagúan) y sus perros de caza. El Hombre os recibe en el Zagúan de su casa, flanqueado por los dos criados que os han abierto la puerta.

 

Cargando editor
31/05/2011, 23:30
Don Carlos de Mayoral

El hombre os mira de arriba a abajo a todos y cada uno de vosotros mientras sonríe, el hombre es alto y grande. Sin duda que en sus tiempos mozos fue fuerte cual roble , bravo como un toro y listo como un gato. Esta última facultad, por su mirada diríais que jamás la ha perdido.

Se os antoja un hombre difícil de poner de rodillas, salvo por supuesto, ante Dios nuestor Señor.

Bienvenidos seáis a mi casa - repara en Antón - ¡Por Dios y por todos los Santos! Don Antón, ilustrísima,  cuántísimo tiempo ha pasado!. Como estáis mi señor. - parpadea como nervioso - Jamás pensé, a decir verdad , que una persona de vuestro porte y posición acudiese a mi requerimiento.- Ahora pelotea al Vizconde. - Dios os guarde, mi señor, Dios os guarde.

Se olvida por completo al instante, como por arte de magia, del resto de vosotros.

Cargando editor
01/06/2011, 00:11
Antón " El recto" Gonzalez

 Antón se apresuro a estrechar la mano de Don Carlos con una sonrrisa en los labios.

-Don Carlos-exclamó dichoso-, solo Dios nuestro señor podría haberme impedido venir en pos de ayudaros. Bien sabeis que no desprecio un buen viaje y menos si en mi poder estar ayudar a un buen cristiano como sois vos-dijo alagando al hidalgo-además no he venido solo, vengo junto con Ernesto y Samuel-señalo a sus compañeros-, fieles vasayos de confianza. Me han acompañado desde Muel y le aseguro que le servirán a usted como si fuera mi propia persona

Cargando editor
01/06/2011, 00:18
Roderigo de Lorca

 Roderigo no habló, dejó que los nobles se regocijasen en su alagos. Él mientras se fijaba en el mobiliario, tasando los objetos, a ser posible, localizando los pequeño y caros. Quizá les vendría bien cambiar de dueño, la riqueza está muy mal repartida, y Roderigo...es un artista.

Notas de juego

 Pues eso master, que le hecho un ojo a toda la habitación, a ver si hay algo digno de escamotear.

Cargando editor
01/06/2011, 00:21
Director

Notas de juego

Bueno el Zaguán de la casa no es más que un recibidor y desde la entrada en la que estáis parados poca cosa se ve, por no decir absolutamente nada. Tendrás que esperar a entrar ( si es que entráis) para poder echar un ojo.

Cargando editor
01/06/2011, 00:31
Roderigo de Lorca
Sólo para el director

Notas de juego

 Ok, infórmame si hay algo que me llame la atención si llegamos a entrar en la casa.

Cargando editor
01/06/2011, 09:15
Kalev ben Tamir

Kalev estaba atónito. Aquella recepción se le antojaba fingida y bufonesca. Demonios, ¿cuántas veces habían repetido la expresión "Dios nuestro señor" al cabo de tres o cuatro frases. Valientes santurrones... Pero al fin y al cabo los cristianos eran así. Por lo menos los buenos cristianos o los que, como poco, se jactaban de serlo. Esa era otra de sus características, casi tan importante como ser un buen cristiano era parecerlo.

Por otro lado estaba aquel tipo con gesto torvo. Parecía tan descolocado como él pero su mirada y sus ademanes ocultaban la sorpresa más de lo que conseguía ocultar sus intenciones aviesas. Aquellas fornituras, decoraciones y oropeles daban pie a ello pero quizá fuese poco prudente aquella manera de estudiar el terreno.

Por otro lado estaban los serviles acompañantes del noble visitante. Orgullosos de pertenecer a la turba de su señor... y aún se creían hombres libres.

Sin embargo aquel conato de entrevista daba comienzo y Kalev permanecía en un discreto segundo plano. No demasiado cómodo, después de todo ya que, si bien era hombre prudente que bien sabía permanecer en una conveniente sombra, muchas veces solía preferir mostrar sus dotes sociales en lugares dónde estas pudiesen ser bien recibidas.

- Er... discúlpenme, vuecencias. - afirmó a la vez que descubría su testa de la boina veneciana que la cubría. - Espero no importunarles pero me sobreviene ahora mismo la duda de que alguien de mi condición quizá no sea el más apropiado para lo que sea requiere el buen Don Carlos. Mi nombre es Kalev ben Tamir, hijo del pueblo de David y... vaya, mucho me temo que si ser cristiano es condición sine qua non, no podré ser de mucha ayuda. Perdonen mi falta de tacto pero no quisiera hacerles perder su valioso tiempo.

Cargando editor
01/06/2011, 11:28
Samuel Sanchez

No presté demasiada atención a lo poco que había visto de la casa de Don Carlos. Hacía tiempo que había dejado de desear lujos como aquellos por varias razones, primero porque había aprendido a apreciar la vida en el campo y segundo, porque sabía que eran unos caprichos inalcanzables para mi. Cuando Don Antón mencionó mi nombre salí de mis pensamientos y me incliné levemente en una tosca reverencia hacia Don Carlos.

- Gracias por invitar a mi señor a vuestra casa - dije rápidamente- espero podamos ser de ayuda.

Era evidente que no tenía mucho más que decir, este era un asunto de nobles. Sin embargo había otras personas en la sala que merecían su atención. Decidí no quitarle ojo a aquel encapuchado con pinta de pendenciero, dejando de lado al enano, que parecía inofensivo además de gracioso.

Cargando editor
01/06/2011, 11:49
Don Carlos de Mayoral

Estrecha la mano de Antón con fuerza, percibes que sigue siendo un hombre súmamente fuerte.

- Os lo agradezco Señor, con caballeros como vos nuestro Reino está a salvo. - Mirando a los hombres de Antón les saluda con una inclinación de cabeza - Estupendo cuántos más mejor- cuando se gira para decirles algo a sus criados empieza a hablar Kalev, Carlos se gira y escucha atento, cuando Kalev ha terminado, levanta la mano extendiendo la palma hacia el cielo en gesto conciliador - No importa qué religión es la vuestra en este asunto, sólo necesito brazos, espadas y alguien con recursos que sepa desenvolverse bien en los caminos. Y creo que podéis ayudar. - Ahora sí, se gira a sus criados y les hace un gesto. Ambos criados abren unas puertas de madera a vuestra izquierda. Don Carlos os hace un gesto con la mano derecha , mientras se interna en las dependecias recién abiertas, para que le sigáis. - Adelante, discutamos esto tranquilamente.

Cargando editor
01/06/2011, 13:26
Antón " El recto" Gonzalez

 Antón comenzó a caminar tras Don Carlos seguidos de sus dos compañeros. Por suerte, Antón era conocido por ser justo, y no un vizconde que se aprovechase de sus siervos asi que la relacción entre ellos era bastante buena y los buenos comportamientos eran reciprocos. Pensó en preguntarle sobre el motivo que los había llevado hasta alli, pero despues penso que de mala educación seria hostigarle con preguntas aun cuando no habían tenido tiempo de ponerse comodos.

Cargando editor
01/06/2011, 15:39
Ernesto Rodríguez

 Camino al lado de mi señor sumido en mis pensamientos. No puedo dejar de pensar en los perros que había a la entrada, parecían tan temibles... Además, es bien conocido el odio que me tienen todos los animales, en especial los perros, asé que pensando en aquellos afilados colmillos perdí el hilo de la conversación.

-¿Nos ha aceptado para la misión?

Le digo a mi amo susurrándole con cara confusa y la mirada un poco perdida.

Cargando editor
01/06/2011, 15:53
Roderigo de Lorca

 Roderigo asiente con la cabeza, y se desplaza en último lugar de la curiosa comitiva. Cada vez se van adentrando más en el interior de la casa, y Roderigo se va fijando bien en todo, cosas de valor, posibles salidas. Nunca viene mal saber esas cosas.

Aprovecha de paso para revisar de arriba a abajo a sus compañeros. Puede que alguno entre en su obra de arte también.

Cargando editor
01/06/2011, 16:00
Antón " El recto" Gonzalez

 Antón se giró. No sabía si podía llamarse misión, pero sea como fuere Don Carlos precisaba su ayuda. Hizo un asentimiento con la cabeza y siguió adelante sin decir nada.

Cargando editor
01/06/2011, 16:10
Kalev ben Tamir

- Ummm... - musitó el judío como única respuesta al ofrecimiento del señor de la casa. Ciertamente decía el refrán que la curiosidad acabaría por matar al gato y aquello tenía todas las papeletas de convertir al enano en un proverbial felino. ¿Necesitaba espadas... hombres con recursos...? ¿A qué se referiría? Kalev no había empuñado un arma en su vida salvo en muy contadas y funestas ocasiones. No le gustaban, le parecían viles, abyectas...

Por lo menos podría conseguir algo de dinero. Aquel hombre parecía generoso y en relación a los planes que Kalev venía forjando en su mente, el contingente económico era primordial. Todo judío es buen negociante. Aquella alianza bien podía ser beneficiosa... y si espadas se precisaban, para eso estaban el galán de la armadura y sus bienhallados mostrencos. Quizá no fuesen demasiado grandes o imponentes como guadaespaldas... pero a ojos del judío cualquiera suponía igual impedimento que una mole.

Cargando editor
01/06/2011, 17:39
Director

Entráis en una gran sala con las paredes forradas en piedra y el techo revestido de madera, en la gran sala hay una chimenea que a todas luces parece ser enteramente de piedra maciza, pero no de granito, sino de esa piedra gallega tan resistente que es casi imposible que se resquebraje. La chimenea está apagada y solo de verla así os entra frío. En la sala sólo hay una gran mesa de madera con doce sillas, dos presidiendo y cinco a cada lado , sin nada encima.

Además hay un sillón de piel gastada en lo que antaño fueron tonos oscuros pero ahora visiblemente más claros. La sala tiene varias ventanas a cada lado por donde entra la luz, iluminando perfectamente la sala y dándola un aspecto alegre, aunque ni mucho menos acogedor.

Don Carlos toma asiento en el sillón mientras uno de los criados trae una silla y se la ofrece a Antón, dejando al resto de pie.

Cargando editor
01/06/2011, 17:47
Antón " El recto" Gonzalez

 Antón agradeció con un asentimiento de cabeza hacia Don Carlos y acto seguido se sentó. No pudo evitarlo mas y le preguntó sin andarse con rodeos:

-Bien, diganos Don Carlos, ¿que es lo que nos ha traido hasta aqui?¿Que necesita? Dios sabe que si está en mi mano, haré todo lo posible por ayudarle.