Partida Rol por web

Tras finalizar la reunion y despediros de vuestros compañeros os encaminais a explorar las colinas cercanas. Vuestro guia sera el hermano Lamark, es cual tan solo os hace perder unos minutos en los cuales vuelve con un contundente baston, un rifle laser bastante deteriorado, cantimploras para todos y un buen juego de cuerdas y arneses.

-Espero que no teman a las alturas caballeros, pues tenemos un buen ascenso por delante jaja.

El camino desde Desesperanza hasta las colinas se os hace eterno, pues aunque en principio parecen estar cerco el continuo azotar del viento os dificulta el avance. Ahora entendeis que quizas las altas murallas de Desesperanzan no sean tanto para protegerse de ataques externos si no para guarecerla del viento.

Una vez en la falda de la colina, descurbris una escarpada pared que tendreis que sobrepasar. Lamark asegura los arneses y cuerdas y os invita a que empredais la escalada.

-Animo, les aseguro que tan solo las vistas desde la parte mas alta merecen la pena tal esfuerzo.

La asesina se ajusta los guantes, asegurándose que no le resten función motriz en las manos. Una vez comprobada la fiabilidad del arnés, toma aire y empieza a trepar, decidida a conquistar la cima.

Arelix toma altura a cada nuevo agarre, subiendo rápido y muy segura de si misma.

Para alguien con mis talentos no tendría que suponer un problema...

Raven cogió la cuerda con total maestría, no era la única vez que hacia cosas así, sus años en la unidad mercenaria no habían flaqueado, y recordaba las técnicas que solía utilizar. Ahora solo quedaba ponerlas en práctica.

- Vamos, espero que no les den miedo las alturas, y si no, vuelvanse a sus casas. Jajajaja.

Mientras el hermano Lamark comienza a asegurar su propio arnes, tanto Arelix como Erick emprenden la escalada y con una sorprendente muestra de fuerza y agilidad se plantan en la cima del acantilado, los 6 metros de pared vertical parecen un juego de niños comparado con la facilidad con la que los han subido.

Pero a pesar de tener una constitucion muy similar a los otros dos, no consigue alcanzar la cima, pero se queda bastante por encima de la mitad. Quizas el tiempo que ha pasado como clerigo le ha hecho perder resistencia.

-Vamos hermano, solo queda usted, ya ha visto que no es para tanto jaja. ¿Que tal esta el clima por alli arriba? ¿Podriais echar un cable?

Raven agarró la cuerda de Quintos y tiró de él como si fuera un campeonato de tira y afloja, ayudando al clérigo. - Vamos, no será todo hablar. Si no puedes hacer lo que pretendes... Mal vamos... - Raven le devolvió así el comentario frente a los eruditos, que en la temática del mercenario, era una mini revancha.

Arelix se asoma al borde del acantilado para tenderle la mano a Lamark visto que Raven se dispone a auxiliar a Nicholas.

-Agarraos a mi, señor Lamark, os queda menos de la mitad...

El sacerdote se paró indeciso ante la difícil ascensión que tenía por delante, poco acostumbrado a tener que escalar con sus propias manos Si al menos tuvieramos un aerodeslizador... Pero al ver que sus compañeros no habían dudado ni un instante se dió prisa en asegurarse con los arneses y comenzar a trepar. Por suerte para él la subida resultó ser ardua, lenta y casi hasta aburrida, sin ningún contratiempo que pusiese a prueba la resistencia de las cuerdas -lo que quizás fue debido a que su compañero Raven estuvo tirando de ellas durante casi todo el recorrido-

No se que haría sin usted soldado -le dijo agradecido a Erick en cuanto llegó a la cima, deseoso de hechar un vistazo a lo que sea que les esperase allí.

Finalmente gracias a la ayuda de los primeros en escalar los clerigos consiguen avanzar un buen tramo, Lamark queda a unos escasos centimetros del final. El hermano Nicholas se ve obiamente realentizado por la cochambrosa armadura que lleva que le dificulta sobremanera el movimiento y aun tiene que escalar un par de metros mas antes de alcanzar la cima.

Pero tan concentrados estaban en la escalada que no vieron acercarse el peligro, entre una formacion rocosa, un lagarto del tamaño aproximado de un caballo se preparaba para atacar. El hexalido lanzo su lengua espinosa la cual se enrollo en la pierna derecha del soldado Raven, era afilada como el acero pues atraveso la armadura con asombrosa facilidad, atrayendo al hombre hacia si, seguido de un poderoso salto con la intencion de clavar esta vez sus dientes sobre la presa.

De un instante al siguiente la escena habia dado un vuelco, solo dos habian conseguido llegar y de ellos uno era la presa del hexalido y los otros dos aun tenian un obstaculo natural por delante que superar.

Raven se vió un poco desconcertado, muchas cosas pasaron por su cara. ¿que cojones está pasando? Se dijo a si mismo, que parecía estar dentro de un sueño, solo que dolia, dolía de verdad. Cuando Volvió a ver lo que tenía delante, se dió cuenta de lo que había pasado. Rápidamente sacó la espada, la adrenalina, los reflejos y la experiencia hubiera sido imposible en cualquier otra persona.

Puso la espada en frente suya, sujetandla con las dos manos, pero no previó que la cola entraría por debajo y le atacó la mano derecha, la que empuñaba el arma. Ésta cayó encima suya, la mano derecha se le dormió por un calabre o algo parecido. Raven intentó que el monstruo no le hiziera mucho daño, ya que estaba bastante tocado.

El soldado desenfunda el arma a la velocidad del rayo interponiendola entre el y el enorme reptil pero no es suficiente, el animal es muy rapido y muerde con fuerza el brazo que sujeta el arma, desgarrando la carne y haciendo que el arma caiga al suelo por el dolor.

La mezcla de dolor y miedo que se apodera de Raven hace que le empiezen a teblar las manos.

Por su parte el hexalido, pensando que tiene una presa casi segura posa su mirada sobre la mujer que se convertira en su proximo objetivo.

Un sudor frió le recorre a la asesina por la espalda ante tan aterrador espectáculo. La mujer empieza a notar como la armadura le pesa sobremanera, preguntándose como no noto antes tan molesta carga. Su mente, inconscientemente, le impera a que se desprenda de tal cantidad de lastre y salga corriendo... Idea descartada, pues la retirada es imposible teniendo una caída al vació como segunda y poco tentadora opción.

La asesina se resignada a lo evidente y refrena sus instintos.

No... No puedo huir La retirada es imposible... ¡Y uno de mis hombres me necesita! -Piensa para si misma, alentándose a quedarse. -No hay nada mas deshonroso que dar la espalda a un camarada...

La mujer, con mano trémula, intenta echar mano de su arma, acción que requiere de dos intentos al no dar con el mango de su espada.

Todo cuanto puedo hacer ahora es darles tiempo...

La asesina comienza a temblar tambien como una novata ante su primer combate, no sabria decir muy bien por que, pero el reptil proyectaba un aura de miedo, quizas el hecho de que hubiese dejado malherido a uno de sus hombres tan facilmente ayudase un poco.

Finalmente Arelix parece sobreponerse y ataca con seña, el monofilo de la asesina se clava en la piel del hexalino, pudiendo comprobar que a pesar del arma, las placas que protejen al animal son resistentes.

Un siseo de dolor pone en manifiesto el exito del ataque, pero a pesar de eso, la herida no sangra.

Hexalido 14/20

Raven -3/14 -20 a todas las acciones, 2 puntos de fatiga, espada en el suelo

Arelix 16/16 -10 a todas las acciones

Nicholas 10/10

Lamark 16/16

El hermano Lamark consigue escalar el trozo de terreno que le falta y sobreponerse a la primera impresion que le causa el reptil.

-Que el Emperador nos ayude...

Desenfunda su rifle laser y se queda apuntando al hexalido con suma cautela, no quiere herir a Arelix con una bala perdida.

El hexalido por su parte se revuelve molesto por el golpe de la asesina, intenta devolverle el favor en forma de mordisco, pero la herida hace que flaquee en el ultimo instante y el mordisco no se queda mas que en una amenazadora advertencia.