Partida Rol por web

Reedie tenía una espada, pero Eldacar no. Se acercó al guerrero Esto te servirá mejor que a mi. Y le dio la espada. Bien, compañeros aquí hay mucho jaleo, deberíamos buscar nuestras pertenencias. Este combate no nos favorece. Seguramente ambos bandos no querrían muerto. Dice ojeando por una salida en la que no haya combatientes. 

Si mueren todos los carceleros, la única versión que habrá será la nuestra pensó Soov-Otaey es la mejor opción que tenemos de salir de esta sin un precio sobre nuestras cabezas.

Se acercó a Reedie que parecía algo desorientado y le dijo por lo bajo ¡Lenguadulce! Pensar excusa para nosotros cuando no quedar carceleros. Algo que hacer nosotros quedar libres. Yo ir matar carceleros.

Después de decir eso observó unos segundos el combate buscando un enemigo que le diese la retaguardia por que estuviese luchando contra otro rival. Cuando encontró a uno se aproximó a él, sigilosamente por la espalda, y le propinó un fuerte golpe aprovechando su indefensión.

"Vaya dilema ayudar a mis carceleros, o a estos tipos. A veces es mejor lo malo conocido." Asi que decido ayudar a los guardias de la torre blanca. Pero no soy estupido mis habilidades son algo excasas en estos casos, pero de repente veo el carromato y una idea me viene a la cabeza. "Cargar contra los lobos de harad con el carro." Por lo que me dirigo lo mas rapido posible al lugar del conductor del carro.

En el preciso instante en que escuche la voz de alerta, para mi quedo claro cual era mi deber.
Y aunque echo un vistazo a mi alrededor tratando de buscar algún arma, no parece sonreírme la suerte. No obstante, parece que mi primer oponente, el maldito contra el que cargue, esta fuera de combate. Y aprovecho esos instantes para gritar a los míos.
¡No os disperséis o seréis presas fáciles!. ¡Tanto de unos como de otros!. Y puesto que hay una acusación que pende sobre nosotros, ¡este es el momento de limpiar nuestros nombres!.
Y con una sonrisa algo feroz, añado.
Y si a alguno le sobra algún arma, que no se olvide de los que seguimos desarmados.

Te equivocas compañero, alguien lo ha dicho claro, debemos luchar por limpiar nuestros nombres, y que mejor que hacerlo a favor de la ciudad.....

Después de unos momento de desconcierto y viendo a sus propios carceleros caer, vais cogiendo alguna espada y escudo...

A Dwalin le dolía la cabeza, como extrañaba su yelmo, quizás por eso parecía aletargado, Reedie en cambio tras rebuscar entre los soldados, por el carro y debajo los adoquines y no encontrad rastro alguno de alguna arma que no fuera una espada le cede la que encuentra a Eldecar, pero no el escudo y pese a que su idea era escapar viendo a sus compañeros remplazar las bajas que los lobos producían entre los soldados. Soov pese a querer combatir a sus captores se encontró hombro con hombro defendiendo se de los golpes de los lobos de harold, y eso le decanto a combatirles igual que sus compañeros.

¡Muere maldito lobo!. grita mientras golpea con su gran maza, que impacta contra uno de los lobos de harad y de un solo golpe le aplasta el pecho y morirá en menos de un minuto. el soldado feo en cambio golpea al soldado guapo y lo deja destrozado, fuego amigo.... el soldado malo falla y el grande golpea a su oponente y le causa gran dolor pero el lobo sigue atacando. el contraataque de los lobos se salda con golpes de tres de ellos golpeando fuerte pero sin causar aturdimientos.

El soldado en un respiro al ver que había tumbado al suyo se gira y al verles empuñar las espadas os grita. ¡Ayudadnos por vuestro honor, la ciudad os necesita! 

Turno combate 001

Parecía que irse no era una alternativa. Eldacar iba a ayudar a sus paisanos y Erethor no dejaría pasar esta oportunidad de mostrar cuan estrechos podrían ser los lazos con Rohan. Bien, pues luego os cantaré mis hazañas de este combate! Dice Reedie agarrando fuerte su escudo. La estrategia estaba clara, asistir a los soldados gondorianos. Así pues fue a por uno de esos lobos y ya que había dado su espada a Eldacar, iba a usar el escudo como arma. Fue por la retaguardia de algún lobo ocupado con un soldado 

TURNO COMBATE 001

Busco desesperadamente un arma para poder unirme a la refriega pero por más que busco soy incapaz de encontrar nada.

- Maldita sea. - gruño.

Luego el Guardia se dirige a nosotros pidiéndonos ayuda.

- Vaya, ahora el señorito necesita nuestra ayuda ... - comento en plan jocoso. Dame una maza como la que portas y un escudo y te enseñaré de que pasta estamos hechos los enanos.

COMBATE 001

"Con esto sera imposible que haga algo util" cuando veo el tamaño de la espada, golpear con esto sera complicado. Pero mejor eso que nada aparte tenia un escudo que encontre tirado por los suelos al menos me ayudaria a defenderme, por el rabillo del ojo veo a Reedie como trata de golpear a uno de esos lobos. Era hora de hacer frente a la situacion.

Por la Comarca!!!. Grito para aumentar mi fuerza a la hora de golpear a aquellos seres, trato de describir una curva con ella con suerte si lograba impactar el mismo peso que hacia que costase moverla, aumentaria el daño del impacto.

TURNO COMBATE 001

Soov sintió el peso de la espada en su mano izquierda, mayor que el de la espada que estaba acostumbrado pero no tan diferente como para que fuese a ser un impedimento. Agarrando el mango con fuerza y asiendo el escudo firmemente con la diestra, se aproximó a uno de los lobos de harad. Recordó ese viejo truco de guerreros que le enseñó su hermano mayor de enfurecerse para golpear mas fuerte, recordó entonces todas las perrerías que le hizo ese mismo hermano mientras crecían y pronto su mente era un amasijo de pensamientos sanguinarios y vengativos. Soltando espumarrajos por la boca gritó con una voz que asemejaba más un gruñido iracundo que otra cosa en su lengua natal de las tierras orientales.

¡SANGRE, MUERTE Y VENGANZA!

Tras decir eso cargó rabiosamente contra el Lobo de Harad más cercano y empezó a descuartizarlo.

El Lobo de Harad soltó un chillido penetrante de profunda agonía. La sangre salpicó por todas partes formando un charco bajo el Haradrim herido...si es que no estaba ya muerto y nadie se había dado cuenta.

Soov lanzó otro grito, o más bien un rugido primal de victoria. Se había cobrado su primera vida en ese combate y su mirada terrible hacia los otros tres lobos aseguraba que pronto habría más.

Combate 001

Tras salir a la ayuda de Eldacar vi de refilon un escudo y una espada que rapidamente recogi, sonrei al tener armas que tan afines eran a mi y fije la mirada en el enemigo, limpiemos nuestro nombre con su sangre.

Falle al golpear al enemigo estrepitosamente, la estancia en la carcel me ha entumecido un poco los musculos, medigo mientras me preparo para la respuesta del enemigo.

TURNO DE COMBATE 001

La suerte me sonríe y en el ultimo instante, logro dar con una espada tirada en medio del pavimento. No tardo en empuñarla para esgrimirla contra nuestros oponentes.
A nuestro alrededor, resuena el entrechocar del acero y también, algunos gritos de agonía.
Y eso es, justamente, lo que llama mi atención.
Me giro por un segundo para ver que mi compañero Rohirrim, no logra acertar con su tajo a su oponente. Pero yo, con la zurda, señalo al haradrim que acaba de aullar de dolor a causa del impacto propinado por el hombre de oriente.
¡Hay que hacer limpieza lo antes posible!.
Acorto distancias con ese malnacido aprovechando su momentáneo aturdimiento y con un rugido, lanzo una estocada recta sobre su estomago con la intención de atravesarlo de parte a parte.
¡Recibe un saludo de Gondor bastardo!

El enano no encuentra ninguna espada, pero su petición a Baoler produce su efecto. 

¡Una arma para este caballero! como que su enemigo había caído se gira y le da la espada ancha de su enemigo así igual hace con el resto los que no tenían. 

OFF (ahora los que habían conseguido escudo lo tienen los demás irán con una espada ancha)

Galbin apenas levanta la espada del suelo y Erethor era su golpe ya que su oponente consigue bloquear con el escudo el golpe, Soov en cambio clava su espada en el lobo 4 y seguidamente Eldecar consigue también lo daña y el enemigo cae desplomado al suelo. 

El primer soldado que ya había medio matado a su compañero esta vez se le cae el arma al suelo...

ya decía mi mamí que esto no era lo mio y estará un ratito de cuatro gatas cogiendo su arma.