Partida Rol por web

Es de mañana cuando sales de tu cabaña, cercana al pueblo, pero que mantiene la suficiente distancia como para que ellos no te molesten, ni a su vez ellos a ti.
Tan solo tienes un vecino, un artesano, carpintero llamado Zarn. Se fabrico una choza junto al rió hace unos años. Es un hombre bueno, generoso y fuerte que jamás te ha juzgado pese a los rumores. Suele acompañarte los días que vas al pueblo, y encargarse de tus negocios, para lo que tiene una gran maña. Luego soléis comprar suficiente vino como para montar una pequeña fiesta en su jardín, o quizás el tuyo. Estas fiestas despiertan de la monotonía a vuestras familias, Zarn, también tiene una esposa, aunque no un hijo, como tu, pese a ello, a veces el molinero se aproxima para este pequeño acontecimiento con su muchacha, una joven con la que tu hijo tiende a pasar las pocas tardes que tiene libre.
Fue en una de estas pocas ocasiones, mientras vuestras mujeres hacían la carne, y los críos jugaban en el claro, mientras tu, Zarn, y Jeremias, El Molinero bebíais alegres, bajo el abrazo del sol, cuando se acerco a ti, uno de los caballeros del señor de aquellas tierras. Vestía armadura de cuero, y portaba su estandarte, sin descender del caballo te llamo, y levantaste, bajo las miradas temerosas de todos los presentes.
Se anima a los cazadores a participar en la búsqueda de la fiera que amenaza al pueblo, un enorme oso, mas grande que cuantos se han visto y cuya agresividad a llevado a su señor a otorgar recompensa a quien entregue su cabeza.
Nada menos que tres tronos, a dividir entre quienes lo hagan, menos impuestos.
Una pequeña fortuna, no suficiente aun, para levantar a los hombres del pueblo que habían oído hablar de aquella horrible bestia, que según contaban, poseía una rabia sobrenatural y un gran ingenio para ser un animal. Había acabado con numerosos mercaderes, dejando tan solo, partes amputadas de sus cuerpos y monturas, y otro cazador experto, Tom, que había intentado acabar con el, no había aparecido tras largo tiempo.
Ahora se encontraba en estos bosques según decían, y pese a que la prudencia te llamo a olvidarte de este animal tras asegurar el perímetro de tu cabaña con algunas trampas, Zarn insistió en que seria una gran recompensa por tan poco trabajo y se dispuso a ayudarte a realizar dicha labor.
Tras días de discusión, consiguió convencerte, y ahora se halla, afilando su hacha, sentada sobre el tronco en el que cortas la leña, con la sonrisa tatuada en los labios de puro nerviosismo. En un hombre sigiloso y callado, no te molestara, pero esta claro que esta posible aventura, le inquieta en demasía.

William maldecía el momento que acepto ir a por el oso, el dinero nunca iba mal y menos ahora al ser 3, se notaba la diferencia, pero no hasta este punto, la insensatez es muy peligrosa.
Del armario cogió el arco de caza y las flechas recién emplumadas para la caza mayor, sin duda esta seria una gran pieza, y no por el sentido figurado de una buena pieza, sino por el tamaño.

Después de despedirse de la familia, paso por el arco de la puerta y con dos dedos toco ligeramente el arco roto que le dio de comer la primera vez, ahí empezó todo. No era muy supersticioso, pero hasta ahora lo había echo y no seria día para cambiar viejas costumbres.

Vamos Zarn, no se como lo conseguiste pero quiero estar fuera el menos tiempo posible. No tengo una buena sensación.

Tengo buenas y malas noticias. Dijo Zarn con una sonrisa nerviosa. La buena es que tocamos a más. Ese sucio molinero no vendrá a ayudarnos. Esta mañana me ha mandado a su muchacha, al parecer ha recibido un importantísimo pedido de grano. JAJAJAJA. Baratas excusas. Debe estar tan cagado que el peso de su mierda le ha impedido levantarse de la cama. JAJAJAJA.
La risa de Zarn es fuerte, pero su voz temblorosa, es innegable que tiene miedo.
Lleva consigo una pequeña ballesta, arma sencilla, pero lenta, y una lanza de madera, larga y fuerte, de buena madera. Ambas piezas, fabricadas por el mismo, tambien porta una pequeña mochila, y ropas de caza, que suele usar en sus expediciones junto a ti.
 

Me gustaría ahora mismo tener ese gran encargo...pongamonos en marcha.

William avanzaba primero, llevaba una pequeña mochila con una manta y algo de comida seca, junto con su arco llevaba su lanza y una pequeña hacha para cortar leña.

Lo mas lento era encontrar el primer rastro, necesitaba tiempo, habilidad y mucha suerte.

Zarn se levanta de un salto, impaciente por comenzar a buscar a esa enorme bestia.
Ese es tu terreno, compañero, pero como siempre, podrás contar con mis ojos. Seguiré tus indicaciones con el fin de resultarte lo mas útil posible.
Dejo caer la ballesta y mochilas sobre su espaldas, bien aseguradas, y usando la lanza como bastón, emprendió el camino, saliendo de tu parcela pocos pasos por delante de ti.
 

Hay un dado en el extremo superior derecha de la barra para postear, hay eliges cantidad, motivo y bonificaciones de los dados.
El sistema es d6.
Tiras tantos dados como dados tengas en una habilidad, mas dados de bonificacion tengas.

Lo mejor sera empezar por el lado del rio, este animal tiene que comer y beber algo para sobrevivir por esta zona. Empezaremos por los saltos inferiores e iremos subiendo si te parece.

Dicho esto, william empezó a andar con su arco colgado y la lanza en las manos por si sufría una carga como decían las malas lenguas, normalmente iría con el arco y la flecha preparada para no perder tiempo, pero tenia una mala sensación.

Rastreáis a lo largo de todo el camino con paso lento, hasta llegar a las orillas del lago, aquí la tierra esta húmeda y es un buen lugar para buscar huellas, aunque la posibilidad de que la bestia se adentrase en el agua podría dificultar seguirla.
Todo el camino has sufrido de graves nervios en cada sombra que se proyecta entre los árboles, y Zarn esta cada vez mas inquieto.
Este se arrodilla y comienza a examinar el suelo.

Zarn se arrodilla cuando llegáis al rió y comienza a buscar huellas como en su día le enseñaste.
¡Oye, dice olisqueando el suelo como si supiera lo que hace. Creo que esta puede ser la huella del bicho al que buscamos!
Cuando miras la huella, te sorprende comprobar que tiene razón.
Ahora solo tendréis que rastrearla para encontrar la guarida de esa bestia.

Buen trabajo Zarn. Lo mas pesado y lento lo tenemos echo, con suerte hoy mismo lo podemos tener abatido.

William observo la huella se fijo como de grande tenia que ser para dejar una huella como esa.

Seguís las huellas de la bestia hasta una pequeña colina de piedra caliza que sobresale ligeramente del resto de árboles, los pequeños montones de piedra esconden entre ellos decenas de posibles escondites para la bestia, pero aunque supieseis cual es, no seria buena idea dirigirse al mismo para despertarlo, siendo la hora que es, alrededor de las dos de la tarde, lo mas probable es que la misma se encuentre fuera, por lo que esperarla, y tenderle una emboscada parece la mejor opción, al menos a primera vista.
También existe la posibilidad de seguir su pista, bosque adentro, aunque resultaría algo más peligroso.
Zarn esta inquieto, y intercalando miradas entre tu y la colina, espera expectante tu decisión.

Cubrete de musgo y vegetacion, lo esperaremos aqui.

Dicho esto, william sabia que la caza no es tanto seguir la presa sino esperar pacientemente que ella viniera a ti, si esta era su guarida, terminaria viniendo y aqui seria una buena posicion. Asi que empezo a buscar un buen sitio para disparar y que el oso no pudiera cargar facilmente y empezo a cubrirlo de musgo y vegetacion y poner algunos troncos para cubrirse correctamente y no emitir ni olor ni dijarse ver.

Tu y tu compañero os escondéis en la parte baja de la montaña, entre árboles, rocas y musgos, para que la bestia no pueda oleros cuando llegue. Cada uno a unos veinte metros del otro, de forma que podéis distinguir ligeramente el montículo de tierra en el que os habéis convertido. Zarn a cogido su ballesta y ha dejado una flecha junto a ella para recargarla con mas brío de tener posibilidad, pero por si acaso, ha dejado también su lanza junto a el.
El tiempo transcurre, cuando ves como la bestia se acerca a pocos metros de el.
No sospecha nada, y quizás hicisteis bien no subiendo la montaña de piedra, pues no habéis dejado rastro en ella, y no busca olores entre los árboles que la rodean y en los que estáis escondidos.

William sabia que ahora el momento así que cogió la primera flecha y la puso encima de su indice sujetándola en su lugar, tenso el arco, respiro profundamente y aguanto la respiración mientras apuntaba.

Zarn permanece a la espera de tu respuesta, mientras tanto, el oso avanza, hasta llegar al inicio de la colina, su paso es lento, y se encuentra a unos treinta metros de tu posición y entre siete y ocho de la de tu compañero.
Si disparas, lanza tu ataque agregando un dado de bonificación a los que ya tengas.
 

William no le gustaba que su compañero estubiera tan cerca del oso, pero por lo menos llevaba la lanza por si le cargaba. Asi que una vez tensado el arco, dejo la cuerda. Rapidamente otra flecha estaba en su lugar y tambien fue disparada.

Zarn ve tus impactos, pero  la bestia los siente, lanzando un terrible rugido en tu dirección.
Tu compañero abre fuego, pero asustado y nervioso por las prisas, hierra el tiro que va a perderse en la lejanía. Por desgracia la bestia se ha percatado de su presencia y se abalanza sobre el.
 

El oso se abalanza sobre Zarn a gran velocidad y produce un sonoro clamor que pretende asustar a tu compañero. El cual se encuentra sumamente nervioso y ha abandonado su camuflaje tras haber sido percibido por el enorme animal que aun lleva dos de tus flechas clavadas en su lomo.
Zarn titubea sobremanera pero aun tembloroso y pidiendo ayuda a gritos, coje su arma para enfrentarse al animal.

Zarn recoge su lanza y arremete contra la bestia que  se encuentra frente a el, sobre dos pies, gruñendo con fuerza, mostrando sus largos y afilados dientes mientras espuma y sangre desciende de su monstruosa boca. El arma traspasa con firmeza la dura piel, pero no consigue adentrarla demasiado en la carne, y la retira para una nueva arremetida.