Estáis ante la casa del rector, indecisas sobre lo que hacer, cuando de pronto comienzas a sentir un sudor frío y extraño que no parece tener razón de ser. El estómago comienza a revolvérsete, posiblemente por el poco alimento de las últimas horas, y un pequeño hormigueo comienza a extenderse por tu pierna derecha.
Poco después comienzas a preocuparte ostensiblemente, cuando horribles punzadas de dolor abrasan tu piel, donde antes sentías un leve hormigueo. El suplicio es bastante insoportable, y crees que vas a vomitar, si no para. Desde luego no es como para quedarse parada.
Mientras tratáis de decidir un curso de acción ante la casa del rector, Fátima suelta un gritito ahogado y cae al suelo de repente, como si sus piernas no la sostuvieran. Se agarra la pierna derecha, como si le hubiese dado un calambre, y comienza a sollozar por lo bajo, pero en aumento.
En el suelo, sollozándo mientras me agarro la pierna derecha, voy gimiendo y susurrando
No, otra vez no....por Dios que pare ya esto, ¿por qué? ¿qué hemos hecho?
Mañana me ire de vacas una semana así que no sé el ritmo que podré mantener.
Miro la pierna de Fátima cuando ella se lleva las manos a esa zona.
- ¡Oh, Dios! O...o...otra vez....¿Qué...qué...qué hacemos? ¿Crees que po...po...podrás llegar a...a...a tu cuarto? ¿Bu...bu...busco al Sr. Sacco?
Sacco se fue hacia la ciudad, en busca de Gianni, como dijisteis; posiblemente está off reach.
Ok, espero a Fátima que es la implicada. Akka está de vacaciones en la playa.....
Mirando hacia mi pierna y balanceándome ante el dolor
Arrggg, no Anna, intentaré llegar hasta mi cuarto sin ayuda. Prefiero esperar a ver en qué se convierto "esto" antes de asustar al resto.
Me intento levantar con la ayuda de Anna, cuando comienzo a gimotear de nuevo
Sniff, por.....¿por qué me está ocurriendo esto? ¿en qué me estoy convirtiendo? buaa, buaaa
Intentaré seguir el ritmo, aunque lento para que no se pare del todo. Lo siento chicos
Tomo el brazo derecho de Fátima y me lo paso por los hombros para ayudarle a caminar.
- Tra....tra...tranquila, vayamos a tu cu...cu...cuarto.
Cuando Anna examina la pierna de la bailarina no nota inicialmente nada extraño, pero pronto comienzan a formarse negros moratones bajo su nívea piel. Aterradas tratáis de llegar al cuarto de Fátima, mientras esta renquea cion dificultad y boquea por el intenso dolor. Conseguís llegar allí antes de que un constante chorreo oscuro comience a manar de su extremidad inferior derecha.
El dolor mareante se ha mitigado hasta un ligero picor menguante, como si diminutas patitas de ciempies se agitaran sobre su piel. Cuando volvéis a examinar la pierna largas y anchas cerdas negras y cubiertas de algo parecido a lodo crecen por toda la zona. No acaban en sus poros, sino que parecen terminar en una capa de mas profunda de su cuerpo.
Tras haber visto el efecto en Anna no os haré tirar cordura por la escena, aunque habéis estado a punto.
XD. Tú no tienes tanta suerte: la angustia te requiere una tirada de cordura de 0/1.
Tu pierna derecha tiene 1 punto de reducción de daño (armadura natural)
Cojo una toalla y se la lío en la pierna para que no ponga todo perdido.
- De...de...deberíamos avisar a la...la...la Sra. Harrison
Tirada: 1d100
Motivo: cordura 70
Dificultad: 70
Resultado: 16
no es justo, tu quieres mi perdición XDXD
Tumbada en la cama, con las manos agarrandome la pierna, a la vez que lo miro con horror, mientras aprieto fuerte los dientes, solo puedo asentir ante Anna
s...si, rápido p..por favor
Me acerco a la puerta y la abro con cuidado. Antes de salir miro de nuevo a Fátima.
- Vu...vu...vuelvo en seguida
Voy a por Nadia
Cuando Anna se dispone a salir en busca de ayuda, alguien llama a la puerta. La srta Vanzetti acude a identificar al visitante, que no es otro que Pietro, que aparece ya cambiado, en cuanto Anna le cede paso.
Juro que vuestras respuestas no me aparecieron en el correo. De hecho había entrado a dar un toque de atención... XD.
Una cosita: ¿a dónde vas a buscar a Nadia, Anna? Os recuerdo, por cierto, que es bastante entrada la noche (aunque entiendo que esto es una emergencia; una más o menos habitual, pero emergencia, al fin y al cabo).
Cuando la puerta se abre, Pietro echa un vistazo y comprende enseguida la situación.
-Oh, no, ¡Vaya...! Fátima, querida, ¿cuándo ha sido...?
Pietro se acerca a su "sobrina", con cara de preocupación. Antes de llegar junto a ella parece recordar algo, y se gira hacia Anna.
-Nada, no he encontrado a nadie. Ni a Ilona ni a Gianni. Esto es un maldito misterio sin fin. ¿Y vosotras...?
Mirando a mi tío de forma lastimera
No...nosotras tampoco, cu...cuando volvíamos, me....me empezó a doler de una forma terrible, y empezó todo de nuevo, buaa, buaa comienzo a llorar
Dejo a pasar al Sr. Sacco y vuelvo a cerrar la puerta.
- No...no...no nos ha dado ti...ti...tiempo. Iba ahora mi...mi...mismo a avisar a la Sra. Harrison.
Pues a su cuarto ¿no sé cuál es?
-Bien, bien... si, es lo mejor, dadas las circunstancias.
Pietro se acerca a la cama y se sienta en su borde, preocupado.
-Cuéntame... ¿hubo algo que relaciones con que haya ocurrido? Una persona, un objeto... yo qué sé... algo que tenga que ver con las malditas teorías que no nos llevan a ninguna parte...
La frase ha acabado prácticamente inaudible. El hombre empieza a estar francamente derrumbado.
Pues no sé... sabes cual es? Número?