Partida Rol por web

Desesperación

La baronesa

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10/01/2008, 04:16
Enfermera

-Señorita, busque ayuda, por favor. Esta mujer está fuera de sí.- ordena la enfermera mientras trata de sujetarla.

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10/01/2008, 04:18
Director

Sales de la habitación sin mediar más palabra, aunque algo preocupada, para encontrarte en recepción con Kurt y Pietro que parecen acabar de descender. Te miran con preocupación cuando os encontráis.

Notas de juego

Voy a presuponer que, dada la situación y lo que querías conseguir con todo esto, le sigues el juego. A la escena 1B.

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12/01/2008, 17:50
Enfermera

Regresas a la sala y la enfermera te mira como si fueras marciana:

-¿No ha encontrado a nadie? Está muy nerviosa. Si no la controlamos se hará daño.- dice la enfermera tratando de sostener a Anna.

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12/01/2008, 17:52
Anna Vanzetti

-Déjeme, loca. ¡Me han secuestrado contra mi voluntad! ¿Dónde diablos estoy? ¡SUÉLTEME!- se debate Anna, soltando puntapies a la enfermera, que la agarra lo mejor que puede.

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13/01/2008, 21:15
Director

Poco forcejeo después regresan Kurt y Pietro, encontrándose la escena más o menos como la dejaron.

Notas de juego

Ludmilla a la escena 1B de nuevo.

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21/02/2008, 10:42
Leonora Bevan-Waverly - Ludmilla Davourier

Tras despedirme de mis dos compañeros de fallida expedición, me voy directamente a la cama donde espero disfrutar de un sueño, si no reparador, al menos sí lo suficientemente intenso para descansar un poco.

Notas de juego

Como estoy cargado de trabajo creo que lo mejor es poner a Ludmilla a dormir, que además se lo merece. Vaya tute lleva hoy. Mañana será otro día. Quedo a la espera de que me digas que despierta. Seguramente con sorpresa.

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23/02/2008, 19:34
Director

Tu entorno es un manto de oscuridad sólida durante lo que te parece una eternidad. te sientes como encerrado en tu cuerpo, en una asfixiante sensación de no ser tú mismo. Algo te está moviendo; sientes los golpetazos a los lados, como un traqueteo continuado... ¿un temblor? Sí, tal vez un temblor. Entonces el traqueteo aumenta.

Los ominosos acontecimientos de horas antes, el caos y los gritos del sanatorio mental, parecen acosarte desde los recovecos de tu mente, como un disco de vinilo estropeado y acechante. No son sueños, sino más bien pensamientos a toda velocidad. El movimiento... puedes sentir el movimiento. ¿Cuándo terminará esta angustia? No sabes si podrás soportarlo mucho más. Tratas de aislarte de la cacofonía, y entonces distingues una voz; una demasiado familiar. Quiza ni siquiera es un sonido, sino palabras en tu mente. ¡Sí! ¿Podría eso ser un recuerdo? Quien sabe. Analizas las palabras; las masticas y las degustas. Te sientes como si te hablaras en segunda persona, como un desconocido cualquiera dirigiéndose a otro, sin nombres ni detalles:

Yo estaba sentada a la derecha de la vlctima en la cabecera de la mesa, Cuando entramos en el tunel noté que alguien pasó por detrás de mí y un momento después volvió a pasar. Todo este tiempo caminaba sólo una persona por el salón. Al salir del tunel, todos estaban de nuevo en su sitio.

Entonces el traqueteo se vuelve abrumador y consigues escuchar un pitido lejano también. Todo es terriblemente desconcertante. Tus ojos se abren de sopetón a una oscuridad menos densa... y en oscurecidos tonos technicolores (el rojo ha desaparecido): rico mobiliario, con dos literas de buen tamaño, un escritorio, y un armario adornan esta cuca estancia provista de una ventana de guillotina y una puerta insertable en la pared. En una esquina, se ha abierto un reducido espacio para incluir un pequeño water, y un lavabo individual con espejo. Otras comodidades básicas cierran el conjunto de este acogedor pero reducido cuarto. Una puerta insertable en la pared da cierta intimidad al reducido cubículo, trabajando estrechamente con la persianilla que filtra un poco de luz nocturna sobre la habitación. Todo el conjunto se mueve como un demonio, ladeándose con un traqueteo incesante, solo mitigado por el pitido lejano, más estridente, si cabe.

Vistes un recargado camisón de seda, que te permite observar por el escote que no hay tatuaje alguno en tu pecho. Desconcertada parpadeas un par de veces para aclarar tu visión, pero la escena sigue allí. ¿Qué demonios ocurre aquí?

Es entonces cuando adviertes una pesada respiración sobre tu posición (en la litera de abajo). Miras subrepticiamente hacia arriba, para encontrarte con la silueta de un hombre que te observa desde la litera superior, vestido en un pijama de franelilla roja, chapado a la antigua. En tu dedo anular izquierdo hay un anillo; en el interior una inscripción: Patrick.

Notas de juego

A la escena 2B

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05/03/2008, 12:39
Leonora Bevan-Waverly - Ludmilla Davourier

La verdad es que la escena me aturde tanto a mí como a mi personaje, así que Ludmilla se va a dar una vuelta por el tren. Me gustaría que me describieras un poco lo que voy viendo, para tomar alguna decisión.

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06/03/2008, 02:26
Director

Notas de juego

Sigo en la escena en la que estáis todos, porque parece que os movéis todos. En cualquier caso, "vete describiéndome lo que veo" no hubiera sido una frase válida sin decirme a dónde vas (la descripción del pasillo ya la había puesto, así que sin más detalles...)

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06/03/2008, 08:54
Leonora Bevan-Waverly - Ludmilla Davourier

Notas de juego

Mis disculpas. En un día chungo de trabajo me salté toda la primera página. La verdad es que no sabía ni que había venido el revisor a regañarnos ni vi la descripción. Arreglado.

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11/03/2008, 09:27
Leonora Bevan-Waverly - Ludmilla Davourier

Voy a la biblioteca y busco en primer lugar periódicos, a la búsqueda de noticias interesantes. Luego buscaré libros, pero primero me dedico a los periódicos. ¿Estoy sola?

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11/03/2008, 14:25
Director

Notas de juego

Ya dije que en la biblioteca no había periódico alguno. Sigues queriendo ir? De hecho, aunque no hayan dicho nada, tus compañeros ya estuvieron echando un vistazo.

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11/03/2008, 18:34
Leonora Bevan-Waverly - Ludmilla Davourier

De todos modos pasaré por allí y buscaré, y luego, al no encontrar nada, iré al vagón restaurante, a ver si veo a alguien para preguntarle algo, o si pudiera haber algún periódico dejado allí por alguien. En caso de que no vea nada ni nadie iré a echar un vistazo en la enfermería, pero sigilosamente. Por si veo algo, como un cadáver o qué sé yo. El caso es mirarlo todo. Luego pasaré por el salón y por la cocina, aunque poco a poco, por si veo algo o alguien.

Me separo de los demás porque me carga la conversación. No soy capaz de pensar nada lógico en una situación tan irreal, por lo que la única salida que tengo es recabar más datos, para hacerme una idea general de donde estoy de qué demonios está ocurriendo.

Notas de juego

Jo. Me está costando entrar en esta escena, y encima con ese deja vu tan chungo, con asesinato en el Orient Express.

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12/03/2008, 03:13
Director

Notas de juego

Dear, roléalo un poquito, porque, si te saco de PUM, va a resultar un tanto kye. Es que da la casualidad de que todos van hacia la biblioteca justo ahora que decides ir para allá. Habiendo 7 personas deambulando por un par de vagones, va a ser complicado que no llame mucho la atención que vas por tu cuenta. Por cierto: en esos comentarios sigues contando con que son las 11 y pico de la noche?

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12/03/2008, 11:39
Leonora Bevan-Waverly - Ludmilla Davourier

Notas de juego

Sí claro. Cuento conque es tarde, ya que lo que quiero es mirar sin que me vea nadie que no sea de los nuestros. En plan sigiloso. Tampoco me preocupan mucho las consecuencias, ya que creo que todo esto es un puto sueño y lo único que quiero es recabar información en él.

Ahora lo interpreto con los demás. Pero tenme paciencia, que me han sacado una muela del juicio y estoy desjuiciado. ;)

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19/05/2008, 01:15
Director

Una punzada recorre tu cabeza como una descarga repentina; un agudo dolor negro, con una absoluta sensación de desamparo. Sientes el abrumador empuje de recuerdos que invaden tu cabeza... de puro vacio. Nada queda impreso en tu memoria, que se presenta como un pesado libro en blanco... unicamente una terrible sensación de desamparo y frustración... desesperación en la soledad de tu mente.

Aun asi, todos los aconteimientos anteriores resurgen en tu mente con inusitada fuerza; un tren reciente, una estancia anterior en Arkham... sigues sin recordar quién o qué eres, o incluso que estás haciendo aquí... pero recuerdas claramente otra persona... otro cuerpo... otras vivencias... y tú eras esa persona, ese cuerpo y esas vivencias no hace ni dos minutos... ¿o tal vez si? ¿cuánto ha durado la oscuridad?... te sientes en el yugo de otro cuerpo... tal vez de otra vida... pero sigues siendo tú (¿sigues siendo tú?)... y la desesperación se abre paso, por un instante, en los verícuetos de tu mente... ¿cuánto más podras soportar?

¡Oh, cielo santo! ¡Otro cuerpo! Esas manos te resultan desconocidas. ¿Las tuyas? ¿Una de esas horribles mutaciones quizá? Parecen humanas, pero...

Los lejanos golpes en la oscuridad vuelven a tu cabeza más cercanos que nunca... cada vez más apremiantes; más nítidos... TOC-TOC-TOC... ¿Acaso no fue la puerta?...TOC-TOC-TOC-TOC... telegrama para usted... ...TOC-TOC... ¿me escucha?... TOC-TOC-TOC... ¿necesita ayuda?...¿se encuentra bien? Se lo paso por debajo de la puerta... Un sonido deslizante a nivel del suelo y unos rápidos y ligeros pasos que se alejan; luego, el silencio.

Los sonidos redibujan tu entorno, y ahora distingues claramente el familiar cuarto. Alguien al otro lado reclamaba tu atención. Junto a la puerta, un sobre blanco deslucido espera a que alguien lo recoja. en el matasellos se ve claramente un símbolo oficial de oficina de correos, en la que se lee ARKHAM U.S. MAIL.

Estás sobre la cama... una demasiado familiar como para desear recordarla. Inmediatamente a la izquierda de la cama (para alguien tumbado en ella) hay una pequeña mesilla de madera vieja, con un burdo cajoncillo con pomo de color broncineo apagado. Sobre esta reposa una medio vacia (¿o tal vez medio llena?) lampara de aceite apagada. junto a la mesilla, a apenas un brazo extendido de la cama, hay un robusto armario de doble hoja a juego con la mesa, con sus puertas fuertemente asidas por una fria cerradura de hierro colado. A los pies de la cama, junto a la ventana, un escritorio abandonado, flanqueado por dos toscos cajones, espera vestido en colores caoba. A su derecha e inmediatamente seguida del armario, una puerta (caoba también) con una simple cerradura de la que sobresale una llave, vigila el acceso.

Al mirarte ves una mujer arreglada según los canones de principios de siglo. Viste un abrigo de piel de zorro, entallado, bajo el que se vislumbra un vestido de reps francés, envuelto en una chaqueta de terciopelo con guarnición de piel. Un par de medias de seda envuelven sus piernas hasta sumergirse en un par de zapatos parisinos de tacón de aguja.un gorro ajustado de terciopelo remata la figura, suavemente maquillada. Unos guantes de piel cubren sus manos hasta medio antebrazo, combinandose con un coqueto bolso de mano de seda.

Notas de juego

Sorpresa, sorpresa... XDDD.

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19/05/2008, 10:04
Leonora Bevan-Waverly - Ludmilla Davourier

Me levanto totalmente confusa y con pocas ganas de salir adelante, pero también con una necesidad imperiosa de hacerlo, entrando en una espiral peligrosa, en la que me muevo por pura inercia. Los acontecimientos me superan, desde hace ya tiempo, pero sólo se puede avanzar.

Cojo el telegrama y lo abro, para leerlo ávidamente. Luego hago lo mismo que hice la primera vez que me levanté en este lugar, abrir los cajones y el armario, y luego mirar por la ventana.

Lo cierto es que no termino de sorprenderme por encontrarme de nuevo en la universidad, ya que yo tenía esa idea en mente en todo momento. Lo del tren no deja de ser un sueño para mí, y la cruda realidad ésta.

Perra vida.

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20/05/2008, 02:56
Director

Evidentemente turbado por la situación, abres el sobre para encontrarte con un papel familiar habitado por un breve y ominoso mensaje:

-..- Sra. Bevan-Waverly STOP -..-

En el matasellos se ve claramente un símbolo oficial de oficina de correos, en la que se lee "ARKHAM U.S. MAIL". En la esquina inferior derecha de la hoja se lee claramente el número 14, junto a una supuesta dirección de universidad:

Universidad Miskatonic, dormitorio de mujeres
West College Street, 1
555 - Arkham, Massachussets

El día te desconcierta aún más: 8 de abril de 1907

Notas el inconfundible contacto de un ceñido corsé elástico de rayón bajo el vestido, y las gomas de las medias apretándose a medio muslo. Es patente también la presencia de una combinación con bordados bajo la falda. En el bolso puedes encontrar un pequeño monedero de piel con 300 dólares, una cajita con polvos de maquillaje y un algodón de aplicación, así como dos lápices de sombra de ojos y un pintalabios. Hay también una libreta bien cuidada sin apuntes, acompañada de un lapicero, entre cuyas paginas reposa una tarjeta que reza lo siguiente:

Un pañuelo de seda, una antigua llave de hierro colado y un botecito vítreo de perfume cierra el conjunto.

En el cajon izquierdo del escritorio pueden hallarse 20 folios blancos en perfecto estado y bien ordenados, asi como 5 sobres blancos y sellos por valor de 25 dolares. En el derecho se podrá encontrar un plumier con un medio vacio tintero de tinta negra y cinco plumillas, así como una barra de lacre con un sello de madera bastante ambiguo con el símbolo (no oficial) de la Universidad Miskatonic de Arkham. Cierra el conjunto un encendedor de gasolina usado.

El cajón de la mesilla hace un seco ruido de madera deslizante al abrirse para mostrar un salto de cama de crespón de algodón, un corsé elástico de rayón, dos pares de medias, un robusto cepillo de pelo y un sobrio reloj de pulsera de mujer; todo ello acompañado por un colorido neceser en el que se podrá ver un cepillo de dientes, un bote abierto de bicarbonato, un bote de crema hidratante, un poco de cera para depilación, tres paños \"compresa\" de tela y una pastilla de jabón a medio usar.

El armario está cerrado; qué fastidio; entonces te das cuenta de que en tu bolso había una pequeña llave de hierro colado. Podría servir para abrir el armario. Lo compruebas y funciona.

El armario se abre con un chirrido siniestro, y en el puedes observar Un par de zapatillas de cuero con correa, un jersey de lana de color beige, una falda larga oscura y una bata de raso.

Al abrir la ventana, un agradable soplo cargado de olores intensos se cuela en la habitación, mientras polvo y óxido caen de las contraventanas, por la falta de uso. Lo que parece un campus universitario de principios de siglo aparece imponente ante tus ojos, como un conjunto de diez edificios victorianos enclaustrados por una verja de metro y medio de piedra y otro tanto de barrotes metálicos rematados en picas, bordada con jardines y cesped bien cuidado, y surcada de paseos terrosos que desembocan en un gran obelisco central, imitación de uno egipcio. Te encuentras en el segundo piso de uno de ellos.

El jardín está vacío y soleado, aunque corre una brisa fresca que mece lánguidamente el ejército de petunias que devoran el cesped... unas petunias que no recuerdas allí, por otra parte.

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23/05/2008, 09:16
Leonora Bevan-Waverly - Ludmilla Davourier

Salgo al pasillo como una autómata, casi sin sorprenderme por lo extraño de la situación, ya creo que nada puede sorprenderme. ¿Me recordará el resto? ¿Y cómo nos reconoceremos? ¿Será Patrick mi marido? No tiene sentido hacerme preguntas, no tiene sentido nada. Seguro que si seguimos los pasos marcados en la anterior "vida" y nos adelantamos a los acontecimientos, ellos se adelantarán a nosotros de nuevo, y... argh.

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24/05/2008, 02:54
Director

El pasillo resulta la confirmación de lo que ya viste en el sobre: el pasillo del colegio mayor femenino de la universidad Miscatonik. 12 puertas con números pintados en purpurina flanquean un pasillo decorado en madera y tonos dorados, rematado en un baño adyacente a una escalera ascendente en uno de sus lados, y en una escalera descendente en el otro. El baño cuenta con cuatro departamentos con water, dos con duchas, y tres lavabos (todos los departamentos bien cuidados y provistos de puertas con pestillo). Tu habitación es la 17.

Sorprendentemente, dos puertas se han abierto casi al tiempo; la tuya y la 16. Por ella aparece una joven, de unos veintipocos años, con una brillante melena negra, larga y lisa, de las que al girar la cabeza se deslizan como una cortina de seda, que atrae inevitablemente la atención. Ojos brillantes, grandes y también negros te devuelven la mirada; ojos desconocidos enmarcados en rasgos finos y delicados. Labios delgados, conjugando perfectamente con una cara estilizada.

En la puerta 18 una mujer esta asomada, mirando a otra, que parece haber salido de la 20 al pasillo:

La primera es rubia, con cara de ángel y un cuerpo escultural. Lo cierto es que no la habías visto en tu vida, pero es una verdadera belleza.

La segunda es una mujer joven, rondando los treinta, y de estatura media con el pelo largo y negro, piel oscura al igual que sus ojos. Aunque parece occidental quedan evidenciados sus rasgos de ascendencia gitana (tipo rumanos o húngaros). Su cuerpo muestra signos de alguna enfermedad que la haya debilitada durante su infancia. Delgada y de rostro cadavérico, su piel muestra signos de llagas, sarpullidos, pústulas y quemaduras. Algunas de sus marcas se diría que forman signos místicos.

Todas visten de la misma manera, lo que no deja de resultar un efecto visual impactante.

Notas de juego

A la escena 3B.