Partida Rol por web

Observo desafiante a Disney mientras habla, pero no puedo evitar sentir que el estómago se me va encogiendo cada vez más de temor ante sus ineludibles palabras...

-¿No... no podemos escapar... de nuestros destinos?- Pero un gran rayo rompe con mis pensamientos y me pone alerta. Enseguida Lilith nos da unas ordenes que entiendo a la perfección, así que asiento mirándola a los ojos.

-No, al menos Lilith no lo permitirá.- Apenas termina de hablar me levanto de la mesa y salgo corriendo en dirección a mi habitación, donde cojo una mochila y meto mi cuerda de escalar junto a la daga que alguna vez le robé a Pocahontas. Luego bajo por otra cuerda de mi torre y me dirijo rauda hacia la cocina, donde agarro casi lo primero que veo y lo meto en la mochila junto a las demás cosas.

Una vez más corro hacia el comedor, quizás aún me quedará tiempo de... -No, mientras rápido salgamos de aquí será mejor.- Dice una voz en mi cabeza.

-Ya estoy lista Lilith ¿Necesitas alguna cosa?- Le digo con amor, puesto que ha sido mi mentora desde hace muchos años y casi se ha convertido en mi madre.

Aurora desata un grito ahogado con la gran iluminación del rayo, pero tras las órdenes de Lilith corre hacia su cuarto a preparar las cosas necesarias, auque el tiempo no era suficiente.

Después de coger sus útiles regresó a toda prisa al comedor.

Ya he vuelto - dice con una respiración muy rápida.

Pero qué...- inicio levantandome de un salto y echando mano a la daga que cuelga bajo mi axila.

La conversación de Lilith con sus chicas me deja momentaneamente helado.

Disney, qué está pasando aquí??.- pregunto con la mejor de mis educaciones dada la situación.

Al ver la situación que se nos presenta, coloco mi mano sobre el florete que me cuelga del cinturón. Me levanto y miro a Disney.

-¿Qué va a ser de las princesas?

- Bueno, falta Cenicienta-

mira con preocupación a la ventana, por donde empieza a entrar un fuerte aire.

- No, Rapunzel cariño, no necesito nada. Sólo que no olvideis en ningún momento que no sois las damitas desvalidas en las que os quisieron convertir. Recordad que sois mujeres fuertes, y decididas con conocimientos, con una vida y unas capacidades propias.

- Bien, aunque falte Ceni, debeis saber que si que puede eludir vuestro destino, pero no eternamente. Y el de los chicos obviamente no está en mis manos. No se habla de matrimonio. Vuestro destino era ser, como os he dicho, damas inútiles a la espera de un príncipe que os salvara. Yo me salté la primera parte, pero parece ser que si es necesario que se cumpla el destino de ellos: Salvaros.

Se pasea lentamente por la sala y mira a los chicos:

- Ahora os tocará a vosotros. Espero que Disney os haya educado tan bien como presume.

Vuelve a mirar con ternura a las chicas:

- Sabeis que echamos del reino a muchos malvados y malvadas, pero alguno se fue sólo porque sabía que el dia que volvieran los chicos tendria ocasión de volver, para seguir la línea trazada. Estamos esperando a esos seres. Os llevarán, pero ya no estais desvalidas. Podreis pensar, actuar... y ellos deben intentar salvaros. Si durante el dia habeis conseguido llegar a ser un equipo, perfecto, sino cada uno dependerá de sus cualidades.

Después de todo este discurso, Lilith da la espalda a todos, mirando hacia la puerta. La tardanza de Cenicienta la está molestando. No sabe cómo advertirla si no aparece pronto.

Apura su copa y mira a Nicolás con una ceja alzada.

- No recuerdo haberte enseñado a cuestionar órdenes muchacho, pero dado que la única voz que ha resonado ha sido la de Lilith, pasaré por alto ese tema.

- Alex a las princesas no les va a pasar nada.... al menos nada grave. Obviamente se acabó ese mundo de independencia femenina y de libertad de entrar y salir. Alguien va a venir a por ellas, y se las llevará en breve. Vuestra misión, vuestro destino es encontrarlas y liberarlas.

Obviamente todo parece más complicado por la forma en que las habeis conocido. Si hubieran estado en sus puestos ahora no tendriais el corazón blando, sino que estaríais preparados para luchar, combatir, y hacer todo lo que os he enseñado. Aún así, espero que una tarde de mimos femeninos no os haya vuelto blandos.

Vuelve a llenar su copa, y llena la de Lilith. Se la acerca y le dice:

- Vamos, ahora eres tú la que se pone melodramática. Sabes que no va a ser para tanto.

El viento azota fuerte, y por la ventana aparecen dos seres:

Tras ella , agitando las alas y bufando

- Buenas noches a todos

Su voz suena aterciopeladamente maligna.

- Querido Disney, cuanto tiempo has tardado en venir. Sin ti no podría haber vuelto jamás. En fin Lilith, parece que ahora no queda nada por hacer ¿verdad?

Mira con arrogancia a los príncipes.

- No veo que haya ningún rival de verdadera valía en esta sala. Salvo quizás la propia Lilith, y ahora no es el momento.

Estalla en carcajadas, estridentes, lanzando un rayo paralizante que atrapa a todas las princesas, incluida Cenicienta que nadie sabe de dónde ha salido.

- Muy bien Gordon, ya sabes lo que hay que hacer. Ordena al dragón.

-  Cuanto tiempo Lilith. Gordon no obedece inmediatamente a Maléfica, sino que se acerca a Lilith, y la rodea echándole su fétido aliento en la cara.

- A estas alturas, me resultas tú un bocado mucho más apetecible que esas niñas- Lilith le arroja el contenido de su copa al hocico- Arrogante como siempre, ¿eh? me llevo a tus cachorritas.

Sale volando con destino desconocido para los demás, y las princesas en sus garras.

- No es difícil saber a donde vamos. Buscadlas en el bosque, en mi castillo. Comienza el juego príncipes.

Maléfica desaparece en una nube de humo.

Posteame que tres objetos te llevas. Que tengan lógica, porque a partir de ahora si habrá tiradas.

- No sé a qué estais esperando

Les espeta Disney.

- Vamos, salid a equiparos. Y comenzad a pensar cómo buscarlas.

Las chicas pasarán a la escena "El castillo de Maléfica"

El destino...?

El concepto es algo del que poco entiendo.Ya habian cambiado nuestro destino, no hay porque volver a empezar.

Rapidamente Cenicienta va a buscar 3 cosas que le ha pedido Lilith, preocupada busca en su cajon las viejas ganzuas que usaba para salir del cuarto en la que sus hermanastras la encerraban al salir, una gota de sudor rodea su frente.

Luego paso a sacar un Fluorete que tenia de adorno en la pared de su cuarto.

Nunca he usado esto...

Finalmente, coje 5 bolsas de cenizas de mano que habia creado de los restos de la chimenea que sus hermanastras le hacian limpiar, podrian serivir como una cortina de humo.

Cuando Ceniciente regresa, mira con aterro. Es lo que esperaba.Un rayo la paraliza, no alcanza a pronunciar una palabra

Ale..!

Todo aceptado. En la otra escena aún no hay nada escrito. Quería daros tiempo a todos a pensar.

Los chicos tienen que tomar aquí decisiones de lo que van a hacer, y de lo que se van a llevar.

Ante la escena me quedo estupefacto... Iba a decirle algo a Disney, pero que decir cuando alguien no quiere escuchar. -Voy, solo necesito mi espada..., ummm mejor que consigo alguna cosa más- Pensar en el oscuro dragon, se me pone la piel de gallina. Nos habían entrenado para eso, pero nunca pense que me tocaría enfrentarme de verdad contra una fiera tal. Miro por los alrededores y veo uno de los largos cabellos de Rapunzel, cuando lo cojo este se me anuda a la mano y veo que se hace más frondoso y se vuelve más pesado y largo... vaya mira una cuerda a voluntad. No esta mal... Entoncés veo a Sabio que se acerca a mi y me da una palmada que casi me hace comerme la mesa:- No te preocupes chaval, veras como lo consigues, tomad- Y me da una pequeña caja- Esto es pan enano, cuando quieras comer miralo bien se te quitara todo el hambre-... Sin duda tenía razón. Cuando vi aquella cosa amorfa, que parecia más un ladrillo que un pan se me quito el apetito totalmente. - Ehhh gracias, Sabio, te recordare...- Y mirando a Disney :- Estoy dispuesto, no por ti , sino por ella-

Cuando veo entrar a la bruja rápidamente desenfundo mi espada. Me dirijo a protejer a Cenicienta, pero cuando llego ya es tarde. Tardo un par de segundos en recuperarme y darme cuenta de lo que nos dice Disney.

-¡Hay que ir a rescatarla cuanto antes! - miro a Disney. - ¿Equiparnos?

Voy a buscar mi cota de malla, que había dejado en los establos de Cenicienta, al cambiarme de ropa. Con ella y mi espada llevaba todo lo necesario... o quizás no. Me acuerdo de un viejo artilugio que me regalaron de pequeño por mi cumpleaños. En su momento no entendí su uso, ya que solo se trataba de una aguja magnetizada, que misteriosamente apuntaba al norte; pero quizás sería de algún uso en ese bosque.