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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

29. Allá en la Cima del Cielo

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03/02/2018, 18:48
Narrador

La presencia de lúcilos te sugiere que el Velo o está muy debil o se ha roto en algún lugar. No ves grietas así que si era lo segundo estás bastante segura de que se debe haber cerrado pero es reciente o de lo contrario no habría lúcilos.

Por supuesto esas cosas no pasan porque sí; alguien o algo con el poder de rasgar el manto debe haberlo causado.

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03/02/2018, 19:43
Gabrielle

—O el Velo está débil aquí... o alguien rasgó el Manto y se ha reparado —informó Gabrielle, antes de enrojecer al caer en la cuenta de que ahora estaba Wynne en el grupo, que sabía mucho más del Velo que ella.

Buscó en su mochila hasta que extrajo un pedazo de lirio tallado en forma de flor.

—Voy a entrar al Velo a comprobarlo. Podría ser importante. 

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03/02/2018, 21:39
Lynn

—Vale, pero ten cuidado, Gabby... —pidió Lynn acercándose a ella—. Yo me encargo mientras aquí.

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03/02/2018, 21:47
Narrador

La segunda frase probablemente sonase rara para cualquiera que no fuese mago, pero Lynn vivía en la Torre del Círculo después de todo. De pronto la orquídea que Gabrielle tenía en las manos emitió un destello azulado y la maga se desplomó como si la hubiese fulminado un rayo o algo así.

Lynn se había acercado tanto precisamente para agarrarla. Y se volvió a sentar en el suelo apoyando la cabeza de Gabrielle sobre las rodillas.

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03/02/2018, 21:50
Lynn

—Cuando entran al Velo voluntariamente pasa esto—dijo probablemente para que no te diera un infarto creyendo que había ocurrido algo malo. Ya que por motivos obvios Ayla debía saberlo ya—. Porque separan el espíritu del cuerpo.

Mientras, la apóstata caminaba de un lado a otro, visiblemente inquieta.

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03/02/2018, 21:52
Narrador

La segunda frase probablemente sonase rara para cualquiera que no fuese mago, pero Lynn vivía en la Torre del Círculo y sabía lo que le pasaba a un mago cuando entraba voluntariamente al Velo así que probablemente a lo que se refería fuera a que ella vigilaría tu cuerpo mientras estuvieses fuera de él.

Te centraste en la orquidea que en su día te había regalado Astucia y ésta emitió un destello de brillante color azul. De pronto sentiste como tus sentidos te abandonaban, como aquella vez tanto tiempo atrás había sucedido en tu Angustia, y fué como caer en un pozo de oscuridad que no era aterradora, sino acogedora.

Parpadeaste.

Abriste los ojos y te encontraste en el suelo del templo pero cuando te enderezaste rápidamente la tonalidad sepia del lugar te indicó que se trataba de la impronta en el Velo del templo. Una voluta que pasaba por allí pareció curiosa al principio ante la espontánea que acababa de aparecer pero enseguida se fue flotando a ocultarse en algun lugar.

Exploraste tu alrededor en busca de información, había muchos lúcilos concentrados así que era muy posible que se formase un eco... y tuviste suerte. ¿Te daría alguna pista?

Viste la silueta fantasmal de un hombre caminando pero había algo tenebroso en ella, era como si desprendiese una especie humo negro conforme pasaba en lugar del suave rastro pálido de lúcilos que dejaban los ecos normales. Se detuvo a pocos metros de ti y extrajo de los pliegues de su túnica algo que en principio te pareció una daga pero al fijarte bien lo reconociste: ese era el tipo de cuchilla que iba en el extremo bajo de un bastón de mago.

El eco rasgó el aire y la hoja brilló provocando una explosión de lúcilos que zumbó en todas direcciones como un enjambre de furiosas luciérnagas. La silueta entunicada desapareció por el agujero formado el cual se disipó a los pocos segundos. Te constaba que aquello era simplemente el final del eco pero la posibilidad de que una grieta se cerrase sola si la dejaban en paz a unos pocos minutos en un manto fuerte no te resultaba descabellada.

Ahora lo inquietante era que aquello no parecía haber ocurrido en el templo, sino dentro del Velo... porque el eco había "salido" de él por la grieta.

¿Qué significaba aquello?

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03/02/2018, 22:54
Wynne

En ese instante escuchasteis llegar a Wynne jadeando como si se le fueran a salir los pulmones por la boca. Llegó por la puerta y se dejó caer contra una columna con la frente perlada de sudor.

Ayla se detuvo en seco y la miró pero la anciana hizo un gesto de desestimación con la mano como si indicase que estaba bien pero necesitaba recuperar el aliento.

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03/02/2018, 23:02
Gabrielle

Gabrielle estuvo pocos minutos en aquel estado comatoso, y abrió los ojos enseguida. Cuando despertó encontró el familiar rostro de su amiga Lynn. Sus rodillas le habían servido de improvisada almohada. 

Gabby se levantó rápidamente, con expresión preocupada, y se dirigió directamente a Wynne.

He visto a un hombre en un eco. Pero en vez de estar rodeado de un halo brillante, este era tenebroso, como humo negro. Tomó una cuchilla, como las que se montan en el extremo inferior de un bastón de mago y hubo un chisporreo. Se abrió una grieta y ese hombre... salió.

Estaba pálida. Tragó saliva antes de preguntar:

—Wynne, ¿significa lo que me temo que significa? ¿Ha entrado Adrath físicamente en el Velo y ha salido por aquí? Eso explicaría porqué es capaz de moverse tan deprisa, ¡está viajando por el Velo el muy insensato!

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05/02/2018, 09:42
Alexei

Alexei siempre había dicho que no entendía mucho sobre la magia. Y era verdad. Pero esto de ver a Gabby desplomarse había sido raro hasta empezar a dar miedo. Lo peor fueron las palabras de Gabby respecto a que Adrath había sido capaz de viajar físicamente por el Velo. Lo mejor fue la llegada de Wynne sana y salvo. La necesitaban.

Adrath había llevado la torre del Círculo al Velo, ¿verdad?—le preguntó a la compañera de la heroína—Supongo que ha sido así como ha viajado hasta aquí y así librarse del dragón. Esa cuchilla de la que hablas debe de ser parte de Glandivalis. 

Sí, las cosas de los magos eran raras, pero al final parecía que de algunas cosas se enteraba.

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05/02/2018, 15:20
Wynne

Wynne había entrado en la sala jadeando como si se le fueran a salir los pulmones por la boca. Tras aparecer por la puerta unos instantes después de vosotros, se había apoyado contra una columna con la frente perlada de sudor. No obstante, las palabras de Gabrielle llamaron enseguida su atención.

—Eso me temo, cielo—masculló mordiéndose el labio inferior—. Aunque lo que más me preocupa es que ni si quiera yo he visto jamás un eco oscuro. Por si fueran pocas malas noticias.

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05/02/2018, 15:31
Ayla

—ES la cuchilla de Glandivalis, ninguna otra podría hacer eso—apostó Ayla acercándose a vosotros—. ¡Con el bastón incompleto ese idiota está llenando el manto de agujeros por donde pasa!

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05/02/2018, 15:35
Lynn

—Hacedor... según lo que ha visto Gabby eso significa que ha llegado aquí antes que nosotros.

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05/02/2018, 15:36
Ayla

¡Sí! y como consiga dos trozos estamos jodidos—masculló la apóstata—. Sólo tenemos uno ¡Hay que darse prisa!

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05/02/2018, 15:37
Narrador

Ayla giró sobre sus talones y echó a correr por la inmensa sala adelante. Sus pasos resonaron con eco casi reverente en la quietud de la estancia. Si es que aquel adjetivo tenía sentido. Pero se os vino a la cabeza sin invocarlo.

La seguísteis por inercia atravesando la enorme estancia, pasando junto a la hoguera... pero cuando la apóstata subió la escalinata que se encontraban al otro extremo y llegó arriba, fué como si chocase contra un muro de luz. Un repentino destello azulado pareció repelerla hacia atrás y visteis cómo braceaba en un intento de no caerse escaleras abajo. Por suerte no perdió el equilibrio.

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05/02/2018, 16:09
Entidad fantasmal

Una figura brillante y fantasmagórica apareció delante de la apóstata, materializándose como por arte de magia. Cuando el resplandor se atenuó pudísteis verlo bien.

Un aura de solemnidad envolvía a la aparición. A vuestros ojos tenía el aspecto de un caballero ataviado con una armadura antigua pero para nada deslustrada. Emitía un suave brillo blancoazulado y sus ojos parecían dos fuegos del Velo.

Aunque había algo que no terminaba de encajar, o al menos cuando dió un paso adelante parecía como si cojease. Un repentino brillo verdoso recorrió entonces toda su silueta, como una descarga de rayos, mezclándose por un instante con el agradable tono azul. El caballero gruñó dolorido apoyándose contra el arco del umbral en el que había aparecido.

No obstante, lejos de rendirse, llevó una mano enfundada en guantelete a la cintura y desenvainó una espada luminosa.

No seguiréis profanando este lugar mientras quede algo de mí—masculló apuntando a la maga con ella en un gesto de advertencia. Su voz desprendía eco de por sí pero sonó con vehemencia debido a la acústica de la sala—. ¡Seais cuantos mago seais!

Ayla permanecía en guardia, tan sorprendida como cautelosa ante aquello.

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05/02/2018, 16:35
Wynne

—Andraste misericordiosa... —Wynne tenía los ojos abiertos tan grandes como platos—. ¡El Guardián! ¡Tú eres el Guardián del templo!

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05/02/2018, 17:12
El Guardián

El espectro la miró y entornó los ojos por alguna razón. Como si algo de pronto no le cuadrase... Pero entonces se fijó en la cabeza del bastón de Ayla y éstos centellearon de nuevo.

—¡Ladrona!

Os miró a los demás con una suspicacia teñida de ira sorprendentemente contenida.

—¡Eso no os pertenece! ¿Qué habéis venido a hacer aquí?

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05/02/2018, 17:26
Alexei

¡No! ¡NO!—Alexei se interpuso entre el guardián y Ayla con una mano en alto y la otra en el alfajón—. ¡No nos ataques!

El joven guerrero había actuado por impulso y ahora estaba ahí, frente a una figura fantasmagórica que seguro que podía matarlo en un abrir y cerrar de ojos. Y Wynne lo había llamado el Guardián del Templo. El Guardián del Templo de las Cenizas Sagradas. El rubio se acordó del Varterral, el único guardián de un templo al que nunca se había enfrentado. No tuvieron nada que hacer contra esa criatura y seguro que ahora sería igual. La última vez salieron indemenes con el uso de la palabra y esta vez esperaba que fuese igual.

Sabemos que eso no es nuestro. Ni siquiera lo queremos. Glandivalis es algo precioso y maravilloso, y tenemos que protegerlo. Hay alguien, un mago oscuro, que está buscándolo. Ya tiene una de sus partes y ahora está buscando la que hay aquí, en éste templo. Y por Andraste, lo que el bastón representa y Ferelden, no podemos permitir que se haga con todas sus partes. Si sois el Guardián del Templo, le necesitamos.

Tras su discurso, Alexei se miró a si mismo sorprendido. Lo que había intuido en Refugio, que el hijo del comerciante venido a granjero había desaparecido, acababa de verlo ratificado. Quién era él ahora, era algo que tenía que averiguar. Pero todas las vivencias vividas desde que Adrath se cruzó en su camino lo habían transformado completamente. ¿Quién le iba a decir a él trataría de convencer a un ser de leyenda de ayudarle?

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05/02/2018, 20:10
Gabrielle

A Gabrielle le había sobrecogido ver al Guardián. Una cosa era que Wynne le hubiera contado la historia y otra muy distinta vivirla. Especialmente cuando el Guardián estaba herido. ¿Podían derrotar a Adrath si tenía tanto poder como para herirle de gravedad?

—Las viejas custodias han caído —dijo Gabrielle en tono cuya serenidad la sorprendió a ella misma—. Glandivallis necesita un nuevo lugar donde ser protegida de manos peligrosas. Como las de ese hombre, Adrath. Te ayudaremos a derrotarlo. Y...  nosotros sí mostraremos el debido respeto los ritos de este lugar sagrado. Somos Andrastianos y venimos a ayudar, no a causar ningún mal. Busca en nuestro interior. Sabes que es cierto. 

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05/02/2018, 20:54
El Guardián

La punta de la espada temblequeó pero el escrutinio al que os sometieron aquellos ojos centelleantes resultaba abrumador. Tuvisteis la perturbadora sensación de que no pudiérais ocultarles nada. Nada en absoluto.

De hecho os disteis cuenta de que habíais estado conteniendo el aire al soltarlo después de que el centelleo se apagara.

—La humanidad de los hombres también—dijo en referencia a las custodias—. En el fondo temía este día pero quería pensar que nadie es capaz de cruzar tan nefastas líneas una segunda vez.

Bajó el arma y volvió a sufrir otra extraña descarga verdosa que lo hizo gruñir de nuevo.

—Todas las manos son peligrosas sobre ese bastón. Todas salvo las de quien realmente debería tocarlo.