Partida Rol por web

Entre las charlas y las constantes idas y venidas del Alcalde/Tabernero las horas pasan con bastante rapidez hasta que finalmente es la hora de cerrar, Frohm os desea a cada uno las buenas noches  a medida que subís a las habitaciones mientras os recuerda que a primera hora es la reunión (las 8 de la mañana).

La noche pasa sin ningún tipo de altercado, salvo el sonido interrumpido intermitentemente  por el martillear y el balar de las cabras; descendéis al piso inferior donde os llega el rico aroma del desayuno, tortas de avena, salchichas de pescado y leche de cabra además de fruta para los elfos cuando os sentáis en la misma mesa (la posada está a reventar y os han tenido que colocar como buenamente posible) pos encontráis un cartel escrito en Común que reza lo siguiente:

 " KHARDRA EN PERSONA --- ESTA TARDE A LAS 5, EN EL ESCENARIO DE LA PLAZA"

 Mientras Frohm os sirve la comida os avisa de que dentro de un rato volverá para recogerlos y llevarles a la sala de reuniones.

Amanece, lo que significa que los primeros rayos de sol me despiertan. Con algo de pereza, salgo de la cama, me aseo y bajo a comer algo. Anoche estuve curioseando casi todo y apenas hable con alguien (bueno, mas bien hablaron ellos: "Deja de molestar, elfo loco")

Ya abajo, miro la comida que ofrece el tabernero y le digo un par de cositas al oido, cosa a la que reacciona poniendo una cara de asombro, pero parece aceptar. Al rato, me traen un buen pedazo de carne... y el cerdo que traia ayer ya no se le veia por ningun lado.

-Buenos dias gente-saludo a mis sorprendidos compañeros de mesa mientras me meto un pedazo de carne en la boca-Ayer no pude presentarme, demasiadas cosas que mirar, pero si escuche vuestros nombres. Mi nombre es Dzarklex y, como podeis ver-muevo ligeramente las orejas-soy elfo, aunque por lo visto, no muy tradicional-continuo comiendo-Pero bueno, no me molesta mucho, a fin de cuentas, esto esta riquisimo ¿quereis probar?-le ofrezco un pedazo al otro elfo, que se le veia con una triste pieza de fruta

Aburrido después de que nadie me hiciera caso de mis... "encantos", me meto en mi habitación algo mas grande de la que normalmente dormía... sentado en la cama, sosteniendo la daga con una mano, girándola sobre si misma, me aburro... ¿que puedo hacer...?, ¿que puedo hacer...? me levanto de un salto de la cama... me asomo a la venta, la abro y veo que el lobo estaba jugando con algún animalillo que desde mi posición no lo veía claro... Viendo que estaba distraído y pareciera que se lo pasase bien, no lo molesto... pero sigo dándole vueltas a la cabeza... ¿que hacer...?, ¿que hacer...? al rato me vuelvo a la cama y el sueño me vence...
A la mañana siguiente me levanto algo agitado al no poder jugar un poco durante la noche... me acerco a la ventana, la abro y observo si veo por alguna parte a mi amigo, me pregunto... ¿donde andará?... tendré que salir a buscarlo... pero tengo hambre...
Me visto en un segundo y bajo las escaleras de dos en dos, casi tropezadamente me acerco a la mesa donde estan mis compañeros de viaje... con una sonrisa de oreja a oreja digo en voz alta... ¡buenosssss diasssss...!, ¿que tenemos para desayunar hoy?... relamiendome los labios y acariciandome las manos continuo... ummmmhhhh que rico esta todo seguro... ¿por donde empezar?...
Al ver que el tabernero traía carne a un elfo me acerco al elfo y le pregunto... ¿carne?... un elfo poco tradicional... me carcajeo fuertemente... jajajajaja... no te enfades Dzarklex, yo tampoco soy un kender "tradicional"... al terminar de decirle eso al elfo veo por el rabillo del ojo al lobo otra vez sentarse en la entrada de la posada... con tu permiso voy a darle un trozo a mi amigo de fuera... sin esperar respuesta me voy a ofrecerle el trozo de carne... el lobo ansioso en la puerta con la cola dando golpes en el suelo me espera, no se si por mi presencia o por la de la carne, me empieza a lamer toda la cara... vale, vale... amigo, ahora después te traeré mas... dejo al lobo comiendose el trozo de carne y entro otra vez a la taberna... por el camino me fijo si a alguien se le había caido de los bolsillos algo que me pudiera servir...
 

Pese al bullicio que había habido hasta altas horas de la madrugada, Adanedhel había podido dormir y descansar mejor que en los últimos días de camino hasta allí. Prefirió no pensar demasiado en la aventura en la que se había metido, no quería arrepentirse de su decisión, era demasiado orgulloso como para regresar a casa y reconocer que el maldito mundo exterior ni tenía ni merecía salvación. Quizá aunque se hubiera topado con un semielfo, un kender y un tipo silencioso, las cosas podrían mejorar...  además, no necesariamente debían ser tan malos, ¿cierto? Aunque el semielfo ya le había tocado lo que no suena nada más saludar, prefería no pensar en él como "el semihumano odioso ese"

Después del aseo, bajó a desayunar a la mesa que le habían adjudicado, saludó educadamente al kender que parecía muy animado, al menos bastante más animado que él, lo cual esperaba que le fuera contagiado, y observó la presentación del otro. Ah, un elfo! No parecía "de los suyos" pero no importaba, de cualquier modo siempre sería mejor que un semielfo. Le sonrió y asintió - Adanedhel, de Silvanost... - tras la presentación, se dedicó a comer un poco de su pieza de fruta, hasta que perplejo, miró al elfo hereje comiendo carne. Apunto estuvo de desencajársele la mandíbula de lo boquiabierto que se quedó. ¿Eso era real? ¿Era algún tipo de broma de mal gusto? Espera!! Que le estaba acercando el pedazo de carne!! Sin poder evitarlo, en un afan por apartarse de él, Adanedhel le "esputurreó" parte de la fruta que tenía en la boca. Se cubrió la boca con una servilleta y se apartó lo suficiente para evitar que las náuseas terminaran en vómitos, que habría sido un espectáculo muy lamentable.  Respiró jadeante y dando la espalda al otro elfo, recordando lo que minutos atrás había pensado. - Las cosas podrían mejorar - Sí, claro, y empeorar también.

Cuando se recuperó lo suficiente, tras respirar hondo varias veces, ofreció al hereje su servilleta con una seria disculpa en un tono no del todo agradable - Lamento haberte salpicado, espero que aceptes mis disculpas. - Se centró en dar un trago a la leche, y cuando su estómago lo aceptó, en seguir comiendo la pieza de fruta. No iba a comentar nada, no, se iba a contener, eso es, un poco de paz, un poco de suerte...  y si las cosas iban bien, no tendría que volver a ver a ese sujeto nunca más. ¿Dónde estaría el tipo silencioso que se presentó a última hora? Al menos ese parecía tan normal... Quién le iba a decir que desearía que alguien normal y corriente apareciera pronto.

Una vez finalizada la velada, subo a mi habitación y me tumbo en la cama. Estoy cansado del viaje, no he salido núnca de mi pueblo y tanta gente me pone nervioso.

Con estos pensamientos me quedo dormido. El ruido de fuera, una vez identificado, no me molesta, ya que de donde vengo está lleno de animales y sé como obviarlo.

Los primeros rayos me despiertan, me aseo y bajo al comedor a ver qué es lo que me encuentro. Cuando llego, veo que la mesa asignada a los asistentes a la reunión ya tiene a sus primeros ocupantes -"Saludos."- digo haciendo una leve inclinación de cabeza a modo de saludo.

Me siento en un sitio vacío de la mesa y me sorprende ver a un elfo comer un trozo de carne, -"No en todos los sitios se tienen las mismas costumbres"- pienso mientras sonrío -"¿Puedo coger un trozo?"- digo señalando al plato. Soy un semielfo y mi dieta es omnívora.

Mientras como el trozo de carne y algo de fruta, voy m irando a los presentes, igual que anoche me sorprende lo variopinto del grupo. Durante éste período, veo una exagerada reacción de un elfo estirado llamado Adanedhel. Pienso en mi vida y me alegro de tener sangre humana corriendo por mis venas, aún que mi aspecto sea totalmente élfico.

-"Bueno, a ver qué se comenta hoy en la reunión, no he asistido núnca a ninguna y estoy deseoso de llevar las nuevas a mi hogar"- diego animado por la conversación y alegría del Kender.

Había pasado una gran parte de la noche estudiando y había caído rendido encima de mi libro. Despierto con los rayos del sol entrando por la ventana y no puedo evitar culparme por dormirme y salir a toda prisa de la habitación seguido por mi cuervo.
Al llegar abajo, doy las gracias a mi anfitrión y comienzo a devorar el desayuno mientras sigo leyendo, esperando al resto del grupo. Al ver que poco a poco empiezan a llegar, dejo mis estudios (pues sería de mala educación), y saludo con algo más de efusividad. No puedo evitar mirar con un poco de curiosidad todo lo que va sucediendo: presentaciones, en elfo comiendo carne, al Silvanesti horrorizado... y para mi suerte... ¿otro semielfo? No estoy seguro, pero el comportamiento de Kyras al aceptar la carne me da a pensar eso. Eso o que es otro elfo "de costumbres extravagantes".
Rompiendo un pedacito de pan para dárselo a mi cuervo, empiezo a hablar para evitar la risa floja al ver que Adanedhel está al borde de horrorizarse - Es mi primera reunión también aquí. Estaría bien saber qué nos depara el futuro. La verdad es que somos una compañía un tanto peculiar, no entiendo muy bien por qué se nos ha convocado justo a nosotros...
Sigo comiendo un poco, analizando a mis "compañeros", riéndome para mis adentros del Silvanesti mientras pienso "2 semielfos... A ver cuánto aguanta sin estallar el presumido".
Y no sé... - comienzo a decir de nuevo algo más pausado - quizás nos toque cooperar más tiempo o quizás no. Pero estaría más poder saber algo más de cada uno.

Mientras vosotros seguís comiendo y charlando, Frohm comienza a llevarse a los consejeros al lugar de reunión, no sin antes comunicaros que pronto irá a recogeros, así que poco a poco la Taberna se va quedando cada vez más pequeña hasta que solamente  quedáis vosotros por recoger, cuando llega Frohm todos os levantáis y le seguís.

Al salir notáis enseguida el impacto de la fiesta que está teniendo lugar; gallardetes multicolores cuelgan de las cuidadosamente construidas casetas para las competiciones. Los granjeros conducen sus mejores cabras adornadas con lazos de encaje a los corrales de exposición, podéis oler el dulce aroma de pan recién horneado y los pastelillos de azúcar impregnan el aire, al igual que en la Taberna veis muchos carteles pintados anunciando la presencia de Khardra.

Finalmente llegáis a la sala de reuniones aunque en verdad se trata de un granero acondicionado para tal función, en el centro veis una mesa larga con varias sillas, sobre cada silla veis una agenda con los puntos del dia, hay de distinta índole desde problemas con los Gnomos en las montañas, hasta la repartición de territorios, todos están debidamente explicados salvo un único punto, el último, que se define como una única palabra " Dragones"

---Muy bien, ya estamos todos- grita Frohm dando una palmada para atraer la atención- En primer lugar os doy las gracias a todos los consejeros por haber asistido a esta reunión tan importante, especialmente a nuestros queridos invitados- comenta señalándoos a vosotros- que pese a que no tendrán voto, vienen en calidad de representantes, bueno, sí tiene el placer de sentarse...

A continuación hay una pequeña "pelea" por los asientos, puesto que nadie quiere sentarse cerca del Kender, aunque finalmente se logra sentarse todos en un lugar más o menos satisfactorio y es entonces cuando comienza la reunión presidiendo la mesa Frohm.

Pronto veis que la reunión pinta para largo...y no os equivocáis... los temas se hablan largo y tendido pero no se llega a nada, solo a que el tema se aplace a la siguiente reunión, así pues las horas pasan y el calor y el malestar comienza a afectar a los miembros, finalmente, tras unas 6 horas de reunión veis como un miembro se levanta de la silla, se trata de un enano de las Colinas:

---¡Ya estoy harto!- grita irrumpiendo  los comentarios de Frohm- Llevamos aquí encerrados todo el dia y apenas hemos podido celebrar la fiesta como e debido, propongo aplazar la reunión hasta después de la feria- propone y un murmuro de conformidad se extiende por la mesa.

---Caballeros, solo queda un punto por tratar y es muy importante...- defiende el tabernero mientras señala el último punto de la agenda, pero al ver las caras de los miembros suspira.- Vale, votemos, que levanten la mano  quienes estén a favor de aplazar la reunión...

La votación se decanta por aplazarla y mientras  los miembros comienza a a levantarse y hablar entre ellos Frohm grita:

---¡La reunión se reanudará a las 6! ¡ Es muy importante, recordarlo!- grita tratándose de oír por todos y luego se sienta en la silla que preside con aire abatido 

Cuando me levanto de la silla, estoy agotado, me pican los ojos del ambiente de la sala y necesito estirar las piernas y la espalda.

Me giro hacia mis compañeros y digo -"Bueno, tenemos un par de horas antes de volver a esta apasionante reunión. Tengo ganas de llegar al último punto a ver qué cuentan, nunca he visto un dragon."- esto último lo digo con una sonrisa en los labios.

-"Me voy a dar una vuelta por las calles, parece que está todo preparado para hacer pasarlo bien a cualquiera que ande por ellas, y yo soy de un pequeño pueblo donde éste tipo de festividad no es muy común."-. Trás decir ésto último, hago una pequeña inclinación de cabeza a modo de saludo y digo -"Hasta luego."-.

Me doy la vuelta y salgo del granero, en dirección al bullicio de gente y tenderetes.

Sin darnos tiempo a despedirnos, veo como Kyras se aleja. Parece que quedamos los 2 "críos", el presumido y yo...  La verdad es que no es algo que me levante el ánimo como si estuvieran unos enanos celebrando una fiesta llena de cerveza... pero es lo que hay.

Mmmm... la verdad es que yo también tengo curiosidad por saber de qué tratará este último punto... Dragones... Suena casi increíble... - comienzo a decir, casi por inercia, dándome cuenta luego de que he dicho en voz alta lo que pensaba - Dos horas dan para mucho. Y la verdad es que estudiar mis libros es apasionante, pero quizás alguno de vosotros tenga una sugerencia mejor para pasar el tiempo.

Creo que la verdad eso ha sonado incluso hasta algo sociable. No estoy hecho para hablar demasiado ni tener demasiados amigos... es lo que tiene crecer estudiando para superarse...   Así que no sé, espero no sonar demasiado frío y que no lo tomen a mal - pienso para mí, intentando encontrar algo que hacer.

La verdad es que Kyras puede tener razón... Yo por mi parte no estoy acostumbrado a este tipo de eventos, quizás no sea mala idea tratar de disfrutar o dar una vuelta y ver qué hay por aquí.

Sin apenas tiempo para mucho más, Adanedhel vio salir al otro semi-humano como alma que lleva el diablo. Realmente él más allá de curiosidad por los festejos, no tenía mayor motivación para salir, dudaba que nada en lo que estuvieran implicadas sub-razas pudiera agradarle especialmente, aunque claro, tampoco podía culpar a los semi-humanos de mostrar interés.

En un nuevo intento de ser agradable y visto que el otro semi-humano estaba siendo educado, Adanedhel forzó una sonrisa que más bien parecería la mueca que pondría alguien a quien le están pisando un juanete. - Ciertamente, si se trata de algo tan importante como para estar relacionado con dragones, debería haberse hablado ya el asunto en lugar de hacer que la gente se disperse durante dos horas. - El elfo parpadeó unas 4 veces o 5 seguidas, que pareciera que le había entrado algo en los ojos. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Me está proponiendo este semi-humano qué? Adanedhel tomó una bocanada de aire y respiró lentamente. Bien, ser educado, ser correcto, responder a la amabilidad ajena. ¿Qué le estaban proponiendo exactamente?  Ah... el semi-humano lo aclaró después. 

- Ah, claro, ¿por qué no? Podemos salir, buscar al tal... Kyras y observar en qué consisten los divertimentos para esta gente a ser posible antes de que nos asalte el carnívoro Pensó. Mejor poner como objetivo la búsqueda del otro a quedarse solo con un mago demasiado tiempo. Los magos no eran de fiar, y si además tenían sangre humana, menos aún.  Las cejas de Adanedhel se enarcaron al oir la última parte. - Disfru... tar? ¿con semejante bullicio? Ahm... bueno, supongo que... - El elfo se puso en pie y cedió el paso al mago. - Tampoco tengo costumbre de este tipo de eventos, pero tienes razón, dos horas es largo tiempo  - sobretodo con torturas de celebraciones salvajes y bárbaras. Vale, calma, se amable, se cordial, se agradable. No tiene culpa de ser medio humano...  Y ¿dónde está el kender?

Casi 5min despues de que la gente empezara a levantarse, abro lo ojos. Una linda siesta siempre viene bien, y cuando me levanto para desperezarme, miro que aun hay gente en la puerta. No termino de escuchar su convesacion, pero logro identificar una palabra que me llama la atencion

-Yo ya he visto un dragon antes-comento al grupo de la puerta-¿O puede que hayan sido dos? Bueno, el caso es que llevo siguiendo su rastro desde hace un tiempo, por eso estoy aqui, a ver si encuentro alguna pista-hablo con total naturalidad, como si fuera lo mas normal del mundo abandonar tu hogar para seguir dragones

Cuando me doy cuenta, uno de los presentas ya se habia ido, pero no importa, aun habia dos personas haciendo planes

-¿Vais a pasear? ¿Me puedo unir a vosotros? Ya conoceis el dicho, cuantos mas, mas reiremos-sin dar tiempo a dar una negativa, apoyo mis brazos detras del cuello de ambos compañeros y sonrio feliz

Saliis todos del granero y el bullicio de la gente llega a vuestros oidos, sin duda alguna la feria está teniendo mucho éxito, hay todo tipo de tiendas multicolores e inluso os llega el olor del pan recien horneado, podeis ver diversas tiendas, desde una galeria de tiro hasta varios concursos de diversa indule, pruebas de fuerza, resistencia, etc. Al fondo del todo veis un enorme escenario de madera puesto de manera improvisada donde hay varios guardias montando guardia.

Cuando salgo del granero que hace las veces de sala de reuniones, me dirijo al barullo de gente y tenderetes. Nunca he visto una aglomeración de este tipo y ver a tanta gente junta me sorprende, yo estoy acostumbrado a los sitios abiertos, campos y poca gente en general.

Estoy mirando hacia todos los lados, viendo comerciantes de todo tipo, atracciones que no he visto en la vida y me cuesta imaginar qué se tiene que hacer, y muchos animales sueltos por la calle cuando veo que se acercan mis compañeros de sala.

-"Buenas, veo que os habéis decidido a salir de ahí a estirar las piernas."- digo a éstos cuando se acercan. Al no estar hecho a este tipo de eventos, no me siento cómodo en este ambiente, así que me acerco a ellos a ver si tienen algún plan mejor. Todo y que no nos conocemos, a veces el grupo hace la fuerza o, en este caso, la posible diversión -"¿Alguien ha estado por aquí antes?"- pregunto para ver si alguien se anima y nos hace de cicerone.

No. No he viajado nunca demasiado. Desde que empecé mis estudios, nunca he podido centrarme en esas cosas - contesto algo seco, mirando alrededor con curiosidad en un vistazo rápido.

Mmmm... madre mía... Acabamos de desayunar y el ambiente y la comida me están dando hambre de nuevo. Por otro lado... toda esas tiendas parecen muy interesantes. Quién sabe si podría encontrar alguna cosa que me sirva.

¿Alguno de vosotros tiene pensado qué hacer? La verdad es que hay tanto que no se por dónde empezar - comento mientras acaricio el pico de mi compañero, posado en mi hombro, con suavidad - Dos horas dan para mucho. Lo único que espero es que el festejo no nos absorba... No deberíamos llegar tarde a la reunión, el último punto parece bastante importante, más si se trata de dragones - sigo diciendo, antes de pararme a mirar al grupo - Podemos ir en grupo o por separado, supongo. Aunque cualquier sugerencia parece ser bienvenida.

Adanedhel suspiró al oir el tono seco del medio humano. Lo que había que aguantar, encima que era amable con esas criaturas inferiores...  - paciencia... pórtate bien, desconfía pero se amable - se dijo. Apretó los labios al ver aparecer al otro, pero finalmente asintió cordial como saludo. - La verdad es que nada me es demasiado llamativo aquí, encuentro esto...  curioso pero pueril, no se, no hay belleza aquí, todo está hecho deprisa, no hay detalles cuidados, no hay una artesanía destacable, ni siquiera la música que escucho parece tener ningún sentido. - suspiró tras echar otro vistazo alrededor.

- En eso estamos de acuerdo, la puntualidad es una virtud...  Mmmh? Eso es algún tipo de torneo a espada? - Menudo bocazas era a veces, si antes decía que nada le llamaba la atención, antes encontraba algo que sí lo hacía. Se acercó para mirar la exhibición. Siempre era interesante ver otras técnicas. Dudaba que fuera a aprender nada allí, pero nunca se sabía.