Partida Rol por web

Os pongo el mapa.

COMO AYUDA:

http://www.comunidadumbria.com/partida/la-isla-ith

mi proxima partida para el que este interesado antes de anunciaerla por wep

Los personajes tantean las opciones ir a caballo y pasar por praderas, montañas y bosques o ir a ciudad pesquera para intentar encontrar un atajo.

Oranda esta entre estas dos opciones.

Threkor comenta de ir hacía el puerto.

Y Leoden (dejo hoy para ver su decisión)

Miro a Oranda.

Creo que deberíamos volver al Puerto para ver si encontramos un modo de volver a la Mansión de los Magos. No me importaría robar los caballos, recuerda que los alquilamos por 5 días, pero creo que ahora mismo mejor que no. Cuestión de supervivencia.

Me quedo pensando un rato - ¿Crees que podríamos encontrar a alguien que nos llevara mágicamente hasta la Mansión?

Lamento no haber podido salvar al muchacho que se llevó el ente volador. Pero hay que centrarse en lo que uno puede controlar.

—Vayamos al Puerto, estoy conforme. No conocemos estas tierras lo suficiente como para poder viajar por ellas con el menor peligro, y en la villa al menos podremos conseguir un mapa y más suministros para un viaje que no tenemos claro cuanto puede durar.

Pues según estamos pensando es volver sobre nuestros pasos al puerto, si es así podemos por el camino pasar por la posada devolver los caballos y hablar con el posadero si conoce algo o alguien que nos lleve a Ciudad sin nombre  lo mas rápido posible por magía o por medio de algún juguete de los gnomos o algo así.

El retorno al puerto, dió la sensación de ser más largo, tal vez por las prisas de llegar a un lugar civilizado.

en efecto la posada quedaba de camino era la decisión del grupo de pasar por el lugar o no.

A lo largo del camino hasta entrar en la ciudad, cualquier ruido o pajaro en el cielo parecía sospechoso, pues en cualquier momento la bruja con alas y cara pintada podía caer sobre ellos como un aguila cazando un conejo.

Pero todo quedó en tensión y preocupación, pues nada atacó al grupo pudiendo llegar a los lindes de la ciudad.

¿que hacer?

ir al puerto, ir a la posada, ir al mercado, preguntar a alguien ¿....?

lo que se decida podría ser y llevar al fracaso o al triunfo.

Llegamos con relativa tranquilidad a la ciudad. Aunque nada nos atacó durante el viaje, la tensión que teníamos por si nos atacaban, aumento nuestro cansancio.

Creo que lo más sensato es preguntar en la posada. Quizás salga alguna caravana en nuestra dirección y podamos unirnos a ellos. Además podríamos ofrecer nuestros servicios como defensa mientras dure el camino.

Tras llegar a la posada el dueño enseguida les recordo, vio que los caballos estaban bien y os dío los 100 dinares de fianza.

si los caballeros desean algo más de mi, comida alojamiento u otra cosa no duden en pedirlo.

os comenta interesado en su negocio.

El posadero parecía dispuesto a ganarse algunas monedas extra, pero tal vez eso a nosotros nos interesaba.

Sí, queremos llegar a Ciudad sin NOMBRE LO MÁS RAPIDO QUE PODAMOS, hay alguna caravana o medio.

comente al posadero. 

El posadero se toca la barbilla, parece que le es dificil recordar, tal vez necesite algo que le refresque la memoría, algún aliciente.

Vale, te hemos entendido - le tiendo 3 dinares - ¿está bien así?

El posadero sopesa las monedas y se las mete en el bolsillo del delantal, luego os mira con cara de interes y os dice:

Al pasar el mercado se ve una calle que baja, al final de esta vive el maestro de llaves, el os puede si se le covence abrir un portal, pero es un viejo cascarrabias, suerte con él.
 

Espero que el hombre sepa lo que se hace no me gustaría terminar en la otra parte del continente,

comente a los demás, es el camino más rápido, ¿pero será el mas seguro?
 

Como siempre pasa, el dinero le había soltado la lengua al tabernero. Nos dio una indicación sobre quien podría ser capaz de abrirnos ese portal hasta la Ciudad sin Nombre. Oranda no estaba del todo segura de las capacidades del tal "Maestro de llaves", pero era nuestra única opción, a no ser que quisiéramos atravesar el continente a pie.

Tranquila Oranda. Vayamos a verle y después decidiremos si es de fiar o no - intento tranquilizarla.

Gracias por la información - dicho esto, me dirijo hacia la puerta en dirección al mercado.

La calle no fue difícil de encontrar, y localizamos la casa del Maestro de llaves en seguida.

*TOC* *TOC* Llamamos a la puerta.

Si, quien es
Comenta una voz de persona mayor caminando hacia la puerta.

No me hace mucha gracia volver a entrar en uno de esos portales, pero reconozco que parece la mejor opción y al menos «Maestro de llaves» suena bien, muy grandilocuente. 

—¿Y de qué manera se supone tendremos que convencer a ese hombre? —les digo a mis compañeros—. Oro, buena labia, alguna misión...en fin, a ver qué tiene que decirnos, pero mejor no parezcamos demasiado desesperados.

Cierro el pico en cuanto se oye la voz al otro lado de la puerta. 

Un hombre de unos 77 años bien vestido con unas lentes y un gato a sus pies, os abre la puerta lleva en la mano un libro abierto,  se ajusta las gafas y os mira con interés.

Cierra el libro con  la mano que lo sostenía y respira profundamente.

¿Os conozco de algo?   Dice el anciano quitandose  sus lentes.