Partida Rol por web

El año es el 2054. 

La vida era buena. Trabajo fácil, paga regular, compañeros dignos de confianza, ... Pero las cosas se fueron a la mierda, y tuvisteis que saliros de la red, cada uno por sus propios motivos. Pegarle un tiro en la cabeza al pasado y comenzar desde cero en un sitio completamente nuevo.

La promesa de oportunidad y anonimato os ha atraído al Estado de Flujo, Berlín; una ciudad convertida en un experimento social a gran escala. Hasta las Megacorporaciones pisan con cuidado en ese lugar; ni siquiera el Gran Dragón Lofwyr se atreve a ser demasiado osado con la estructura de poder siempre en evolución de la ciudad. El perfecto escenario para que un shadowrunner espabilado desaparezca y empiece de cero si así lo desea.

Si tan sólo fuera tan sencillo, ¿verdad?

Sin embargo, siempre es un golpe de suerte que una antigua compañera de correrías llame a ese lugar su hogar; como es el caso de Monica Schäffer.

Lleváis poco tiempo trabajando esporádicamente con ella y su equipo, y esta es una de esas noches en las que os ha incluido en el plan a todos. Sospecháis que tiene la idea de incorporaros como miembros fijos de su banda, pero con Monica nunca se sabe; su cabeza funciona de forma distinta a la gente común. Pero, ¿qué otro motivo podría tener si no para llevaros a un trabajo tan sencillo?

Un antiguo castillo, en mitad de la nada a una hora al este de Berlín, en lo alto de una colina, vigilando sobre todo el campo circundante. El trabajo es un Rompe-y-roba estándar: crackear la caja fuerte, robar los datos, salir de una pieza. La paga es mediocre, pero el trabajo es trabajo y hay que comer y pagar el bonobús. Mientras el equipo se reúne para la charla de Monica antes del run, os tomais un momento para observar alrededor...

Las tierras de la mansión permanecen en silencio, exceptuando el leve susurro del viento. El equipo se reúne junto a una antigua entrada lateral del baluarte del castillo, bajo el amparo de la oscuridad.

Esta noche parece la imagen misma de la paz y la tranquilidad.

... Sabéis que no durará.

Sabéis que es simplemente una agradable ilusión que se hará pedazos con el primer sonido de disparos.

- Atentos, gente. - dice Monica. En su día, de un modo u otro, todos corristeis en las sombras con ella. Quizás, con alguno de vosotros se hizo su primer puerto de datos... ¡Cómo vuela el tiempo! Ahora ella es la líder del equipo y una de las mejores jodidas deckers de las que habéis oído hablar.

- Vamos con prisa en esto. - Mirando el reloj digital de su Secretaria Personal. - Quiero entrar en la mansión, encontrar el sótano, crackear la caja fuerte, sacar los datos y pirarnos. 10 minutos en total.

En vuestros intercomunicadores suena una respuesta; reconocéis la voz, Dietrich, uno de los socios de Monica. Lo habéis visto alguna vez; un chamán entrado en años, con el rostro cubierto de tatuajes- ¿Temes no llegar a tiempo para ver Wyrm Talk, cariño? - la sonrisa se le nota en la voz.

- Quizás.- Responde la decker con un brillo travieso en sus ojos.

- ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? No puedes creerte nada que salga de la boca de un dragón. Esa mierda de trídeo te va a pudrir el cerebro.

- Es educativo. - Sonríe, conteniendo una risa. - Además, este debería ser un trabajo sencillo. Poca seguridad, unas pocas armas automáticas y poco blindaje. Con un poco de suerte ni se darán cuenta que estuvimos aquí.

- En mi experiencia, no existen los trabajos sencillos. - Glory, otro de los socios de Monica; éste, de cuerpo presente. Una samurai callejera con garras en lugar de manos. Vuestro médico para la misión, por si algo saliera mal, por cierto.

Su voz es neutral y fría, su expresión, plácida. Su cuerpo está tan lleno de cyberware que dudáis que le quede algo de esencia. Además, no sólo cyberware, sino cyberware especialmente voluminoso e invasivo, que casi casi debería estar en un museo. Y que, sin embargo, funciona a la perfección como habéis visto en pasadas ocasiones.

- Puede que sólo haya seguridad privada, pero las balas no saben eso. Puedo parchearos, pero preferiría no tener que hacerlo.

Monica suspira, haciendo teatro de estar hastiada. - Chicos, tenéis que aprender a relajaros. Todos somos profesionales aquí, ¿de acuerdo? - Alza el brazo y habla por el comunicador de corto alcance con Eiger, otro de sus socios; la que se encarga de daros una salida. - ¿En posición?

- Afirmativo. - responde la gruesa voz de la troll desde el otro lado de la radio. - Los cables de alarma han sido cortados, y tengo línea de fuego despejada hasta la entrada de servicio. Cuando salgáis del edificio, el camino estará despejado.

- Excelente, gracias Eiger.

- Sólo hago mi trabajo, corto.

La decker baja el brazo y os guiña un ojo a los presentes. - ¿Veis? Profesionales.

- Bueno, nuestro cliente quiere la información de la cámara, así que nosotros le conseguimos la información de la cámara. Rápido, en silencio y... Rápido. - Os sonríe. - Echan Wyrm Talk esta noche. - Ante el leve enarcamiento de ceja de Glory, añade. - Os lo he dicho, es educativo.

Escuchaba cada cosa que se iban diciendo por interno. Conversación distendida que en cierta forma amenizaba el momento de tensión previo a ponerse manos a la obra. Los escuchaba pero no les ponía atención, al menos no tanto como para recordar los pormenores del cruce de palabras en un par de días.

- Sí, un trabajo en silencio, rápido, sencillo. 20 minutos. – contradijo y argumentó de inmediato - Entramos, caemos en la trampa, morimos la mitad de nosotros, nos ganamos el cartel de se busca la otra mitad, nos metemos en problemas con los grandes, los que quedan se la rebuscan o juran venganza y el cliente nos traiciona cuando entreguemos lo que quiere de la cámara – resumió con serena apatía y cero optimismo – Ojalá nos paguen antes de eso -

Tal vez era la primera vez que alguien dentro del grupo se lo escuchara decir, muy seguramente era la segunda o tercera para otros de los que oían, pero sin duda no era ni la primera ni la segunda ni la quinta ni la última vez que lo pensaba. El mismo razonamiento pasaba por su mente cada vez, aunque no siempre lo expresara en voz alta.

Según ella no estaba invocando al mal karma y sin duda esperaba no estarle perturbando el astral a ninguno. Sólo era, para ella, realista basada en la falta de positivismo y ausencia de confianza en que todo lo que se planea funciona.

- ¿Estás esperando una invitación para entrar o qué? – la seriedad con la que lo preguntaba, dejaba entre ver que realmente tenía la duda. – Quiero comer algo - 

Parecía que todo estaba listo. Revisé el mono negro de trabajo que llevaba. Era ajustado y no dejaba prácticamente nada a la imaginación salvo en las zonas acolchadas para absorber impactos que eran de un gris plateado. Sobre ello, llevaba un abrigo largo oscuro sin demasiadas florituras. A mi espalda colgaba mi fiel compañera, una escopeta recortada.

Contrastando con todo mi atuendo, un rostro pálido y fresco, como si acabara de salir de la ducha tras una buena noche de sueño reparador que se ocultaba tras unas gafas oscuras. Mi cabello rojo fuego recogido en un elaborado peinado rematado con un moño hecho con algo parecido a un bolígrafo.

Dediqué una escueta sonrisa a Senka. Su extremo pesimismo resultaba... estimulante. No hay nada que motive más a hacer bien las cosas que el incesante recordatorio de las consecuencias del fracaso.

- Vamos, no seas pesimista, mujer. Para que todo se vaya al traste sobran unos 15 minutos. - respondí en un tono casi demasiado serio como para que fuera una broma y con un marcado acento asiático. - Vamos, hace frío aquí fuera y empiezo a tener hambre yo también. Si quieres nos vamos a tomar algo cuando terminemos, Senka. - aquella proposición sonaba bastante más cálida que el resto de mis palabras.

Los ánimos no parecían estar en su punto más álgido. El desánimo y el desasosiego sobrevolaban sobre nuestras cabezas y con ese estado anímico, era muy probable que todo se fuera a tomar por culo.

"Breiko Breiko... Carapasa, a pájaros de mal agüero. En posición. Non rompere le scatole... Corto." -dije en tono jocoso, tratando con la broma de levantar un poco los ánimos y que se centraran en el "trabajito" que teníamos por delante.

Incluso en las faenas más "sencillas" las cosas podían torcerse de forma inesperada y había que estar al 200% para salir airosos. Comprobé por enésima vez que todo estaba en su lugar. Austé debidamente el casco, uno nunca podía estar seguro de cuando el precinto químico podía ser necesario. Aún no entendía el motivo del que me hubieran llamado para un trabajo como este; pero no le iba a hacer ascos a un puñado de neoyenes por un trabajito "fácil".

Centré todos mis sentidos en buscar posibles entradas, así como en sistemas de seguridad que pudieran entorpecer nuestra labor. Tenia listas las llaves maestras y el secuenciador... y en caso de ser necesario... tenia a mis pequeñas...

- Así me gusta, veros llenos de energía y alegría y desbordando optimismo por los cuatro costados.- Las palabras de Monica casi suenan perfectamente en serio, como si de verdad fuera eso lo que estaba pasando a su alrededor; como si estuviera realmente en el medio de una fiesta rodeada por lo más animado.- Diez minutos. - Insiste, con una sonrisa.- Para meternos en problemas sobra con dos minutos. De hecho, suele ser más rápido que hacerlo bien.

Antes de que Glory llegue a intervenir y diga algo sobre que se concentren y se tomen en serio el trabajo, Monica cambia el chip, quién sabe si literalmente. Con un gesto de la cabeza, señala la puerta que tienen más cerca.

- Eiger ya nos ha cortado la alarma exterior, así que esta es nuestra entrada. El objetivo está en el sótano; es posible que, si hay objetos de valor en el camino, haya alarmas internas, de todas formas, así que intentemos no hacer saltar ninguna más de lo estrictamente necesario.- Con un leve movimiento de mano, indica a Blaze que abra camino.

El interior de la mansión es, de momento, tan sereno como el exterior; una sala de buen tamaño se abre frente a vosotros, cuyas paredes están decoradas con cuadros y tapices, de muchas épocas sin ningún patrón cognoscible, y amueblada con vitrinas y expositores con algunas piezas valiosas. El museo personal de alguien con más neoyenes que buen gusto.

Lo primero que os reconforta comprobar es que las cámaras de seguridad están, efectivamente, apagadas y podréis moveros en la oscuridad sin que os detecten. Lo siguiente que advertís es que al fondo de la sala hay dos puertas, una a la izquierda y otra a la derecha. Por la preparación previa del run sabéis que la izquierda es otra sala del mismo corte de la que estáis ahora, pero de menor tamaño; a la derecha, llegaréis a una habitación en forma de cruz con otras tres salidas.

Por desgracia, el Johnson que os encargó el run no os ha podido dar planos más detallados al respecto, pero suponéis que en una de esas puertas está el acceso al sótano; en otra de ellas, el terminal que mantendrá cerrado dicho acceso. Y la seguridad estará presente en, al menos, una de las salas.

- Claro que sí, vamos por unas papas en espiral, con salpimienta, eso combina bien con ver Wyrm Talk y alitas de pollo - agregó seriamente a la propuesta de Hanabi, mezclándola un poco con lo que decía Blaze. Y sí, se le antojaba esa combinación de pequeños placeres, aunque considerara el show como algo más bien un "Apaga Cerebros" efectivo. 

Manos a la obra. Se alistó a que Blaze abriera el paso. Ingresó bastante concentrada en lo que tenían que hacer, evaluado el entorno más por su distribución y potencialidad que por su belleza y decorado por el decorado, moviéndose con cuidado hasta llegar al juego de las puertas.  

Mide dos veces, corta una. Antes de lanzarnos de cabeza a un destino incierto era más óptimo reflexionar un instante.

El primer paso era mirar de cerca las cámaras que habían sido desconectadas y comprobar el tipo de forjado (unidireccional, reticulado, de madera...). A partir de esa información, y teniendo en cuenta de si se trata de un CCTV o de un sistema de cámaras inalambricas, podría hacer un cálculo aproximado de la dirección en la que fluyen los cables.

El segundo paso sería calcular las luces y los vanos a partir de la posición de los pilares y muros de carga. Con dicha información, determinaría la dimensión del módulo estructural. Teniendo en mente las dimensiones del recinto y del módulo, podría saber cuantas veces se repite el módulo de forma aproximada. En base al número de módulos y el estilo arquitectónico, procedería a inferir la localización más probable de la caja de escaleras y del bajante de instalaciones.

"Según mis cálculos estructurales, la caja de escaleras está situada en el flanco derecho de la habitación que conforma una cruceta" -aseveré con total convicción.

Nada como una cantidad absurda de carbohidratos y grasa para olvidar una dura noche de trabajo. Aún esperaba que no fuera demasiado dura la noche pero había aprendido a estar preparada para lo peor. Entré tras Senka y Blaze con pasos livianos y postura desenfadada. Si nos atacaban, probablemente fuera la última en blandir un arma. Ese no era mi estilo a pesar de lo que aparentaba mi escopeta a la espalda.

Ambos compañeros no perdían detalle de todo lo que se veía en la casa mientras entrábamos. Yo no les perdía de vista a ellos. Si observas a los vigías, serás la segunda persona en enterarte de los problemas. Además así no dependes de que ellos den la alarma.

Llegamos sin problemas a la primera sala y las palabras del orco me sorprendieron. No estaba segura de cómo podía haber llegado a esa conclusión pero si se había ganado el hueco en el grupo sería por algo. Aunque los implantes que llevaba y su atuendo parecían indicar que esa no era su especialidad. Sin perder un instante, asentí a su comentario con una grata sonrisa y cerré los ojos. Caminé hasta una de las puertas mientras susurrable con una vez tenue y casi inaudible.

Tu espíritu,    a mí revelado,    muestra tu corazón.

Toqué la madera de la puerta y suspiré tranquilamente. Manteniendo firme mi concentración, crucé la estancia hasta llegar a su opuesta. De nuevo toqué la puerta durante un instante.

Monica entra en último lugar, precedida por Glory, con una curiosa sonrisa en su rostro mientras observa a sus "candidatos" desenvolverse en conjunto. La sonrisa que delata que una idea está creciendo en su cabeza; pero no es el momento de plantear planes de futuro cuando éste puede contarse en minutos si algo sale mal.

La decker le dedica un poco más de atención a los objetos expuestos en el museo mientras deja que los novatos se hagan cargo de la situación, pero no encuentra más sentido a la ecléctica colección que el que un primer vistazo revelaba; vasijas egipcias con la efigie de Sebek estaban en un expositor, mientras que una reliquia cristiana de San Jorge dormía en el siguiente, y un fósil con un trozo de tiranosaurio duerme en la pared. El expositor central lo comparten una tabla de runas nórdicas con el dibujo de una enorme serpiente haciendo de marco al texto y una escama de dragón reciente, post-Despertar con toda probabilidad.

El comentario de Blaze la devuelve a lo más inmediato una vez más. Ubicándose junto al orko, saca su ciberterminal y tecleando a más velocidad de la que vuestros ojos son capaces de seguir, abre en una de las pantallas del dispositivo la poca información sobre la mansión que le dio el Johnson y la que sacó en el trabajo de preparación. - Sí, tiene sentido que sea así; el ala principal de la mansión está en esa dirección, y probablemente haya, o hubo en algún momento, un túnel que comunique este edificio con el otro. Seguramente, lo aprovecharan para convertirlo o añadirle la cámara acorazada sin ser evidente desde fuera.

- China girl, - refiriéndose a Hanabi por el título de una antigua canción de hacía casi un siglo. -¿qué has averiguado tú?

La Visión de la chamana le había dado una sólida respuesta a esa pregunta; la habitación a la izquierda de donde se encontraban no contenía aura alguna, la habitación con forma de cruceta había revelado un total de tres auras desperdigadas por la misma; una de ellas, Despertada y comparable a la de ella en cuanto a Magia y Energía. Por el estado de calma en ellas, sin embargo, nada parece indicar que siquiera sospechen de la intrusión.

Miró ceñuda a la decker a causa de que no conocía la canción, a pesar de ser un gran tema. Su mueca no duró más de un segundo y se tragó la réplica por su nacionalidad. Ahora tenía cosas más importantes en las que pensar. Suspiró tratando de mantener la calma e hizo un gesto para llamar la atención del resto.

- Tenemos compañía. Un Despertado y dos Durmientes. La otra sala está vacía. Bueno, al menos no hay nada vivo.

Cogí mi arma, preparada ahora para el combate aunque esperaba que no llegara a sucederse. Tenía que pensar una forma de sacarlos de esa habitación. Mientras tanto, deberíamos recabar toda la información posible.

- Mónica, ¿podrías comprobar la otra habitación? Si hay un sistema de seguridad es más probable que lo reconozcas. Creo que podría entretener a nuestros nuevos amigos pero sería un esfuerzo considerable para ser nuestra primera baza. ¿Alguna sugerencia?

"Una de mis pequeñas... podría dejarlos fuera de combate de forma eficiente o suficientemente colocados para allanarnos el camino..."-musité en tono bajo, ya que parecía que había fuerzas hostiles justo al otro lado de la puerta. "El problema es que no traéis equipo adecuado. La toxina N-A VIII que portan es bastante potente. No podréis inhalar, y teneis que evitar cualquier contacto cutáneo con la toxina. Si cuelo una de estas por los conductos de ventilación... podría ser divertido..."-proseguí con la explicación, mientras jugueteaba acariciando la granada...

"Otra opción es la "patada a seguir"... patada a la puerta, cobertura de escopetas... Así Glory y yo, entramos y hacemos carne picada para los Frascarelli" -dije mientras me encogía de hombros.

Claramente, el orko era un hombre de recursos. Algo que valoraba muy positivamente en un compañero. Sin embargo, ninguna de las dos opciones me dejaba totalmente tranquila.

- El gas es bastante seductor - comenté en un susurro con un tono travieso mientras pasaba mi mano sobre la manaza de Blaze que se encontraba sobre la granada. - pero no suelo llevar armadura de combate con precinto químico en mis salidas normales. Por eso suelo usar el gas N-A IX, un modelo superior. Se disipa a gran velocidad volviendose inerte en menos de un minuto. Muy efectivo para combates menos improvisados y más seguro de usar.

La "patada" es el método tradicional . No obstante, me preocupa el mago. Aunque no es más fuerte que yo. desconozco sus habilidades. Si es rápido, podemos tener un muerto antes de neutralizarlo. Puedo intentar aturdirlos un poco antes de la "patada" para daros una entrada más limpia. A menos que Senka y Glory tenga algo mejor que sugerir.

Ah sí, que ella también era parte de la conversación. Miró a uno y a la otra y se encogió de hombros restándole importancia

Me gusta lo que propone Hanabi pero es un grupo reducido para invertirle tantos recursos - extendió la mano señalando un grupo de cinco, más por el mago/shaman que por los otros dos - Se me ocurren tres cosas, dar la patada y entrar es la primera, siempre funciona es más divertido, me gusta más pero ya el Superior me dijo que no, que nada de balas sueltas y que mejor algo funcional - dijo con mucho aplomo - así que una opción, una granada de luz. - que juraba que tenía pero se descachó en la compra; de todas formas se sonrió ligeramente por lo vistoso - o .. yo tengo dardos de escopolamina para el Despertado, si es la mayor amenaza - 

- Tic tac, chicos, los diez minutos corren que vuelan.- La decker lo susurra en voz cantarina, sonriendo. Con un sutil gesto, evita que Glory intervenga en la conversación. No quiere sacarles las castañas del fuego a los novatos, quiere ver qué se les ocurre por su cuenta.

- Bueno, sistema de ventilación tiene que haber, especialmente si cuenta con un sótano que pueda cerrarse desde fuera. Como trampa para intrusos podría funcionar no tenerlo, pero entre los empapelados en dinero tampoco escasean los asesinatos como para poner tan fácil quedarse encerrado. - Se ríe suavemente, antes de añadir. - Por otro lado, es una simple puerta. Podemos abrirla despacito, lanzar las granadas y cerrarla. Con un poco de suerte, ya estarán besando el suelo para cuando se les pase el momento "¿Qué es eso?"

La médico toma la segunda frase como la señal que ya puede abrir la boca. - Yo tengo filtros, así que los gases para mí no creo que sean un problema; con los medikits, además, puedo improvisar unos respiradores pero poco más.

Por la forma en la que mira a la puerta y su falta de expresión en el rostro, os resulta muy fácil pensar que le importa poco que la seguridad quede inconsciente, muerta, en trocitos o cocinada al escabeche. - Lo rápido, por supuesto, es entrar y hacer carne picada. Vosotros decidís, verdolagas.

- No nunca le he ido al Atlético Nacional, yo le voy al Junior de Barranquilla, el único que ha sobrevivido a las Copas - aclaró con toda la calma del caso - Voto por granadas y... - abrió la boca para decir algo más pero se contuvo prudentemente - y ya -.

Acto seguido, desenfundó su pistola.