Partida Rol por web

En lo alto de la colina, bañada por la plateada luz de la luna, se levanta una empalizada de tosca construcción que parece estar derrumbada por dos sitios, dejando una entrada de escombros en la parte sur y otra en la parte oeste del asentamiento. Hay bastante ruina alrededor de la zona.

Desde el interior de la empalizada surge un débil resplandor y una columna de humo que asciende hacia el cielo.
También podéis escuchar ruido de movimiento detrás de la empalizada. 

Tordek frenó en seco y frunció el ceño al avistar aquella columna de humo. Los ruidos que llegaban a sus oídos confirmaban sus temores... El asentamiento  esta siendo atacado!.

Levanto su mano diestra para comunicar a sus compañeros que frenasen su avance sin apartar la vista de los escombros. Entre susurros comentó:

- Ha llegado la hora de mostrar nuestras habilidades,camaradas. Sugiero que  usemos  el sigilo para observar contra que nos enfrentamos...-

-Sigilo -una de las grandes habilidades ocultas del bárbaro, tan ocultas de quera incapaz de usarlas.

Miro desde cierta lejanía al asentamiento -Con mi altura igual puedo asomarme a ver que hay al otro lado del muro -dijo

Sigilo? A un enano, sigilo? Ni que fuéramos comeflores para avanzar de esa forma. Travok se da cuenta que con ellos esta Anarion, y se siente un poco avergonzado por ese comentario, pero no lo quiere hacer notar. Si los enanos hubiéramos nacido para tales menesteres, no seriamos tan robusto, fuertes...y guapos Dicho esto guiña un ojo a Anarion de forma picaresca.Pero de todas forma, veo sabiduría en tus palabras, Tordek, y haré todo lo que pueda
El enano empieza a moverse despacio, intentando no hacer ruido, se que queda bocabierto, cuando empieza a avanzar sin hacer apenas el mas mínimo ruido, se gira hacia Tordek con las expresión de sorpresa.

El goliat se acerca al muro y de puntillas asoma la cabeza para mirar al otro lado.

Kuori y Travok se acercan hasta la empalizada. Mientras que el enano se mueve como un gato en plena noche sin hacer el más mínimo ruido, Kuori no tiene tanto cuidado. 

Cuando el goliat se asoma por encima de la empalizada, puede ver a un grupo de pequeñas criaturas reptilianas. La excavación tiene dos niveles. Uno a ras de suelo y otro que se adentra en la tierra, a cuatro metros de profundidad, para el que hay una escalera que conecta ambos niveles. El resplandor y la columna de humo que habíais visto proviene de una hoguera.

Una de las criaturas se queda mirando la cabeza de Kuori que sobresale por encima de la empalizada y, tras señalarlo, comienza a gritar en un idioma extraño y muy siseante.

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Por las barbas de mi tia Petunia

-Ups me han visto, que son esos especia de lagartos -dijo con el hacha en la mano

 La frase del gigantón confirmó las sospechas del  enano. Asintió levemente  con el ceño fruncido mientras desenvainaba su maza y la apretaba con ambos puños.

-  Reptiloides...malditos lagartos..- chirrió sus dientes con fuerza, mientras avanzaba con cautela en dirección a Kuori y Travok.- Usad las ruinas de parapeto, para evitar sus proyectiles.- anunció a sus compañeros  con un   seco ademán que señalaba las paredes de piedra...

Mapa

Anarion escuchó las palabras de uss compañeros. Hmm... me temo lo peor que haya podido ocurrirle a esos enanos...
Viendo como Tordek corría a parapetarse tras la empalizada, lo siguió, aunque no demasiado convencido de acercarse tanto a los seres reptilianos que pueda haber ahí. Había oído historias acerca de ellos, aunque no sabía demasiado. ¿Serían como los trasgos? Si era así, no eran buenas noticias...

Intentas hacer memoria para saber de qué criaturas se tratan. Según las descripciones que has podido oír en tabernas y demás lugares, se trata de kobolds. Pero no sabes nada más acerca de ellos.

El kobold que había dado la voz de alarma a sus compañeros, se acerca a las ruinas más cercanas, donde más o menos estaba la cabeza de Kuori. Queda a la espera de que aparezcan los intrusos.

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Travok se mueve para atras y avanza por los escombros para tener mejor perspectiva para atacar al trasgo mas cercano. Pero el avanzar por ahi le hace perder el equilibrio y chocar su alabarda en el muro.
Maldición

Uno de los kobolds, armado con varias jabalinas, se acerca donde está su compañero y arroja su arma contra Travok. Si bien la jabalina no llega a incrustarse en su pierna, si que le produce una herida lacerante.

El otro kobold que se encuentra en el nivel superior de la excavación se aleja un poco para tener un mejor ángulo de visión. Honda en mano, la criatura reptiliana coloca un proyectil del tamaño de un puño y, con una puntería envidiable, lo lanza contra el enano. El proyectil golpea a Travok de lleno en la cara y lo deja conmocionado.

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Descontento por el ímpetu de su congénere enano, Tordek apretó la empuñadura de su martillo con su zurda y, con su diestra libre saltó  el pqueño muro que les facilitaba cobertura:

- ¡En dos grupos, camaradas!- gritó mientras concentraba  la energía clerical en su martillo y lo  apuntaba a uno de los Kobolds:- Kuori, con Travok, Ya!-

Al finalizar las escuetas ordenes a sus compañeros, el enano  dibujó un circulo con el martillo sujeto con las dos manos,intentando asestar un feroz golpe al ser reptiloide que se topaba ante el.

Sin estar demasiado convencido de como iba a acabar esto, y viendo que sus 2 compañeros habían saltado el muro, Anarion se decidió a hacer los mismo.

Viéndose inútil al intentar trepar aquel muro, decidió hacer caso omiso de lo de los 2 grupos y dar un rodeo. Os veré al otro lado - les gritó a Tordek y a Clevor