Partida Rol por web

-Quizá si, cierto es que a veces olbigar no es la mejor idea, pero necesitaría que alguien la encaminase un poco, quizá tratar de despertar su interés por algo. Igual eso podría servirle de ayuda. - Contesto, terminado ya mi desayuno. Después observo la hora y con un saludo de cabeza me levanto de la mesa. - Disculpadme, ahora yo también debo ir a trabajar, nos vemos en otro momento, tal vez a la hora de la comida. Hasta luego. - Me despido educadamente y me dirijo a nivel 6, de camino al área científica.

- Que tengas un día interesante - Se despide Alex, afable.

Prefiriendo dejar con su sombrío humor al otro mecánico, asciendes nuevamente al nivel de dependencias, en el comedor. 

La sala ya se está vaciando, aunque aún hay varios rezagados desayunando ahora. Entre ellos, en una mesa, distingues a Rory, encargado de farmacología y a Alex, chico de los recados, o algo por el estilo. 

El primero es un hombre de pocas palabras, pero Alex siempre se muestra afable con todo el mundo.

Mientras el Doctor Arthur abandona la habitación, llega Maxinne.

Ni siquiera me despido de los que poco a poco se van yendo únicamente me centro en desayunar y escuchar. Al seguir con la mirada al último en irse veo que alguien más entra en el comedor.

Levanto la mano para llamar su atención mientras con señas insto a la joven para que se una a mi mesa. 

Llegue al comedor y cogí algo para comer rápido sentando al lado de Rory que me hacia señas con las manos.

- Buenos días - Tampoco quería tardar mucho en ver que querrían de mi hoy, así que comencé a comer tras dedicarle un amable sonrisa, por lo que parecía ya todo el mundo debía estar llegando a sus puestos, pues no había casi nadie en el comedor.

Ya casi había terminado de desayunar pero me apetecía charlar un poco.

-¿Cómo tal te encuentras hoy Bishop?- Comente dedicándole una sonrisa a la muchacha.- alguna novedad en tu sector- apuré los últimos sorbos a mi bebida.

- Estoy seguro de que tiene que ser un trabajo agotador, trabajando siempre con tanta maquinaria - Ríe - Dinos ¿cómo lo aguantas?

- Por ahora no, pero al terminar tengo que ir hablar con el Capataz que no se donde me quiere destinar hoy... - Me encogí de hombros y les sonreí a ambos, pero con la pregunta de Alex mi mirra se ilumino.

- Me encanta, la maquinaria es sencilla, todo tiene un porque, un lugar, una posición, solo tienes que conocer como va todo conectado para que el funcionamiento sea perfecto - Se notaba que me apasionaba mi trabajo, por como hablaba de el, ademas de que incluso fuera de mi horario muchas veces se me podía encontrar en mi sector trasteando con algo.

- Vaya, pues me impresionas - asiente Alex con una sonrisa cómplice - Siempre es un placer encontrar a gente que se enamora de su trabajo, jaja.

Lástima que ya va siendo hora de que yo también me retire. - Se levanta entonces de la mesa - Doctor Carter, quizás podamos coincidir nuevamente en otro rato.

En ese momento, se escucha una voz mecánica a la que todos están acostumbrados en megafonía.

- Doctor Rory J. Carter, se requiere su presencia en su área de trabajo. Gracias.

Antes de poder despedirse de Maloy resuena por la sala aquella voz mecánica.

-Por supuesto señor Maloy, me encantara poder conversar o al menos tener la oportunidad de intentarlo- Sonreí ampliamente - Pero por el momento parece que yo también tendré que retirarme-

Me levanto y observo a cada uno de mis acompañantes en aquel desayuno, al menos los que quedaban.

- Bishop, Maloy… - Un mero gesto de asentimiento acompaña mi despedida en cada palabra - Buenos días- Dicho aquello abandono el comedor con destino al lugar desde donde era requerido.

Finalmente te has quedado sola, por lo que tras finalizar tu desayuno, solo queda desandar tus pasos y regresar a el taller junto con ese chico tan huraño. 

Acabe el desayuno charlando con los chicos y vi como la hora de marchar se acercaba.

- Yo tambien es mejor que me vaya, no vaya a ser que enfade al capataz por llegar tarde - Sonreí y recogí lo que había usado para el desayuno antes de despedirme.

- Que tengáis un buen día - Les desee antes de salir del comedor.

Cuando llegan al comedor, a primera vista no hay ningún rostro conocido entre la gente que pueden distinguir que va y viene. A estas horas es más un punto de paso que un centro de reunión, por lo que cualquier conversación será más privada que unas horas antes.

Una de las personas con la que se cruzan es uno de los mecánicos más holgazanes que hay en el Búnker. Un tal Charlie Fox, amigo de Maxinne Bishop. Anda solo y meditabundo, y mientras camina está dejando señales de alguna clase de limo en el suelo. No repara en la pareja. Tan solo ha cogido el preparado al que aquí se llama café y camina de regreso a los ascensores, de regreso al trabajo.

Arquee una ceja cuando vi como ese mecánico dejaba un rastro de alguna sustancia por todo el comedor. Y no pude evitar reprenderlo.

-Por el amor propio que pueda tener amigo.-Creía conocer su nombre pero por miedo a meter la pata no lo intente.-Llama a los de limpieza esta manchando todo el suelo con dios saque que sustancia y límpiate antes de seguir caminando, amigo.-Me dirigía directamente a Charlie, tras lo cual me gire para buscar mi propio café caliente.

Momento que recordé lo que el inspector había dicho.
-¡Espera charlie!-Me arriesgue a llamarlo con el nombre cuando me gira con prisas.-¿De donde vienes?-Esperaba que mi nuevo compañero entendiera mi pregunta y me apoyara.

Llego siguiendo a mi improvisado compañero hasta el comedor por el capricho de un café caliente, pensando que tal vez yo pudiese tomarme algo más decente para estas horas, como un whisky, cuando las palabras del mismo me sacan de mi ensoñación y maldigo internamente que todo no sea tan fácil como aparenta. Me agacho hacia el limo y lo piso un poco, esparciéndolo y observándolo mientras escucho con atención lo que van diciendo.

¿Charlie, no? Un poco tarde para desayunar ¿no? ¿tal vez algo de insomnio?

Pregunto con un tono amistoso, aunque más atento de la respuesta que pueda darle a Utolsó que a mí mismo.

Charlie se detuvo cuando le hablaron directamente, aparentemente sin importarle mucho el retraso que suponía, y fue respondiendo a cada comentario por orden.

- En realidad, este es el mejor modo de hacer que los bots de limpieza se sientan útiles ¿no crees? está todo siempre tan impoluto que de ser humanos, se deprimirían ¡Jajá! Y lo mejor es que no puede rebatirse.

Entonces mira a cuarentaydos y se encoge de hombros -  Nunca es tarde para un café. Más, si lo que necesites es alguna porqueria jodidamente fuerte que te tapone la nariz cuando te mandan a hacer una de las mierdas más asquerosas del búnker. Y todo por llegar media hora tarde al trabajo. El Capatáz no tiene sentido del humor.

Y finalmente termina de responder a Utolsó, ya con expresión entre guasona y curiosa, ante el repentino interrogatorio. - Hoy me han mandado a la sección C-5. Un problemilla con la depuradora de agua. Solo afecta a dos tanques, así que la gente del búnker ni lo notará, aunque sigue siendo un asco. - Pisa significativamente en el suelo con una bota, dejando caer un par de gotas más de aquel limo.