Partida Rol por web

Ante vuestros ataques, los tres guerreros retroceden.
- ¡Alto, alto! ¡Podemos negociar, parad los ataques! ¡Podemos unirnos para Aníbal y ayudaros!

-¿Que hacemos Asdrubal y Canan?.

Asdrubal le grita suelta tus armas salvaje...al suelo....si haces cualquier movimiento sospechoso estaras durmiendo con tus antepasados mientras le mantiene en el suelo esperando las ordenes de su superior

De repente, oís un estruendo. Alzáis la mirada y veis a unos veinte campesinos enarbolando cuchillos de cocina, puñales o hachas de leña. Intentáis contarlos rápidamente, son veinte, más o menos. Todos con ansias de sangre cartaginesa.

Uno de los campesinos se os acerca y enarbolando una azada se abalanza sobre Dalawa.
¡Morid, extranjeros! grita en su idioma natal.
Alza la susodicha azada y la descarga contra Dalawa.

Otro se abalanza sobre Asdrubal

Y otro sobre Canan.

Asdrubal grita mientras enarbola su espada no queremos mas muertes... pero ustedes nos obligan....retrocedan comienza a mover su espada tratando de mantener apartado a los campesinos de la persona que cuidaban

Maldita sea, pienso esto mientras me cubro con mi escudo y pongo lanza en ristre...

Inserto la lanza al campesino que intenta atacarme...

Asdrubal mueve su lanza tratando de golpear a los campesinos

Debéis tirar localización y daño...
Y además, podéis rendiros o intentar huir...

El capitán observa asustado la situación. Mientras los campesinos parecen haberse rebelado contra ellos empuñando vulgares armas convencionales, los otros tres guerreros ya parecen haber olvidado dejar las armas. En otra situación, los campesinos no hubieran sido un problema, pero les superaban en gran número...
Así, que sin pensarlo mucho, alzó los brazos y dijo:
- ¡Alto! ¡Arrojad las armas! ¡Nos rendimos! ¡No es necesario derramar más sangre!
Tras esto, el capitán arrojó sus armas y escudo al suelo. Sorprendentemente, Dalawa, no pensó mucho e hizo lo mismo.