Partida Rol por web

-Ah, muchas gracias.- Siivro te recibe con cortesía. -Puede dejarlo ahí, comeré después.-

En el momento de entrar, parece concentrado en una carta astral que tiene sobre la mesa, un documento bastante sencillo de las líneas Overlinder que usa mucha gente como referencia interestelar sencilla.

-Pues.. no, no veo ningún problema. Confío en tu criterio. Por supuesto, habrá que hacer paradas para vender nuestra mercancía y comprar algo más, pero estoy seguro de que el tesoro de la sociedad del octógono nos proporcionará dinero de sobra a todos.- hace un chasquido de moderado disgusto con la lengua antes de continuar -Habrá que hacer paradas en todos los sistemas debido al problema con el hipersalto, pero no es necesario desembarcar y comerciar en todos los sistemas. Podemos ahorrar mucho tiempo repostando en gigantes de gas cuando los haya o haciendo las paradas mínimamente necesarias en astropuertos.-

-¡Oh, perdón por haberle tuteado! Creí que era lo lógico, después de todo vamos a estar algún tiempo juntos, y formamos parte de una misma nave. Pero reconozco que no estoy demasiado acostumbrada a la etiqueta en uso entre los de su especie.

El tono es agradable, pausado. No intenta decir nada con sarcasmo, ni con ironía. Es sincera, o eso parece. Deja la bandeja en un lado del escritorio, y mira por encima del hombro al Aslan, contemplando la carta.

-Nuestra ruta va a ser muy inamovible, me temo, aunque ya debe saberlo. Un salto cada vez, sin huecos ni dobles saltos. Pero bueno, es una nave lenta, pero segura...

Su sonrisa ilumina ahora su rostro, tan poco hecho a ella.

Con respecto a la ruta turística, Dex mira a Jared, el único aparte del capitán al que la dama no ha ninguneado hasta el momento, para ver si se anima. Es caso contrario, se ofrece él mismo. Puede ser una buena ocasión para tantear el terreno, le dice la vocecita que viene de su entrepierna. O para comprobar si la pasajera muestra demasiado interés en lo que no debe, le dice su cabeza.

Definitivamente, se siente algo paranoico. Pero también es verdad que llegar a un planeta, hacer preguntas sobre una especie de leyenda de dominio público sobre la que alguien más podría estar fuertemente interesado, y admitir luego pasaje, es una invitación muy tentadora para averiguar que hay detrás de su curiosidad acerca de la sociedad del pentágono.

Bien... entoncés continuaremos. Pondré en marcha todo esto. Me despido de Viktor y vuelvo al puente de mando para preparar el despegue y comprobar que todo está en orden...

Regreso al puente y miro a mi alrededor observando a la variopinta tripulación. ¿Está todo preparado para partir? Pregunto al aire aunque la pregunta está claramente enfocada al piloto...

-No, no, disculpe us.. disculpa. Es la costumbre. Gracias por la comida. Me temo que vaya a ser un pasajero un poco incómodo para vosotros en este viaje y me gustaría molestar a la menos gente posible, la verdad.- mientras habla, guarda su mapa en una bolsa de lona.

Dex está saliendo en ese momento del puente para acompañar a Danille a visitar la nave, por lo que os quedáis en el puente de mando sólo Dante, Jared, Artemis y Berenice. Esta se dedica en este instante a hacer cálculos sobre la ruta, imagináis que cálculos económicos sobre qué vender y qué comprar en cada sitio.

Recoges a Danille en la puerta de su camarote. Se ha vestido con un mucho más cómodo y práctico mono azul. No obstante, a pesar de que lo más útil en el espacio, sobre todo durante el tiempo en que puede restablecerse la gravedad 0, es una traje lo más ajustado posible, este está diseñado para ocultar con bolsillos, acolchados y escote a la altura de la nuez la silueta de la pasajera, haciéndote difícil apreciar otra cosa que no sea que es una mujer en forma.

-Usted dirá.- te anima ella a empezar la ruta.

-¿Incómodo? ¿Por qué, molestar? ¿Te ocurre algo, hay algo que te preocupa...?

Vic no ha dejado de mirar el mapa durante todo el proceso en el que el Aslan lo ha guardado, por lo que es evidente que volverá al tema en cuanto éste haya aclarado el punto acerca del que le pregunta. Y su actitud demuestra que no tiene prisa por irse, aunque no es impertinente ni abrumadora en ningún modo.

-No, sólo.. bueno, en este viaje he cometido algunos actos que digamos no son del todo dignos de un oficial. Para los humano serían temas sin importancia, pero para nosotros.. en fin, debo de alguna manera purificarme evitando el contacto con otros seres lo más posible. Por eso procuré entrar en la nave discretamente y por eso les pediré al llegar a Macene hacerlo de la misma manera. Es.. es por vergüenza.-

Baja la cabeza e intenta esquivarte la mirada mientras continúa revisando o simulando revisar su equipaje.

-Oh... bueno, comprendo, aunque no entiendo, claro. Imagino que los puntos de vista humanos son completamente distintos de los vuestros, por lo que dices. Mmmm... ¿Vergüenza? No conmigo, amigo, no en esta nave, añado. Aquí nadie ha de ser juzgado más que por lo que haga ahora, ante el resto. Pero, bien, no quiero incomodarte, yo también soy... algo... retraída. Bueno, tímida, si quieres. En fin si... -Baja ligeramente el tono, y la cabeza, y adelanta la mano como para posarla en el brazo del Aslan, pero cuando ya casi parece seguro el contacto, y éste se ha percatado de ello, la retira, y se aparta ligeramente - ...si puedo ayudarte en algo, si puedo hacer algo por ti... no dudes en decirlo. No es agradable viajar aislado durante días, ¿sabes? Yo... bueno, cuéntame qué hiciste. Te aliviará.

-Va a ser una visita muy corta, esta no es una nave en la que sea fácil perderse. - bromea con una amabilidad no fingida - Los camarotes ya los conoce. Las compuertas ligeramente distintas que hay entre ellos son los aseos. También hay aseos allí y allí - señala a los que hay en la cubiertas intermedia, en la que están en este momento.

-Las salas de estar son esas. No son demasiado lujosas, pero hay algunos juegos, algo de leer y se puede tomar lo que quiera entre horas en ellas. A proa, la cabina de mando. Si tiene interés en la navegación, a nuestra piloto no creo que le importe que veamos un rato como se las apaña a los mandos. A popa, - señala teatralmente - ruido y suciedad. Dando dos zancadas, pulsa sonoramente el botón que abre la compuerta y muestra la bodega y la sala de motores de manera somera, dando por hecho que no despertará demasiado interés en la pasajera.

-Abajo tenemos la bodega principal, llena de especias en este viaje. Y....eso es todo. ¿Preguntas? - finaliza con una sonrisa de oreja a oreja y los pulgares metidos en el cinturón.

jarde pone cara de aburrimiento,

- este salto se me está haciendo eterno... a ver si en los próximos encuentramos más tareas en las que mantenernos ocupados...

a continuación se pone cómodo junto a una mesa y saca una revista con autodefinidos.

Siivro sonríe tímidamente y agacha la cabeza, sacudiéndola. -No, por favor. Es absurdo. Yo.. prefiero no hablar de ello. Por favor, déje.. déjame solo ahora.- El hombre.. bien el felinoide parece realmente afectado por la conversación y haber llegado más allá de donde pretendía, así que le dejas a solas.

-No, todo muy claro, gracias.- Danille se ha comportado durante todo el paseo con la empatía de un trozo de mármol, más interesada en examinarlo todo con ojo clínico que en prestar atención a tus comentarios. -Me parece bien, gracias.-

Volvéis a su dormitorio y se detiene en la puerta. Se gira hacia tí y dice, con voz autoritaria. -Puede pasar si quiere.- te mira de arriba abajo -Me parece usted.. físicamente adecuado.-

Sin duda.. poco protocolario. Desde luego, tan rara como un perro verde. Por otro lado..

Vic se reune con vosotros minutos más tarde y charláis un rato sobre nada en particular hasta que la astronave salta al hiperespacio, iniciando el viaje de una semana hasta vuestro siguiente punto en la ruta..

Artemis, dirije su mirada hacia Dante- En cuanto estemos a la distancia adecuada iniciaré el salto- y con voz de falsete para los que estamos en el puente de mando-Señoras y señores el piloto les desea un feliz viaje.