Partida Rol por web

Según lo acordado, salís juntos a la terminal del astropuerto. La verdad es que es un lugar anticuado, como habíais predicho por vuestro aterrizaje en pista continua a la manera de una lanzadera espacial. Apenas un par de edificios de embarque y los hangares. Incluso para comerciar habrá que desplazarse a la ciudad. POr los restos que veis a lo lejos, debió tener un buen astillero de construcción de astronaves, pero todo eso se acabó hace tiempo.

Os acercáis a a zona de taxis para ser transportados a vuestros respectivos destinos. Vehículos azules de combustible fósil esperan alineados. Todo tiene un aspecto sucio y asfixiante y de hecho os habéis visto obligados a salir portando todos equipos combinados (combinan máscaras de filtración con respiradores de oxígeno). El sol es de un amarillo oscuro o eso creéis adivinar a través de la lluvia de barro que está cayendo en ese momento.

Cada equipo escoge uno de los taxis y os dispersáis a vuestros respectivos destinos.

una breve tirada de recursos para saber dónde puedo conseguir:

- pasajeros.

- correo.

- veamos... empecemos por la ricachona, que garantiza dinero. sigamos por el piloto que es el menos exigente y terminemos por la parejita enamorada ¿te parece bien?

es evidente que jared se encuentra a gusto con artemis. se muestra mucho más sonriente y dicharachero que con el resto de la tripulación.

- procuremos que las entrevsitas sean breves, con un poco de suerte nos da tiempo a hablar con todos ellos... artemis ¿ y si nos separamos, para entrevistarles más rápido?

Vuestro taxi os acerca a la ciudad más cercana, capital del planeta y donde reside casi la totalidad de los 3 millones de habitantes del planeta. La mejor manera de encontrar posibles clientes para volar a los próximos destinos es acercarse a una agencia de viajes, así que eo mismo hacéis con la esperanza de encontrar a alguien que desee ir en vuestra misma dirección.

Dado que tenéis la posibilidad de ofrecer pasajes de primera clase, encontrandoos con 4 posibles candidatos.

Antón Genevre y Scerra Kwerwe son dos enamorados de luna de miel que quieren viajar hasta Tureded, por lo que irían mucho tiempo con vosotros. Es una ventaja porque es mucho dinero, pero si encontráis el planeta que buscáis antes.. habría que llevarles primero a su destino y luego volver.

Luego tenéis a Danille Vederech, una millonaria que se ve obligada a volver rápidamente a su lugar de residencia en Dinomn. Por lo que os dice el agente de viajes, esta no debería daros problemas de pago en absoluto, es una clienta habitual.

Finalmente, tenéis a un tal Siivro Isutagi, Aslan piloto de caza que regresa a su base en Macene, pero está dispuesto a quedarse donde le dejen mientras eso le acerque a allí.

Se os ofrece la posibilidad de entrevistar a cualquiera de ellos, pero el tiempo es oro, pueden escoger otro transporte mientras entrevistáis a uno de ellos, así que habría que empezar por el que os parezca más prometedor..

Cuando los tres os subís al taxi, un excitado Viktor se sienta en el asiento delantero y se vuelve interrogante hacia vosotros cuando el taxista le pregunta dónde queréis ir. Sin duda tiene la misma poca experiencia que vosotros en el noble arte de buscar rumores..

-¿Qué tal está esto de lugares donde tomarse algo y socializar un poco, amigo...? Me dirijo al taxista, con una sonrisa de oreja a oreja, y mirándole a través de lo que antiguamente habría sido el espejo retrovisor. Ahora, aún se le parece sospechosamente. -¿Qué nos recomiendas? No tenemos ni idea de dónde hemos caído, ya me entiendes. ¿Porqué no nos hablas un poco de lo que hay por aquí para divertirse, cotillear, y bueno, cambiar impresiones...?

-...echar un...- musita Dex, como distraído, mientras observa el lamentable estado en el que la lluvia de barro ha dejado su atuendo.

-...vistazo. Eso es, echar un vistazo.

Vic se gira hacia Dex, a su lado, muy ocupado sacudiéndose el barro que se le ha quedado pegado en la chaqueta, sin perder la sonrisa que ha compuesto para el taxista. Pero esta vez la amplía, y le dirige una mirada divertida a su compañero, enarcando una ceja y moviendo la cabeza, falsamente ofendida.

-Dex, amigo, estamos los tres juntos, y vamos a divertirnos juntos. No pensarás abandonarme por ahí... ¿no...?

Los comentarios que intercambian entre ellos en tono desenfadado y alegre puede que sean espontáneos, o puede que estén procurando un bonito escenario de confianza para que el tipo al volante tenga ganas de despacharse a gusto.

M.. bueno, no han venido al sitio más divertido de la Marca- os dice encogiéndose de hombros, divertido -Pueden ver las ruinas del Choque, por supuesto, pero si quieren algo de acción, hay muchos bares. Bares a montones, demasiados, quizá. La gente necesita ahogar las penas. Por supuesto, las fábricas automatizadas de extracción de mineral magnético son interesantes si no han visto nunca una. Y, qué sé yo, poco más.

-¿Y un bar donde suelan ir los extranjeros? ¿Gente de paso?- inquiere Erik, que parece se va animando. -Pero que se pueda charlar.-

-Entonces, ustedes buscan un restaurante. Les voy a llevar al 57. Les va a gustar.-

Dejándoos llevar por vuestro guía motorizado, atravesáis una ciudad gris, construida con módulos de resina plástica. Como curiosidad, veis un monorail activo que es la única estructura que parece medianamente nueva.

Por fin llegáis al 57. El lugar es un edificio azul cobalto más alto que ancho en cuyas terrazas acristaladas podéis ver mesas y animación. Tras pagar al taxista y entrar, os encontráis en una sala central que da acceso a través de ascensores a los distintos niveles. Da la sensación de que el acceso es libre y que se atiende al público una vez se han sentado en una mesa o acodado en la barra.

Entr el público veis un número singularmente alto de uniformes; personal del astropuerto, militares y policía local, agentes del Ducado..

-Mmmm... Curiosa fauna. Coged una mesa, pero separémonos. Voy a ver si cazo algo. Si me veis en acción, no intervengáis, ya os traeré la pieza... o no. Pero no me sauqes ojo de encima, Dex, por favor.

Un guiño, y Vic se separa de los dos hombres, acercándose a la barra más concurrida, desplegando todo su encanto femenino.

-Ese cabrón se ha quedado con nosotros. Nos ha llevado a la cantina de un cuartel. - Dex, pese a lo que dijo el ordenador, se siente bastante violento llevando armas en ese local. - Aquí no puede haber mucha gente de paso.

De todos modos, y evitando parecer nervioso o sospechoso en cualquier otro sentido, echa una ojeada a los parroquianos con todo el disimulo del que es capaz.

-Esa es otra...¿cómo sacamos el tema? Lo de aquel grupo de urracas que acumulaban oro y lo del transporte de medicinas no es que sean algo de rabiosa actualidad, precisamente. - comenta en voz baja.

-Estoy de acuerdo con tu orden. Si quieres, yo me encargo del gatito. Creo que sería una buena cosa hacerlo rapidito, ya que si no encuentran ninguna señal de que este sea el planeta al que venimos podríamos dejarlo todo atadito en unas horas y partir con rapidez si no encontrásemos pistas. ¿Qué te parece?- digo mirando a Jared.

Observáis cómo Vic se mueve por la sala como si hubiera venido sola, simulando buscar a alguien entre las mesas o en los corrillos de conversaciones. Os da la sensación de estar exagerando un poco y tarda un tanto en llamar la atención de alguien. Para cuando lo logra, resulta ser un oficial estirado de la Armada que casi le debe doblar la edad y que parece haber venido solo. No estáis seguros de sacar mucho en claro de ese tipo, pero esperáis a ver qué hace Vic, aunque Viktor ya está mirando a su alrededor, inquieto.

Te mueves por la sala como si hubieras venido sola, simulando buscar a alguien entre las mesas o en los corrillos de conversaciones. Para cuando logras llamar la atención de alguien que cortesmente se ofrezca a orientar a la chica nueva, resulta ser un oficial estirado de la Armada que casi te debe doblar la edad y que parece haber venido solo.

-Permítame que me presente. Soy Conrad BUrke, capitán de la Armada Imperial, en misión de control. ¿Puedo ayudarle a encontrar a alguien? No llevo mucho en el planeta, pero he hecho muchos amigos.-

Os ponéis de acuerdo pues, marchándose Jared a interrogar a la millonaria y Artemis al Aslan. Acordáis volveros a encontrar en tres horas delante de la misma agencia de viajes.

Danille Vederech resulta ser mucho más joven de lo que creías, pero pronto descubres que es una mujer seria y firme, acostumbrada a ser obedecida por la forma en que se informa de vuestra nave. Da la sensación de que no acaba de gustarle pero acepta resignada. Pide normas muy estrictas de privacidad en al nave, incluyendo su equipaje.

Siivro Isutagi es un Aslan joven y enigmático, tímido o con cosas que esconder, quién sabe. Después de todo, es un alienígena y vuestros respectivos patrones de conducta son distintos. Intenta regatear con el precio y parece tener prisa, pero tú le aclaras que eso habrá de hablarlo en cualquier caso con el capitán. Te parece una buena persona, pero sientes que no está siendo del todo sincero.