Partida Rol por web

Tras analizar lo sucedido digo- Veamos, mantengamos la calma. Hemos quedado aquí si algo nos ocurría. Ahora, solo tenemos que esperar. Con estos disfraces, será difícil que nos reconozcan. Eso sí, mejor si nos vamos a un lugar apartado, y no aquí, que estamos en todo el medio. Si Johannes no apareciese a lo largo del día, lo único que podemos hacer es pedir un favor a nuestros amigos los ladrones, que no se habrán olvidado de lo que hicimos por ellos. De momento, yo confío en Johannes, se que saldrá de esta. Además, seguro que mucho antes de que nadie sepa lo que pasa, las redes de espionaje de esta ciudad, que seguro que funcionan la mar de bien, saben que ha sido de Johannes, si es que lo han capturado o algo así. Lo único que podemos hacer ahora es esperar. Para amenizar la espera... ¿Queréis que os cuente la historia del pescador tuerto, manco y cojo que siempre mentía cuando pescaba un pez?....

Estoy de acuerdo contigo. Esperemosle aqui... que Ranald le ayude a escapar de los guardias... dice en un susurro y sonrie ante las palabras de Wolfgang.

Esta bien amigo, cuentanos la historia.

-Si, esperemos.-digo, mientras cierro los ojos y comienzo a meditar acerca de los sucesos acaecidos.

Sólo dos días...

Caminas calle abajo, mezclado entre la multitud disfrazada, los guardias pese atentos por la más que probable presencia de ladrones no reparan en ti, ni tampoco un grupo de soldados con el que te has cruzado, una mujer te saluda.

¡Hasta luego Heinrich!

No sabes por qué te ha saludado y piensas que probablemente se ha confundido, continúas tu camino y llegas al Gran Puente de Nuln, que está junto al puerto, pero lamentas lo que ves. Has quedado con tus compañeros en el puerto pero es que las orillas de los dos ríos y los diversos canales son parte del puerto, y no sabes exactamente dónde estarán...

Mmm, ¿y ahora por donde? - pienso rascándome la barbilla. - Tendré que barrer todo el puerto hasta encontrar el punto en el que llegamos a Nuln. Piensa Johannes, cuando llegamos ¿a qué lado quedaba el río? ¿Norte o Sur?. - intento recordar nuestra llegada al puerto. - ¡Por esa orilla pues! - sonrío mientras camino hacia la rivera elegida. 

Miro en todas direcciones atento a algún lugar familiar por donde empezar a buscar. Tras decidir el rumbo, avanzo sin prisas intentando reconocer el punto de encuentro y soltando algún "Bleeergghh", por si mis compañeros están cerca y pueden escucharme.

No me termina de convencer esta señal... - susurro con disgusto.

Continuáis esperando a Johanne, la situación no es muy buena, pues junto a vosotros han pasado varios piquetes de la Guardia a gran velocidad, además junto a vosotros había un cartel con vuestros retratos, no es os reconoce con el disfraz pero por precaución Wolfgang ha retirado el cartel sin que nadie le vea. El tiempo pasa y os ponéis nerviosos porque el ladrón no aparece...

Además hay un niño que no para de miraros, constantemente...

Llegas hasta el lugar del que desembarcasteis, un velero permanece hundido con su casco tocando el fondo del río, hay un par de guardias por ahí, vigilando la única taberna que está abierta, te coultas de ellos tras unos barriles y te dedicas a esperar a tus compañeros. Gente camina alredero tuyo y cazas palabras aisladas.

...treinta y seis años, todos ellos en...
...bonita y además creo que le gustaba...
...un culto del Caos, cerca del río...
...cuarenta y cinco muertos, todos por culpa...
...más de cinco mil coronas de Oldenhaller...
...desfile por la calle...

En medio de mi meditación, una sensación me llega. Cuando abro los ojos, veo a la Guardia.

-Compañeros,-les digo en un tono de voz apenas susurrado,-debemos huir. La Guardia viene hacia esta zona.

Me levanto suavemente, de forma lenta. No es custión de alertar a los que llegan, y observo el lugar para ver que ruta de escape puede ser la mejor.

¡Este es el lugar! - pienso convencido - Ahora sólo queda esperar. Mejor detras de esos barriles, no vaya a ser que la guardia se ponga "tonta".

A salvo de miradas indiscretas espero, observando la calle, y lanzando un "Bleergh" cada vez que me parece reconocer a alguno de mis compañeros o sus disfraces.

¡Así me puedo quedar todo el día! Espero que no tarden mucho.

Mientras tanto escucho la cháchara de los transeuntes, en gran parte poco interesante, pero algunas palabras captan mi atención y trato de identificar al que las dijo.

Un culto de los poderes ruinosos...deben de hablar de los tipos a los que nos enfrentamos. No, si al final nos haremos famosos y todo.

Rainer mira a su alrededor y ve al niño observandolos.

No puede evitar sentir un escalofrio y ganas de irse de alli. ¿Sabria quienes eran?

Si... teneis razon. Vamonos dice el iniciado mientras sigue a su compañero Te sigo, teneis mejor ojo que yo.

Camináis por calles estrechas, evitando los piquetes de la Guardia y el ejército cuando os los encontráis. Tras girar una esquina veis la Puerta Oeste (X6) en la que una veintena de guardias están establecidos, controlando a la multitud y vigilando a todo el que pasa, sea cual sea su condición social o apariencia, diversas personas pasan junto a vosotros charlando sobre sus asuntos.

...treinta y seis años, todos ellos en...
...bonita y además creo que le gustaba...
...un culto del Caos, cerca del río...
...cuarenta y cinco muertos, todos por culpa...
...más de cinco mil coronas de Oldenhaller...
...desfile por la calle...

Aún no tenéis noticias de Johannes.

Continúas esperando a tus amigos, pero siguen sin aparecer, tal vez hayan tenido sus propios problemas, o se hayan confundido de sitio, o estén muertos...o te hayan abandonado.

El hecho es que sigues solo, no conoces a nadie el tiempo pesa sobre tu moral, minándola. En la última media hora sólo has visto gente de aquí para allá, ocupada en el carnaval, algunos barcos navegando por el río y algunas explosiones en el aire, con humo de colores llamativos, seguramente parte de la fiesta.

Maldita sea... esto iba a ser un trabajo facil... ¿Que haremos ahora compañeros? pregunta Rainer en un susurro indignado.

Las cosas estaban demasiado dificiles... ¡no podian abandonar a Johannes!

Tendrian que haber quedado en algun lugar mas especifico... ¡maldicion!

-Compañeros, yo...no puedo abandonar a Johannes. Creo que lo mejor será que salgáis, si así lo desean. Yo buscaré un poco mas a Zimmerman.-les digo en voz baja a mis compañeros presentes, no dispuesto a dejar al ausente.

Observo a los guardias y a los transeuntes. Parecen vigilar, pero no detener. Quizás, si vamos separados, no nos interroguen.

Tardan demasiado, ya deberían estar aquí. Bueno, dales un poco más de tiempo Johannes.

No creo que mis compañeros hayan entrado a la taberna, y más habiendo guardias vigilándola. Pero echar un vistazo no me hará daño.

Me acerco hacia la ventana que esté más alejada de los guardias, con la capa ocultando como buenamente puedo mis armas, y miro disimuladamente al interior en busca de mis compañeros.