Partida Rol por web

Charles estaba leyendo frente a una mesa cuando Tobias irrumpió en su cuarto.

-¡Ah! Tobias...

Saludó, riente, pero luego tomó la carta, para cuando la acabó de leer ya estaba solo. Se colocó el puño en los labios mientras leía lo que le ponía George.

-¿Que mosca le habrá picado?

Inquirió.

Seguro que era una de sus rabietas. Charles se puso en pie y fue a buscar a Lena también.

Al verla herida, me apresuro a evitar que se incline.

-No, mi señora. Ya no soy rey, sois una de las primeras personas en saberlo, mi hermano Charles es ahora el soberano de estas tierras. Yo solo huyo del dolor como un cobarde ya que...- suspiro- es una historia larga, que si queréis os contaré, si me dais refugio unas horas. Pero por favor, no os esforceis, veo que os duele el costado. Tomad asiento, no os molestaré.-

No quiero violar su intimidad, pero trato de sostenerla, ya que parece molestarle bastante.

Lo miré sorprendida, finalmente y a costa de quién sabe qué cosas, Charles había conseguido lo que quería. Una lágrima rodó por mi mejilla y no era de dolor, ahora sabía a lo que se refería, jamás volvería a mí. Me dejé sostener por él pero encaminándome a la cama.

-No me llaméis de ese modo, no soy más que la hija de una cocinera... No me molestáis en absoluto, pensé que moriría antes de llegar a aquí, este lugar era donde se escondía el maldito hombre que me dio la vida y me la arrebató al mismo tiempo pero también es una historia larga...-miré hacia el fuego.-Tengo té caliente y estaba por comer algo, si deseáis podemos compartir los alimentos, aunque no son la gran cosa, huí de casa del médico y no pude traer mucho conmigo en este estado...

Lo miré a los ojos, me daba lo mismo lo que me sucediera tras saber que él, mi Charles, ya era rey.

Estaba terminando de preparar sus cosas cuando Tobias le entregó una carta, la cogió extrañada y la abrió para leerla.

La carta rezaba así:

"Lena, te quiero. Siempre lo he hecho, no ha habido momento en que no fuese así. Ya te he...dicho todo lo que he podido decirte. He hecho todo lo que he podido. Pero no quiero seguir siendo un estorbo a tu felicidad. Se feliz con quién tu corazón ame. Lamento profundamente no ser ese elegido, pero es mejor un no sincero que un si inseguro.

Siempre tuyo,

George."

"Yo, George Wellington III, rey del reino de Neverville, abdico en favor de mi hermano menor, Charles wellington I, que Dios lo honre con su gracia y que su reinado sea prospero y seguro."

Cuando Lena está terminando de leer la carta, Charles es anunciado y entra sin esperar después de todo es el rey.

-El médico? no será...¿Ferdinand? ¿Sois esa mujer entonces? no quiero meterme dónde no me llaman- añado levantando las manos tras dejarla en la cama -es solo que...debo disculparme. La princesa Grace sufrió un accidente, solo Ferdinand podía tratarla, está muy grave, por lo que le obligué a quedarse con ella. no sabía que estaba preocupado por la vida de otra mujer hasta que se le escapó...aún así no quiso dejar a Grace cuando le di permiso, por miedo a que yo me enterara de algo...creo...y supongo que si eso era así, teneis ago que ver con charles.-

Sonrío.

-Pero cada uno tenemos nuestros secretos. Bueno...me excuso un momento, mi señora, voy a atender a los caballos, no os levanteis, no tardaré.-

Salgo y los ato muy juntos, tras la casa y  cubiertos por unos arboles, no es una cuadra, pero es lo mejor que puedo hacer. Se me puede escuchar desde dentro.

-ánimo chicos. Esta noche vais a pasar frio, lo siento pero no puedo hacer nada más. La buena señora que nos permite quedarnos no tiene una cuadra como la que estais acostumbrados.- les palmeo el cuello a los dos.

Entro de nuevo y me quito mi capa tras cerrar y asegurar la puerta. La dejo en el unico perchero. Me remango la camisa.

-Bueno, como imaginareis no he cocinado en mi vida, pero si he conseguido sobrevivir a la lengua venenosa de mi hermano, espero poder seguir tus instrucciones.- le sonrío sincero, me sienta muy bien serle útil a alguien.

Charles entró en la habitación de Lena, hizo un gesto amable con la cabeza, saludando, sin perder las formas y luego alzó la carta.

-¿Y esto?

Preguntó, confuso.

No pude evitar sonreír cuando dijo lo de cocinar y luego negué suavemente con la cabeza, no parecía ser aquel hombre infernal del que tanto se hablaba en Consert.

-Mi señor, tenemos carne seca y pan en la mesa, lo único que tenéis que hacer es servir el té que está en el hogar...

Luego de beber un poco de té y comer pan y carne seca. Sentí que el dolor era menos, o quizás era que me había acostumbrado. Además, escuchando lo de la princesa, bueno, era normal.

-No os preocupéis, era lógico que Ferdinand decidiera atender a una princesa y no a mí y para responderos, no, no tengo nada con el príncipe Charles. Lo seguí hasta Neverville creyendo que podía amarlo y él a mí pero ahora me doy cuenta que no es así... Así que ya me da igual lo que pase en adelante.

Afuera la tormenta arreciaba y un ligero puntito de sangre se veía a través de mis vendas.

-Amar a mi hermano...vaya, acabais de convertiros en una loca o una santa para mi, aún no me decido.- sonrío de nuevo.

Veo la sangre en sus vendas.

-¿Cuánto lleváis con esas vendas mi señora? Es hora de cambiarlas. Y sin querer ser descortés, conocéis mi nombre pero yo no el vuestro. Y dado que ya no soy rey, preferiría que nos tuteasemos, si no es inconveniente.-

Me acerco a mi mochila y saco una de mis camisas, la cual rasgo en tiras.

-No soy capaz de coserme un botón, mucho menos una herida, pero si vendarla.-

Se sienta en la cama, tiene los ojos muy abiertos despues de haber leido la carta, mira a Charles cuando abre la puerta y pasa.

- No.. no lo sé.. ha sido todo de repente.. yo.. yo no lo sabía..

Se había quedado blanca pero se sentía furiosa, cogió la carta, la arrugó y la tiró al suelo.

- Es un cobarde!!!! Me ha abandonado!!!!! Me dió a elegir.. a mi!!! Después de todo lo que me ha hecho pasar.. me dice que le dijera si quería estar con él o no. Por supuesto que dije que no!! No podía olvidarlo todo.. y ahora se va..

Estaba muy cabreada, les había fastidiado los planes.

- Lo.. lo siento Charles.. Te quedarás conmigo..? No estás obligado..

Charles pensaba lo mismo que Lena con respecto a lo de la carta. Dejó sobre la mesa el papel y se acercó a la reina para abrazarla. La besó varias veces el cabello antes de darle la respuesta.

-Claro que si, tú no tienes la culpa. No te voy a dejar sola. George siempre ha sido muy egoista, demasiado. Así está su esposa y así está el reino.

Se separó y la miró, colocando sus manos en las mejillas de ella.

-No te dejaré cargar con esto sola. Envia una carta al Papa...anula tu matrimonio con George...

Charles se dio cuenta de lo atrevido que era, y de que le diera a elegir de nuevo, tan pronto, pero no podía callarselo más.

Charles se arrodilló y besó las manos de Lena.

-Casate conmigo...Dios sabe que no soy el hombre perfecto, hago lo que puedo, pero lo que es seguro es que te quiero y nunca voy a dejar que te pase nada malo...

Se abrazó a él y se dejó mimar, lo necesitaba, le necesitaba a él, pero no fue a verle antes para no preocuparle con sus discusiones conyugales.

Pero las palabras de que anulara el matrimonio con George, la dejaron asombrada, con los ojos muy abiertos, sorprendida de tal reacción. Y después se puso de rodillas para pedirle que se casara con él, no salía de su asombro, como habían cambiado las cosas en un momento, pero no pudo reprimir una sonrisa.

- Claro que quiero pero.. y los planes que teniamos?? Tú no querías estar aquí.. y ahora estás obligado por mi..

-En realidad sería una estúpida, mi señor...

No podía, por mucho que quisiera, hablarle como si fuera cualquier persona, aunque lo intentaba. Sin embargo, en algo tenía razón, había de cambiar las vendas. Lo miré a los ojos y se lo agradecí.

-Mi nombre es Vania, señor... Y le agradezco que me ayude.

Realmente pensé que moriría pero el destino es caprichoso y por el momento, tenía alguien que me ayudaría a no coger una infección por lo menos.

-Un hombre trató de matar al príncipe, yo estaba disfrazada de soldado, pensó que era Charles y me hirió... Como podéis ver, a él no le ha importado en lo más mínimo...

Él sonrió un poco y negó con la cabeza.

-Voy a crear un parlamento y disminuir las obligaciones e importancia del rey. El poder de todo un reino, como he dicho varias veces, no debe estar en manos de un solo hombre, y mucho menos yo. Seré fiel a lo que creo, aunque ayer no era rey y hoy si lo sea. Entre todos haremos de Neverville un buen lugar. Así que podremos viajar mucho.

Le cuenta sus planes, pero está mas ilusionado con la respuesta de "si quiero" de ella. Charles se inclinó hacia ella y besó sus labios.

-Pero eso no será lo primero que haré como rey. Lo primero..es usar la cama del rey... con la persona a la que quiero...

-oh...mierda...maldita sea mi estampa....lo siento Vania yo....-

Le cambio las vendas, tratando de no fijarme más de la cuenta en su hermoso cuerpo, ya que es una muy bella mujer, y ambos estamos "débiles".

Saco de mi mochila una pequeña botella de buen coñac.

-Voy a contarte una historia. No quiero...justificarme, tan solo que intentes comprenderme...lo siento de veras.-

Sirvo un vaso para cada uno y dejo la botella en medio, ademas de soltar la lengua, nos calentará, lo que esa noche puede ser necesario.

Se lo cuento todo, absolutamente, desde mi discusion con Lena hace dos años, mi relacion con Grace...los rumores, mi orden de asesinato y como no pude revocarla....y todo lo demás, todo hasta la fecha.

Una vez empecé, era como si necesitase soltarlo.

-Lo lamento...fuisteis herida por mi culpa, por mi...miedo. El hombre que dio la orden por la que fuistes herida, para proteger su reino, te lo cuenta todo una noche cuando huye de su reino...-

-Solo puedo pediros perdón, y ya que me habéis dicho que tambien huis, ofreceross un buen caballo, y compañía durante el camino si la aceptais. Voy a una casa en el norte, nadie, o casi nadie sabe que existe. Es un lugar tan bueno como cualquier otro para huir. Mejor que la maoría en realidad.-

Han pasado horas, y casi media botella, mientras hablamos.

Tras escuchar la confesión del rey y quizás por lo bebido, eché a reír.

-Perdón, perdonad, mi señor... No me río de vos, ni de lo acontecido pero es que todo junto tiene su qué: Vos amando a vuestra reina terminasteis liado con vuestra cuñada, luego vuestro hermano, enamorando a vuestra mujer. De paso, debió ser herido pero no, yo terminé herida por no obedecerle cuando me dijo que no lo siguiera... Jajajajajaja, es todo muy divertido... Hasta la estupidez de suponer que se enamoraría de alguien como yo... Jajajaja-la sonrisa de pronto se vuelve llanto.-A mi edad y conociendo a los hombres, debería darme vergüenza. Vos no tenéis por qué pedirme perdón y yo no tengo nada que perdonaros, todo me lo he buscado yo y si necesitáis una sirvienta y sobrevivo a esta maldita herida, seré vuestra sirvienta...

Me secaba las lágrimas con furia, estaba decepcionada de Charles. Era igual que mi padre.

Escuchó sus palabras, le parecían tan sabias.. eso era lo que tanto le decía a su esposo, bueno.. su ahora ex-esposo, que la había dejado con todo el peso del reino sobre ella. Aunque no puede negar que estaba muy preparada para ello.

Sonrie por sus palabras y le abraza.

- Cuanto me alegro de que estés aquí.. creo que a partir de ahora, este será un buen lugar y el pueblo sera feliz.

Le besa de forma cariñosa.

- Es.. extraño.. que esté feliz cuando debería estar triste por la partida de George, pero tengo la sensación de haberme quitado un peso de encima, de sentirme liberada.. que no tengo que esconder nada..

Le besa nuevamente.

- Lo siento de verdad por Grace.. seguro que cuando despierte se irá de aquí.

Las palabras de Charles, de querer ir a la cama de matrimonio la hacen cambiar la cara, quedarse seria, siente un escalofrío recorrer su espalda y como todo su cuerpo se estremece sin haber habido ningún roce o tocamiento, solo palabras, le miraba hechizada.

- Hazmelo como si fuera la única mujer en el mundo para ti..

Susurró.