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El encantado Reino de Landover

Capitulo V: La ciudad de Avalon

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30/12/2013, 19:49
Eolande

Hacía horas que estaba despierta. Por raro que pareciese, había descansado mejor que otras veces, el hecho de que padre estuviese allí conmigo... Era una gran diferencia. Había terminado de preparar el desayuno para los invitados, incluso me había pasado por la habitación de mi padre para ver como continuaba y para mi sorpresa su aspecto era mucho mejor del que esperaba. Sonriente salí de la habitación de Oberón, para dirigirme hacia el gran salón, allí donde algunos ya estaban en pie. La primera que vi  fue a Eizhan, recogiéndome los cabellos hacia atrás la miré.-Buenos días, Eizhan ¿La noche fue buena?-Pregunté con un suave tono de voz. Esa mañana volvía a estar resplandeciente como estrella en el cielo. Mi rostro parecía más sereno que el del día anterior y eso sumaba mucho.

Shea también me dio los buenos días, subiendo sus patitas a mi ropa. Con suavidad le volví el cariño, acariciando su cabeza.-Buenos días, osita-Vi que Mary también aparecía, pero se comportaba de forma poco correcta para mi gusto. Tanto que cuando ella se fue de la estancia chasqué la lengua con enfado ¿Pero que les pasaba? Suavemente hice que Shea se bajase, para después mirar a Eizhan.-No permitas que nadie abandone este lugar. Debo hablar con vosotros ¡Y no hacéis más que dificultarme la tarea!-Exclamé, pero después sonreí. 

La pequeña osa fue en busca de sus nuevas amigas, mientras yo me daba la vuelta para ir tras la mujer de cabellos plateados.-Si me disculpáis, me ausentaré. Podéis tomar cuanto deseéis, estar como en casa.-Dicho eso salí detrás de Mary. Con paso más que tranquilo y calmado.

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01/01/2014, 19:57
James Hook Jr.

Aunque me preocupe por su situación Eolande no mostro demasiado interés en responderme. Y viendo que ya habia causado demasiado daño por lo que iba de día me retire a descansar.

El siguiente día amanecio tranquilo y ademas con una mesa bien provista. Así que me sente tranquilamente a cenar cuando escuche la pregunta de Eizhan

-Si, sería buena ídea seguir la busqueda. Pero mejor nos preparamos un poco más para continuar con la investigación de la isla mientras buscamos esa flor. No queremos causar más desastres como el de ayer. ¿No crees, Mary?-

Puesto que no parecía haberle afectado demasiado mi exposición decidi tratarla normalmente. No hay razón para echar sal en una herida ¿verdad?.

Mas ella simplemente contesta melancolicamente que se quedará a cuidar del padre de Eolande. Por un lado es normal pero creo haber notado algo más y me levanto para seguirla cuando es Eolande la que nos comunica que no va a acompañarnos. El trabajo se me empieza a acumular

Antes de que abandonara nuestra compañia del todo me dirigi hacia ella

-Entiendo que queraís estar con vuestro padre. Supongo que en vuestro lugar yo querría lo mísmo.

Pero necesitamos indicaciones para movernos por la isla. Al menos los principales peligros que nos acechan en la isla y las situaciones especiales que se sucedan en ella.

No queremos repetir los sucesos de ayer.

Y si no nos acompañaís por lo menos hablad con Didac que seguro que sabe como anotar las mejores indicaciones para llevar a cabo nuestra tarea. Algún lugar habrá para que podaís conversar sobre ello tranquilamente y luego ya nos lo traducirá a los demás.

Y ahora, si me disculpaís, creo que tengo que ocuparme de algo. Intentaré no tardar pero no creo que haga falta aquí durante un rato-

Tras decir esto me levante de la mesa y me dirigí hacia la habitación donde me parecia que debía estar Mary y levante el puño para llamar solo para dejarlo estatico enfrente de la puerta.

¿Qué podía decirle? Sabía que era culpa mía esta situación y quería solucionarlo pero es que no sabía como hacerlo. Ponedme con un cuchillo frente a una docena de picaninny, en el mar rodeado de tiburones o en medio de un tifón subido a una almadia y saldré sin problemas.

Pero tratar a las personas, tratar a mujeres es algo que no es fácil y yo no tenía que hacerlo a menudo.

Notas de juego

De momento dejo a todos marcados. Ya habrá que ver a quién se quita en la proxima ronda

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02/01/2014, 14:37
Mary
Sólo para el director

Prepara con cuidado las cosas para curar las heridas que produjeron ayer sobre el cuerpo del hombre, quizá como una forma de redimir el daño que causó aunque no fuese un daño mortal, pero que, sin duda, pudo causar mucho daño en el cuerpo de ese hombre afectado por la maldición de la Reina Roja. ¿Y a quién no le afecta esa magia oscura? Todo Landover está inmerso en un invierno perpetuo hasta que consigan derrotarla.

Pero cada vez ve más claro que esa no es su lucha. No es alguien que quiera herir, no es alguien a quien se le den bien las armas y ya se ha visto lo que pasa cuando empuña una. No, con ella se equivocaron por mucho que Locasta dijese que ella también estaba destinada a ello.

Lo ha perdido todo, por mucho que digan que sus abuelos no serán acusados de traición, sabe que es mentira. A la Reina Roja le trae sin cuidado que sean familia del Alcalde Bean o que sean unos ancianos. En realidad, a la Reina Roja no le importa nadie más que ella misma y lo demostró encerrando a su propio hijo al ver que no quería casarse con su prima. Se pregunta cómo ve el mundo la Reina, qué oscuro ser nubla su vista para no ver que se quedará sola, que será Reina de un páramo helado y que nadie responderá a sus ordenes. Languidecerá sola, en la oscuridad de una habitación, mientras no queda nadie para alabar su belleza y su grandeza, que es lo que parece que busca.

Una vez todo listo, retira con cuidado las vendas para no despertar al hombre de su sueño. Ya no tiene la fiebre alta, seguro que en unos días abrirá los ojos y preguntará qué ha pasado, por qué está herido.

Notas de juego

No sé a quien marcar... a Eolande?

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02/01/2014, 15:19
Hada Azul

La puerta se abrió y era Eolande la que estaba entrando en la habitación en la que Mary estaba. La joven estaba ya atendiendo al Rey, con un gesto alicaído, eran oscuros pensamientos los que rondaban por su cabeza, como por todas las de esas personas que cada vez tenían una moral más mermada.

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03/01/2014, 00:49
Eolande

Entre en la habitación, cerrando la puerta con suavidad. Tras eso me giré hacia la sirena mostrando un semblante serio.-No quiero que digas nada por ahora... Tan solo escúchame.-Pedí. Y me lo concediese o no, hablaría... Lleve mi mano hacia mi larga melena, acariciándola. En ese momento extrañaba la compañía de Shea, tanto tiempo juntas que esos pequeños espacios lejos, eran eternos. Mis ojos buscaron los de la mujer y durante unos segundos no dije nada, pero después empecé a hablar de manera pausada y suave. Como quien susurra a un bebé para calmar sus llantos.- ¿Por cuanto más pretendes huir? ¿Qué arreglas con eso? Desde el primer instante en que te vi... Solo me mostraste la parte más débil de ti ¿Dónde quedó esa chica que apuntó con el arco a mi padre para salvar la vida de uno de sus amigos? ¡Donde! Déjate de hacer la mártir... Es papel no te pega para nada.-Mis palabras eran dudas, era consciente de ello, pero me daba igual. Odiaba esas cosas y más cuando las mismas podían perjudicar a los que la rodeaban.- Sí, disparaste a mi padre... Pero Selina también ¡Y mírala! Ella no llora en cada esquina, aceptó mi perdón, comprendió que lo había hecho por salvar a alguien de su grupo. Su hermano.-Aparté las manos de mi cabello, para bajarlas a mi vientre, dejándolas enlazadas ahí, mientras mis ojos la seguían sin apenas parpadear.- Pero como si eso fuese poco... Anoche algo perturbó tu tranquilidad, la poca que aún quedaba en ese cuerpo. No quiero saber que fue, pero sé que fuera lo que fuera... No es lo suficientemente poderoso como para que actúes como lo estás haciendo ¿Crees que solo a ti te ocurren cosas que te hacen sentir hundida? ¡PARA NADA! Mírame a mi, llevo 5 años encerrada en esta ciudad, esperando la oportunidad de levantar el hechizo que mantiene dormitado a mi pueblo... Y aún así sigo luchando por ellos, por vosotros, por mí.-Me quedé unos instantes callada, llevando la mirada hacia mi padre, sintiendo un vacío en el pecho, aún tenía miedo de perderle... Pero debía tenerlo como opción, así era la vida.- Yo también querría ser débil... Por un día, pero no puedo, claro que no puedo. Y tú tampoco ¿Quieres quedarte aquí? Hazlo, pero solo me estarás dando la razón en mis palabras...-Volví a mirarla fijamente, mis ojos estaban cristalinos, pero no caían lágrimas y mis facciones delicadas estaban endurecidas.- Niña caprichosa... Que si no le dan lo que pide llora para llamar la atención. Madura, no eres la niña que un día fuiste. Este no es un cuento de hadas en el que el final siempre será feliz... Esta es nuestra historia, y cada uno de nosotros decide cual será el final, pues somos escritores de nuestras propias vidas.-Sentenció, dejándole reaccionar si es que quería.

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03/01/2014, 01:19
Mary

-Suficiente. 

Levanta la mirada. Eolande no es nadie para hablar así de ella, para hablar con ella de esa manera. No conoce nada de lo que es ella y que haya visto levantar el arco una vez no significa que lo haya hecho toda la vida. Para ella se han acabado los días, aunque sean pocos, en los que han tratado de convertirla en algo que no es, contrario a su naturaleza. Está en ese lugar por deseos de otros, porque otros parecen haber decidido su destino, arrastrándola a huir del taller con todos ellos y condenando así a sus abuelos.

-Haces juicios de valor, Eolande. No debes juzgar a los demás por lo que has visto una vez y te diré que no soy una guerrera y no volveré a empuñar un arma. Dejad de intentar convertirme en algo contrario a mí. Aunque lamento mucho las heridas que le cause a tú padre, no es el motivo de mi decisión.

Vuelve la vista a las heridas del hombre, dejando de mirar a Eolande. Su voz permanece tranquila, suave, sin alzarse, como solo una sirena podría hablar, pero sin duda es firme, aunque no es del todo Mary.

-Es cierto, para muchos, esta historia, no tendrá final feliz.

Su corazón aun sigue roto, descompuesto en mil diminutos pedazos y seguramente no sanará nunca. Puede sonreír, puede mostrar amabilidad, lo ha hecho toda la vida, es algo natural en ella, pero ahora solo sería una farsa para que los demás no se preocupen, para que no sientan lástima.

-Si quisiese vuestra lástima, estaría llorando delante de todos, pero ayer sonreí para que él no se preocupase, para que no se sintiese culpable. Y si hoy he conseguido que piensen que me siento así por lo de tu padre, creo que lo he hecho bien.

Moja un paño en agua y limpia las heridas con amabilidad, con cuidado, de forma tan delicada como la caricia de una mariposa.

-Eres libre de pensar lo que quieras de mí, Eolande, no te juzgaré por eso.

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03/01/2014, 01:50
Eolande

- Ni siquiera mis palabras consiguen sacarte de tu mundo feliz...-Musité. Desvié la mirada hacia mi padre, mostrando una pequeña sonrisa, la verdad es que estaba feliz de verle nuevamente. Hacía tanto que había pasado, que temía perder de mi mente su rostro. Mientras lo miraba ella hablaba y yo por mi parte solo escuchaba, mostrando una tranquila sonrisa. Había escuchando tantas veces aquellas palabras de boca de otras personas, que esta vez ni me sorprendieron.- Oh, claro... ¡Ya veo! Síguete escudándote en ese pequeño muro que tú has creado, sigue.-Pedí con calma. Me aproximé a la cama de mi padre, sentándome junto a él. Entre mis manos deslicé la de él, para acariciarle de manera tierna.- Una escuché las mismas palabras en boca de otra niña... Niña que ahora está en el salón junto a los demás petrificada.-La mano libre la llevé hasta el rostro de Oberón, acariciándole con cariño. El mismo cariño de una hija por su padre, pero dejando de hacerlo miré a la sirena.- Déjate de estupideces, princesita... ¿Por qué te niegas a escucharnos? Que lleves un arco no te hace mejor o peor, tampoco te cambia. Jamás dejarás de ser tu misma si esa es tu decisión.-Las largas telas de mi hermoso traje cubrían mi piel, dejándome ver como diosa.- Culpas a los demás de tus desdichas, cuando tú eres la única culpable.

No entendía ni siquiera porque perdía el tiempo, después de ver su reacción, pero bueno... Tampoco perdía nada.- ¿Amor, cierto? .-No pude evitar reír con suavidad, negando un poco.-Mi madre siempre me decía... "Mi pequeña princesa, deberás besar mil sapos antes de encontrar a tu príncipe". Claro que lloraré, claro que me harán daño... Pero son lecciones de la vida. Tropezarás y caerás, pero tendrás que volver a ponerte en pie.-Me levanté de donde estaba, acercándome a la frente de mi padre, para besarla con lentitud.- Tienes la mentalidad de una niña... Te niegas a madurar, aferrándote a algo que desconozco. Pero solo te diré, que solo estás dañándote a ti...-No tenía intención de perder más tiempo. No soportaba ese tipo de actitudes de niña caprichosa.- Este no es tu mundo, aquí las cosas funcionan de forma completamente diferente.

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03/01/2014, 12:09
Mary

Es increíble la necesidad que siente la gente de tratar de convencer a las personas de hacer las cosas que ellos quieren que hagan sin tener en cuenta si conocen o no a las personas con las que están hablando. Solo se centran en juzgar y juzgar, en tratar de cambiar a las personas cuando éstas no son iguales, cuando no ven las cosas de la misma manera, creyéndose más sabios, creyéndose que lo saben todo. Pero en realidad, no saben nada.

Una vez limpias las heridas y retirados los restos de ungüentos que no se han adsorbido, aplica una nueva capa sobre la piel herida, con cuidado, y luego las venda para protegerlas de la infección hasta que sea seguro dejarlas al aire. Se limpia las manos en agua limpia y se las seca con un trapo limpio. No quiere discutir con alguien no la entiende, que la menosprecia, que la llama princesita de forma despectiva... 

-Puedes seguir arremetiendo contra mí por no ser igual que tú, pero igual que me dices que el mundo no es todo felicidad, y creéme cuando te digo que eso ya lo sé, yo te diré que no todas las personas son iguales. He acabado, por si quieres quedarte un poco más. Supongo que mañana ya no tendrá fiebre y que pronto despertará.

Sale de la habitación antes de que Eolande y cierra la puerta con cuidado.

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03/01/2014, 13:51
Didac Nightingale

A la mañana siguiente me levanto descansado y feliz de haber podido dormir a gusto. Cuando llego al salón veo que ya están todos allí hablando.

-Oaaahhh- bostezo demostrando lo bien que me encuentro. -He dormido genial, ¿vosotros?- me doy cuenta de que están hablando de cosas importantes así que en seguida me callo y me siento a escuchar atentamente lo que tengan que decir.

-Eolande... ¿Me dijiste que sabías donde podría estar la flor que buscamos?- a pesar de la vergüenza pasada la noche anterior estoy normal con ella. A mí esas cosas se me pasan en seguida lo que pasa que no estoy acostumbrado a tratar con chicas guapas y me pueden los nervios. -Sería de gran ayuda que nos guiaras por la isla y si Mary no quiere venir podría cuidar de tu padre ¿no?

Pua mientras hablamos busca por el lugar a Shae, cuando la encuentra al lado de Eolande roza su pelaje con el de la osa en señal de saludo. Parece que le ha cogido gran aprecio.

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04/01/2014, 00:00
Eolande

Antes de salir de la habitación de mi padre, me aseguré de que todo estuviese bien. Tras eso me dirigí hacia el salón con mi sonrisa en los labios. Ni siquiera aquella desagradable conversación había conseguido borrar esa marca en mi. 

Shea vino a mi busca, lo que me alegró por encima de todo. Ella siempre tan encantadora... Estaba observando a todos en silencio cuando la voz de Didac me sacó de mis propios pensamientos. Me giré un poco, mirándole callada. Cuando este se quedó callado yo hice lo mismo durante los primeros segundos, pero terminé reaccionando- Mary... No veo la razón de que no sea así, me parece bien. Ella tiene más formación para mantener las heridas bien.-Mi mirada la buscó, pero lejos de ser cariñosa, escondía un gran misterio que ambas conocían y que ella no diría allí frente a todos. Por encima de todo era una princesa, y los secretos, como las conversaciones privadas eran cosa de los presentes. Volví a mirada a Didac sonriéndole cariñosa.-Yo ocuparé el lugar de ella... Si a James no le importa, claro.-Lo miré unos instantes también, sabía que después de lo del primer día, nuestra relación era tirante. Y lo peor de todo, es que no teníamos motivos para que fuese así...

Suspiré con lentitud, para volver a mirarlo. Mi mano se apoyó sobre el brazo de él, indicándole que me acompañase hacia la mesa. Ese tema por el que me preguntaba era mejor hablarlo con todos y no solo con él.- Vayamos a la mesa, creo que esto es de interés para todos...-Aparté la mano, para bajar los escalones hacia la mesa. Mis manos sujetaron las telas de mi ropa, mientras mi caminar era elegante y tranquilo, como si en realidad levitase.-¿Todo bien, chicos? Espero que la noche fuese tranquila y descansaseis.

Notas de juego

A Mary la marco, pero no sé si está o no aquí.

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04/01/2014, 02:35
Anthony Pinocchio Abedul

Tras una cena frugal pero no por falta de hambre sino por un ligero mareo derivado del dolor de cabeza, Anthony se durmió. No se pensó el lugar donde dormiría, sencillamente fue a parar a un sillón y lo ocupó largamente. Allí cerró los ojos y dio paso a que su subconsciente creara un sueño para aquella noche.

Por alguna razón soñó con una especie de golem de piedra que se abalanzaba sobre él. Acabó despertándose súbitamente y dirigiendo la mirada a su alrededor. Instintivamente se llevó la mano a la cabeza, por suerte ya no le dolía. Luego se frotó con parsimonia sus ojos y se desperezó exageradamente para dejar caer su cuerpo de nuevo en el sillón. Prestando un poco de atención observó el desayuno sobre la mesa donde comió anoche.

Anthony se levantó algo aturdido por el sueño y se dirigió hacia la mesa. Una vez allí estiró los hombros hacia atrás mientras apoyaba sus manos en la misma para despejarse completamente. Comió de unas frutas que allí se exponían, las frutas eran buenas para recomponer el cuerpo y las energías. Dirigió una mirada al resto de personas, unas pequeñas ojeras se vislumbraban bajo sus ojos oscureciéndolos. Escuchó algo sobre descansar y miró a Eolande con interés, ignorando la mala noche que le había concedido su subconsciente.

¿De qué estarán hablando ahora?

Tomó asiento en la mesa y siguió comiendo mientras escuchaba tranquilamente a sus compañeros de aventura. Se reservó sus palabras para otro momento, parecía que Eolande iba a hablar sobre algo, mejor escuchar primero y entender de qué iba la conversación en la que iba a participar nada más haberse despertado.

Notas de juego

No sé quiénes están en la sala, marco a todos.

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05/01/2014, 15:17
James Hook Jr.

Finalmente el comentario de Eolande me decidio. ¿Cómo iba a poder ayudarla si ni siquiera sabía que hacer yo mismo?.

Por eso habia hecho todo lo que pude y le habia pedido ayuda a Selina. Parecía que no bastaba con eso.

Sin embargo ahora necesitabamos concentrarnos en nuestras tareas y por lo visto el grupo me necesitaba a mí así que tendría que concentrarme

-Preferiría que fueramos todos juntos pero entiendo que tu padre necesitará cuidados y en este caso Mary es la más indicada pues Eizhan es para casos de extrema necesidad.

No te ofendas, Eizhan, pero hasta donde he visto es lo que puedes hacer con los heridos. Ni más ni menos. Quizás los conocimientos básicos que tenemos cualquier combatiente pero de ahí ya saltas directamente a la resurrección o casí.-

Volvi de nuevo la vista a Eolande

-No tengo nada personal contra tí pero nuestros enemigos son muchos y sus recursos incluso más. De ahí que sea algo precavido con quien tratamos.

Después de todo se me encargo el cuidado del grupo-

Preveyendo una respuesta hostil por parte de algunos compañeros que pensarán que les estaba haciendoa  de menos me adelante-

-Es cierto. Se me ha encargado, igual que se le encargo a Eizhan que se ocupase de los enemigos que nos buscaban, que Mary se ocupará de nuestras dolencias y daños, que Didac creará soluciones para nuestras dificultades o que Anthony pensará en soluciones cuando nos atascasemos.

Nuestra misión es clara, conseguir la flor para poder derrotar a la reina roja. Y aunque nos presentamos voluntarios para ella, algunos más que otros, tambien fuimos escogidos.-

Apoya la brujula sobre la mesa

-Este objeto se me concedio para poder guiarios hasta donde sea. A todos. Pero no olvideís que es un objeto de las hadas.

En Nunca jamas, de donde yo soy, tenemos hadas y hay una cosa que me ha quedado muy clara de siempre. Nunca un objeto funciona sin más.

Hasta donde yo entiendo esta brujula esta encantada pero necesita fe y esperanza. Y eso tenemos que depositarlos unos en otros porque es lo que permitirá nuestra misión.

Ya no creo que nuestra misión sea conseguir la flor, seguro que Eizhan puede recitar montones de sus compañeros en la anterior generación que lo hubieran podido hacer, aunque si sea parte de ella. Nuestra misión es conseguir que la gente deje de tener miedo. Que vuelva a creer en que las cosas mejorarán y que todo puede ir bien.

Esa es nuestra verdadera misión. Y por ello, y con ello, conseguiremos la flor.-

Señale abiertamente a Eolande

-No la conozco, no se nada de ella, ha atraido un monstruo contra nosotros y lo ha protegido. Todos lo hemos visto.

¿Todos?- esta vez señale a Didac -Él vio que ese monstruo no lo era, vio que ella era de confianza y arriesgo su vida en esa creencia.

Antes he dicho que no se nada de ella. Miento.

Se lo que necesito saber. Didac y Anthony confian en ella y arriesgarían su vida con ella sin dudarlo. No necesitamos más.-

Cruce los brazos en posición desafiante

-No soy perfecto, ninguno lo somos. Todos tenemos motivos para habernos desagradado el resto de nuestros compañeros.

La pregunta es ¿somos capaces de superarlo?. Es la única oportunidad de este mundo. Y se de lo que hablo más de lo que parece.-

Cogi aliento para decir lo que continuaba

-La reina roja es una mujer, muy poderosa pero una mujer real con todo lo que ello implica incluyendo que puede morir.

Y lo se porque es mi madre. Y sabiendo que es mi madre hare todo lo que este en mi mano para matarla. Porque es lo que tengo que hacer.-

Mire a los ojos a Eolande

-Seguro que pensaste que no te entendia pero lo entiendo mejor de lo que parece. Mi padre es un monstruo despreciable conocido por todos. Y mi madre es aún peor.

Conozco a los monstruos y tu padre solo lo es en el aspecto así que no te imaginas lo afortunada que eres.

Didac y Anthony hablan por tí. Eres parte del grupo. Tienes derecho a hablar y a opinar no como nuestra anfitriona ni como una nativa de esta isla si no como parte del grupo.

Ahora si aceptas ese derecho se te cargará tambien con la responsabilidad de tener que preocuparte de tus compañeros y compañeras y arriesgar lo que sea necesario para protegerlos y asegurarte de su bienestar.

¿Estas lista para esa responsabilidad?-

Notas de juego

Por lo que entiendo Mary no esta que esta con el padre de Eolande pero el resto si.

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07/01/2014, 12:48
Selina Nightingale

Me levanto y me incorporo a la conversación.
Permanezco algo taciturna, pues todavía me incomoda la presencia de Eizhan, no sé cómo tratarla después de todo lo que ha pasado.
Tras escuchar las palabras de mis compañeros, alzo la voz para que todos me escuchen.

- Ya basta! Estoy harta de tanta suspicacia. Estamos aquí reunidos, tratando de alcanzar un objetivo común, todos hemos perdido algo y todos estamos dando lo mejor de nosotros mismos.
Aquí una persona ha estado a punto de perder a un ser querido y todo por culpa de nuestra desconfianza.
Pues yo digo basta. Basta a la desconfianza, a ponernos zancadillas, a mirarnos de reojo...

Miro fijamente a Eizhan y asiento levemente con mi cabeza.
 
Tenemos la brújula, tenemos a Eolande, tenemos todas las armas necesarias para conseguir lo que queremos. Pues dejémonos de tonterías y pongámonos en marcha.

Al terminar mi discurso me siento algo avergonzada, pero no aparto la mirada del resto de compañeros.

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07/01/2014, 13:22
Eizhan Woodcutter Märchenoper [Pj Muerto]

Opino lo mismo que Selina, debemos de tener mas cabeza en las decisiones y acciones que tomemos. Esta visto que la Reina Roja con sus argucias y conjuros, nos esta separando y sembrando la desconfianza entre nosotros.. - dice Eizhan, mirando primero a Selina y luego al resto.

No tenemos que seguir el juego de la Reina Roja, aprovechar los aliados nuevos que se unan por el camino, pero siempre con un ojo abierto.. - dice mirando a James.

Esta claro que el poder de la Reina Roja es amplio y abarca muchos sitios, que sus encantamientos y conjuros nos pondrá en mas de un apuro, ya sea sembrando caos entre nosotros, desconfianza y demás. Lo que ha pasado con el padre de Eolande es un claro ejemplo, nos saco una criatura, pero por instinto le ataquemos para poner a salvo a nosotros, tal vez , con ese juego, con lo malvada y odiosa que es la Reina Roja, transforme en nuestros seres queridos en criaturas asi, para que nosotros mismo creyendo que es un monstruo lo matemos, logrando hacer exactamente lo que la Reina Roja quiere, matar a nuestros seres queridos. Debemos de centrarnos en la Flor, estar codo con codo, ayudarnos, confiar, para lograr cumplir nuestro objetivo en la misión que nos han encomendado, salvar a la Reina Blanca y que por fin imponga justicia, por todo el mal que la Reina Roja a creado. Debemos hacer y lograr, que Landover tenga el esplendor de los años felices, traer la primavera a los Reinos, salvar a los nuestros. - dice Eizhan, muy confiada en si misma, como si sus propias palabras le animaran.

 

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07/01/2014, 18:38
Didac Nightingale

Sonrio al ver la disposición de todos mis compañeros, ha costado pero al fín estan todos de acuerdo.

Por suerte o por desgracia nos hemos topado con un grupo muy tozudo y al que le encanta llevar la razón. Yo sin embargo me amoldo bastante bien a las decisiones que tomen unos u otros así que prefiero permanecer en segundo plano. Y simplemente actuar cuando vea oportuno.

Cuando Eolande decide acompañarnos se dibuja una medio sonrisa en mi rostro. Creo que es lo mejor que nos podía suceder y creo que nos va a ayudar mucho su compañía.

-Creo que deberíamos seguir a Eolande y escuchar lo que nos tenga que decir. ¿No creéis?- miro a todos mis compañeros con gran satisfacción, ahora ya parece que somos un grupo.

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08/01/2014, 00:08
Eolande

Creo que las palabras de James me hicieron sonreír despues de todo, razón por lo que lo miré con gran serenidad a la par que hacía un suave gesto con la cabeza. Acomodé mis cabellos, mientras me sentaba con elegancia. Mis brazos acabaron descansando sobre la mesa, mientras escuchaba cada una de las palabras del capitán. Y ahora que lo escuchaba, podía entenderle mejor que nunca por lo que pasaba. Me llevé un dedo a los labios, pensando cuales serían mis palabras y cuando las seleccioné, me permití hablar. Pero siempre en el mismo tono, con la misma suavidad y encanto.- Jamás quise traer a mi padre hacia vosotros, como dije... Él nunca debió salir de lo más profundo de la Isla.-Aclaré. Él había hablado, había puesto un voto de confianza en mi y ahora me tocaba hacer lo mismo.- Hace cinco años la Reina Roja llegó aquí... Lo que sucedió es eso que veis alrededor, esas personas que se mantienen ahí quietas... Son mi pueblo. Sé que algunos pensasteis que eran estatuas, vuestra forma de mirarlas...-Desvié la mirada hacia otro lado, dejando escapar un suave suspiro.- Pero la maldad era demasiada... Mi madre, la Reina intentó protegerme y lo hizo. Escondida observé como aquella cruel mujer se llevaba la vida de mi madre por delante, matándola ante mis ojos y sin que yo pudiese hacer nada. -Cerré los ojos tomando aire de forma lenta, no quería llorar otra vez, no lo haría.- En cambio... Mi padre acabó bajo un conjuro, convirtiéndose en aquella atroz criatura sedienta de sangre...-Volví abrir mis ojos y sonreí dulce. Mis manos acabaron sobre las telas de mi ropa, acariciándolas.

Shea se acercó por debajo y subió dos de sus patas a mi, para posar después la cabeza.- Pero eso no es lo que imposta... Lo que vosotros buscáis, creo saber donde está. Cuando todo esto ocurrió, la Reina Roja escondió en Ávalon eso que tantas veces mencionasteis.-Mis manos acariciaban el pelaje de la pequeña osa, mientras mis ojos danzaban de un lado a otro.- Hay un templo en el centro de la Isla, allí es donde se encontraba mi padre. Era el guardían de aquello que la Reina Roja escondió... Pero si él no está allí, quiere decir que eso que buscáis podrá ser arrebatado. Aunque dudo que esa maldita...-Miré primero a James, como disculpándome por mis modales.- Quiero decir, la Reina Roja no es tan tonta como para usar solo un protector.-Miré a Didac, mostrando la más cálida de las sonrisas, después miré a los demás uno por uno, parándome unos segundos en Selina.-Lo que ocurrió... No te preocupes, en vuestro lugar estoy segura que hubiera actuado igual. Como te dije, era tu hermano... Y como tú, yo intenté protegerlo a la par que lo hacía con mi padre.-Tras eso volví hacia los demás, con una mueca serena y llena de tranquilidad.

Me levanté un poco, haciendo que Shea se apartase, la miré e hice un suave gesto para que regresase con Púa.- James, acepto esa responsabilidad... Mientras esté con vosotros os protegeré tanto como pueda. Y os guiaré hasta el templo... Espero que esto sea lo que necesito para volver a mi pueblo a la vida.-Las últimas palabras fueron arrastradas, tanto que incluso me senté en silencio haciendo un suave gesto con la cabeza.

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09/01/2014, 23:38
James Hook Jr.

Esto ya me gustaba mucho más.

Desde luego no era como con mi tripulación. Era mejor pues aunque ahora las cosas fueran más faciles lo que lo definia era el tiempo en que se forjo y se consiguio esa confianza.

Y con este grupo ibamos por buen camino.

Agarre tranquilamente la brujula mientras decía

-Buena brujula de las hadas. Ya hemos reunido suficiente fé y esperanza. Ahora indicanos a donde debemos ir-

Tras eso me gire hacia Eolande

-Como ves no le pregunto por la flor. Tú ya sabes donde esta. Pero tal vez nos diga que tenemos que hacer otra cosa- sonreí amistosamente

Notas de juego

Estaba esperando a Anthony que era quien le tocaba pero empezaba a temer que nos retrasasemos demasiado.

Por supuesto si es mi turno y alguien ver que tardo más de un día en contestar espero lo mísmo. Para bien y para mal.

Además casí que vamos tirando ya por la misión salvo que alguien vea que falta algo por rematar (y por vuestras respuestas no me parecio el caso)

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11/01/2014, 22:21
Hada Azul

Luego de una decidora conversación en la que buscaron de una vez por toda ponerse de acuerdo y ser un grupo, pero en donde Mary se marginó completamente, dejando patente su deseo de no continuar con la aventura, al no sentirse capaz de seguir, el resto del grupo, ahora acompañados por la princesa Eolande emprende el viaje hacia el centro de la isla de Buyan.

Tendrían que pasar la ciudad de Avalón, en cada calle había gente transformada en piedra, las enredaderas ya estaban subiendo por sus piernas, y rodeándolas, el tiempo era implacable con todas esas personas que fueron condenadas a tan triste fin. Por fin comprendía el calvario de Eolande, sola en ese lugar, rodeada de las estatuas de su seres queridos y su padre transformado en una bestia...

Siguieron caminando por las escaleras, porque Avalon estaba construida sobre la roja y eran muchas galerías las que bajaban y subían, pero ahora estaban al fin en el bosque de Buyan. Las leyendas eran muchas sobre esas extrañas tierras, en donde se dice que se ocultó el huevo que contenía el alma del Koshei, pero ahora al parecer ese huevo lo tenía alguien en el mismo continente, porque el koshei obedecía  a órdenes.

Eolande les indicó más adelante, en donde estaba la entrada al bosque mágico, un lugar sagrado de la isla, pero que ahora estaba lleno de criaturas misteriosas y peligrosas, Eolande les contó que más adentro había un bosque de espinas, y como un laberinto, ocultaba en su interior lo que la Reina roja había ocultado...  Dieron unos pasos más, y en medio del bosque había un claro, y luego, una entrada marcada por un sendero, en donde dos enormes leones de piedra custodiaban la entrada.

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11/01/2014, 22:47
Hada Azul

Te has quedado con el enfermo, y escuchas como tus compañeros hablan y luego movimiento, para cuando te das cuenta, todos han salido, por primera vez ya no habían súplicas para que fueras con ellos, todos habían partido en un viaje hacia la aventura y el fin de lo que les habían encargado, mientras tú te quedas en el castillo, ya sin las ropas mágicas que Locaste te había dado, ni su arco. Te habías rendido.

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12/01/2014, 01:16
Mary
Sólo para el director

Ni siquiera una despedida, un hasta pronto. Bueno, qué más da... tienen cosas más importantes que hacer. Tampoco quiere que se vean obligados a cargar con ella, no sería una persona útil en la batalla, realmente, y se ha prometido no volver a tocar un arma. Las armas hacen que las personas piensen que tienen permiso para matar, que pueden y deben hacerlo. Las personas creen tener poder y con el poder lo único que pasa es que acaban olvidando el objetivo real. Olvidan quienes son realmente.

En principio, ni siquiera debería haber iniciado ese viaje con ellos, pero se sentía sola y desamparada y Didac y Selina eran las únicas personas a las que conocía. Y ni siquiera ellos se han despedido... realmente sigue sola. No le queda nada en ese mundo: ni en el humano, ni en el mar.

Pero tiene que olvidarse de ella. Tiene alguien a quien cuidar, alguien a quien hirió sin compasión, alguien a quien hirió mientras el poder del arco la "corrompía". Aunque ahora sus heridas están recién curadas y hasta dentro de unas horas no tocará volver a revisarlas. Así pues, camina entre las estatuas que ahora sabe que son los habitantes de ese lugar, hechizados por la magia negra.

-Al menos ella podrá volver a verlos si rompe el hechizo - susurra mientras acaricia las delicadas formas.

Notas de juego

En realidad había salido de la habitación.


Master: no interveniste en la conversación y era hora de avanzar. Deberás esperar ahora a que vuelva el grupo de su misión.