Partida Rol por web

Albrek, una vez acaba el combate pregunta en voz alta: ¿hacia dónde a ido, hacia arriba o hacia abajo?

Una vez llevados a cabo los primeros auxilios, Albrek recupera la organización.

Bien. Hay que pillar al tipo ese y dejarlo listo de papeles. En marcha.

 Parece que se ha detenido en la planta baja. Recuerdas que había dos huecos de ascensores: el del vestíbulo y el de la zona de almacenes, pero el primero está detrás vuestra en el pasillo donde habéis combatido.

¡Vamos, caballeros! ¡A rematar la faena!, y echa a correr hacia la escalera.

Teccus, llama Albrek. Intenta por favor darnos acceso al ascensor. Hay que pillar a ese hereje.

Teccus recoge el escalpelo dañado del suelo  se lo guarda en uno de los recodos de la incognoscible oscuridad que hay bajo su túnica de tecnoadepto. Puede ser una tecnología digna de estudio. Mira con anhelo la figura biomecánica del ayudante,también puede tener secretos interesantes para desvelar, pero el deber le llama.

Bueno, es Albrek quien le llama, pero para el caso que nos ocupa es lo mismo.

-Voy.

Dice escuetamente y se acerca al ascensor.

Teccus manipula de forma diestra los controles, reza una plegaria al espíritu de la máquina y el ascensor se pone en funcionamiento. En pocos segundos las puertas se abren.

Albrek recarga rápidamente la escopeta y hace señas a los demás de que le sigan al interior del ascensor.

Teccus recarga su carabina y se coloca al lado del panel de mandos del ascensor leyendo los botones.

-Primera planta lencería femenina, segunda planta moda para caballeros, tercera planta laboratorios clandestinos, planta baja cirujanos psicópatas y herejes...Esta debe de ser la que nos interesa...

Callado y completamente en silencio, empiezo a recoger el arma del suelo, recargando la escopeta y las dos pistolas. Joder que mal ha salido esto...  Creo que deberiamos tomar alguna foto o recoger alguna muestra para el medicae cabrón ese. No vaya a ser que esto desaparece y nos quedamos sin cirujno y sin pruebas. Se abren las puertas del ascensor.  Puto medicae, ya nos podria haber dado armas más aprpiadas para la situación. Para que cojones quiero una espada....

Ando lentamente hacia el ascensor, comprobando que todos los enemigos están condenadamente muertos.  Aquí ya poco pintamos.

Descendéis en dos grupos dada la poca capacidad del elevador, al llegar a la planta baja la puerta se abre al almacén por el que entrasteis desde el patio interior. La puerta que conduce a la calle está abierta.

¡Maldito, ha huido!, dice Albrek.

Pero con esas pintas no irá lejos, prosigue. Vamos, alguien tiene que haberle visto.

Corréis hacia la calle y salís al callejón donde se encuentra la puerta de servicio por la que entrasteis. Os movéis hasta la avenida principal pero no se ve a nadie. De la parte de la estación os llega ruido de gritos, probablemente del tumulto que visteis cuando veníais hacia aquí.

No es probable que haya ido hacia el tumulto, a riesgo que se fijen en él, razona Albrek en voz alta. Yo iría en dirección contraria pero, ¿que pensáis vosotros?