Partida Rol por web

Salgo del baño, donde me había estado curando, y pregunto a los demás.

¿Alguien quiere que le cierre las heridas? Ahora puedo, y después de que descansemos podré otra vez, sin correr riesgos. Vosotros diréis.

En ese momento, el clérigo, que era el más herido de todos, alza tímidamente su voz entre muecas de dolor. Me acerco a él, y dedico unos segundos (a veces seguramente serían cómicos, pero yo siempre cierro los ojos e ignoro las risas de los demás) a realizar los aspavientos que me permiten entrar en comunión con la disformidad.

Canalizo entonces mi energía en una de las heridas abiertas del clérigo, recomponiendo un poco la carne para taponar la herida y que al menos le permitiese descansar un poco, mitigándole el dolor.

Después del combate con esos extraños, seres. Consiguen sacarme de mi estado de trance. Lo unico que recuerdo es una mano impactando en mi cara, aun no se de quien ha sido, ni me importa. Por lo que pude apreciar, mientras estaba hecho una bola en el suelo aun atormentado, debe de ser culpa de ese bicho raro, pensando en el psiquico. Me doy cuenta de que muy probablemente habia herido a mis compàñeros, lo que aun me dejaba en una peor situación. Cuando aún estoy tratando de situarme en esta macabra escena con la mayoría de mis compañeros heridos, alguno de ellos en muy mal estado. Albrek decide salir detrás del que los lideraba, tropezando bastantes veces por los pasillos. Al estar con el estomago aún revuelto. Sólo tenía ganas de beber hasta olvidar lo que acababa de ver.

Una vez volvemos a subir, el estado de la habitación es lo de menos, hemos bajado para nada, me coloco en un rincón y me hago de nuevo una bola , mientras los demás inspeccónan esas cosas, no tengo valor.

Cuando la gente decide moverse, me siento en el rincon con un gesto de que lo que menos me apetece es tener que moverme, aun teniendo esas cosas delante, solo quiero descansar y olvidar.

Una vez nos movemos a la otera habitación, todo parece mejorar, el no tenter esas cosas a la vistame ayuda y me puede dejar hasta dormir. Una vez oigo como el psiquico se ofrece a curar, recapacito y pienso en que antes me habia curado el y probablemente lo que habia visto y habia sufrico era conscuencia de su oscuro poder. por lo que le dedico una extraña y funesta mirada mientras, me enciendo un cigarro y me preparo para dormir

Cerrar las heridas, eso suena fatal...y sin embargo es lo apropiado, ¿no? Esta gente ha sobrevivido a un proceso de selección, exhaustivo espero.

Sí, yo necesiitaria una cura, pero no estoy muy seguro de querer jugar con ciertas cosas. ¿Cuál es el riesgo?

Otro demonio no, espero. Ni tampoco más monstruos metálicos. A mí no me adiestraron para esto, sino para eliminar blancos específicos. Asesinar y escapar. Los tiroteos son cosa de la tropa vulgar, no de profesionales como yo. A mí me lo tienen que dar hecho y cumpliré del mejor y único modo posible: teniendo éxito.

Paseo nervioso por el cuarto, manos cruzadas en la espalda y girando constantemente, al estrechez del lugar impide caminar más de seis pasos.

Pero no, me tenían que meter en este grupo de matones, donde el que no es un demonio, es estúpido y el que tiene categoría es un sádico. Menudos elementos.

Tras curar las heridas del clérigo, abro los ojos y el pistolero me pide curación. Pero sin riesgos.

Ya, sin riesgos. Como que yo quiero correrlos... A veces, por mucho que uno se proteja, si juega con fuego a veces se quema... son la salsa de la vida. Total, algún día hay que morir, ¿no?

Los riesgos son mínimos, ahora que estamos aquí tranquilos. Aunque estoy un poco cansado, creo que puedo hacerlo sin problemas. Tú verás si quieres que te ayude, o si eres autosuficiente...

A mi me da igual. Si no quiere, allá él. Pero que luego no me venga lloriqueando...

-La carne es debil. No necesito curación...Pero si alguien tiene un destornillador por ahí quizá si me vendría bien una pequeña reparación, creo que mi transpondedor de flujo inverso del cigüeñal ha quedado levemente dañado.

Comenta Teccus señalando una parte indeterminada de  debajo de su túnica.

Escuchando como Teccus, pide un destornillador, saco el cuchillo de dentro del abrigo. No se si te servira amigo, ten cuidado, es un cuchillo de catachán altamente afilado

Teccus coge el machete que le entrega su compañero y lo sopesa.

-Hummm interesante modificación del modelo estándar de fabricación. Había oido hablar de estos cuchillos, pero nunca había analizado uno-Le voltea escudriñando cada centímetro del cuchillo-Curioso, relleno de mercurio para conseguir mayor inercia en el momento del impacto, mayor longitud que el cuchillo estándar, hummmm con pequeñas estrías para inocular agentes neurotóxicos si se quiere. Sí, es un modelo muy interesante, quizá incorpore uno a mi servoarnés cuando sea merecedor del mismo. Pero me temo, estimado compañero, que para mi reparación es demasiado aparatoso y tosco.

Dice Teccus devolviéndole el machete.