Partida Rol por web

Teccus comprueba su arma.

- os sigo

Al inspeccionar las latas de cerca se pueden ver unos códigos de barras y unas fechas a los lados. Tiene cierto cantidad de sangre dentro, aunque más espesa de lo normal...es probable que se haya cuajado.

Albrek anota en la tablilla de datos los códigos de barras y las fechas. También toma una muestra.

Albrek, veamos el resto de puertas. Más vale perder 1 minuto ahora que tener que preocuparnos después por lo que nos dejamos a nuestras espaldas. No quiero tener que vigilar mi cogote a cada rato...

-Zaddion tiene razón, las probabilidades de sufrir una emboscada se reducen exponencialmente al inspeccionar todas las zonas donde se pueda producir.

Comenta Teccus.

Casi todas las puertas dan a depensas y almacenes que su momento debieron estar repletos de víveres. La última, sin contar la que da al comedor, da a una pequeña habitación dentro de la cuál hay un aparato de escaneo y un cogitador portátil. Teccus se acerca, lo examina y comenta a los demás: Se trata de un bio-auspex, programado para tomar lecturas de los que pasen cerca del espejo, mientras que el cogitador contiene archivos médicos y de personal de la fuerza de trabajo del Condominio Tantalus. Podemos coger la célula de datos de núcleo líquido como prueba.

Si Teccus no tuviera su máscara veríais que se ha puesto blanca. Os cuenta que al parecer lo que hay en los tanques es gente triturada y que la dan de comida a los que vienen mendigando. Son los experimentos fallidos del Cirujano.

Albrek lucha con denuedo contra la náusea que le sube por el esófago, y a punto está de conseguirlo, pero una mirada de refilón a los tanques consigue que tenga que apartarse a un lado, a vomitar el desayuno.

Una vez repuesto, coge la célula de datos y la guarda.

Como si estuviera ahora mismo delante de las latas, me asaltan las imágenes e incluso el olor de la sala. Quizá en mi subconsciente ya sabía lo que era aquello, pero enfrentarse a la realidad de golpe puede conmigo.

Tras ver a Albrek echar todo el desayuno de una tacada termina por revolver el estómago hasta el punto de que no me queda más remedio que imitarle. Pero en ese momento me doy cuenta de que solo echo un poco de bilis, pues no había desayunado. Esto me deja aún peor cuerpo, y un escalofrío recorre mi espalda y me estremezco hasta quedarme paralizado de cuello para arriba por un momento. Pasados unos segundos, noto que estoy conteniendo el aliento e intento una bocanada de aire que no llega. Tengo que cerrar los ojos para concentrarme y que el pánico no termine con mis nervios.

Una vez respiro, salgo de allí e intento no mirar a las puertas cerradas para no volver a evocar aquello...

Al escuchar la información expuesta por Teccus, me dejo caer estrepitosamente contra la pared imaginandome las macabras escenas de gente comiendose seguramente a s us familiares. Me viene a la caeza las imagenes de Lili y su hermano, lo que desemboca en que mi pobre desayuno vuelva otra vez de donde vino.

Teccus da la información como quien lee la sección de deportes de un periódico sin que le gusten los deportes, con una total indiferencia.

Contempla como sus compañeros expulsan los alimentos que han ingerido en una clara muestra de improductividad digestiva y un desaprobechamiento de los recursos.

-¿He dicho algo indebido? ¿O esa costumbre de vomitar es algún ritual humano que desconozco?

Cita:

Es una simple muestra de debilidad humana, Teccus, dice Albrek mientras se seca la boca. Eso, o que el desayuno estaba en mal estado.

Albrek sale de la sala de los cilindros un poco mareado, intenta volver a mirar dentro pero el olor es demasiado fuerte para él. Zaddión a pesar de las naúseas consigo mantener la compostura decentemente pero Atellus tiene una visión en la que se come a su mujer y sale corriendo de allí; cuando llega al patio interior antes de salir del edificio rompe a penas puede contener un grito de furia....pasados unos minutos vuelve a entrar algo más tranquilo

Solo os quedan las ventanas por las que se sirve que obviamente dan al comedor y la puerta que comunica ambas habitaciones. La única forma de seguir es por allí...a no ser que queráis hacer otra cosa.

Si está vacío, vamos al comedor, dice Albrek. Es evidente que aquí no hay nada más que ver.