Partida Rol por web

La verdad es que había sido todo un chasco la desaparición de la mancha de sangre, pero al menos esperaba que el viaje del inspector de policía no resultase del todo inútil. Si en vez de recriminar, se pusiese a investigar...

Han recibido informe de algún altercado ultimamente en esta casa? Si puede decirnoslo nos vendría muy útil para hacernos una idea de lo que encontremos- inquirió a McCallahan, procurando que este se centrase en resolver el misterio que les había traido a la casa, más que interferir en la investigación y meterse con su querida pero alocada pitonisa.- Y si le preocupa que le hagamos más destrozos a la vivienda de los que ya hay, le aseguro que su dueño nos dió permiso para hacer lo que hiciera falta y arreglar su problema. Si le incomoda y no quiere seguir investigando con nosotros, puede marcharse, no le robaremos más de su preciado tiempo.

Escuché con total atención al policía que por algún motivo, daba órdenes como si se tratase de su comisaria, la hermosa René refutó las palabras el oficial de la policía con bastante claridad y sensatez, y para mi enorme sorpresa el doctor Temple apoyaba sin poner pegas, curiosa reacción de ese hombre.

Miré al agente de policía y le sonreí con amabilidad – Como bien ya le han explicado, no hacemos nada que no podamos hacer, así que viendo lo que hay que hacer no es poco ¿querría ayudar? No es que no me guste una buena conversación, pero ahora aparte de resultarme poco interesante, distrae mas de lo que ayuda , así que le agradecería que nos dejase hacer nuestro trabajo, así como nosotros le dejamos hacer el suyo – hablé con voz tranquila y amable, disimular se me daba de maravilla, pero estaba empezando a perder la paciencia. 

-Pero bueno, ¿que se han creido?-dijo el policía indignado- Me quedaré, me quedaré y veremos que está pasando aquí. No ha habido ningún altercado que la policía sepa pero si es verdad que no recuerdo ver esta casa habitada desde hace mucho tiempo.

Bien, me alegro que decida quedarse a ayudar- dijo no muy convencido el doctor, al principio le había parecido buena idea contar con un experto en ayanamientos y delitos similares, pero el inspector parecía un hombre tozudo y no de muy gran ayuda.

- Ahora, qué les parece si seguimos abriendo habitaciones para segurarnos que no haya nadie más en esta casa que nosotros?

Edward se puso en movimiento hacía el siguiente cuarto inexplorado pues no quería pasar en esa casa más tiempo del necesario; pese a estar en buena compañía el lugar le daba escalofríos.

El grupo salio de aquel trastero y rebuscaron en el siguiente, que era un cuarto aun mas pequeño. Parecía estar destinado a trozos de madera y objetos viejos que pudieran usarse para calentar una estufa o unas brasas. Allí no había mas que polvo, madera y arañas, pero nada de utilidad.

En ese momento escucharon algo en el pasillo y sin dudarlo salieron. Una figura aguardaba en el pasillo. Estaba desnudo completamente su cabeza, se balanceaba de un lado a otro como si la de un borracho se tratase. Sus uñas estaban extendidas desde las garras abiertas y el cuerpo entero estaba tenso con una maldad que podía observarse pese a la falta de expresividad facial. 

Leña, no estaba mal saber que estaba allí, si se iban a quedar más tiempo podrían calentar algo la casa.

En eso estaba pensando el práctico doctor cuando escuchó aquel ruido en el pasillo. Salió rápido para ver de qué se trataba y lo que se encontró quedaría marcado en su mente hasta el fin de sus días; quizás aquel era el fin de sus días de todas formas.

Sea lo que fuera aquella criatura parecía con intención de atacarles. Sin perder más tiempo en intentar dar un razonamiento lógico a lo que no había, desenfundó el estoque que escondía su bastón y se interpuso entre aquella abominación y las mujeres que le acompañaban.

Quién es usted? Qué quiere? Aléjese de nosotros! - dijo con la esperanza de que aquello reculase.

Al fin el señor policía se olvida de mi presencia, y entre el doctor y Agnetha, lo mantienen ocupado, yo sigo a lo mío con curiosidad.

Salimos de un trastero para entrar en otro y no encuentro nada más que estornudos, y polvo sin control. Resoplo, pensando en qué cuarto nos queda por mirar, cuando escuchamos algo en el pasillo, y salimos del trastero.

Lo que encontramos es extraño y cegador, la figura está desnuda, y de alguna manera es inhumana, aunque camina, y el Doctor pronto se pone a la defensiva. No pienso, actúo, sujeto su brazo, suspirando. Sujeto el brazo del doctor, con delicadeza, sin frenarlo ni forzarlo, intentando calmar un poco la tensión.

- ¿Quién eres y qué estás haciendo en esta casa? – murmuro, mirando hacia la figura desnuda, debe ser él quien me ha lanzado desde la ventana. Tranquilo… descasarás en paz, cueste lo que cueste.

Los trasteros habían resultado una terrible pérdida de tiempo,  solo había polvo, suciedad y falta de limpieza por todas partes, empezaba a perder la fe en este caso, y aunque habíamos visto como la hermosa René saltaba por los aires, ahora todo parecía tranquilo.

Pero un sonido en el pasillo nos sobresaltó a todos,  rápidamente dirigí mis pasos al pasillo y ahí, en medio de todo una aparición nos corta el paso. Ell aire abandona mis pulmones de golpe y mi corazón golpea con fuerza mi pecho, el miedo, la duda pero sobretodo la incredulidad se apoderan de mí. Lo  que estaba viendo no podía ser real pero, ¿cómo negar lo que estaba viendo y sintiendo? El ser el cuestión inspiraba maldad, su desnudez no le hacía mas vulnerable, en cambio yo me sentía indefensa y por lo mismo , frustrada.

El doctor es el primero en actuar , desenfunda su estoque y le dice que se vaya, pero René se interpone intentando dialogar con aquél ser. Yo me quedo mirando a la criatura, evaluando su comportamiento  mientras de entre mis enaguas saco mi arma cargada, no pensaba usarla a la ligera, pero tampoco dudaría en hacerlo si era necesario. 

-Oiga...esa cosa... no creo que le vaya a hacer mucho caso...-dijo nervioso el muchacho.

-¡Alto ahi! No de ni un paso más-dijo el detective apuntandolo con su revolver aunque sus temblorosas manos dejaban ver que no controlaba la situación.

La criatura comenzó a andar hacia ellos sin hacer caso a lo que decían. Al parecer debía ser lo suficientemente amenazante ya que el detective no dudo en abrir fuego contra aquella figura humanoide. La bala sin duda atravesó la dura y correosa piel de la criatura haciendo que esta soltara un gruñido pero no era suficiente como para tumbarla. Cualquier humano se estaría retorciendo de dolor en su situación y sin embargo ésta seguía avanzando po el pasillo hacia ellos.

Edward era lo suficiente inteligente como para no ponerse en el camino de las balas, asi que espero a que aquella criatura de pesadilla estuviese al alcance de su estoque, dando tiempo a aquellos que dispusieran de arma de fuego a usarla a placer.

Lo escuchado acerca del señor Corbitt. El regreso a la mansion. El agente de Policia. El extraño suceso de la sangre. La aparicion de aquella cosa. Y los disparos del agente. Todo eso coalisiono en el joven Malloy. ¿Investigacion? Si. ¿Subterfugio? Pues claro. Ahora bien, ¿una pelea callejera? Ese si era el territorio de Pequeño. Y ningun vagabundo, borracho, desnudo y feo, pues este estaba bastante feo, seria cuanto menos para entretenerse.

-Nada de disparos. Gruño. Detestaba los disparos. Lo ponian de muy mal humor. Quizas por su mala punteria. Tal vez por sus malas experiencias teniendo que correr de los uniformados. Empujo "levemente" al agente, se apreto los nudillos, cargo contra el pobre "tipo" que habia decidio instalarse en la cazona abandonada.

Corrio con el lomo agachado y embistio al tipajo ese con todo su cuerpo. Pena no he bebido algo de Coraje, lo dejare para despues.

El ente empezó a acercarse a nosotros, el agente de policía lanzó el primer ataque, y aunque cuando había sacado el arma me parecía que enfrentarnos a él era la mejor idea, ahora no estaba del todo segura, ¿realmente era malvado? ¿había hecho el todo esto? No lo sabía y aunque temía ante la presencia de aquella cosa, también, de alguna forma sentía cierta lastima por el.

El doctor Temple fue el segundo en actuar, empuñó su estoque y atacó al ser sin vacilar, hombre valiente sin duda por atacarle a tan poca distancia pero… si el arma de fuego del policía no le había hecho detenerse ¿podría hacerlo un estoque? No lo tenía tan claro.

El joven Malloy por su parte, dijo que nada de disparos, y tras hacer a un lado al agente de la ley se lanzó contra la criatura sin vacilar. Yo por mi parte bajé el arma, no pensaba dispararle a ese ser con el joven muchacho delante, no confiaba tan ciegamente en mi puntería o suerte. Así que esperé, con los ojos muy abiertos esperando un turno para actuar, una idea luminosa que nos hiciera salir de aquí o que nos hiciera estar a salvo de una criatura que, hasta ahora, no nos había atacado. 

De repente el detective abre fuego contra el ser, mientras yo frunzo el ceño alarmada, ni siquiera sabe lo que es, así que ¿primero dispara y luego pregunta? El ser gruñe dolorido, se detiene un momento pero sigue avanzando.

Contemplo a la criatura fascinada, es fuerte y aunque grotesca, es sin duda alguna una criatura sobrenatural ¿Por qué se afanan en matarla primero? ¿Y si quieres decirnos algo?

- ¿Quién eres? – Elevo la voz, puede andar, puede gruñir, puede hablar - ¿Qué haces aquí?

El pequeño J intenta tumbarlo, lo que a mí me parece una gran idea, pararle los pies, y luego ver qué hacemos.

- Señor detective ¿No le han enseñado a preguntar antes de disparar? – pregunto, malhumorada, sé que la criatura es peligrosa, sé que infunde un miedo atroz, incluso yo puedo sentirlo, pero estamos aquí para averiguar qué ha pasado, no para sumar muertes a ésta casa maldita.

Ante la incredula mirada del resto tanto Joseph como René se lanzaron sobre la criatura derribandola contra el suelo. Las maderas de la casa retumbaron por el golpe. La criatura se contorsionó y rugio tratando de quitarse de encima a los dos pero no lo conseguía.

-¡Apartense! ¡No puedo disparar si están en medio!-gritó el detective.

Del pequeño J se lo podía esperar ya que parecía un hombre curtido en peleas, pero de la bella René...

- Señorita Peterson! Pero qué hace?! A saber qué enfermedades tiene ese engendro! Apartense de él, por amor de dios y dejen que el inspector dispare sin ponerse en medio!

Edward no sabía que hacer, no quería ser otro estorbo para el policía pero tampoco podía dejar que disparase a ninguno de sus dos compañeros por error.

- Señor McCallahan, se lo ruego no dispare, les va a dar a ellos!

Al final se decidió y se puso delante del policía para evitar que este cometiese una locura.

- Quizás entre todos logremos reducirlo. Venga inspector, saque las esposas y cojámoslo vivo.

Las peleas se le daban bien a J, donde si bien parecia imponente, por sorprendente que pareciera era mas agil que fuerte. Sin embargo se sorprendio ver, en una milesima de segundo, que no era el unico que cargaba contra aquel feo y borracho "ser". 

-Ud si que tiene calle, señorita. Comento divertido a Rene entre los forcejeos. 

Como era de esperar en situaciones así todo se sale de lugar, el policía sigue queriendo disparar, el doctor se queja por las enfermedades que el ser puede transmitir, mientras que René intenta hablar con él y señor Malloy se le hecha encima - por el amor de todos los dioses - me quejo cuando vuelvo en mis cabales - este ser aun no nos ha hecho nada ¿de verdad quiere dispararle sin mas? ¿solo por miedo? no es mejor hacer lo que dice el doctor, esposarle y ver si podemos interrogarle, pero dudo mucho que si le seguimos atacando esté de mejor humor - les digo y aunque no guardo mi arma, la bajo para no disparar. ¿desde cuando alguien está mas receptivo a hablar tras ser atacado?