Partida Rol por web

"El Mago Oscuro de Rhudaur"

Capítulo I: Tuin Boid, el comienzo

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09/10/2009, 10:30
Director

Cuando los pergaminos de los sabios y las sagas de los bardos se centren en el tema de la guerra, hablaran de feroces batallas y de poderosos capitanes. Quizás el curso de la historia quede determinado por estos épicos acontecimientos, pero tales enfrentamientos son, por fuerza, relativamente escasos, y sólo tienen lugar unas pocas veces cada edad. Los elfos podrían llegar a afirmar que las grandes guerras explotan con demasiada frecuencia, pero los Eldar miden sus años en yens. Entre los hombres, sólo un puñado de nobles dúnedain llegan a vivir para cumplir un ciclo completo (yen) de 144 años humanos, y, para la mayoría de los habitantes de la Tierra Media, ese intervalo de tiempo puede llegar a incluir hasta 4 generaciones. La reina élfica Galadriel de Lórien, habló una vez de la Larga Derrota; ella sólo llegó a percibir un único conflicto contra Morgoth y su avatar, Sauron, durante toda su larga estancia en Endor

La incesante guerra entre la luz y la oscuridad no tiene un impacto menor sobre las multitudes olvidadas por las historias, en especial las poblaciones que viven en las fronteras. Incluso en los siglos que son considerados cómo pacíficos y tranquilos, estas humildes gentes luchan contra el mal y su enfrentamiento no reconocido no es por ello menos desesperado. No menos definitivo para quienes fallecen en las incontables escaramuzas de menor importancia y, quizás, no menos importante a los ojos del único.

 

 

 

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09/10/2009, 16:19
Director

 


 

Finales del Otoño del año 1408 de la Tercera Edad.

 

En la principal plaza de Tuin Boid, la capital de las Tierras del Angulo, no hay demasiada gente a pesar de ser día de mercado, algunos de los puestos que allí se encuentran son de personas que han venido con vosotros mismos en la caravana y, a parte de ellos, los vendedores no son demasiado numerosos ya que no corren buenos tiempos en prácticamente ningún rincón de la Tierra Media.

El día es gris, exactamente igual que los cinco o seis anteriores, posiblemente, la proximidad de aquellas tierras con los ríos Fontegris y Sonorona y las imponentes Montañas Nubladas hagan que el tiempo no sea demasiado bueno, ya que desde que os habéis acercado al Angulo, la climatología  ha entristecido notablemente. El invierno está muy próximo y todo el mundo anda muy abrigado con capas y pieles, parece un sitio muy frío, si la temperatura es así ahora ¿cómo será en pleno invierno?. Las calles de tierra de la ciudad están medio embarradas debido a la fina lluvia que ha sorprendido a los vendedores a primera hora de la mañana y en  esto momentos se está levantando un ligero pero insistente y frío viento que hace presagiar que las ventas no van a ser una vez más, demasiado abundantes.

El grupo se encuentra en la destartalada plaza, frente a la Taberna “El barril del Gigante”, habéis venido en una caravana que salió de Bree hace unos días y que ha llegado a su destino esta misma mañana. Cada uno de los viajeros ha partido entonces por su lado y vosotros sois los únicos que quedan juntos, aunque no prevéis que sea por mucho tiempo pues cada uno tomará su camino en breve. Todos os conocisteis en el camino cruzando unas ligeras palabras mientras cenabais, andabais, etc… habéis decidido tomar una última cerveza en algún sitio al resguardo del molesto viento antes de despediros definitivamente.

 

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09/10/2009, 18:19
Amlaith

Con lentitud pues el viaje ha sido largo y fatigoso, una caravana de pesados carros, va llegando hasta la plaza principal de Tuin Boad.
Las ruedas y los cascos de los caballos, levantan el barro del piso de la plaza. Pero eso, no parece importar demasiado a los pocos transeuntes que deambulan por la plaza.
Poco a poco, los carros que formaban el convoy van encaminándose hacia sus respectivos destinos y en la plaza quedamos, tan solo, los últimos integrantes de la misma.
Y a pesar del atardecer gris que presagia lluvia, yo suspiro satisfecho.
La escolta de caravanas, forma parte de mis deberes y esta es, para mi, otra misión cumplida.
Acomodo mi escudo sobre mi hombro izquierdo y, tras echar un vistazo a mi alrededor, giro para mirar a mis compañeros de viaje.
Tras señalar detrás de mi, digo.
Ahí tenemos una taberna en donde beber la ultima jarra antes de nuestra despedida. No seria un mal colofon a este viaje. Y servirá, también, para limpiar el polvo del camino de nuestras gargantas.
Callo entonces esperando una respuesta y mientras la espero, echo un vistazo al cielo.
La capa de nubes se va volviendo mas gruesa impidiendo el paso de la luz.

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09/10/2009, 23:17
Harandir

Una vez que arribamos a la plaza tomo una bocanada de aire, cerrando los ojos y alzando la cabeza. El helado viento me da directamente en la cara, y me congela todo mi cuerpo hasta las entrañas. Al abrir de nuevo los ojos veo todo el cielo encapotado.
Extrañas tierras. Todo este tiempo que estoy por Eriador, y todavía no me he acostumbrado al clima ... últimamente parece todo aún más apagado... pero desde hace meses es tan gris... tan triste...

Cuando bajo de nuevo la vista frunzo el ceño, pues me doy cuenta de repente que, de todos los integrantes que formábamos la caravana, tan sólo quedamos ya unos pocos en mitad de la plazuela. Oigo a uno de mis compañeros, un hombre de barba oscura, proponer ir a tomar un trago en la única taberna que se encontraba a la vista, "El Barril del Gigante". Asiento con la cabeza antes de responder. No sé si podré acostumbrarme finalmente a estas jornadas tan sombrías, pero a tomar tranquilamente una cerveza no le iba a hacer ascos, de eso sí que no iba a perder la costumbre. Y quizás unos tragos lograran levantar un poco mi ánimo, como antaño.
-Me parece bien, no nos vendrá mal refrescarnos un poco después de la caminata.
Vuelvo a ajustarme bien la carga a la espalda, listo para dirigirme a la taberna.

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10/10/2009, 13:01
Lolyan Felagund

Heme aquí, después de la disolución de la caravana, ofrecida a los onerosos empeños: un encapuchado que ha ido a parar a la orilla de un pequeño grupo conformado por dos varones recios y dos hembras agrestes; su aire errabundo ya los distinguiera y, por supuesto, ellos mismos lo reconocieran en mí, que he permanecido apartado en la medida de la educación durante el viaje. Sé que existen regiones en las que los de mi raza son vistos con desconfianza.

De todos modos, el hatillo me pesa, el arco y las flechas me abruman. Considerando que, si no me fallan los cálculos, Rivendel queda a dos o tres días de marcha y que me vendrá bien un lugar donde reposar para poder afrontarlos, venzo mis reservas y consiento:

-Os acompañaré, pero tomaré algo caliente.

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11/10/2009, 13:27
Ivorwen

Al final allí estaba, algo cansada después del viaje en la caravana, en medio de una plaza con los cuatro últimos compañeros: una guerrera, un rastreador, un montaraz y un explorador elfo.

La última cerveza es una buena oportunidad de conocer un poco más a mis compañeros antes de la despedida y conocer las noticias de la zona. Al fin y al cabo Rhudaur es el reino vecino y aún no lo conozco del todo bien. Y no quiero ser de los conocen al dedillo las tierras más remotas y luego no saben qué hay a cuatro metros de su casa...

Así que animosa me uno a la propuesta: Me parece una idea estupenda Amlaith! Espero que las pintas de aquí sean tan buenas como las de Bree, aunque esta vez sólo me tomaré una. Las de Bree me dejaron con un buen dolor de cabeza... Digo medio sonriendo.

Ivorwen, jamás tomes más de una pinta, especialmente cuando a la mañana siguiente tienes que madrugar!!

 

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12/10/2009, 23:28
Edha

De pie en la plaza, observo como la caravana a la que me he unido para llegar hasta Tuin Boid se va dispersando, cada cual siguiendo su propio camino. Resguardada del frio bajo la gruesa capa de pieles, siento el gélido viento del otoño en la cara, hace días que el tiempo ha empeorado, pero me gustan los días grises, después de todo soy hija del invierno.

Desde que llegamos al pueblo me he ido fijando en cada detalle de las calles, en cada persona que puediera servir para mi propósito. Por fin he llegado, ya estoy un poco más cerca... Con el gesto serio, permanezco callada mientras pienso cual es el próximo paso a dar, pero la conversación de unas pocas de las personas que me acompañaban en el viaje me distrae.

Tengo asuntos que resolver en el pueblo y no había pensado hacer un alto en el camino, pero una buena jarra de cerveza sin duda repondrá mis fuerzas.

Yo también iré con vosotros. Les digo a los cuatro que quedan todavía en la plaza.

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12/10/2009, 23:29
Amlaith

Y tras haber recibido el conforme de mis compañeros de viaje, asiento y me giro. Avanzo con cuidado de no levantar demasiado barro del piso de la plaza mientras me encamino hacia la taberna.
Una vez que llego hasta ante la misma, abro la puerta y hasta nosotros, llega el característico sonido de conversaciones y de ruido de jarras.
También, cierto grado de calor producido tanto por el fuego que arde en la chimenea como por la gente que se halla en el interior del recinto.
Y yo, tras echar en dirección a mis compañeros una mirada de soslayo, digo.
Buen ambiente. Al menos, el local parece algo mas animado que la plaza de la ciudad.
Tras decir esto, entro en la taberna y me dirijo, hacia uno de los bancos que se hallan próximo a la barra. Es u buen lugar sobre todo por que esta vacío y cabremos todos.

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13/10/2009, 09:25
Director

La taberna es una más, sin nada especial a pesar de estar en un buen sitio como lo es la plaza de Tuin Boid; no destaca por nada en absoluto excepto por el agradable calor que se puede notar al entrar del exterior, y que rápidamente agradecéis los recién llegados. Al igual que afuera, en la plaza, el aforo está a la mitad de su capacidad, llegaís a la conclusión de que lo más probable es que el día de perros también haya espantado a la clientela del local.

Al entrar, vuestras botas de viaje resuenan en el piso de madera del pequeño edificio, lo que hace que rápidamente os dediquen una inquisitiva mirada los lugareños que allí se reunen. Aparte del tabernero, un tipo grasiento y enorme, hay en la posada una mesa con dos hombres que comen y beben charlando amistosamente, otra con seis personas que juegan a los dados, y dos tipos bien vestidos que están sentados en la barra, uno de ellos parece ir entonado por la bebida y habla con el otro gesticulando exageradamente.

 

 

 

 

 

Notas de juego

Puntos de experiencia turno:

- Amlaith: 250+50=300
- Edha: 250
- Harandir: 250
- Ivorwen: 250
- Lolyan: 250

Esta vez os doy a todos los mismos puntos porque los post están bien (excepto a veantur que le premio un poco por estar al pie del cañon) pero no tiene porque ser así. Yo llevaré las cuentas aunque si vosotros también lo quereís hacer nadie os lo impide. Probablemente los más regulares o los que mejor posteen obtengan premios durante la partida. Si considero que ha pasado demasiado tiempo (teniendo en cuenta el ritmo de la partida) esperando a que se postee y el jugador no ha declarado su acción avanzaré y no le puntuaré ese turno, perdiendo los puntos de experiencia.

 

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13/10/2009, 12:55
Harandir

Me interno en la taberna tras los pasos de Amlaith. Nunca he sido bueno con los nombres, pero parece que así le ha llamado una de las mujeres ¿Ivorwen?

¡Ah! Qué calor más agradable - El sitio es bastante cálido, por lo menos en comparación con la temperatura del exterior, gracias a una chimenea de leña situada al fondo en una esquina, y se respira un intenso olor reconcentrado a vino y asado. El ambiente y jolgorio de una taberna cualquiera, placentero de nuevo después del viaje. Miro distraido a la clientela del local y al tabernero, las mesas situadas alrededor de la lumbre se encontraban ya ocupadas por unos cuantos parroquianos, quienes nos ojean nada más entrar. Sin decir palabra sigo a Amlaith, que resoluto se dirigía ya a la única mesa libre, junto a la barra. Tras dejar mi mochila en el guardarropa, me dispongo a sentarme en uno de los asientos.

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13/10/2009, 19:31
Ivorwen

Sigo los pasos de los chicos, Amlaith y Harandir, y me siento al lado de éste último en la mesa libre de la taberna. Por lo visto no hay mucho ambiente cuando el clima es algo desapacible...

Pongo la mochila al lado de la silla y cuando todos se hayan sentado pediré una cerveza al tabernero, a juzgar por el tipo de la barra parece que sí es buena.

Ahora estoy mucho mejor!

 

 

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13/10/2009, 20:23
Amlaith

Conforme mis compañeros se van sentando en la mesa, yo hago un gesto al tabernero y, cuando este sale de la barra, me percato de la oronda barriga que le precede.
Nada digo pero no puedo evitar que cierta sonrisilla se dibuje en mi rostro.
Cuando el tabernero llega hasta mi, digo.
Veamos. Nuestro compañero elfo desea una jarra de vino caliente. Y para el resto de nosotros, a menos que haya algún cambio, cuatro pintas de cerveza bien escanciada.
Y mientras el tabernero espera la confirmación del pedido, yo aprovecho para extender las piernas estirándolas y para echar un vistazo con detenimiento a los parroquianos.
No parece que haya demasiada gente frecuentando el local. Pero al menos, eso sirve para que el servicio sea mas rápido.
Y puesto que el tabernero no parece excesivamente atareado, añado.
¿Que noticias hay de estos lares?. Pues como sabemos todos, una taberna suele ser el lugar mejor indicado para enterarse de las nuevas que hayan acontecido.

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13/10/2009, 23:35
Lolyan Felagund

He seguido al grupo y he dejado el hatillo (en que envuelvo libros, lembas, muda y queso) en el guardarropa. Me he sentado donde ellos han estimado -con el arco en mi regazo, el carcaj colgado del respaldo y la bolsa a buen recaudo- y he procurado relajarme. He examinado subrepticiamente sus rostros: la joven efusiva, el barbudo afable, la mujer lacónica, el hombre excesivamente locuaz… Lo miro ceñudo, ha echado por tierra mi pretensión de ser discreto. Me despojo de la capucha, y, un tanto envarado, me concentro en lo que tenga que decir el posadero, ahora interpelado.

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13/10/2009, 23:45
Amlaith

Y yo, al notar cierta rigidez en nuestro compañero me encojo de hombros y digo.
Estate tranquilo. Es normal por aquí ver a gentes de tu pueblo errantes. Al fin y al cabo, no estamos lejos del valle de Rivendel. Si, son estas tierras en donde se cruzan muchos caminos.
Y dicho esto, espero la llegada de mi jarra de cerveza pues ya es hora de remojar un poco la garganta tras la jornada de viaje.

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14/10/2009, 01:22
Edha

Detrás de los demás, entro la última en la taberna. Mi cuerpo agradece el calor que inunda la estancia, aunque para una persona como yo, acostumbrada al frio de la montaña, el ambiente resulta ligeramente agobiante. Así pues me dirijo hasta el guardarropa y dejo allí mi gruesa capa de piel junto con la mochila.

De camino a la mesa en la que se encuentran los demás, examino disimuladamente a las personas que se encuentran en la taberna. Ninguno de ellos llama mi atención, excepto los dos hombres con costosas ropas que se encuentran de pie junto a la barra. Después me acercaré a ellos, quizás puedan serme útiles...

Una vez en la mesa, me siento en el lugar que queda libre. Mientras el hombre llamado Amlaith llama al tabernero para que nos sirva permanezco callada observando a mis compañeros. Diferentes, sin duda alguna, cada uno de su tierra...

Tras las preguntas de Amlaith miro con curiosidad al tabernero, quizás lo que diga pueda ser interesante.

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14/10/2009, 13:15
Ivorwen

Asiento al montaraz a su pregunta referente a la cerveza: En efecto, continúo queriendo una pinta. Y asisto al cruce de miradas élficas y dunedains entre Amlaith y Loylan, por lo visto este último quería ser discreto y no anunciar a los cuatro vientos su raza...

Y en dirección contraria están los Puertos Grises, aunque para ir allí hay que andar bastante, jeje! Le digo a nuestro compañero elfo sonriendo y esperando que no se lo tome mal. Al fin y al cabo un elfo, por poco que se deje ver, tampoco es un ser extraño. ¿Será de los susceptibles? Claro que si está aquí con nosotros no debe serlo mucho...

Y me quedo mirando expectante al posadero y su oronda barriga esperando que nos traiga las nuevas y las bebidas.

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14/10/2009, 13:18
Tabernero

Poco a poco, vuestros cuerpos van entrando en calor gracias a la bien alimentada chimenea del fondo de la estancia. Casi todos dejaís parte de vuestras pertenencias en el guardarropa, vacío a excepción de un par de mochilas que con toda seguridad son de los dos hombres que charlan animadamente en la mesa de al lado.
Para sentaros, elegís la única mesa libre que queda en el establecimento, el viaje ha sido largo aunque sin percances gracias a la seguridad que proporciona la gran afluencia de gente que lleva el Gran Camino del Este, todos agradeceís el poder descansar un poco.

Algunos de vosotros aprovechaís para devolver el examen que os han hecho los oriundos del lugar al entrar sin sacar nuevas conclusiones, dos hombres que tampoco deben ser de por aquí pues tienen las mochilas en el guardarropa... un grupo de seis personas que juega a los dados... y los dos hombres de costosas ropas que charlan en la barra, uno más "animado" que el otro.

Tras el gesto de Amlaith, el tabernero no tarda en acercarse a la mesa pesadamente y con cara de malas pulgas por tenerse que mover.

-Buenas tardes- saluda bastante animadamente con el cabreo ya pasado -Una jarra de vino caliente y cuatro cervezas, bien...- apunta mentalmente antes de que el explorador le pregunte por las noticias que han acontecido últimamente en la zona -Pues poca cosa señor, esto sigue como siempre... estamos en Tretagan*(dias de los Trolls) y eso se nota, ya sabe... todo el mundo preparandose para pasar el duro invierno, los mercaderes mandando sus últimos Waenhosh*(caravanas o cargamentos de mercancias) ... como siempre...- El orondo camarero pone cara de resignación ante la llegada del frio y se dirige nuevamente a la barra.

No tarda demasiado en volver a estar allí con el pedido, dejandolo sobre la mesa sin demasiado cuidado. En ese momento, uno de los que están jugando a los dados vuelve a llamarlo para pedirle más cervezas, impidiendo así que podaís hacerle más preguntas por el momento.

 

 

Notas de juego

Puntos de experiencia turno:

- Amlaith: 250+50
- Edha: 250
- Harandir: 250
- Ivorwen: 50+200
- Lolyan: 200

 

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14/10/2009, 13:20
Nasen

En tú rápida y furtiva mirada a la gente que se encuentra en la taberna te percatas de que uno de los dos hombres bien vestidos que hay junto a la barra os mira con interés. Es un hombre de mediana edad, ligeramente calvo, con el pelo cano y una barba bien recortada, tiene el aspecto de un artesano o algo por el estilo, le da un pequeño toque a su compañero y este os mira también interesado...

 

 

Notas de juego

-Edha: 200 (tirada Dificil percepción)

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14/10/2009, 13:22
Dagar

La bebida es realmente buena teniendo en cuenta la clase de local en el que estaís, lo más seguro es que la hayan traido en una de esas caravanas que abastecen a toda esta zona, quién sabe la misma que vinisteis vosotros. Enfrascados en vuestra conversación e intentando conoceros mejor los unos a los otros una voz suena a vuestra espalda.

-Buenas sean señores... y señoritas- dice un tipo muy rubio haciendo una pequeña reverencia al presentarse a las feminas. Es el joven que estaba junto al otro hombre, en la barra, va un poco entonado por la bebida pero no demasiado, no sabeís si ese es el motivo por el que es tan locuaz.
-Me gustaria invitarles a la bebida y charlar con ustedes si no es mucha molestia...- Es alto, algo desgarbado y bastante joven, con el pelo corto y rubio. Casi con toda seguridad es un nórdico con algo de sangre dúnedain en sus venas, cómo tantos otros por estas tierras...

El joven toma asiento cogiendo una de las sillas de los dos forasteros que miran unos segundos antes de seguir hablando -Bueno, ¿y que les trae por Tuin Boid?, la capital del Ángulo- su tono es simpatico, y la pregunta parece hecha para romper el hielo, sin animo de averiguar demasiado.

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14/10/2009, 14:52
Harandir

Levanto mi jarra un poco a modo de saludo al recién llegado, mirándole de soslayo. Cuando le oigo decir que le gustaría invitarnos a la bebida y charlar me acomodo en el asiento, intrigado, levantando la cabeza y fíjándome en él ahora sí más detenidamente. Por lo visto habíamos llamado de algún modo su atención. Las invitaciones rara vez son desinteresadas, aunque a juzgar por lo animado que estaba y por su mirada achispada, no sabría decir si tendría algo interesante de verdad que decirnos. En todo caso, fuera como fuera no iba a desdeñar el ofrecimiento del hombre, pues apenas conservo ya alguna moneda.

-Acabamos de venir en una caravana desde Bree- respondo escuetamente, observándole con curiosidad