Partida Rol por web

 Poco a poco os vais levantando, cuando bajáis a la taberna, os encontráis con que no queda, aparte de vosotros tres, nadie más que Cándido y Adela, y parece que hay alguien más en la cocina. Tanto Cándido como Adela están preparando unos bártulos, parecen las bolsas de carga de una mula o un caballo. Si os paráis a echar un vistazo, os dais cuenta de que todas las estanterías y muebles, esos que ayer estaban a rebosar de útiles y víveres, están vacíos.

Cuando os ve, Cándido os saluda:

- Hombre, los tres dormilones de la taberna, estábamos esperando por ustedes -dice con una amplia sonrisa-.

Me separé del grupo y caminé hacia Cándido -Pero, ¿Que ha sucedido?- pregunté en un tono lleno de preocupación, miraba alrededor del lugar, confundida y sorprendida. -¿Cuando os levantasteis estaba todo así? -agregué y continué inspeccionando. No comprendía nada, esto cada vez era más extraño.

 - Pues verá señora, a primera luz del alba nos levantamos la mayoría, muchos desayunaron aquí y emprendieron camino hacia Valencia. Yo, mi esposa, mi cuñada y mi hijo, nos hemos quedao recogiendo nuestras pertenencias, sabe, tenemos pensado reabrir negocio en un pueblo de por aquí cerca con las ganancias de estos días. Estábamos esperando por ustedes, por si querían desayunar y para no dejarlos encerraos - suelta una carcajada- Y bien dormilones -dice mirándoos a los tres- que va ser?, si necesitan cualquier cosa ya saben.

-¿Y la decisión de reabrir el negocio la tomasteis esta mañana? una decisión como esa no se toma en unos minutos, de forma precipitada- me acerqué a Cándido, quedando a pocos centímetros -lo que me has dicho ayer y lo que está sucediendo hoy... nada tiene sentido, nadie abandona su negocio de la noche a la mañana... todo es muy extraño señor, muy extraño- susurré y esperaba con ansia respuesta de su parte.

-Tranquilícese uste señorita. No pretenderá que me quede en un pueblo donde no hay habitantes que consuman en mi taberna, y la decisión lleva tomá hace tiempo, desde cuando me conoce usté o se ha preocupao por mí, trátame con respeto mujer o te largo de la taberna. Los aldeanos han tomado la decisión de partir en varios días , como muy tarde hoy, cosa que se desde la semana pasada, que fue cuando tomé la decisión de irme. Ya bastante difícil me resulta despedirme del pueblo donde pasé toda mi vida para que me venga ahora una desconocida con esas milongas.... khfñsdhlfshf (farfulla algo que no alcanzas a enteder)

Apartándose de Isabella claramente enfadado, relaja un poco su cara, dirigíendose a los demás ocupantes de la sala, el goliardo y el soldado.

-Han de querer algo los señores?

Sin entender sus últimas palabras Me crucé de brazos, enarqué una ceja y fruncí el ceño ante la reacción del hombre, la cual me había producido una irritación y un mal humor indescriptible. Deseaba salir de la taberna e inspeccionar aquel misterioso lugar, pero primero necesitaba comer, pues no sabía cuanto tiempo tardaría en encontrar nuevamente alimentos, además las monedas que poseía se iban escaseando.

Caminé hacia una mesa, aún con los brazos cruzados, me senté y dije en voz un poco alta -¿El desayuno está incluido en la noche de alojamiento o tiene un costo adicional?

 El posadero mal humorado, te sirve una hogaza de pan y un vaso de leche

-Para usted señorita, un maravedí - mira otra vez al resto de ocupantes de la sala- ustedes van querer algo o que?

Percaté el mal humor del hombre, inspiré para no perder la calma y recibí el pan y la leche; los dejé en la mesa y acto seguido abrí la pequeña bolsa que colgaba en mi cinturón, donde guardaba las monedas y tomé una, cerré la bolsa dandole un fuerte tirón a la cuerda y estendí la moneda hacia la mano del hombre -gracias- murmuré entre los dientes, con tono indiferente.

Después de un largo viaje avisté a lo lejos un pequeño grupo de casas. A simple vista parecía una típica villa mediterránea más, de modo que decidí acercarme en busca de algún manjar y un buen vaso de vino. El pueblo estaba ausente, reinaba el silencio, y nadie se podía divisar por las calles, pero en un local con pinta de Taberna parecía encontrarse alguien. Aquella situación me inquietaba y por eso me dirigí hacia el local para averiguar el por qué de aquello. Ya dentro de la Taberna pude diferenciar a 4 personas. Y tímidamente me situé en la barra para hablar con el que similaba el patrón de aquel local.

- Buenas. Disponéis de algún vino?

 Mirando con cara de sorpresa al recién llegado a la taberna Cándido apuró a decir:

- Ahora mismo señor no tenemos, lo hemos cargado todo en el carro, resulta que llega usté en mal momento, todo el pueblo nos vamos, y yo estaba apunto de cerrar la taberna...si quiere un desayuno...es lo que podemos ofresé ahora mismo, sería un maravedí.

- Un maravedí... Por cuatro maravedís en una villa me ofertan una oveja y aqui un almuerzo. Incredibile!

Asombrado me torné hacia las demás personas que se encontraban en la taberna, buscando un gesto de comprensión.

Lázaro recoge sus cosas comprobando que está todo y se dirige hacia la sala principal de la taberna. Allí escucha la discusión entre Isabella y Cándido pero parece no importarle demasiado.

-Un desayuno para mí-diciendo esto saca la bolsa y cuando Cándido se acerca le agarra del brazo y le pregunta- ¿No vais a necesitar escolta ,verdad?

Bebía un poco de leche cuando entró a la taberna un hombre. Continué bebiendo y partí un poco de pan, escuchaba la conversación que tenía aquel hombre y el dueño de la taberna.

Me encogí de hombros ante el asombro del hombre -aprovechad y comed aquí, Jávita está desierta, no creo que tengaís suerte en encontrar otro lugar donde te ofrezcan comida- bebí otro poco más de leche al terminar de hablar.

- Grazie per sus palabras señorita. - despúes de responder a la misteriosa mujer volví de nuevo la vista hacia el posadero. - Traiga entonces eso que me ofrece per un maravedí...

Acto seguido me giré suavemente para observar a la joven que tanto misterio me provocaba, al llevar parte del rostro tapado con un pañuelo.

 Cándido sonríe al nuevo invitado de última hora, y os sirve una hogaza y un vaso de leche a cada uno, parece que finalmente le caísteis bien, pues os regala un queso para que compartáis, y un poco de carne seca para el viaje (una ración para cada uno, no es gran cosa, pero es gratis).

Pasado un rato, sale de la cocina una señora muy gorda, la ya conocida Adela, y un chiquillo de unos 10 años. Se para a hablar con Cándido un par de minutos y luego salen de la taberna. Según termináis de comer, Cándido os invita amablemente a salir de la taberna, pues ha de partir ya.

Salía de la taberna dispuesto a partir pero antes quería conocer ciertos detalles.

- Qual é il tuo destino? Transporta usté todas las sues coses? - pregunté a Cándido.

Lázaro apura su desayuno rápidamente y recoge sus bártulos. Luego se dirige hacia la calle para colocar las cosas en las alforjas del caballo.

-Creo que aquí no hay nada para nosotros- dice dirigiéndose a los de la posada- será mejor que avancemos todos juntos hacia Valencia.

Aparté la mirada del hombre recien llegado y terminé apresuradamente de comer. Me puse en pie y me dirigí hacia la salida de la taberna -gracias por los alimentos que nos habeís regalado Cándido, sois un buen hombre- lo miré por unos segundos, sonreí apesar que él no podía ver la sonrisa -lamento lo sucedido y os pido disculpas si os ofendí- incliné levemente la cabeza, como muestra de arrepentimiento y salí fuera del lugar.

Miré alrededor y un escalofrío cruzó mi espalda. Jávita estaba desolada y producía cierto temor -cuentas conmigo para marchar juntos Lázaro ¿los demás estaís de acuerdo?-

El goliardo se apura el desayuno. 

-En fin, en esta villa no queda mucho por hacer...maldita sea, no hay ni un triste burdel, ni mujeres...-susurra por lo bajo echando una mirada de picardía hacia las muejres presentes- en cambio si os acompaño...

Y tras decir estas palabras Diego se una a la particular banda de caminantes.

 - Claro que me ofendió usté en su día señorita, pero perdonada queda. Yo y mi familia partimos hacia el sur, tenemos por allá unos primos que ya han pagado la fianza pa comprar nosotros una nueva taberna...dicen que hay buen negocio, que la villa esta creciendo, y obviamente que me llevo todo extranjero si no como iba montar la taberna?. De todas maneras, para ustedes quizá se mejor ir rumbo Valencia, pasando por el camino de Dissort, quizá allí encuentren algo de lo que andan buscando!!!