Partida Rol por web

El golpe de espada me sorprende, lanzándome hacia atrás por acto reflejo, pero es mayor aún mi sorpresa al no ver sangre manar de herida alguna. Sin embargo el cansancio me abruma tras el impacto y me siento fatigado, como si hubiera estado corriendo durante días sin descanso ni sustento. El escudo numenóreano pesa en mi brazo pero lo alzo para interponerlo entre los espectros y mi cuerpo mientras busco la espada en mi cinto. - Debi preveerlo y estar en guardia. Nadie avisa por nada.

- ¿"Ia matharle ange tiswe"? Pentnin lim firnulunn!

Vuestras armas cortan las figuras como cortarían la niebla. La flecha de Amrod atraviesa rauda la figura de la mujer dejando vacío lo que pudiera ser el corazón.

El hombre blande su espada contra el impulsivo Carster pero este es ágil esta vez y consigue esquivarle. Parece que vuestras armas no serán efectivas esta vez y también parece que estos espectros no pueden heriros de la forma común, mas quien sabe si la forma en que hieren sea más peligrosa.

Has leído historias sobre almas atadas a focos y se te ocurre que quizá estos seres tengan algo que ver con esas historias. Su naturaleza mágica te hace pensar que vuestras armas son inútiles contra estos seres, al menos vuestras armas comunes. Quizá jugando con otro elemento podáis mantenerles alejados mientras buscáis una forma de hacerlos desaparecer.

-¡Detened vuestros ataques! Las armas mundanas no les hacen nada a estos seres, son criaturas hechas de pura magia atadas a algún tipo de foco de poder, si queremos destruirlas deberemos atacar a sus focos, los cuales es probable que estén en las salas de las que han salido los fantasmas. Mientras los buscamos deberían  poder ser mantenidas a ralla gracias al fuego.

Al oir las palabras de Elerin busco con la mirada alguna antorcha encendida por la sala. Tratando de sobreponerme a la sorpresa de la ineficacia de mi ataque, me concentro en esquivar las estocadas de mis enemigos.

Si están ligadas a este lugar, como dices, tal vez no puedan seguirnos. Si las cosas se complican, retrocedamos a la anterior sala - grito en alta voz.

Veo atónito como mi certero disparo atraviesa al espectro de la mujer sin efecto ninguno.

Estos seres no son de este mundo.

Escucho las palabras de mis compañeros y empiezo a retroceder lentamente sobre mis pasos. 
La primera sala en la que entré, la del dibujo, en esa sala había lava. Quizá sirva para ahuyentar a los espectros.

¡Compañeros! En la primera sala que entré había dos pequeños ríos de lava, quizá podamos usar la lava en su contra. Pero eso si, no me hagáis entrar de nuevo en esa sala, no creo que pudiera de todos modos.

Anäril logra hacerse con una antocha y Ranëdhel consigue encender una rápidamente. Parece que funciona, los seres mantienen la distancia con las llamas pero no parece que eso vaya a hacerles marchar.

Carster sigue intentando herir a golpes a las criaturas cuando una de ellas atraviesa su torso. Una vez más no véis herida alguna pero si veis, por primera vez, a Carster detenerse ante una pelea. No lo dudáis, las palabras de Elerin son ciertas, son seres creados a partir de la poderosa magia que habita en este lugar.

Seguis oyendo esas tímidas voces en vuestra cabeza y teméis que no dejaréis de hacerlo mientras no abandonéis este lugar.

Por un momento os habéis quedado parados, pero ahora toca decidir, toca hacer algo y pronto. Ranëdhel ya ha tenido ocasión de probar su espada y Carster acaba de hacerlo y, a vuestro jucio, la ausencia de sangre de las heridas no es una buena señal.

La hoja del espectro te ha dejado frío. Nunca antes habías sentido ese frío. No duele, pero te debilita, te cansa, hasta hace que te detengas en tu empuje. Nunca antes te habías sentido así.

Sigues escuchando esas palabras en tu cabeza: "Ia matharle ange tiswe"

Elerin, probaremos tu idea, no veo otra solución. Entrad con cuidado en esa sala tú y Amrod, trataré de mantenerlos alejados de vosotros mientras tanto . Ranëdhel, ayúdame aquí, cubriremos el pasillo - continúo gritando instrucciones - Carster, aléjate de ellos y consigue una antorcha, o acompaña a Elerin y Amrod por si necesitan usar la fuerza.

Asiento a los planes de Anäril, yo estaba pensando en lo mismo.

-No sé lo fuertes o resistentes que pueden ser los objetos que atan a los fantasmas, de modo que necesitaremos a Carster con nosotros. No te preocupes Amrod, no creo que necesitemos volver a ese lugar, al menos de momento; Pero pongámonos en movimiento, no hay tiempo que perder.

Salgo de la sala intentando esquivar a los fantasmas.

Sigo los pasos de Elerin, manteniéndome alejado todo lo posible de los espectros.

Será mejor que nos demos prisa en descubrir de dónde salen estos fantasmas. Me preocupa que sus ataques no causen daño físico, parece que te meten el mal en el cuerpo y sinceramente no se como vamos a conseguir que se curen nuestros compañeros.

Todavía Carster ha intentado una vez más golpear al espectro... sin éxito.

Ahora sí, todos convencidos retrocedéis hacía una de las habitaciones de las que vinieron estos extraños seres (sala 5). La sala tiene forma cuadrada, hasta ahora todas las salas que habiais visto tenían una forma un tanto irregular, talladas en la roca, pero esta tiene una perfecta forma cúbica. En el centro de la sala hay una pilar de un material vidrioso y oscuro.

Anäril y Ranëdhel consiguen mantener a raya a los espectros con sendas antorchas y la luz de estas os deja ver un poco mejor el pilar. El pilar tiene una forma humanoide. Parece un orgulloso hombre, quizá un noble.

Parece que Elerin tenía razón pero el pilar es robusto y no tenéis armas contundentes. Ahora la situación no es mucho mejor. Estáis encerrados en una sala, en la entrada, Anäril y Ranëdhel consiguen mantener como pueden alejados a los espectros a golpes de antorcha al aire. Tenéis que pensar rápido o no saldréis de esta.

Entro por fin en la sala, parezco cansado e iracundo

Malditas criaturas, no son naturales, puedo golpear muy fuerte, fortisimo, pero es como pegar al aire

Verdaderamente cabreado busco por la sala algun trozo de roca que pudiera servir para golpear la roca, de no encontrarlo tratare de tumbar la columna de un empujon

¿Nadie tiene un mazo para clavar estacas para montar los campamentos o algo asi?

Miro el pilar de arriba a abajo buscando ansiosamente alguna solución a nuestro dilema.

-¡Empujemoslo los que estamos libres! Tal vez no esté firmemente anclado al suelo y caiga con un poco de ayuda.

Espero la colaboración de Carster y Amrod y comienzo a empujar con todas mis exiguas fuerzas.

Inmediatamente después de Elerin me lanzo contra la columna intentando volcarla y supuestamente romper la magia de esos espectros.

Un poco más muchachos. Venga Carster, si te queda algo de fuerza empleala en tirar esta columna y acabar de una vez con esto.

- ¡Anna lhach ah lachnîn i min hethuwguda, Anäril! (¡Entreguémosles fuego y lava a nuestros neblinosos enemigos Anäril!)- Exclamo notando la fatiga, pues entre golpear al aire y el toque espectral de las espadas me siento flaquear. Quizás podamos derrotar a los espectros abrasandolos en el fuego si nuestros amigos no encuentran de donde viene su poder.

- ¡Anna lhach ah lachnîn i min hethuwguda, Anäril! - Exclamo notando la fatiga, pues entre golpear al aire y el toque espectral de las espadas me siento flaquear. Quizás podamos derrotar a los espectros abrasandolos en el fuego si nuestros amigos no encuentran de donde viene su poder.

Amdir ammen, Ranëdhel, im algül fern algar cuinar (Mantengamos la esperanza, Ranëdhel, aunque no se como matar a lo que no está vivo) - Respondo a mi compañero, admirando su valor y su determinación.

Luego grito en voz alta:

Elerin, no podremos resistir mucho más! Quizá Amrod tenga razón y esa habitación que contiene los dos riachuelos de lava sea nuestra única esperanza!

La carga de Carster sobre la columna la hace vacilar por un instante y consigue agrietar el oscuro cristal que recubre las figuras.

Un golpe más hace estallar el cristal revelando el cuerpo de un hombre alto. El espectro con la forma de un hombre es absorbido por el cuerpo que ahora yace en el suelo.

Vuestros pasos os conducen a la siguiente sala para realizar lo propio con la otra columna...

...

Ha pasado casi una hora pero definitivamente habéis logrado deshaceros de ambos espectros. Estáis muy fatigados, pero lo habéis logrado. El aire viciado de estas cámaras no os deja respirar todo lo bien que os gustaría y, ahora, el polvo de cristales que flota en el ambiente no mejora la situación.

Habéis logrado un objetivo secundario pero todavía no sabéis a que habéis venido a estas cámaras. ¿Cuales serán vuestros próximos pasos?

Visiblemente fatigado, dejo caer pesadamente la antorcha al ver como el espectro de la mujer desaparece.

Ranëdhel, ¿estás bien?. El combate ha sido duro. - intentando no dejar traslucir mi cansancio, me dirijo hacia la habitación donde se encuentra el resto del grupo - Bien hecho! - digo a todos.

Deberíamos continuar por el sendero dejado por esas huellas, al sureste. Pero podemos descansar unos momentos y tal vez deberíamos examinar las heridad que Ranëdhel recibió al principio, aunque no parece que sangren - termino, mirando a Elerin significativamente.