Partida Rol por web

Edga espera la respuesta del soldado. No había que añadir nada a las palabras de Waldon.

El guardia se despierta cuando vé las monedas. Enseguida se pone de pié acercándose lo mas posible a la pared para evitar miradas curiosas.-Por qué no me lo dijeron antes, la doncella de la hija de Sir Frederic, Magdalena, una guapa muchacha, comenzó verse con Daolen hace algún tiempo. Siempre me paga su escudero por anticipado. Esa noche en especial ella salió a buscarle, al contrario de lo habitual que es ver aparecer al noble Daolen para buscar a su amada. Un rato después volvieron los dos al castillo y al poco salió solo él.-El guardia parece que hace memoria.-Ahora que lo pienso, me debe una por aquella noche, no me pagó.-  

A Waldon se le cambió la cara cuando el guardia dijo aquellas palabras. Pero antes de entregarle la merecida recompensa, tenía una pregunta más.

-Todo cuanto decís resulta interesante, pero tengo otra pregunta más... ¿Sir Frederic sabe algo sobre los encuentros furtivos de su hija con Daolen? 

Era algo que quedaba pendiente para terminar de confirmar alguna sospecha y descartar al resto de caballeros sospechosos en este asesinato. Miró a Edgar y Jerrod, si tenían que preguntar algo, éste era el mejor momento.

El guardia no dejaba de mirar vuestra mano mientras respondía.-Por supuesto que no, incluso si los hubiese visto desde la almena no los habría distinguido. Jajaja, ni yo mismo era capaz de atravesar el embozo de sus capas.-Sus ojos se clavan en los tuyos. Haciendo un gesto con la cabeza, señala las monedas de la mano.

Esperas junto a la vacía tienda del curandero. Parece que no tiene trabajo pendiente y todos se afanan en ver el último encuentro del día. Te haces con un buen sitio desde donde se puede observar el desenlace de los contendientes. antes de acabar una figura femenina que te resulta familiar abandona el palco. Baja las escaleras apresuradamente y se dirige no hacia donde la habias citado, sino hacia las cuadras. Habla con un paje señalando un caballo.    

-¡Maldita sea mi estampa!

Salgo disparado hacia la doncella corriendo, a ver si consigo alcanzarla antes de que monte.

Corres en dirección al establo demasiado tarde, la doncella arrea al corcel nada mas salir del establo como si la persiguiera el mismísimo diablo. Te quedas viendo como se aleja cruzándose con otros transeúntes a los que casi atropella o hace desviar el caballo de la vía para darla paso. A la mente te vienen maldiciones y blasfemias cuando una sonrisa familiar comienza a dibujarse en un rostro conocido, que se aproxima a caballo por el camino que acaba de cruzar la doncella.

-Habeis visto a esa muchacha? serán amores o peligros lo que la hacía galopar?.-Dice Eliott ignorante de la fortuna de tu empresa. 

-Rápido Elliot, déjame ese caballo, no hay tiempo para explicaciones, esa "doncella" es mi principal sospechosa del asesinato, o como mínimo cómplice, y está intentando huir. Ya la persigo yo, y tu  ves a avisar a los otros para que vengan a ayudarnos.

Mientras le apresuro a bajar, le digo:

-Puede que la muy perra tenga otros compinches, y quiera avisarles de que los hemos descubierto.

Eliott desmonta ágilmente.-Ve tras ella que mientras avisaré a los demás. Deja indicios para poder ir en tu ayuda si fuera menester.-

Rápidamente galopas tras su estela de polvo, dejando atrás el castillo y las tiendas de los participantes del torneo.   Poco a poco te adentras en el bosque abandonando la calzada principal y esquivando árboles y ramas. 

Salgo tras la liebre como un galgo, oliendo la mezcla entre perfume y polvo que deja tras de sí.

Intento romper alguna rama de vez en cuando, para que sea mas fácil que mis compañeros me sigan, mientras me inundan pensamientos:

maldita desgraciada, casi que seguro que ella no es la asesina, sino la que cortó el trozo del cinturón, y va directa al asesino para avisarle, eso es que nos tienen miedo, jejeje

Cuando de pronto...

El guardia os mira mientras pensais en lo que acaba de deciros.-Bueno que?-dice un poco confundido-¿me las he ganado no?.-

Aparte de esos encuentros, ¿no viste nada mas que eso?- le pregunta- ¿nada que te pareciera extraño o peculiar?

-¿Algo peculiar como qué?.-

No lo se, quizás alguien mirando como estos se reunían, quizás un día que uno de ellos no va al encuentro, algo por el estilo- dice.

El guardia se queda pensando un momento pero al cabo de un par de segundos niega con la cabeza.-No, lo siento. Cada noche él venía veía que era él le dejaba pasar y al día siguiente su escudero me daba la moneda en cuestión. Solo la citada noche fué la mujer quién salió primero y le trajo a él, no creo que fuese buscar otro amante, jajaja.-

-Está bien, te las has ganado -le dijo al guardia, soltando las monedas sobre su mano-. Puede continuar durmiendo, o hacer lo que quieras con las monedas. Espero que estas monedas guarden este secreto mejor que el de Daolen.

Se giró para salir del barracón, girándose a sus compañeros al salir fuera. Echó a andar, saliendo del bullicio que pudiera haber en el castillo, encontrando un lugar apartado y "seguro" donde poder hablar con tranquilidad.

-No estoy yo tan seguro de que Sir Frederic no conociera de los encuentros de su hija, Magdalena, con Daolen. Él mismo nos dijo en el banquete que se alegraba de la muerte de Sir Duain y, casualmente, es su hija la que puede convertirse en la consorte del futuro señor... algo no huele bien aquí.

Hablais y compartís opiniones sobre quién y por qué del asesinato de Sir Duain en un sitio poco transitado alejado del bullicio, cuando Eliott pasa a vuestro lado corriendo como si un millar de sajones fueran tras él. Le llamais deteniendo este la carrera y acercándose. Con el resuello entrecortado señala el camino al bosque mientras dice: 
-Gallowein...,caballo...,persigue...,doncella que...,escapa...-

Por todos los diablos- dice Edgar. De alguna manera había entendido el mensaje de Elliot y no había tiempo que perder- te seguimos Elliot, ¡vamos!

Tras esto, corre en la dirección indicada por su compañero.

-¿Será la misma doncella que andamos buscando? -Acierto a decir mientras ya corro en la dirección indicada por Eliott.

-Gallowein...dijo que...era sospechosa...que huía... para avisar a otros.-La carrera hacia los establos levanta expectación por donde pasais. La gente se pregunta donde podrán ir tan urgente, pero nadie dice nada.