Partida Rol por web

El rastro de la sangre, desaparecido casi en su totalidad debido al aguacero, conduce directamente a la puerta con la luz encendida. A los pocos metros podéis leer que en un cartel que cuelga al lado de la puerta puede leerse

"El Ojo Vigilante"

^{Los mejores pasteles de carne de todos los valles}

Desde el interior se filtran las voces de varias personas, hombres con voces graves. A vuestra derecha, por el camino se acercan dos hombres, uno vestido con las ropas inconfundibles de los sacerdotes de Gond y otro armado con una lanza y con la enseña de los Hombres del Señor en su armadura. Ambos se dirigen hacia el Ojo Vigilante y su paso presuroso indican que algo grave ha sucedido.

Perfecto. Un lugar publico hacía que no tengamos que ocultarnos. Metí a Nü conmigo al lugar y observe a mi alrededor. Me sacudí las ropas en cuanto ingresé para no mojar todo el lugar e hice señas a Nü de que hiciera lo mismo. -ah...ah..*jadeos*¿Tienes hambres? Esta maldita tormenta no nos dejará seguir viaje. Creo que mejor comemos algo...- Me acerque rápidamente a la barra y pedí dos raciones del plato del día, eso nos daría una excusa para estar allí y escuchar la historia que los hombres tuvieran para contar....

La posada se había construido aprovechando la estructura de una mansión señorial que había ardido durante el verano de 1368. Se había respetado el entarimado de madera y las arcadas de piedra de la entrada. El interior era un lugar cómodo, limpio y bien amueblado. Su famoso pastel de carne y su generosas raciones de comida lo habían convertido en un lugar ideal para los viajeros hambrientos que viajaban a través de la Vereda del Rauthauvyr.

Chesduk Malrit regenta el local junto a sus tres hermosas hijas, Aleesha Malrit, Baernysse Malrit, and Lathyleea Malrit. Su trato afable, la hermosura de sus hijas y los buenos precios eran otros factores a tener en cuenta para considerar a la posada como una de las mejores de la villa.

Al entrar en la posada veis como un cuerpo yace tendido en el suelo y varios lo rodean. Dos Hombres del Señor flanquean al grupo e impiden que se acerque ningún curioso.

El posadero, un hombre entrado en años pero corpulento y de rostro saludable, os mira avergonzado. 

Perdónenme pareja pero...acabamos de tener un imprevisto y me temo que voy a tener que cerrar por hoy. Verán ha ocurrido una triste desgracia y ... bueno, esto no es lo normal ya saben. Comenta mientras mira de reojo al cadáver.

En la barra junto a él hay tres señoritas que por el parecido de la cara podéis deducir que se trata de sus hijas.

 Nü se quedó embobado mirando a los dos que venían Vaya dos, parecen un sacerdote y... OH un jalón por parte de Zhaelín hace que entren en el interior de la taberna. Si, si... ya voy. Tranquila. Educación, lo sé. ​Tendrá hambre la pobrecita, aunque creía que quería seguir a esos tipos. (Zhaelín hablando) Claro, por eso no seguimos a aquellos tipos. Pues algo de ham... Podías escucharme....(suspiro) Resignado sigue a su hermana. Pues yo quiero... OH! Nü mira asombrado al tipo muerto y se vuelve a Zhaelín, Vámonos de aquí. Y ahora preguntará que pasó...

Miré a Nü haciendo un gesto de que me espere.-¿Qué ha pasado aquí exactamente?- Dije Zhaelín mirando al cadáver pero dirigiéndose al posadero. Tal vez el podía darle algunas respuestas o hacer de contacto intermedio entre ella y los que sabían que estaba pasando. Ser la que guiaba era más difícil de lo que parecía, tenía que analizar cada posibilidad y camino para asegurarse que no eran riesgos, pero en esta situación era aun más difícil...

Pues verá señora, todo resultó ser muy rápido. - Contesta el hombre en un susurro. Surnen entró tambaleándose y todos pensamos que estaba borracho, nada fuera de lo normal en él, pero cuando se acercó a la mesa de su cuñado todos se levantaron al ver que estaba herido de gravedad. Lo único que ha dicho son cosas inconexas como que la vieja Klesna, la matrona de Essembra tenía unos ojos extrañísimos y que se ha llevado a su mujer embarazada!!!

El pobre Aldo, el hermano de la muchacha, ha salido junto con sus amigos en su busca al momento. Yo les animé en un principio pero temo que les haya podido pasar algo... No me lo perdonaría.

El monje se volvió al escuchar a su hermana y escuchó pacientemente al tabernero Igual de ese Aldo es la sangre que vimos en la otra casa. Susurra Nü a su hermana. Parece una historia extraña ¿Quién atacaría a ese tipo? ¿Por qué alguien diría eso tan raro cuando tienes problemas más grandes como es tu propia salud?

Le dirijo una mirada a mi hermano que encubre un  "¿De verdad?" -Vaya, eso es terrible! ¿Sabe hacia donde fueron?- Digo al posadero. Al parecer, encontrar a ese tal Aldo y a su grupo se veía como un buen plan de acción. Me pregunto si ese tal Aldo....no....pero...Y si..... y que hay de esa tal vieja Klesna....Esto se esta volviendo muy peculiar...

Claro que sí chiquilla. Me imagino que habrán ido a casa de Klesna, que queda al norte de aquí...aproximadamente a una hora de camino. - Comenta Chesnuk, sin perder de vista a los clérigos de Gond que en esos momentos levantan el cuerpo sin vida de Surnen.

-Ya veo. Bueno, vamos -Digo a mi hermano.-Tenemos cosas que hacer y no podemos dejar que nos detenga una tormenta. Muchas gracias, buen hombre. Lamento que esto haya ocurrido en su posada y le deseo suerte.- Me dispongo a salir de la posada, será bueno encontrarnos con estos hombres. Ya se me ocurriría que decir... Una vez fuera, me dirigí a mi hermano.- Bueno, Nü, lo ideal será cruzarnos con este grupo. A partir de ahora estamos solos, y encontrar compañías de aventureros tal vez nos sea útil, además estamos bien preparados y tu siempre estas aquí para protegerme.- Es fuerte, pero ojala pudiera decirle que soy yo quien lo protege a el...- Además creo que tienen en su poder algo que extraño o que viajan con alguien que nos sería de utilidad. Si preguntan, el posadero nos contó la historia y de curiosos quisimos ir a "ayudar". ¿Entendido?

Al salir del Ojo Vigilante el aguacero había arreciado por completo y las pocas gotas que caían sobre los hermanos provenían de las ramas altas de los árboles. Lo bueno que había traído la lluvia era que un grupo de seis personas y dos de ellas equipadas con armaduras pesadas dejaban un rastro tan claro como un camino flanqueado por antorchas cada diez pies.

Parece que el posadero tenía razón cuando afirmaba que se dirigían a casa de las matrona de Essembra pues en un momento dado Zhaelín y Nü llegaron a una vereda claramente perceptible. El cielo poco a poco fue despejándose y entre las copas de los altos robles se dejaba ver una hermosa luna nueva, cuyos suaves rayos de luz bañaban los arbustos y flores de camino, a la par que hacía mucho más nítidas las huellas dejadas por el grupo que los precedía.

De pronto un grito de batalla en la lejanía llegó hasta los aguzados oídos de los hermanos. ¡GRUMBAR! - y tras él, el  inconfundible sonido de la batalla. Un crujido de huesos rotos sonó tan claro y perceptible que parecía como si la víctima estuviera a vuestro lado.

Tome a mi hermano tras de mi y busqué refugio sigilosamente, mientras trataba de observar de donde provenía el grito así fuera guiándome por mis oídos. _^-Cuidado.- Susurré..

Tras escuchar todo lo que decía el posadero Nü parecía distraído no había prestado nada de atención, miraba confuso a la gente en la taberna. Finalmente su hermana le saco de allí. Asintió pasivamente a todo y la siguió dócilmente*. Tras escuchar ese grito algo dentro de sí despertó Caracoles! miró a su hermana que parecía estar haciendo algo extraño ¿Hermana que haces? ¿Qué es lo que intentas? Parecía estar pisando todas las ramas rotas mientras se desplazaba torpemente. Quieta, quieta... se llevó la mano a la cabeza y le dio la mano. Sígueme a mi...sólo esta vez... Y como un gato pardo condujo a su hermana hacia el ruido. Pisa donde yo piso... Que ruidosa es...

Ambos hermanos se internaron entre la espesura y, agazapados tras un tronco, observaron la escena que tenían frente a ellos.

 El grupo al cual seguían se había detenido en el camino a unos cientos de pies de una  pequeña casa. De algún punto de la zona emanaba un ligero olor a carne en descomposición, pero  no era  eso lo que más llamaba la atención. A la derecha del camino, un hombre ataviado con  armadura  pesada y con símbolo del Dios Grumbar tallado en el pecho, estaba enfrascado en  combate con  otro  hombre que portaba un arco y vestía pieles raídas desgastadas de vivir a la  intemperie.

  Preparaos, hay asaltantes emboscados en los matorrales. - Escuchabais que decía el sirviente de  Grumbar a sus compañeros mientras descargaba un poderoso golpe en la cabeza de su adversario. Varios dientes  saltaron de su enemigo y cayeron dispersos entre los matorrales. 

-Que haría sin ti, hermano. Siempre protegiéndome.- Dije con cara inocente. Desde pequeños cada vez que el me salvaba me mostraba agradecida y necesitada de su ayuda. La verdad era que mi hermano no era ningún debilucho ahora, así que en los últimos años había mucho de verdad.

Me quedé observando junto a el. -Esos tipos, uno de ellos...Tiene un olor..."Familiar". Además, parecen ser aventureros. Tal vez si nos unimos a ellos podamos avanzar lejos de aquí hasta encontrar un nuevo rumbo...- Mis palabras dejaban muy en claro que ya no teníamos un hogar a donde volver.

NO, no, no. Oye... mira... tenemos una ventaja táctica. Embosquemos a los emboscadores. Quédate aquí y espera a que salga uno de ellos para atacarlos. Observa la que les voy a dar. Dice Nü guiñando un ojo a su hermanita. 

¿Qué hacer? Nü se mostraba muy confiado, y aunque Zhaelín quería y debía protegerlo, sabía que su hermano era fuerte, y que sobretodo debía volverse aun más fuerte. Observó una vez más a los bandidos y luego a su hermano. Definitivamente es fuerte. Si no podemos con estos bandidos, el camino se encargará de deshacerse de nosotros.....Esta bien, hermano. Lo que tu digas. Confío en ti.- Dije desenfundando mi arco y preparándome para combatir. Mi hermano tal vez me había visto previamente en ese estado. Era como si mi sola presencia fortaleciera nuestras habilidades...

Usa el arco. dice Nü antes de desaparecer en la espesura...

A medida que Nü se desplazaba hacia el sur para flanquear al oponente del clérigo, una alegre melodía empezó a elevarse por encima del fragor del combate. La música provenía de la flauta de uno de los integrantes del grupo, que ajeno al combate que transcurría a su alrededor, se encargaba de infundir el valor necesario a sus compañeros.

La mujer que los acompañaba se deslizó a su vez hacia el norte intentando buscar cobertura entre los arbustos y desaparecer de la visión de los asaltantes.