Partida Rol por web

2 MESES PARA EL INVIERNO

EN ALGUN LUGAR AL SUR DEL MURO (falta localización en ficha de Casa)

TEMPERATURA EXTERIOR 0ºC

Un muy envejecido Rickon Stark habla con voz parsimoniosa. Es viejo y sabe que este podría ser su ultimo invierno. Solo espera que sea corto y pueda ver otra primavera. Su edad no es excesivamente larga, pero por todo lo que ha vivido se siente más viejo y cansado que otros de su edad.

El invierno está cerca y la oscuridad viene con él. Debemos estar alerta y preparados. Los demonios de la noche seguro apareceran con más fuerza si cabe.

Armas, comida, defensas, soldados, todo es indispensable para poder combatir el invierno. No escatimeis en el trabajo. De ello depende nuestra vida y el futuro de esta honorable Casa, susurra en un hilo de voz apenas perceptible.

Alan Goose había pasado ya demasiado tiempo fuera de su hogar, añoraba las tierras de las tormentas, este aciago frío cada vez se internaba más en sus huesos.

Pero seguiría aquí. Había encontrado en los Stark un motivo para seguir adelante, tras haber perdido mucho en el pasado. El tiempo que le quedara en este mundo lo dedicaría a servirlos, ya tiempo atrás había decidido que su último aliento sería junto a ellos.

Alan pensaba en el viejo Rickon Stark, ( a pesar de que era bastante más joven que el mismo, la edad había causado estragos en él) en como también a él parecía agotársele la energía, demasiado cansado para su edad...
" Sin embargo , los Stark son fuertes, recios ,y se crecen en estos duros inviernos. Pueden parecer cansados en un momento y al siguiente llenos de fuerza para acometer los desafíos que les han sido impuestos. Saben que el invierno se acerca y guardan y templan fuerzas para afrontarlo, sabiendo que cada gota de energía será necesaria, cada minuto de trabajo ahora será agradecido,cada piedra en la muralla alejaría unos centímetros más a los demonios de la gente a la que protegían"

Estos eran los pensamientos de Alan Goose mientras miraba a Ser Andaren y Ser Jon , aquellos jóvenes muchachos a los que apreciaba y en los que , en parte, se veía reflejado en ambos....
 

Brennan se encontraba al final, apoyado sobre su viejo arco de caza. Todos se habían concentrado para escuchar las palabras de su señor. Pocos quedaban, después de las penurias del pasado. Y el aciago invierno llamaba a la puerta, para reclamar a aquellos que no estén preparados, o sean lo suficientemente fuertes como para resistir su embiste y poder vivir una nueva primavera.

Brennan escuchaba atento y animado, con una sincera sonrisa en la cara. Hacía poco tiempo que la caza comenzaba a escasear, se dirigían hacía el sur. Pero el invierno, tiene sus partes buenas. Las huellas son mas visibles en la nieve, si uno no sabe como desplazarse el crujido bajo las botas o patas te delatan. Además, las guardias aumentarán y habrá que salir a comprobar los caminos.

Pasar tiempo solo, en el bosque lo ponía contento. Con los años se había acostumbrado a vivir rodeado de gente, pero no le llegaba a entusiasmar.

Vivir intensamente, había dejado mella en el paso del tiempo de Lord Rikkon. Tiempo atrás, recogió a Brennan del bosque, proporcionándole una familia, un objetivo por el que vivir y no solo sobrevivir al día a día. Estaba en dueda con la familia Stark, y los ayudaría para compensarles.

El frío arreciaba en el exterior. Andaren había pasado el día entrenando junto a su hermano Jon, y lo había comprobado sobradamente. Pero la calidez de Invernalia siempre lo abrazaba a uno, sonriéndole y mostrandose cariñosa en todo su explendor con la familia que por años la había cuidado, protegido y habitado. Era casi cómo si aquella fortaleza tuviese vida propia y les protegiese costase lo que costase de cualquier amenaza. Era el pequeño paraiso que protegía a los Stark del horroroso resto de Poniente.

Una tierra dura y rencorosa, que, desde la caida de las grandes casas nobiliarias no había hecho más que endurecerse aún más. Sin el poder del resto, incluso la gran casa Stark se había debilitado. El joven lobo se esforzaba día a día por engañarse, diciendose a si mismo poseer el más poderoso ejército que jamás había pisado los siete reinos. Pero sus hombres apenas se contaban ya en unos cientos, los cuales eran insuficientes para calmar los numerosos motines y levantamientos a lo largo de las ya mermadas tierras colindantes a invernalia. 

-Tranquilo, padre.- Dijo finalmente tras un silencio que pudo parecer eterno -Se acerca el invierno, es cierto. Y serán tiempos duros. Pero los Stark somos duros. Los guardianes del norte.- Suspiró un momento. La tía Sansa había muerto al final del último invierno, y esperaba que este no tuviese que cobrarse a ningún otro Stark -Y pronto, resurgiremos, fuertes cómo el invierno.

Andaren podía parecer incluso inocente y soñador al lado de su progenitor. Había tenido suerte de nacer después de la serie de tragedias que sufrió su casa. Pero se acercaba el invierno.

50 DIAS PARA EL INVIERNO

INVERNALIA

TEMPERATURA EXTERIOR 0ºC

Pasan varios dias en los que Rickon Stark no salió de su cuarto; no se encontraba bien.

Finalmente reunió a algunos miembros de Casa y habló.

Quiero que un grupo de ustedes viaje a otras Casas o incluso a tribus de hombres libres que se asientan más al Norte. Es indispensable hablar con la mayoría y crear un plan en común.

Volved en un mes con lo que se decida, pero esta guerra no la ganaremos si no permanecemos unidos, hay que enfrentar a los Caminantes con todos los hombres posibles.

Por fin, se había desvelado el motivo de aquella reunión. Debían reunir a todos los hombres vivos y juntarse para vencer al posible enemigo común.

Brennan poco sabía de casas y señores, pero conocía la terquedad de los hombres. Seguro que no sería tarea fácil, sobretodo con los salvajes. Muchos de ellos vivían como nómadas y sería difícil dar con ellos.

Durante la reunión no abrió la boca, sabía que pronto le ordenarían lo que tendría que hacer y así lo haría. Pues, pronto estarían de viaje, acampando al raso, cazando la cena y eso lo animaba. Esperaba que no lo mandasen a algún castillo, allí no sabía muy bien como actuar o que hacer, mas que pasar inadvertido y pegar bien la oreja, como bien le enseñó su padre adoptivo.

Observó a su alrededor, intentando averiguar quien de los allí reunidos hablaría primero...