Partida Rol por web

Miro a MIrra y le digo:

-No acabo de entender, la gata ha dicho que si el enano hace algo raro le rompas los dientes, pero estás conmigo, en fin -me encogí de hombros-

Miré las dos estatuas y me senté en el suelo:

-Sabes Mirra, me parece que la gata no me ama, sino que mas bien me odia y en vez de querer bailar, simplemente me quería hacer algo malo, el enano me odia, y tu no paras de traicionarme, sacudirme con rayos intentar asesinarme, robarme y varias cosas mas que ahora mismo no me acuerdo. -ato una cuerda a un pivote- lo he estado pensando, y cuando salgamos de aquí me iré, os dejaré tranquilos, así que te agradecería que avises al sheriff traicionándome por lo menos tres horas después de que me vaya -parecía trisitón mientras lo contaba, y no la miraba a ella, sino a mi nuevo invento- Me di cuenta de que en Barovia se sobrevive mejor corriendo que  peleando.

Fui a la puerta y la atranqué como antes con un pivote, me acerqué un poco y apunté con la flecha encordada a un cofre. Miré a MIrra y le guiñé un ojo. En cuento sonó el golpe seco contra el cofre, salí corriendo hacia la puerta y tirando de la cuerda.

-¡Corre elfa correeeee!

Shivan entro a la sala siguiendo al enano y después de ver lo que hacia decidió buscar algún otra trampa que no se halla activado

El gancho cae a plomo sobre el suelo, arremolinando la niebla del suelo a su alrededor, pero no ocurre absolutamente nada después.

Shivan busca en las inmediaciones algún indicio de mecanismos ocultos o trampas, pero tampoco da con nada que pueda suponer un peligro.

La flecha sale disparada y se estrella contra el cofre. Acto seguido Schicksal sale corriendo, arrastrando la cuerda y la flecha con sigo, pero nada más... puesto que la flecha había rebotado en la superficie del cofre, dejando una muesca de recuerdo, pero no se había clavado.

Al ver que no pesaba mucho la cuerda, freno y vuelvo al lado de Myrra. la miro y me encojo de hombros:

-Pues no funcionó.

Cuidadosamente Shivan da unos pasos hacia adelante esperando a ver que es lo que se encuentra en los pedestales.

Shivan se acerca un poco a los pedestales para ver qué contienen, adentrándose hasta la mitad de la sala más o menos. Se trata de dos medallones del tamaño de la palma de la mano. Uno plateado y el otro dorado. Parecen tener algún tipo de inscripción o símbolo, pero Shivan no puede identificarlos, no al menos desde esa distancia...

Veo dos opciones Shivan, dos opciones peligrosas -le advertí-. Que te acerques más a las losas, y una trampa se active... Si no es así, intuyo que al coger uno de los dos medallones, algo mucho más terrible tenga lugar...

- En ese caso... - Shivan dijo tomando uno de los virotes de hierro, apuntándolo al pedestal con el medallon dorado para tratar de tirarlo para ver que es lo que pasaría si ella lo removiera de su lugar

Shivan apunta con su ballesta y de un certero disparo tira el medallon dorado del pedestal. El medallon cae al suelo y se pierde en la espesa niebla que hay por el suelo. 

De repente la puerta de la habitación se cierra de golpe tras Boront y se escucha un chasquido de cerradura. La niebla inmediatamente cambia de color, tornandose de verde a rojo carmesí y comienza a expandirse por toda la estancia. Cada soplo de aire que tomáis, notáis cómo os arden las fosas nasales y los ojos y toda la piel empieza a picaros y a escoceros...

Shivan rápidamente usa su capa para cubrirse el rostro aunque eso no le ayuda mucho contra el escozor que comenzó a sentir en su pelaje. - ¡Boront! ¡Busca el medallón y toma el otro en lo que yo abro esta puerta!
Sin decir nada mas tomo sus herramientas, se puso de rodillas frente a la puerta y comenzó a trabajar

Rápidamente, me lancé hacia el suelo, aunque me diera la bruma en la cara, en busca del medallón caído.

¡NO LO VEO, SHIVAN! -le grité desde el suelo para que me oyera-. ¡Brrrr...! ¡Tengo ganas de matar a ese gato! Me refería a Schicksal; estaba desesperado, y lo siguiente que hice fue sacar el hacha y descolgar el medallón plateado del pedestal con la hoja de la misma (sin llegar a tocarlo)...

Le doy un golpecito en el hombro a la elfa:

-Si has dicho algo o no ha salido o no te he escuchado, no me gustaría que el enano bajase triunfante antes que nosotros, que quiero pegar un vistazo a la joya roja antes de que me la quiten...

Mirra mira al gato, mira a las estatuas, mira al gato, mira de nuevo a la estatuas.

Pues no se que decirte, tambien me daria rabia que ellos salieran triunfante con lo que hemos currado y sufrido.... no se, voy a acercarme un poco mas, pero no mucho, a ver si las baldosa o cerca nos puede decir algo mas.

Apuntando a una de las estatuas desde detrás le digo:

-¿Qué ves? toca un cofre a ver que pasa... si no lo ves claro ya tengo otro plan de los de salir corriendo, y esta vez te dej correr conmigo.

Shivan corrio hasta donde estaba el enano dando le un empujón para e indicándole que saliera antes de comenzar a buscar el medallon.

- ¡Toma el otro contigo! - Le dijo al no encontrar nada.

Sin medir las consecuencias, rápidamente me dirigí hacia el medallón que aún veía colocado frente a mí y que no se había tragado el humo. Lo cogí, lo apreté bien en la mano y salí corriendo de allí como pude, detrás de Shivan.