Partida Rol por web

Capitulo 7: Donde los investigadores descubren algunos misterios ocultos...

Llovió durante toda la noche. El cielo está poblado de grises nubes pero afortunadamente lleva horas sin llover. Los informes del centro de metereología dicen que la lluvia remitirá completamente en algunos días, y aunque se esperan lluvias a lo largo del día, éstas serán escasas.

Luce debilmente un sol que apenas calienta.

Es 26 de Abril, Martes, de 1922.

El Inventario desapareció, quizá se desvaneciera o a saber. Y sucedió en el momento en que apartaste tu vista de él.

Presumiblemente debe encontrarse en la tienda, y no has podido echarle un ojo en el trayecto hasta el hotel. (demasiado grande y pesado)

-El libro desapareció sin mas? Esto es inaudito, jamas habia visto tal cosa. Quizas este "atado" o tenga un vinculo con la propia tienda de antiguedades. O quizas.... -

William comienza la lectura de uno de los diarios de Daniel Hough, sentado tranquilamente en la habitacion del hotel.

La noche había transcurrido sin el menos incidente. Según me metí en la cama estaba algo intranquila, a pesar de tener a Anne en mi misma habitación, pero aún así, cuando me convencí a mi misma de que no tenía a lo que tener, caí dormida hasta la mañana, sin despertarme para nada en ningún momento y descansando de manera muy satisfactoria. Eso sí, como siempre, se me hizo corta la noche. Por mi parte, hubiera dejado que se me pegaran las sábanas otro par de horas, pero teníamos cosas que hacer. Así que me levanté y me arreglé, dispuesta a bajar a desayunar alguna cosa con mi mejor apariencia posible.

Voy al hotel junto al resto de compañeros y me tumbo en la cama, comenzando a pensar en todo lo que ha sucedido, los ataques de aquel hombre, las cosas de la tienda. Solo espero que hayamos hecho bien en dejar la tienda a solas, y espero que ese hombre no haya asaltado la misma. Poco a poco y dando vueltas al día voy dejando que el sueño me inunde y finalmente caigo dormido.

Poco antes de las seis de la mañana me despierto, lo cierto es que nunca he sido de mucho dormir, pero me encuentro bastante descansado, eso es bueno... quizá tendría que investigar en esos libros con más profundidad de lo normal y eso siempre es agotador... Con esa idea en mente, me lavo y acicalo y bajo a la entrada. El desayuno todavía no está servido así que tan solo me quedo sentado en la recepción del hotel esperando junto al periódico del día y dándole un vistazo... quien sabe quizá aparezca algo de lo ocurrido anoche.

Cuando termino de leerlo, espero paciente a que baje el resto y al ver a June, me incorporo y la acompaño en el desayuno... Buenos días señorita Adams, espero que haya descansado bien.

Espero a que la señorita Adams salga del baño, y después paso yo a ducharme. Cuando la siento salir, me recorre un escalofrío la espalda, pues ahora estoy sola, como lo estaba la otra vez cuando me atacaron, en mi habitación del hotel. Convenciéndome de que todo es una paranoia mía, que es un miedo irracional, termino de arreglarme y bajo a desayunar. Veo a Cottle y Adams charlando mientras se dirigen a una mesa, y los saludo con la mano mientras me acerco a ellos para acompañarlos en el desayuno.

William se despierta sentado en la silla en la que ha pasado buena parte de la noche leyendo. Apenas habrá dormido unas horas y su cara refleja cansancio aunque, sobre todo, refleja frustración. -Desaparecio sin mas...pero como???- Tras ducharse y cambiarse, aun con el pelo parcialmente mojado y bastante desaliñado el señor Abbott baja las escaleras con rapidez. El reloj del Hotel marca las 7:00.

El señor Abbott camina hacia la barra del bar/restaurante del Hotel. Observa a sus compañeros en la mesa y se limita a saludarles con la mano -Oh, otra conversacion intrascendente a estas horas de la mañana? No gracias, prefiero un cafe "solo", en todos los sentidos, jajaja! Estas haciendo un chiste William? Oh, y quien se rie? Tu y cuantos mas? -

Tras unos cuantos sorbos del bendito "oro liquido negro", William paga al camarero, se acerca a la mesa de sus compañeros y dice en un tono de voz seco:

- Buenos dias. Espero que hayan descansado bien esta noche. Les espero en el vestibulo, damas y caballeros-

Acto seguido se dirige al vestibulo, se sienta en uno de los sillones del salon y saca uno de los diarios de Daniel, hojeandolo brevemente. -Espero que hayan descansado bien? Eso no ha sonado muy convincente, amigo mio. Bah, que carajo importa, lo unico importante es llegar a la tienda, jamas volveré a tener una oportunidad como esta de conseguir el respeto y la fama que merezco!-

- La verdad es que me costó algo conciliar el sueño después de todo lo que ha pasado, pero una vez dormida no me hubiera despertado ni un terremoto, estaba rendida. - Respondí a las palabras del señor Cottle mientras me sentaba a la mesa junto a él y a Anne. - No sé vosotros, pero yo por la mañana siempre tengo bastante apetito. - Dije a modo de disculpa porque iba a comenzar a desayunar antes de que bajara el resto de mis compañeros, pero cuando eché mano a la taza que tenía delante el señor Abbot apareció dando los buenos días, pero volviendo a desaparecer acto seguido. Me encogí de hombros para ponerme a desayunar sin decir nada más.

Me despierto con el diario del difunto señor Hough aun en mis manos y miro por el rabillo del ojo el despertador Oh, vaya me he quedado dormido me tiro casi literalmente de la cama en dirección al baño para arreglarme antes de bajar al vestíbulo y reunirme de nuevo con mis compañeros

Me acerco hasta el restaurante para tomar un vaso de leche y un bollo para que me ayuden a renovar nuevas energías para el día , sonrío ante el comentario de la señorita Admas El desayuno es la comida más importante del día digo sonriendo mientras la acompaño en el desayuno Espero que el día de hoy sea más tranquilo.

Cuando termino el desayuno espero a que la señorita Adams también lo haga para dirigirnos con el resto de nuestros compañeros

Y , bien , ¿que tal han descansado?, espero que bien digo al reunirme con el resto de mis compañeros Por mi podemos empezar cuando gusten

Me había quedado bastante satisfecha tras el desayuno y a pesar de que no me agradaba demasiado la idea de tener que volver a meterme en esa tienda sonreía cuando me levanté de la mesa para seguir al resto de mis compañeros. Quizás ahora por la mañana y sin ningún temor a que nadie fuera a molestarnos ni atacarnos, las cosas se verían de otra manera.
Pasé a recordar la cruz del sobre, de la que recordé algunas notas de algún libro de historia de esos que nos hacen estudiar a todas las señoritas en los caros internados, luego se lo comentaría a ellos a ver si valía para algo la información.

- Sí, ha sido un descanso muy reparador. - Respondo al caminar junto a Eban.

Camino hacia la salida con el resto, casi sin hablar. Aún estoy algo cansada, y me cuesta reactivarme por las mañanas, así que procuro seguirles sin molestar.

Bueno, sería una mañana algo aburrida entre cachivaches, pero en fin, es lo que hay...

Sin más dilación os trasladais hasta la dirección de la tienda. Aunque hace sol, todo augura que hará buen día por poco tiempo.

-¿Creen que amenazará con llover de nuevo?- digo a mis compañeros, mirando al cielo- No es que importe mucho estando en la tienda, pero si se nos hace tarde por la tarde, oscurecerá primero...

Me acerco a la puerta y espero pacientemente a que quien tenga la llave, que es, si no me equivoco, el señor Cottle, abra la puerta.

Vamos todos a la tienda, yo llevo el paraguas, no se si lloverá o no, pero me sirve como un buen punto de apoyo y ayuda a modo de bastón, cuando llegamos no tardo en sacar la llave y abrir la tienda, siendo el primero en entrar. El olor de la misma penetra en mis pulmones llenándolos de ese dulce aroma a reliquias e historias deseosas de ser descubiertas...

Nada más entrar una sonrisa se dibuja en mi rostro y sin girarme hablo al grupo... ¿Que tal ha ido la lectura de lo que os llevasteis?, ¿Habéis encontrado algo interesante?

Me ruborizo al oír las palabras del señor Cottle, y mirando al suelo, comienzo a balbucear con cierta vergüenza..

-Yo eh... Me llevé el libro al hotel, pero debo reconocer que tras leer la primera página me quedé dormida... Estaba... Un poquito cansada de las emociones de ayer... Esta noche, ya por fin con más calma, le echaré un buen vistazo. De todos modos- digo mientras rebusco en mi bolso- ...Lo he traído aquí, por si alguno de ustedes quería echarle un vistazo a lo largo de la mañana. Si eso, ya de noche me lo vuelvo a llevar.