Partida Rol por web

El Verdugo de Cerepovec

Dossier 47: Rafael Tierno

Cargando editor
13/09/2010, 21:38
Director

Cuando cruzas la calle para torcer una esquina ves a una persona que no te cuadra por el rabillo del ojo. Esa persona no lleva la ropa típica de un barrio obrero. Ese tipo no debería estar allí, o por lo menos no con un buen motivo. Giras el cuello para verlo mejor pero ya no está allí. Sigues andando y notas como en un vehículo aparcado hay movimiento dentro aunque no ves a nadie visible. Caminas más rápido por si acaso y notas como alguien camina detrás tuya pero al girarte no ves a nadie, pero has escuchado claramente los pasos. Te están siguiendo y ya no te cabe duda...aunque ¿pueden ser paranoias tuyas?

La sensación que te embriaga es de que te están siguiendo, y esa sensación no te gusta nada de nada... 

Notas de juego

¿Qué haces?

Cargando editor
16/09/2010, 21:27
Rafael Tierno

Entro en una cafetería de esta misma calle, a tres de la droguería. Hay cinco, seis parroquianos, pido un cortado, vigilo la puerta. Miro el reloj. Alguien deja el periódico en el mostrador, lo recojo y lo rastreo en busca de noticias sobre el incendio.

Cargando editor
19/09/2010, 17:41
Director

Entras en el bar y después de servirte el cortado logras hacerte con un periódico que un lugareño acaba de dejar. Nada extraño en el bar, la verdad puede que hayan sido paranoias tuyas, pero sigues atento a la puerta por si entra alguien. 

La noticia del incendio sale en páginas interiores y sólo una reseña en portada. En la noticia pone que un joven anónimo rescató a varias personas arriesgando su propia vida. Dice que ese joven demostró las cualidades de un buen español: Valentía, Coraje y Arrojo. La verdad es que te hace gracia leer la noticia ya que esas cualidades al fin y al cabo son la misma, pero así es la prensa en este país.

Tras quince minutos nadie entra en el bar a no ser un madre con su hijo que viene a comprar un paquete de BN y sale rápidamente del local. No ves a nadie fuera a través del ventanal que posee el bar. Sigues intranquilo pero sabes que no podrás permanecer eternamente en el bar, además no tiene una salida trasera a no ser la de la cocina que has visitado alguna vez y da a un patio interior que no tiene salida directa alguna.

Tienes que hacer algo rápido ya que si tardas demasiado puede que los que supuestamente te están siguiendo sospechen de que sabes que te siguen y actúen de otra manera. De momento no intentaron nada contra ti y solamente has tenido esa impresión de que algo no funcionaba del todo bien en el barrio.

Cargando editor
21/09/2010, 18:58
Rafael Tierno

El café me va a pinzar los nervios para lo que queda del día, así que ni pienso en pedirme otro. Pago, respiro hondo y salgo del bar.

Fingir ser un paseante normal es más difícil de lo que lo pintan en las películas de género negro; involuntariamente, giro la cabeza para mirar por encima del hombro y estoy a punto de tropezarme con alguien. Balbuceo una disculpa y prosigo, esto está lleno de gente, ah, claro, son casi las nueve y he tirado por una calle que no acostumbro, en donde hay un colegio. Qué muchedumbre de padres y niños, y profesores. A pesar del caos, me alivia esta bocanada de humanidad y el resto del trayecto se me antoja menos solitario, menos arriesgado…

Cargando editor
21/09/2010, 19:43
Director

Nadie parece seguirte, andas sobre tus pasos un par de veces e incluso te paras enfrente de algún escaparate para ver si en la otra acera se queda alguien mirándote pero nada de eso sucede. A medida que pasa el tiempo empiezas a pensar que son paranoias tuyas. Sigues caminando hasta llegar a tu lugar de trabajo, ver un sitio conocido te sienta bien y calma tus nervios aunque el café que te has tomado empieza a revolverse en tu estómago y tendrás que hacerle una visita al señor Roca dentro de poco.

Algo más tranquilo llegas a la tienda, está todavía cerrada y tendrás que abrirla tú y encender todas las luces. Levantas las verjas metálicas con tranquilidad y tras pasar las cierras, ya que prefieres preparar todo para la apertura al público además de que tienes que ir al servicio urgentemente. No crees que aguantes mucho más tiempo las ganas.

Echas un vistazo rápido, no hay nadie en la tienda. Todo está igual que cuando lo dejaste ayer. Cierras la verja y te quitas la cazadora colgándola en el perchero que tenéis en la trastienda. Tampoco hay nadie así que puedes estar tranquilo. Ahora debes solucionar un asunto y te diriges al cuarto de baño para aliviar tu nervioso estómago que parece que te va salir por la boca de los nervios.

Cargando editor
22/09/2010, 23:06
Rafael Tierno

Mientras me alivio, consulto un catálogo del discoplay: me gustaría pedir el nuevo disco de OLE OLE, "Bailando sin salir de casa", con esa cantante nueva, rubia ("No sé, no creo que esté a la altura de Vicky") y el de Mecano, “Entre el cielo y el suelo”, aunque este último lo tenga en cinta de casette.

Canturreando (“Qué grandes son los Mecano”), tiro de la cisterna. La inquietud, velada, persiste, pero es hora de abrir la tienda. “Y Belén sin aparecer”, refunfuño para mis adentros. (Belén es mi hermana, la que tiene dos años más que yo.)

Cargando editor
23/09/2010, 13:40
Director

Mientras te lavas las manos tras desahogar escuchas ruido en la verja metálica, parece que alguien está intentado acceder al interior de la tienda mientras estabas en el excusado. Te sientes mucho mejor tras vaciar gran parte de los nervios que has tenido esta mañana pero ahora los nervios vuelven a invadirte al escuchar el ruido de la verja, tus sentidos se ponen en alerta para poder detectar quién o quiénes intentan entrar.

Parecen susurrar algo y diferencias claramente dos...no...tres voces. Dos son de varón y la otra más aguda posiblemente de mujer. No escuchas lo que dicen ya que con el ruido del agua al salir por el grifo lo distorsiona. Al parecer han logrado acceder a la tienda y están dentro, escuchas sus pasos moverse con cautela ya que no producen mucho ruido...

Si están dentro ¿qué podrás hacer? ¿quiénes serán? y ¿qué quieren realmente?

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+10)
Motivo: Atención Rafael
Dificultad: 20+
Resultado: 19(+10)=29 (Exito)

Cargando editor
24/09/2010, 10:23
Rafael Tierno

No eran las fantasías de un ego crecido; aquí están mis perseguidores. Sólo queda averiguar si serán ladrones o secuestradores, o extorsionadores, personas que me identificaron anoche. Pero ¿cómo lo hago? ¿Me quedo encerrado en el cuarto de baño, salgo y los encaro? Por aquí no hay salida, debajo del mostrador hay una porra. ¿Qué tal si salgo y me aposto en el dédalo de estanterías de la trastienda?

Abro la puerta y avanzo a hurtadillas hacia el estante de pinturas Titán. Estoy seguro de que si sorprendo a uno de ellos, podré reducirlo y obligar a los otros a dialogar en condiciones más balanceadas.

Cargando editor
25/09/2010, 17:19
Director

Tus movimientos son suaves y prácticamente no produces ruido. La moqueta barata de la trastienda te ayuda un poco en este cometido. Te apoyas en un estante y ves un cúter de los que usáis para abrir las cajas. No es la mejor arma pero por lo menos es un objeto cortante y produce más miedo que la porra que tenéis escondida en el mostrador.

Los tres están mirando cosas y no parecen percatarse de tu presencia lo más mínimo. Si actúas deberás hacerlo ya y ser muy rápido ya que no tendrás otra oportunidad. La chica es la que parece estar más cerca de ti, su respiración es lenta y sus pasos livianos. Lleva tacones ya que escuchas como golpea el suelo con ellos. Por la fuerza del sonido no debe pesar mucho, puede que pese alrededor de los 50 kilos.

Miras el cúter que tienes en tu mano y respiras hondo. Tal como dijo Julio César al cruzar el río Rubicón...Alea iacta est...la suerte está echada.

Notas de juego

Tirada de Sigilo: 1D20 + Bonificador de Sigilo. Dificultad 15. Si la superas podrás agarrar a la chica.

Cargando editor
25/09/2010, 19:29
Rafael Tierno
- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+11)
Motivo: Sigilo
Dificultad: 15+
Resultado: 14(+11)=25 (Exito)

Cargando editor
27/09/2010, 16:33
Director

Parece que la suerte está contigo porque te sientes seguro de que todo te va salir de perlas. Agarras con fuerza el cúter y te lanzas a agarrar a la chica...

Notas de juego

Superas la tirada. Puedes describir la acción que realizas, cuanto más específico mejor.

Cargando editor
29/09/2010, 20:20
Rafael Tierno

Los otros están distraídos, ahora es el momento, asalto a la muchacha por la espalda, no hay marcha atrás una vez dado el primer paso, paso el antebrazo izquierdo sobre su busto para inmovilizarla y planto el cúter en su garganta, es más sencillo de lo que parecía, se me había hecho un mundo.

-Tranquila –le susurro al oído-, no quiero hacerte daño. Llama a los otros.

Quiero que sea su voz la que los alerte.

Cargando editor
30/09/2010, 15:53
Director

La chica grita cuando le pones el cúter en la garganta. No parece que sea una profesional, luego notas el aroma de su perfume...te resulta conocido. Las dos personas que estaban con ella se giran y puedes ver claramente que uno de ellos es el esposo de tu hermana y un desconocido, la persona a la que estás amenazando es Belén tu hermana mayor que llegaba un poco tarde.

El marido va acompañado de una persona que no conoces que parece sonreír al verte amenazando a tu hermana con el cúter. Te grita encarecidamente que sueltes el cúter y que no le hagas daño a la chica.

- Por dios Rafael...que coño haces...suelta la cuchilla esa ahora mismo joder...que es tu hermana...¿no lo ves?...

En ese momento eres consciente de todo. La persona que los acompaña te mira fijamente y notas como sus ojos se clavan en ti. Es como si pudiera ver a través de tu piel.

Escuchas los sollozos de tu hermana pidiendo que la sueltes:

- Rafi cariño...suéltame...no me hagas daño...

Es la voz de tu hermana sin duda, no hay falsedad en el temor que desprende en cada palabra que sale por su boca. Está asustada y tú eres el culpable de su miedo.

Notas de juego

Nota del Master: Anótate 1 Punto de Héroe debido a este revés. 

Cargando editor
09/10/2010, 10:11
Rafael Tierno

Me falta tiempo para apartar el arma improvisada y liberar a Belén. La vergüenza me abruma, sobre todo a causa del divertido extraño. Balbuceo una disculpa, estoy a un tris de fingir que les he gastado una broma, pero eso no haría sino ratificar mi condición de patán, así que sólo me queda reñir para que no me riñan:

-¡Coñññe ya, Belén! ¡Si es que habéis entrado como unos chorizos!

Sacudiendo la cabeza, dejo la cuchilla sobre una estantería y emprendo una retirada táctica hacia la parte anterior de la droguería, para atrincherarme en el mostrador y la caja registradora.

-¡Encima de que llegáis tarde, me dais un susto de muerte!

Notas de juego

Me anoto el punto de héroe.

Cargando editor
09/10/2010, 10:15
Director

Tu hermana te pega varios golpes en el hombro pero no tiene mucha fuerza y ella está más asustada que cabreada contigo. Su marido te insulta refiriéndose a tu mala cabeza. Tras unos minutos recriminándote el susto que le acabas de dar, abraza a su mujer y ambos se marchan a la parte de atrás de la droguería.

En ese momento te quedas solo con el extraño. Viste de manera impecable, traje de corte italiano, zapatos lustrosos, camisa y corbata de seda. Está sonriendo en silencio y no parece haberse asustado por tu espectacular entrada cúter en mano. Saca su manos de los bolsillos y empieza a aplaudir:

¡PLAS!¡PLAS!¡PLAS!¡PLAS!

Mientras aplaude se acerca a ti y empieza a hablar. Posee un tono de voz enérgico, muy seguro de sí mismo. A la vez ese tono es relajante como si con sus palabras quisiera que te calmases. 

- Espectacular entrada señor Tierno...no me esperaba menos de usted, detectó a mis hombres en la calle...un error que no deben cometer jamás...alertar a un sujeto en fase de estudio...

En ese momento escuchas dos golpes en la droguería como si tu hermana y su marido cayeran inconscientes al suelo. Notas otra presencia en la parte trasera pero sabes perfectamente que no había nadie allí. Tú mismo has estado hace un instante. No tenéis entrada trasera...¿cómo ha logrado entrar?

- No se asuste señor Tierno...su hermana y cuñado están en perfecto estado de salud...simplemente ahora están durmiendo...

Se queda a un metro de distancia de ti, separado por el mostrador y la caja registradora.

Cargando editor
13/10/2010, 23:05
Rafael Tierno

He estado haciéndome el tonto durante el rato que ha durado la reprimenda, pero, con aquel aviso, el desasosiego que me había acompañado durante el trayecto y del cual había querido desentenderme tras el tropiezo, me asaltó de nuevo. A medida que este tipo se explicaba, he ido echando mano de la porra, y ahora la blando, trato de parecer más amenazador de lo que me siento.

-Escuche, no sé de qué me está hablando, eh. Qué está pasando, no se mueva de ahí –se me atropellan las palabras como se atropellan mis pasos mientras reculo, tratando a la vez de distinguir algo en la trastienda y de no perderlo de vista. Es inútil. La alarma y la impotencia mudan mis extremidades en alambiques, pugnando por desarmarme. Me paso la mano libre por el rostro para sacarme la confusión; le presento la palma, suplicando un tiempo muerto.

-Espere, espere. Me está estudiando, ¿eso ha dicho, no? Luego, está interesado en mí, ¿no? Deje en paz a mi hermana –me muerdo el labio antes de añadir que lo que hagan con su esposo me da igual-, por favor. Haré lo que quiera.

Aunque no haya visto a nadie allá detrás al entrar, eso no quiere decir que no hubiera habido alguien, bien oculto.

-Dígale a su gente que salga –añado.

Dejo la porra sobre el mostrador. Estoy concentrándome, rozo la transformación con la punta de los dedos, presto a disponer de mis saurias habilidades en caso necesario.

Cargando editor
14/10/2010, 21:17
Director

Parece sonreír al verte nervioso, seguramente huele el temor que te invade. Ve como dejas la porra y parece que es de su agrado.

- Buen hecho señor Tierno...no nos gustaría tener que optar por métodos más...digamos que violentos... - dice con su voz pausada.

Observa que estás a punto de transformarte y te insta a ello.

- No tema en transformarse señor Tierno...no me asustaré...realmente me encantaría ver su verdadera forma, ayer de noche nadie logró capturar ninguna imagen de su rostro...solo las palabras de un niño y los residuos de piel algo quemada nos pusieron en la pista de que había un superser en esta ciudad en estado operativo...

Notas que sugiere que seas un superser, te trata amablemente aunque sus métodos no te convencen. De pronto alza la voz y llama a alguien en la trastienda.

- Siluro...haz el favor de salir a saludar a nuestro nuevo amigo...

Escuchas unos pasos que se dirigen hacia tu posición. Detrás tuya impidiéndote el acceso a la trastienda aparece un hombre de tez pálida, sobre 30 años con pelo negro largo recogido en una coleta. Viste una trenca de color oscuro larga, botas militares y pantalón vaquero. Sonríe de una manera siniestra y te saluda con un leve levantamiento de cabeza.

- Bueno este es mi compañero Siluro...posee ciertas habilidades que le hacen muy valioso en el terreno de la incursión en bases enemigas... - dice con cierto desdén.

Notas que él no se presenta ni parece tener intención de hacerlo. Se muestra muy calmado ante todo esto, no debe ser la primera vez que lo hace.

- Y ahora si hace el favor muéstrenos su verdadero rostro...

Si te transformas lograrás mayor fuerza y velocidad, puede que seas capaz de hacer frente a Siluro y al tipo ese. Tus familiares están en la trastienda y el que les interesa eres tú. Intuyes que si quisieran hacer daño a tu familia ya lo habrían hecho, no deben querer que te posiciones de momento en contra suya.

Cargando editor
15/11/2010, 10:21
Rafael Tierno

Aunque les dijese que se equivocan de persona, estoy seguro de que insistirían, de que podrían ser muy desagradables, y si por un milagro me creyesen… Nos matarían, harían que pareciese un accidente, le meterían fuego a la droguería o alguna barbaridad semejante.

Así que la cuestión radica en quitarse o no la máscara; hacerlo, les demostraría sumisión, tal vez en lo sucesivo no tendrían la correa tan en corto, sería una forma de estafarlos en previsión de una mejor oportunidad. Pero también sería exponerme al bando equivocado. Qué clase de gente era aquella. Mi trato con señores trajeados y sus finanzas me había mostrado, salvo honrosas excepciones, que no eran nada altruistas, más bien al contrario.

Miro ceñudo al chacal que ha noqueado a mi familia, aprieto los puños y mascullo:

-No creo que éste sea el lugar adecuado. Déjeme ver si están bien y nos marcharemos. No me resistiré.

Cargando editor
15/11/2010, 15:52
Director

El señor te mira y accede a que los veas. Hace un gesto para que Siluro se aparte y te permita verlos. Al echar el vistazo los ves bien aunque tirados en el suelo parecen dormidos aunque respiran normalmente lo cual te tranquiliza. Siluro te mira y comenta:

- Tranquilo...sólo están dormidos...aunque si mi contacto se hubiera prolongado seguramente ahora estarían en coma o muertos...

Así que los dejó dormidos con sólo tocarlos. Eso significa que su poder radica en las manos o en su dermis. Vuelves a mirarlos y ves que están bien. Eso te alegra aunque algo en tu interior te dice que no los volverás a ver...

El señor trajeado te llama:

- Rafael, ya hemos cumplido tu petición. Ahora nos acompañarás sin intentar nada raro...te llevaremos a unas instalaciones para calibrar el alcance de tu mutación y los poderes que conlleva...podemos enseñar a controlar esos poderes y a que los utilices adecuadamente por el bien de esta nación...

Siluro te corta el paso hacia tus familiares y el señor te indica la puerta con un gesto leve de mano. Escuchas el sonido de una furgoneta aparcar delante de la tienda. Seguramente te metan en ella y te lleven muy lejos.

Cargando editor
16/11/2010, 09:20
Rafael Tierno

Les pido permiso para dejar una nota para mi hermana en el mostrador:

Me han llamado de la Universidad, para un trabajo. Dile a mamá que no se preocupe, que ya la llamo por teléfono.

Al salir, cierro con cuidado la puerta de la droguería, “Debería dejar aquí también una nota, hoy no se abre o cualquier cosa”, se me ocurre, valorar estas minucias me serena, necesitaré carretadas de serenidad ante lo que me aguarda. Me dejo conducir hasta la furgoneta. Antes de subir, le inquiero al hombre trajeado:

-Está bien, él es Siluro, yo, Rafael, ¿pero y usted?