Partida Rol por web

No había tardado en seguir su ejemplo de ponerse el equipo, y ahora lo obedezco.

-Estoy listo –anuncio, y me dispongo a descender por la cadena; las aguas oscuras y centelleantes se me antojan el seno de una madre.

No tenéis problemas en equiparos y descender, el agua está helada y parece todavía más fría tras ver como Turner está prisionero de los rusos. Cuando vais camino de la costa veis que hay un incendio cerca del faro, en esa zona debería estar Cástor, puede que sea su furgoneta.

Seoane bracea con más fuerza para intentar llegar antes pero al ver que es demasiado tarde al percibir las luces a lo lejos de los cuerpos de seguridad. En ese momento decide cambiar de rumbo y dirigirse hacia el puerto de la villa, es mucho más largo el trayecto pero más seguro para vosotros. Os llevará bastantes minutos llegar a tierra buceando.

Más angustia, sobredosis de angustia, todo se está torciendo esta noche. Normal, si se ha liado la de Cristo es Rey, cómo pueden estar tan locos los rusos para introducir en el cantábrico su sexta flota, qué demonios –eso será, un demonio del infierno- han venido a recuperar, cómo lo vamos a atrapar nosotros sin la fortaleza de Turner, y qué ha pasado con Castor, ¿también tendremos que acudir en su rescate?

El viraje que ha indicado Seoane nos promete una prolongada natación. No puedo disfrutar de cómo mi cuerpo se resuelve en el medio acuático como el de un tritón, me duelen las mandíbulas de apretarlas. Ojalá que el puerto no esté también vigilado.

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Algunas embarcaciones se están moviendo, dirigiéndose hacia el navío ruso sin demasiada convicción. Nosotros buceamos bajo sus quillas, el puerto ya está cerca. Avisto por fin los pilotes de uno de los muelles. Seoane emerge junto al menos iluminado. No tardamos en subir a un lugar seco y despojarnos de las bombonas y aletas. Pero hace un frío que pela, y la ropa me la deje en aquella cala, maldita sea mi estampa; tendré que deslizarme por Ribadeo en traje de neopreno.

Revierto mi transformación. Me tiembla un poco la voz al proponer esto:

-¿A ti se te da bien lo de sustraer vehículos, verdad, Seoane? -Él ha estado más despierto y lleva la suya en una bolsa impermeable. Se la está poniendo.-Es que deberíamos de encontrar uno y largarnos mientras nos sea posible. El pueblo está patas arriba.

Tus sistemas siguen sin responder. Nada parece funcionar, pero con algo de esfuerzo logras mover tu brazo usando tu propia fuerza física y pulsar el circuito del PEM. No funcionará pero si lo conectas bien puede que logres recuperar algo de energía residual y eso puede ayudarte a reiniciar algún sistema.

Notas las descargar producidas por la nueva arma rusa, nunca habías visto algo así pero llegas a la conclusión que es muy efectivo. Y decían que los científicos rusos estaban acabados...Los bichos siguen emitiendo electricidad a altas intensidades. Debido a los daños notas los trallazos de corriente, por suerte estás suficientemente aislado para no perecer de una de esas sobrecargas.

No logras desconectarlo así que te queda una última opción, golpearlo y hacer que se inutilice. Levantas el brazo y lo dejas caer. Sientes el golpe en el pecho del guante metálico caer. Pero enseguida notas que se ha desconectado.

Una línea blanca te da esperanza. El sistema responde parcialmente. La CPU de la armadura recibe corriente. Si los bichos se alejan de ti podrías reiniciarla.

Os acercáis a un coche y Seoane lo fuerza tras comprobar que no tiene alarma. Es un viejo Corsa City de cuatro marchas. Lo suficiente para que salgáis de la zona rápidamente y os alejéis del puerto.

Seoane está callado y realmente no crees que sepa a donde os dirigís, parece nervioso y conmocionado. Tras veinte minutos conduciendo llegáis a un descampado  ypara el motor del coche. Estáis en medio de ninguna parte, enfrente vuestra empieza lo que parece un bosque. Seoane baja del coche y dice:

- Cástor y yo dejamos algo de ropa, dinero y algunas armas escondidas cerca de aquí...deberíamos cogerlos y pensar en donde pasaremos la noche. Las cosas se complicarán a partir de que amanezca y debemos estar lo más descansando posibles.

Los rusos parecen estar felices aunque tras unos minutos de celebración empiezan a surgir voces de alarma. No entiendes la inmensa mayoría de las palabras pero al parecer están preocupados por algo que sucede en tierra. Un barco (Катер en ruso) está acercándose, y parecen querer subir al barco e inspeccionarlo.

No pueden dejarte en la cubierta si inspeccionan el barco...eso puede ser beneficioso para ti.

“Ea, tranquilo, no pasa nada”, había venido murmurando gran parte del trayecto, para darle sosiego al muchacho, que parecía descorazonado. Tenía la esperanza de que a la Guardia Civil no le diese lugar a plantar controles, porque yo tenía más o menos claro cuál tenía que ser nuestro destino.

Aproveché ahora, en esta parada, para manifestarlo:

-Ve, me quedo vigilando el coche. Conduciremos hasta la casa franca de Meira. Allí estaremos tranquilos, para llamar a Bennet y recibir sus instrucciones, para ver si podemos salvar algo de ese disco duro, y enviarle por fax las impresiones que consigamos y lo más fundamental del cuaderno del capitán. Si le echamos cojones, todavía podremos obtener ayuda del subinspector Buenaventura. De todos modos, mi recomendación será… -Me palmeó la frente y silbo entre dientes mi irritación: -¡Joder, el caníbal! ¡Ya habrá actuado! En Monforte de Lemos o en Quiroga, ¿no te acuerdas? –Niego con la cabeza, abatido. Pero antes de que trasponga las lindes del bosque, le pregunto: -¡Escucha! ¿Te dijo Castor si Brennan y Foster se dirigirían a Meira?

- Brennan y Foster se dirigían a una población llamada Guitiriz; allí tenemos un médico que paga Heracles...es el único sitio donde pueden atender a Foster adecuadamente sin ir a un hospital. No queda muy lejos de Meira si tuvieran que desplazarse...y en breve estará por aquí el equipo Tango...ellos podrán ayudarnos en este desaguisado...

Tras decir esto sale y recoge lo necesario en el bosque. Tras unas largos diez minutos vuelve y mete todo en el maletero. Parece más tranquilo de ver que no faltaba nada de nada.

- Estaba todo, dejé la ropa y documentación de Cástor y Turner...el resto nos lo llevamos...incluidas las armas.

Enciende el coche y sale cagando leches de la zona.

- Ir a Meira parece la mejor opción...desde allí puedo contactar con el equipo y ellos nos ayudarán... - parece pensar durante un momento y añade - ...el caníbal actuará mañana de noche o pasado...tendríamos tiempo de ir hasta allí si el resto del equipo está con nosotros...¿aún quieres cazarlo?

En vista de que es posible que aborden el barco los rusos deciden trasladarte a un lugar más seguro. La opción más factible es la bodega de carga. Te bajan con cuidado y cierran las compuertas. Tus sistemas de visión parecen funcionar y puedes ver la estancia a pesar de estar prácticamente a oscuras. El PEM funcionó perfectamente al parecer. En las bodegas puedes observar la carga. Parecen cajas de café procedentes de Angola. De allí viene el barco. 

Te llevan hasta una zona más resguardada tras las toneladas de cajas. Y allí puedes ver algo que te sorprende. En esa zona del barco aún hay energía eléctrica, puedes ver unos generadores que aún funcionan pero no dan energía al resto del barco. Únicamente la dan a una especie de cámara de contención que está totalmente rota. Como si algo se hubiera escapado de ella. Ves un par de terminales de ordenador destruidas pero parecen que las CPUs están intactas. Podrías sacar información de ellas si logras escapar. Todo el equipamiento está resguardado dentro de lo que parece ser una jaula metálica...una especie de jaula de Faraday aunque más avanzada.

Puedes observar que los técnicos rusos intentan conectar esos generadores con el barco pero son incapaces de hacerlo, gesticulan mucho y parecen jurar mucho. Esos generadores pueden proporcionarte energía suficiente para activar al 100% de tu armadura o para provocar una explosión que hunda el barco. Llegado el momento tendrás que decidirlo. 

Me fío de la memoria de mi compañero, y obtengo algún alivio.

-¿Que si quiero cazarlo? –replico. –Mira, Seoane, jamás debimos de salirnos de nuestro objetivo. No tanto porque imaginase que la operación se nos iría de las manos, como porque me lamentaba por los inocentes que están muriendo de forma horrenda; pensaba en que atrapar a ese monstruo sería un duro golpe para los comunistas; y deseaba y aún deseo, el dinero de la recompensa. Lo necesito para comenzar una nueva vida. Yo no estoy hecho para estos… enredos, fíjate en lo que les ha pasado a Foster, a Turner y a… -Me interrumpo, trago saliva. –Había fuego junto al faro, Seoane. ¿Crees que Castor…?

Al mencionar a Cástor, Seoane da un pequeño respingo. Como si una espina le hiciera daño.

- Por Cástor no me preocuparía...ha salido de situaciones peores...lo único que espero es que no esté herido...debería aparecer por aquí tarde o temprano si hay suerte...y si no...

Se le nota preocupado. Al fin y al cabo Cástor es lo más parecido a un padre que tuvo en la vida. El suyo fue usado como conejillo de indias por el ejército ruso. Su madre asesinada para poder "adoptar" al niño para poder usarlo como rata de laboratorio.

- Contactaré por radio con Bennet y pediré que nos envíen al equipo especial. Necesitamos su ayuda para acabar con el monstruo y ver si podemos hacer algo por Turner...si está en manos de los rusos puede revelar información bajo tortura...y conoce la situación de esta casa...

-No creo que a Turner puedan quebrantarlo tan pronto. Creo que en Meira estaremos a salvo, al menos por esta noche -zanjé la cuestión. No era el momento de opinar qué clase de hombre se me antojaba el inglés.

Traté de relajarme para lo que quedaba de viaje en coche. Una vez en la casa franca, tomaría una buena ducha y me pondría manos a la obra: con toda esta información que hemos conseguido, Bennet no iría a echarnos a los leones, aunque... quién lo sabía. A la organizaciones de espías de las películas no les gustaba dejar cabos sueltos, y yo podía ser considerado cuanto menos un fleco, o ese hilillo molesto que se escapa de la goma de los calzoncillos. ¿En quién podía yo confiar, implicado con todos aquellos extranjeros? ¿En Seoane?

- Esperemos que los rusos nos dejen en paz esta noche... - dice mientras enciende la radio del coche para escuchar algo de música y amenizar el viaje.

Cada minuto mira el retrovisor intentado ver si os sigue algún vehículo. Justo al salir de la población de A Pontenova exclama:

- Mierda...creo que nos han detectado...ese coche lo vi al salir de Ribadeo y ahora lo vuelvo a ver...me da mala espina...

El coche que presuntamente os sigue acelera un poco y os apunta con las largas. Rafael mira y puede ver que es una furgoneta de color oscuro. Parece que sí os han seguido, y eso significa que deberéis eliminarlos o perderlos antes de llegar a la casa segura.

La furgoneta apunta con sus faros a su objetivo y dentro una joven de pelo rojizo indica a sus hombres que se preparen para entrar en acción:

- Señores prepárense...nuestras órdenes son claras. Neutralizar al enemigo y capturar con vida a Olec. Estad atentos y no cometáis ninguna imprudencia, Olec es uno de los mejores agentes de Heracles y sin duda acabará con vosotros como hizo con vuestros compañeros en Lisboa.

Su voz es firme y fría. En nada estallará la tormenta en esa carretera. Los comandos arman sus kalash y se preparan para entablar combate.

Y yo que me las prometía tan felices…

-¡Repámpanos! ¡Este asunto tiene más peripecias que un álbum de Tintín!

“Seguro que también tienen esos aparatos detectores de mutantes, si no, no me explico… Deja que conduzca yo, Seoane, y no dudes en usar algún arma de las que recuperaste.

De inmediato, reincido en mi aspecto de reptil y me dispongo a intercambiar el asiento con el conductor. Estoy comentando:

-¡Qué preciosa portada para el Weekly World News me estoy imaginando: un tipo con cara de lagarto y enfundado en un traje de neopreno al volante! ¿Cuándo demonios sacarán ese periódico en castellano?

Cuando miras a Seoane ya no es el mismo que hace unos segundos. Sus ojos son ahora de color negro y puedes notar que sus colmillos han crecido incluso sus uñas parecen más largas. Sabías que tenía capacidades sobrenaturales pero no conocías que fueran tan visibles.

Te colocas al volante y Seoane se coloca en la parte trasera del vehículo mientras empieza a cargar un subfusil.

Termina de cargar el arma y te dice:

- Comprueba que el coche no tenga uno de esos airbags modernos...si lo tiene no saldrá bien lo que planeo...

Revisas el volante y el coche no tiene airbag. No sabes lo que todavía planea pero algo intuyes...

- Has de ser rápido con los pies...primero levanta el pie del acelerador que se acerquen más y cuando te avise pisa con fuerza el freno...en cuanto choquen con nosotros acelera...yo me encargaré de acabar con los que pueda...no se esperarán una maniobra así...

Levantas el pie y la furgoneta se acerca peligrosamente. A cada segundo están un poco más cerca. Llegado el momento el grita...

- ¡¡¡AHORA!!!

Ha llegado el momento de frenar de golpe y rezar para que Seoane acabe con los que pueda.

He estado rumiando la intuición hasta este momento indicado, en que no puedo contenerme más y exclamo:

-¡Seoane! ¡No me digas que eres una especie de licántropo!
 

Piso a fondo el freno y el embrague, y me preparo para reducir marchas inmediatamente después del choque.

Me da que si aprieto un poco más el volante, lo haré zumo.

Antes de que frenes Seoane te contesta e intuyes una sonrisa en su cara:

- Soy algo parecido...aunque sin pulgas.

En ese momento frenas y os golpea con fuerza el vehículo perseguidor. Te aferras el volante y notas como el coche tambalea pero reaccionas rápidamente y con efectividad.

Seoane choca contra el asiento delantero pero aguanta más o menos bien. En ese momento aprieta el dedo en el gatillo del subfusil y lanza una ráfaga a través de la luna trasera del coche. Por el retrovisor puedes ver que impacta de lleno en la luna de la furgoneta y la quiebra en mil pedazos. Ves una mata de pelo rojizo que se tira atrás instintivamente pero el piloto y copiloto no reaccionan tan rápidamente y son alcanzados de lleno en la cara y el cuerpo. Su sangre mancha el salpicadero y provoca que el conductor pierda el control de la furgoneta que se cruza en la carretera tras un volantazo muy brusco y vuelca dando un par de vueltas de campana.

- Rafael detén el vehículo en cuanto puedas...vamos a rematarlos...y a capturar a una vieja conocida...puede que nos ayude a hacer un intercambio...

Cambia el cargador del subfusil y se prepara para salir del coche en cuanto lo detengas.