Partida Rol por web

Tras una media hora más de viaje por fin llegáis al sitio donde habéis quedado con Seoane y la desertora soviética. Ambos os esperan dentro del coche ya que hace bastante frío pero salen a recibiros en el momento en que llegáis.

Seoane os hace un gesto para que aparquéis el coche en una zona poco visible ya que es mejor pasar desapercibidos. Katrina saca un plano del pequeño pueblo de Quiroga que debieron coger por el camino. Es un callejero simple pero os servirá para orientaros y no perderos mientras realizáis vuestra misión.

- Veo que todo bien, cuando vi el control me preocupé pero veo que habéis salido de esta indemnes... - sonríe Seoane - ...nosotros pasamos por el pueblo, todo pinta tranquilo y no vimos ninguna presencia policial. Por lo que en principio no deberíamos preocuparnos porque un par de policías locales nos apunten con sus armas.

Katrina extiende el plano sobre el capó del coche y os lo enseña:

- Este es el plano de Quiroga, no es un pueblo muy grande así que supongo que si el objetivo del Verdugo está cercano no nos llevará mucho dar con él.

Señala un par de puntos en el mapa y os comenta:

- Estos dos edificios son lo suficientemente altos para apostar a un francotirador...creo que el capitán Foster es un excelente tirador según lo que me ha comentado Olec. Podría apostarse en uno de esos puntos y tendríamos cobertura y sobre todo información de si se acercan algún convoy extraño. Kalinin no dejará que el Verdugo se escape.

Observé el mapa con cierta parsimonia.. conocer las calles nos ayudaría a tener una idea general del tamaño del pueblo, pero en un principio no podría decirnos nada más. Está claro que si el Verdugo estaba por allí, buscaría un lugar donde estar.. cercano a la carretera general, al menos eso haría yo.. por si tuviera que huir. 

De repente me da un palpito, una idea me ronda la cabeza y parezco distraído.. No me gusta lo que pienso, pero lo estoy pensando.. y miro a mis compañeros con cierta duda y extrañeza, aunque intento no hacerlo.

Lo que me ronda la cabeza es que a mi personaje se le ha ocurrido que quizás nosotros seamos los verdaderos objetivos de Verdugo.. y no estamos allí por casualidad.

Asiento, conforme con la idea de que el americano, lastrado por sus heridas, permanezca en un lugar seguro. Intento contribuir:

-Ese asesino que te abatió y tú estaríais a la par esta vez, Foster. Ten mucho cuidado.

“Es una pena que no hayamos tenido tiempo de indagar… qué sé yo… en la prensa local, y hacernos una idea de cuál habitante podría ser su próximo objetivo. Los archivos de Idess o Heracles sólo son exhaustivos cuando le dan por saco a uno.

“Yo creo en las visiones de la doctora Brennan… -Me freno en cuanto reparo en que es posible ni Fulmen ni Sócrates sepan de qué estoy hablado. Explico: -Quiero decir, que es capaz en sus sueños de asomarse al futuro. A lo mejor no en todos, pero… Ella me contó que había soñado con la chica explosiva y con aquella cafetería antes de que no las encontrásemos en Ribadeo. Y también que había soñado con un monstruo con zarpas y ojos rojos en el interior o cerca de unas cloacas. (Discúlpeme, doctora, imagino que no le gusta que hablen por usted.) Como sea: ¿por qué clase de conductos subterráneos podría estar moviéndose?

- Los únicos conductos subterráneos que existen en este pueblo es el alcantarillado... - dice Seoane - ...así que tiene que estar en el alcantarillado esperando el momento de salir a cazar a otro metahumano...deberíamos localizar a los mutantes que vivan en el pueblo...no creo que sean muchos...lo normal es que sea uno o dos a lo sumo...si sabemos a quién atacará podemos localizarlo rápidamente...y darle caza.

-Ah, es cierto, que tenemos ese detector de mutantes. Como me resulta un aparato inexplicable, siempre se me olvida que lo tenemos. Algún día me informaré de cómo funciona ese trasto…

“Podríamos recorrer el pueblo en coche, rastreando. Y deprisa, porque la noche está al caer, y el Verdugo de Cerepovec atacará.

- Necesito tabaco - dije mientras buscaba un lugar donde comprarlo y rebuscaba dinero en mis bolsillos. Para una misión como esta.. necesitaba nicotina. Me separé del grupo y me dirigí a algún comercio en el cuál abastecerme de pitillos.

Una vez me había alejado del grupo, cerré los ojos y me concentré, buscando la ayuda que necesitaba. Me coloqué sobre la primera alcantarilla que vi en la calle, esperando encontrar vida debajo de ella.

Localizas muchos animales aunque realmente te está costando mucho especificar qué clases de animales son. Puede que sea por el número que hay o porque realmente estás aún alejado del pueblo y ellos encima están bajo tierra con una gruesa capa de cemento de separación.

La doctora se dedicó a mordisquearse el labio inferior durante todo el viaje, no tenia muy claro que pudiese aportar algo más al viaje, salvo localizar a su objetivo. La escena de los guardias apenas causó impresión en ella, estaba ensimismada en su subconsciente y no prestó atención a nada, salvo cuando escuchó su nombre.

- Señor Tierno, es verdad que puedo aproximarme al futuro en mis fases de sueño, pero no es algo que pueda controla. Simplemente, aparecen... - dijo algo avergonzada-. En cualquier caso, si ese dispositivo rastreador de mutantes falla, siempre puedo intentar distinguir la mente de la bestia de los demás seres racionales con una lectura mental... o algo por el estilo...

Hablar de sus rarezas en voz alta no las hacía más fáciles de asumir.

- La idea de Rafael me parece muy buena, sabemos que va detrás de un mutante así que podríamos rastrear el pueblo y encontrar al objetivo, así Foster sabría dónde apostarse para cubrir al objetivo. 

Enciende el aparato. Os enseña el medidor que está con la flecha en rojo y además en una especie de pantalla con un punto rojo en el centro (el contador) aparecen cinco señales a su alrededor.

- Estos creo que somos nosotros...tendríamos que ver la manera de eliminar nuestro rastro o identificarnos...no sé si se podrá calibrar esto...doctora Brennan creo que usted es la más inteligente del grupo... - mira al resto - ...sin ofender a nadie eh...y podría indicarnos cómo calibrarlo correctamente.

Brennan contempla el aparato con atención.

-Mi campo es la antropología, no la electrónica, pero puedo hacerlo igualmente... - comenta distraidamente mientras se dedica a estudiarlo.

Permanecí sin decir palabra todo el rato, no tenía nada que aportar a aquél respecto. Aquella tecnología se escapaba a mi entendimiento.. y tampoco era algo que me interesase demasiado, por muy útil que pudiera ser... 

Me encendí un pitillo - por fin, joder - y observé como la doctora trasteaba con el juguetito y trataba de sacarle el provecho que necesitábamos. Esperaba que tuviese suerte... aunque he de confesar que los ojos se me fueron y le hice un chequeo completo a la doctora.

La doctora recibe la ayuda de Seoane y la rusa y entre los tres logran calibrar el aparato para que no detecte sus cantidades de bioenergía. Así que con el aparato calibrado podréis ir hacia el pueblo y localizar a todo mutante que haya en la localidad.

-  Cojamos los coches y demos una vuelta por el pueblo, la doctora llevará el calibrador. Foster vendrá con nosotros - dice señalando a Katrina y a él mismo - ...buscaremos zonas para apostarle con su fusil...el resto dedicaros a encontrar a los mutantes. Si detectáis al verdugo avisad inmediatamente ¿ok?

Dicho esto se encaminan hacia los coches. Mira la luna llena que hoy luce en todo su esplendor.  Os mira de nuevo y añade:

- Id ya pertrechados por si acaso...no corramos riesgos innecesarios, es posible que esté ya en el pueblo.

Asiento con las mandíbulas apretadas y subo al asiento de copiloto, dejando conducir de nuevo a Fulmen.  Ya en el interior, preciso:

-Espero que antes que al verdugo, encontremos a la víctima; así podríamos preparar el terreno.

      Una vez en el pueblo me había quedado en un segundo plano. Al igual que mi compañero, necesitaba recuperar provisiones de tabaco, asique cuando se acercó a comprar le seguí y después disfruté de un cigarrillo mientras contemplaba cómo la rusa, la doctora y el joven seoane trasteaban con el detector.

      Cuando Seoane, que parecía haber adoptado el rol de cabecilla en ausencia de Cástor, indicó un plan, arrojé la colilla al suelo, asentí, y me dirigí nuevamente al asiento de conductor.

No estoy muy convencido de que sea buena idea ir "pertrechado" por medio de un pueblo, ni considero que a mi me haga falta... - las últimas veces que había empleado un arma, recordé con una sonrisa, había demostrado que la mili estaba muy olvidada - Pero no discutiré que pueda ser más seguro.

      Tras montar en el coche y cerrar la puerta, saqué la cabeza por la ventanilla y miré a Seoane mientras el resto montaban.

Nos mantenemos en contacto, cualquier novedad, informad.

Teníamos un plan e íbamos a ejecutarlo, era todo lo que a mi me importaba. Separarnos quizás no fuese una buena idea, pero lo primordial era encontrar el verdugo y acabar con él, así que finalmente nos dividimos en grupos para salir a su encuentro.

Imité a Fulmen, apagando el cigarrillo pisándolo y siguiendo a mi compañero hacía el coche. Lo hice en silencio, algo que podía resultar extraño en mí. Quizás estaba concentrado, quizás me ocurría algo.. pero lo que estaba claro que llevaba demasiado tiempo sin pronunciar palabra o bromear.