El poblado fronterizo de Borde del túmulo ha pedido aventureros, solicitando ayuda y prometiendo una recompensa. La petición no especifica nada más.
Habíais llegado a la posada en plena noche y la tabernera os alojó gratuitamente a cambio de que a la mañana siguiente aceptaráis el encargo que tenía pendiente para vosotros. Mientras os estabáis acomodando escuchasteis como un grupo de aventureros llegaba también a la posada y charlaban amigablemente con la mujer que os había atendido.
Tras pasar varios minutos de pronto se hizo el silencio y nada os volvió a molestar hasta que los primeros rayos de luz entraron por la ventana.
Era hora de despertarse y bajar a desayunar.
Un gran edificio se alza en el centro del asentamiento. La luz brota de sus ventanas, y un amplio cartel sobre la puerta reza "Posada de Borde del túmulo - Sed bienvenidos"
El interior de la posada es tan cálido y hospitalario como parecía intuirse desde el exterior. El reconfortante olor del estofado y del pan recién horneado brotan de la cocina, mientras que una mujer corpulenta se mueve con prisas entre las mesas, escanciando bebida y sirviendo comida.
Os dejo una descripción también de la taberna y la tabernera. Postead para todos los que salen por defecto en la escena.
En principio, salvo que por vuestras historias lo hayáis decidido así, no os conocéis de nada.
Amanecía el tercer día de vuestra visita a Borde del Túmulo y aún estabais lejos de descubrir la razón por la que los trasgos había roto la tregua con el poblado en el que os encontrabais. Pero aunque todo aquello os preocupase dentro de unas escasas horas, había algo que os preocupaba más y eso era hacer callar a vuestras tripas.
Era un buen momento para bajar a desayunar y comprobar que era eso que olía tan bien y que seguramente Miallie hubiese preparado con mucho amor y cariño. Algo que parecía ser habitual en ella.
En la posada hay más gente desconocida. Así que postead para ellos también.
Apenas me levante fui a pedir algo de agua para asearme, luego vestirme con la ropa de algodón, la armadura de cuero tachonada y las capas que usaba encima, una vez listo baje con presteza hacia el comedor, acercándome a la barra:
-"Miallie, no se que huele tan rico pero tráeme un plato de eso, además de sal, pan y queso, ah y un jarro de cerveza para bajar todo, no se te olvide"- dije eligiendo una mesa en un rincón, cerca de las ventanas.
Bajo las escaleras guiado por el olor de la comida y apremiado por el rugido de mis tripas.Hay caras nuevas en la sala y con una leve inclinacion de cabeza a modo de saludo breve me siento con Belias .Espero que quede algo de comer porque estoy famelico.
Veis como baja por las escaleras un hombre de unos veinte años, con un aspecto un tanto desaliñado por su larga barba y su cabello largo sin cuidar, su túnica junto con su bastón le dan un aire a un profeta de algún Dios. Anda distraído en sus pensamientos, imperceptible a lo que pasa a su alrededor, se sienta en una mesa que ya está ocupada por dos personajes (Sorel y Belias). Parece que no se ha dado ni cuenta de la presencia de estás personas, para acto seguido mirar hacia algún punto sin estar su pensamiento ahí.
Vamos enana, como se te pegan las sabanas... Muevo ligeramente el brazo de Zhoe para que salga del trance, frunciendo ligeramente el ceño. Ayer apenas habia conseguido dejarme rezar mientras preguntaba mas y mas detalles insignificantes sobre la proporcionada por Corellon, y ahora no queria despertar.
Finalmente desisto, aseandome, vistiendome y poniendome la armadura. Me pongo al cinto el arma, pasando el dedo pulgar por el hombro, donde una luna esta dibujada sobre la hombrera metalica de la armadura. Una corta peticion de un buen dia, y me cruzo de brazos, esperando que la hechicera se levante.
Un poquito más... por favor... - digo, cuando finalmente salgo del trance. - No sé por qué tienes tanta prisa... -mientras refunfuño, acabo por incorporarme, quedando sentada en la cama. Es sólo entonces cuando mis tripas rugen, con bastante hambre matutina- ¿Has meditado bien, tesoro?- le pregunto entonces a Adun, mirándolo sentada desde la cama, con una media sonrisa en los labios.
Finalmente yo también me visto y me aseo, dándome toda la prisa posible. -Tengo un hambre que me muero... Sólo espero que haya algo rico para desayunar. - le digo a Adun, dejándole un beso de buenos días en los labios, mientras termino de peinarme, lista ya para bajar.
Le dedico una mirada de reojo, y dibujo una sonrisilla cuando la veo desperezarse. Me acerco, sentandome en la cama junto a ella, cuando aun protesta por levantarse Principalmente por que tengo hambre, y por que nos habian citado... Ademas, que a quien madruga Corellon ayuda, asi que no me seas...
Perfectamente ¿Y tu? Espero a que acabe de vestirse, esperandola hasta que esta lista, momento en el que me pongo en pie, y le devuelvo el beso en los labios, guiñandole el ojo derecho en un gesto complice.
Bajemos, que a este paso nos quedaremos sin desayunar. Salgo de la habitacion, bajando las escaleras. Lo que podeis ver es un elfo mas alto de la media -un metro ochenta- y bastante corpulento. Con cierto porte serio, camino hasta la barra, poniendo la mano sobre esta, con porte amable, esperando a que la posadera venga, y pueda pedirle el desayuno.
Vamos entonces, anda... , le digo entonces a Adun, siguiéndolo fuera de la habitación, hacia la barra- Y también he meditado bien, gracias... - Es lo último que llega a decir antes de hacer acto de presencia en la taberna. Detrás del elfo corpulento, podéis ver otra elfa, algo más alta de lo que acostumbran a ser las mujeres de su raza -un metro sesenta y cinco- y con una peculiaridad: el pelo, completamente blanco, que llega hasta la cintura, y los ojos, de una tonalidad plateada, a juego con el pelo.
Me coloco junto a Adun, aunque, de momento, me dedico a mirar a mi alrededor, con curiosidad, observando lo que me rodea y dejo que sea Adun quien entable conversación con la tabernera en primera instancia.
La tabernera os sirve a todos de forma gratuita lo que pedís.
-Saludos.-Digo bajando la escalera de la taberna y acercándome a la tabernera.-Quisiera desayunar algo, queso, pan, vino y algun guiso medianamente sabroso. Gracias.
Dicho esto, espero a que me lo sirvan y me siento a desayunar en un rincon apartado. No me gusta charlar mientras como.
salgo de mi actitud pensativa cuando la moza que sirve las mesas
suelta su voz gritona : vaya otro vagabundo menos mal que ya se van en cuanto desayunen, a cumplir nose que misión, aunque este con esta pinta esta para que lo ayuden. venga anciano salga de sus ensoñaciones y dígame que quiere tomar.
Responde Melf: oh si perdone , no era mi intención molestarla , moza de tan malos modales si tuviera más edad de la que me echa le daría unos azotes en el culo , pero como soy más joven de lo que aparento para usted ,no se los daré. Que me preguntó? ahhhhhh si póngame unos huevos con papas y una cerveza bien fresca.
Tomo el plato y la jarra, dando dos viajes para dejar todo el desayuno en una de las mesas mas cercanas a la barra, inclusive llevando parte del desayuno de Zhoe. Con un cabeceo agradecido, despido a la tabernera, sentandome y esperando a Zhoe a que toma asiento conmigo, para comenzar a desayunar -no sin antes bendecir la comida, claro esta-
El desayuno no esperara caliente todo el dia, enana... Le advierte, con un tono cariñoso y afable, indicandole que se siente con el en la silla que tiene al lado.
Espero a que Adun coja los platos y, conociéndolo ya, no hago ni el amago de intentar ayudarlo. Nunca permite que sea yo quien cargue con las cosas, si el puede evitarlo.
Lo sigo cuando se dirige a la mesa y, finalmente, acabo sentándome junto a él, para después escuchar aquella plegaria, y secundarla. Después de todo, ambos adoramos al mismo dios.
- Tranquilo, que no tengo intención de esperar a que se enfríe... - le digo, dedicándole un guiño y una sonrisa . Y después miro a mi alrededor, con el ceño fruncido, mientras cojo un trozo de bizcocho del plato- Oye, pues sí que está concurrido esto, ¿no?, le dice a Adun. Y luego cae en la cuenta de algo- Por cierto... Seguimos sin saber qué quería la tabernera, ¿no? - le pregunta, mirándolo ahora a él, con esa expresión de curiosidad tan característica en ella, dando finalmente un bocado al bizcocho que tiene en la mano.
Noto otra vez, como la moza me saca de mis cavilaciones al echarme el plato con fuerza sobre la mesa, para luego ponerme la jarra de cerveza y el pan . Me froto las manos y me remango las mangas para ir comiendo, la cerveza no esta lo fría que pedi pero bueno es gratis .
carraspeo levemente.Ejem, no es que me importe compartir mesa pero lo minimo seria presentarse , no?.Digo clavando la mirada en el exrtaño que se ha sentado sin ser invitado.
oh si que mal educado soy, me limpio las manos llenas de huevo en mi túnica para darle la mano a mi camarada, me llamo Melf.
es difícil saber lo que piensa en su interior, pues su rostro parece ausente de todo tipo de caracterizaciones.
ves en la mano que te ofrece un anillo con un sello
puedes hacer una tirada de saber local o Nobleza y realeza o Historia con cd 15, para saber de donde proviene y su significado.
Intente reconocer el nombre, pero no me sonaba de ningún lado.
-"Eres gracioso Melf, mi nombre es Belias y este es Sorel-dije señalando a mi compañero-a decir verdad si no te escuchaba hablar pensaría que tendrías al menos unos 60 años, ya sabes mas cerca del cielo que de la tierra..."- dije mientras admiraba las curvas de una hermosa elfo de cabello plateado, aunque iba acompañada por un Paladín o Clérigo o lo que sea que fuera que rezaba antes de comer, recordaba al viejo enano Paladín todo honor, lastima que su honor lo hizo irse antes de que comenzara nuestra incursión...
Motivo: Saber
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 10(+2)=12 (Fracaso)
He aqui algo mas propio de gente de buenos modales.Respondo ignorando la pringosa mano y el anillo que la adorna .Mordisqueo un trozo de queso y pregunto mientras mi mirada pasa de uno al otro de los presentes sin detenerme en ninguno. ¿Formais parte de alguna compañia o caminais en solitario?.
Son detalles sin importancia, pero de ahora en adelante quiero que sepas que los PNJs los manejo yo.
Miallie no tiene la voz gritona y es demasiado encantadora. Está siempre triste, pero eso no quita que os de un excelente servicio. Y muchos menos que narres sus diálogos y aún menos sus pensamientos.
Era solo un aporte que no va pasa nada, pero para que así no se repita.
Saludos.