Partida Rol por web

Después del catastrófico fallo anterior, aunque no muy distante a los intentos de sus compañeros - parecía que ninguno de ellos había estado realmente en combate con anterioridad - Claus intentó disparar de nuevo.

Cargó la ballesta, con pulso tembloroso, y apuntó para un segundo disparo que volvió a salir disparado en cualquier dirección menos en la que Claus pretendía.

Otra flecha pasa veloz sobre Karen, que vuelve a impactar en la pared.

Bryzz deja caer su arco y desenfunda su estoque al tiempo que se mueve. Se acerca a la izquierda de Bzzak y ataca al enemigo que está caído, pinchándole en su brazo izquierdo.

El virotazo de la ballesta de Claus vuelve a perderse, pasando entre las cabezas de los demás.

Bzzak intenta golpear de nuevo, pero no lo consigue, quizá está distraído por el virote de Claus.

El nuevo combatiente de Karen lanza su golpe a la pierna de la joven, que con destreza lo esquiva. El guardia que estaba caído intenta levantarse. Karen ve la oportunidad y le golpea con todas sus fuerzas, atravesando con una espada su garganta, y la otra el pecho.

El guardia que estaba detrás se adelanta, e intenta golpear al constructo, pero no le hace ni una mella en su cuerpo. Por último, Karen intenta golpear al guardia que tiene delante, sin tener éxito

Sólo le quedaba uno para poder ir a por el del arco. Sin pensárselo volvió a usar sus armas contra su oponente y esta vez sonrió al alcanzar a su enemigo

La elfa volvió a lanzar la punta de su afilado estoque al suelo para trinchar al enemigo caído, pero entre el ruido, el movimiento y los gritos de dolor, cuando se quiso recomponer de todo aquello ya no veía tan fácil acertar.

Otra flecha vuela hacia vosotros, casi golpeando esta vez a Bryzz. Este ataque hace que pierda la concentración, dando una mal estocada.

Claus lanza otro virotazo, pero no impacta en el enemigo, al igual que el ataque de Bzzak.

Los dos guardias que quedan intentan atacar, pero no pueden mantener el equilibrio en el charco de grasa, y caen al suelo, encima de sus compañeros.

Karen aprovecha la oportunidad, atravesando con sus espadas el cuerpo de uno de ellos, matándolo.

Deshaz el conjuro....ya, mantened ocupado al arquero.-  los ojos de Karen estaban inyectados en sangre

Aquellos cerdos habían osado herirla sin mediar palabra antes, lo pagarían con sangre.

Se lanzó contra el que quedaba con sus dos armas preparadas

Otra flecha surca el cielo, esta vez dando a Bzzak en una pierna.

Bryzz, aprovechando que su rival está en el suelo, coge su estoque con ambas manos y se lo clava en el estómago al guardia, que grita de dolor.

Bzzak intenta golpear al guardia, pero no lo consigue. 

Claus, al ver que sus compañeros lo tienen dominado, busca en el tejado y ve a un hombre que está disparando. Allí apunta con su ballesta, que dispara, haciendo que grite.

Cuando el guardia intenta levantarse, Karen da un rápido golpe y acaba con él

Veo al hombre del tejado que nos esta disparando.Me acaba de dar! Ahora tendré que repararlo.

Entonces saco mi ballesta y apunto a el atacante.con un ligero chirrido mi dedo aprieta el gatillo de la ballesta y el virote sale volando

Tendría que recordar hacer las muescas por las muertes de las que osaban atacarla, en este combate ya llevaba unos cuantos.

Ahora sólo quedaba uno, el que se había atrevido a derramar su preciada sangre.

Hacerle bajar de ahí.- tenía que hacerse con un arco pensó mientras cruzaba sus armas en posición defensiva

Las palabras de Karen quedan olvidadas, pues el flechazo de Bzzak golpea al hombre. Un gruñido de dolor y, tras unos segundos, cae a vuestros pies muerto desde lo alto del edificio, con la flecha atravesándole el cuello.

Veamos si llevan algo de valor,que alguien vigile la puerta.- Karen registró los cuerpos de los enemigos caidos

La elfa era una mezcolanza de sensaciones y sentimientos a punto de estallar.-¿Cómo había podido fallar con el arco? y a esa distancia.¿Habría fallado a sus compañeros?¿Era aquello designio de los dioses?-Las preguntas se amontonaban en su cabeza mientras se acercaba a la puerta para vigilar.  

Claus respiró tranquilo cuando la amenaza inmediata fue eliminada. Su actuación con la ballesta no había sido muy excepcional, pero consideró que sus conjuros habían conseguido lo que pretendía de ellos: Decantar la balanza de su lado.

Pasó revista de los conjuros que le quedaban, pocos, pero tendrían que servir. Entró entonces en la biblioteca que era su mente, y puso los conjuros en un metafórico atril, preparados para ser dichos en cualquier momento. La adrenalina que aun le recorría el cuerpo no le dejaba relajarse del todo, y el miedo que le atenazaba la garganta le aseguró que las preparaciones eran del todo necesarias.

Mantengo la ballesta en la mano.No me quedan muchos hechizos, tendré que aprovecharlos como pueda.Miro a Claus desde mi recien ganada altura.

-Claus, una pregunta. Cuando se pasa esto?-Digo señalandome a mi- Esque para infiltrase medir 3 metros no es muy adequado.

Dicho esto me pongo a ayudar a Karen a rebuscar entre los cadaveres.

- Debería estar a punto de acabar - Le respondió a Bzzak - Sólo dura un minuto.

Cada guardia lleva una cota de bandas de gran calidad, un escudo pequeño de madera, una espada bastarda de gran calidad, una poción de curar heridas ligeras y 2 po. El hombre que cae del tejado lleva una armadura de cuero tachonado de gran calidad, una espada corta, una arco corto de gran calidad, 10 flechas, herramientas de ladrón de gran calidad, un silbato y 11 po.

Esperáis unos momentos hasta que el cuerpo de Bzzak se vuelve a su tamaño original. Bryzz se acerca a la puerta y se pone a vigilar. Escucha unas voces, pero no distingue bien lo que dice

Karen vació rápidamente los bolsillos de aquellos bandidos. Estaban bien pertrechados y se recordó que tendría que pasar después para vender toda aquella fortuna en equipamiento.

Cogió el arco y se lo colgó en el hombro, junto con las flechas. Repartió las pociones dándole una a cada uno y 5 monedas, quedándose ella con 4. También se guardó las herramientas, se notaban que eran buenas. Se tomó su poción, ya que las heridas de los dos flechazos todavía sangraban

Veamos que hay en el interior.- con cuidado se adentró en el almacén, buscando las sombras y procurando no hacer ruido

La elfa le agradece el detalle de repartir el botín. Había cogido el arco, preparado una flecha y seguía a Karen de cerca sin decir una palabra.