Partida Rol por web

Tras comprobar que ya no nos acechan más peligros, me acerco a los cuerpos de mis compañeros caídos. Parece que aún están vivos, pero inconscientes.

Los zarandeo un poco para ver si vuelven en sí. Realmente me gustaría que mis conocimientos mágicos sirviesen para sanarlos, pero no es el caso. Miro a Luthien, a ver si ella...

- Están inconscientes. -le informo- ¿Hay algo que puedas hacer por ellos?

Si no, tendríamos que ponerlos a cubierto del aguacero y esperar a ver si se recuperan. O, tal vez, esa botellita que encontré podría ser útil en estos moemntos.

Desmontó del caballo de guerra y se colgó de nuevo el arco, fue hasta la flecha fallida y la tomó de nuevo comprobando su estado antes de devolverlo al carcaj.

-Algo sé, pero tampoco podré hacer mucho por ellos-contestó la elfa acercándose a Reluë-¿tienes algo?Con un solo herido ya tengo problemas, con dos creo que no podré.

- Tengo esto... -le enseño la botellita que saco de la mochila.- Creo que es algún tipo de poción sanadora, pero no confío mucho en sus efectos.

Me acerco al cuerpo del gigantesco semiorco y, con bastantes dificultades, hago que engulla su contenido, aunque la mitad se le derrama por encima de la barba.

- Intentalo con el mediano, mientras esperamos a ver si el gigantón reacciona.

Reluë se agachó sobre Thokk y le dio a beber la poción que tenía entre las manos. Tras unos segundos, Thokk abrió los ojos, sus heridas empezaban a cicatrizar a gran velocidad.

-¿Donde estoy? -rezongó entre gruñidos mientras intentaba espabilarse- ¿qué ha pasado?

Se inclinó sobre Lordo y sus labios aletearon en un susurro mientras apoyaba las manos sobre el pecho del inconsciente mediano. Empezaron a hormiguearle al desprender la energía del débil conjuro de la barda.

- Apenas un pequeño percance con uno de los orcos del camino.- respondo a Thokk, a ver si recuerda.- Estuviste inconsciente un rato, pero ya está todo solucionado. -las heridas del gigantón han cicatrizado a gran velocidad.

Miro a Luthien, quien está recitando algo en susurros en el oido del mediano.

- Esperemos que nuestro pequeño amigo se ponga reponga también enseguida.- comento, no muy convencido. La herida de la pierna de Lordo saca realmente muy mala pinta.

Y, gracias a la magia de Lúthien, Lordo comienza a parpadear y a respirar con normalidad.

-Entiendo -dijo mientras intentaba incorporarse. Buscó con la mirada su mandoble y el caballo, y cuando pudo moverse se dirigió hacia su arma. Él solo estaba a gusto con un arma en las manos y eso es lo que necesitaba.

-¿Estamos todos bien? -dijo mientras se ponía en pie tambaleante.

- Si estamos todos bien y podemos cabalgar, quizás deberíamos continuar. Apenas llevamos una hora de camino y aún queda bastante para llegar a nuestro destino.

Claro que el persistente aguacero que cae sobre nuestras cabezas invita más a tomar un descanso a cubierto que a continuar el viaje. A ver qué opinan mis compañeros.

-Lordo necesitará descanso, mi habilidad no es de mucha ayuda-dijo Lúthien entornando los ojos por la lluvia, retirándose los cabellos negros del rostro- No deberíamos continuar hasta que se recuperen un poco.

Me incorporé mientras me frotaba los ojos.

Vaya, menuda siesta dije sin muchos ánimos de reírme y escuché a mis compañeros.

Todos estamos tocados, pero estoy dispuesto a hacer lo que digáis la mayoría. Si continuamos, nos arriesgamos a enfrentarnos a más bandidos antes de curarnos. Si nos quedamos, tendremos que encontrar un refugio, no podemos quedarnos bajo esta lluvia. Y si retrocedemos... Pues eso, retrocedemos.

- Será más prudente parar a recuperarnos del todo, entonces. -comento a la vista de las palabras de Lúthien.- Habrá que buscar refugio.
 

Estas heridas no se van a curar en un día... Pero me parece bien, busquemos un lugar para descansar.

-Sí, sería mejor que buscáramos un lugar donde descansar y montar guardias -dijo el orco con su vozarrón. Estaba herido y cansado, la caída no había sido buena- Al menos descansar unas horas...

Thokk decide no trabajar con los demás mientras buscáis una gruta o algún lugar para esconderse. Se queda allí, dejando que la lluvia recorra todo su cuerpo, mientras os internáis un poco en el bosque.

Gracias a la colaboración de los tres, encontráis un árbol con un tronco gigantesco. Lo mejor de todo es que hay un agujero en un lateral. Tras esforzaros un poco, conseguís agrandarlo lo suficiente para que podáis entrar. El tronco está vacío por dentro. Será un lugar perfecto para descansar.

Avisáis a Thokk y éste se dirige hasta allí.

Esperáis dentro dormitando, deseando que termine esa lluvia. Al cabo de las horas, comienza a amainar hasta que se detiene del todo. Aún así, hacéis un poco más de tiempo en su interior para que vuestras heridas terminen de cicatrizar.