Partida Rol por web

- Ten cuidado Saegon.

Dejo hacer a Lordo que revise la puerta oculta tras el tapiz y espero su veredicto, mientras me distraigo notando las pulsaciones de mi corazón en el bonito chichón que corona mi cabeza.

La puerta esta abierta compañeros...¿qué dicen?... ¿seguimos por esta?

Abrís las cuatro puertas que habéis encontrado. La que está a la derecha es una sala de almacenamiento de las mercancías secas. No parece que haya nada de valor; las cajas y embalajes tienen una espesa capa de polvo sobre ellos.

La puerta de al lado está fría al tacto. Dentro hay una gran variedad de carnes y quesos, así como un barril.

La puerta que tenéis enfrente contiene barriles y toneles de vinos y distintos tipos de cervezas.

La puerta que se encuentra tras el tapiz da lugar a un túnel de unos 10' de ancho en su mayor parte, con algunos estrechamientos. A medio camino, gira a la izquierda.

Si alguno quiere surtirse de comida adelante,  evidentemente esta es la entrada a lo que ellos esconden, así que ustedes veran si toman algo de aquello, es el almacen de la posada- Lordo aunque era de buen comer poco le interesaba robar comida, y menos ahora que poca hambre tenía- 

y tras decir eso, miro a mis compañeros,

yo entro de primero, pero recordar luego quien esta poniendo su pellejo en peligro. Digo entrando al lugar, buscando trampas que puedan perjudicarnos.

Lúthien se metió tras Lordo, pero el terreno seguía siendo demasiado irregular... o quizás con el golpe la chica estaba menos espabilada que antes pues su presencia seguía siendo más que detectable por el ruido que hacía al dar con el arco en la pared, o al tropezar o casi incluso con lo fuerte que le latía el corazón.

Mientras que Lordo hacía un comentario arisco y se dedicaba a buscar trampas o cualquier mecanismo que pudiera delatar su presencia (o eliminarla para siempre) ella fijó su mirada en el camino que se abría ante ellos, preparada para alertar a sus compañeros de cualquier cosa extraña que pudiera haber.

Estuve tentado al percibir el rico aroma a queso curado que salía de la despensa de la posada pero, finalmente, me decidí por ir directamente a la entrada del túnel, siguiendo los pasos de mi querida y ruidosa hermana.

Decidís optar por el único camino posible y os introducís por el pasillo. Hacéis el giro a la izquierda y después otro a la derecha. Tras unos pocos pasos, algo os interrumpe el camino. Un sistema de rastrillos cerrados con llave. Está claro que están ahí para evitar que entren los intrusos.

Saco el equipo de utensillos para abrir la puerta pero parece ser que algo me pasa, ojala pueda intentarlo mas tarde.

- ¿Se abre? -pregunto al mediano, al ver cómo forcejea con la cerraja.

Esta dificil, pero tratare de hacer lo propio. Digo frustrado

Lúthien se acuclilló incómoda mientras esperaba con cierta inquietud, no quería presionar a Lordo, pero la realidad era que no estaban en el lugar más adecuado para fingir una reunión de amigos.

La cerradura no se abre.

Mientras observo los improductivos intentos de Lordo por abrir la reja, me pregunto si habrá otra manera de cruzarla: algún resquicio en la parte superior por donde trepar y colarnos, o algo así.

A ver si el mediano consigue al fin su tarea, que sería lo suyo.

Tras numerosos intentos, Lordo consigue que la cerradura se abra. Además, gracias a la ayuda de Reluë, detecta una trampa en la cerradura. Hace un giro a la derecha, otro a la izquierda, después empuja y la trampa ha sido desactivada.

Camináis por ese angosto pasillo hasta que llegáis a una zona más espaciosa. A vuestra derecha, escucháis el ladrido de varios perros. Al asomaros, veis cinco perreras y a un semiorco en el centro de la sala.

Cuando os ve, coge su espada y os grita

¿Quién ser vosotros?